Este documento discute los diferentes paradigmas de la educación a través de la historia y cómo cada uno ha hecho contribuciones importantes. Argumenta que el constructivismo, que permite la interacción entre maestros y estudiantes donde ambos aprenden unos de otros en lugar de la memorización impuesta, será la técnica educativa del futuro que formará ciudadanos más libres y profesionales mejor capacitados para participar en un mundo globalizado.