La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es un tratamiento centrado en aceptar aquello que no se puede cambiar y comprometerse a cambiar lo que sí se puede, con el objetivo de alterar la función de los pensamientos y sensaciones molestas y generar flexibilidad conductual. Se basa en el aprendizaje relacional y utiliza técnicas como la exposición plena, paradojas y metáforas para llevar al paciente a aceptar sus eventos internos y comprometerse a actuar de forma diferente.