El síndrome de Angelman es una enfermedad neurogenética descubierta en 1964 que se manifiesta por retraso en el desarrollo, falta de habla, problemas de equilibrio y falta de atención, y se caracteriza por un estado constante de alegría; se produce por una deleción en el cromosoma 15 y solo puede diagnosticarse entre los 3 y 7 años, no teniendo un pronóstico grave pero sin cura definitiva.