Los diputados de la nobleza exigen garantías de seguridad personal y protección contra demandas civiles mientras duren las deliberaciones. Los eclesiásticos deben mantener el derecho a todos los diezmos sin que nadie pueda cuestionar estas posesiones. El Tercer Estado en Bretaña debe estar representado en los Estados generales y provinciales por un número igual de diputados que la suma de los otros dos órdenes, los cuales no pueden ser nobles, fiscales o eclesiásticos, y en ambos estados el voto debe ser por cabeza.