Este documento resume las variedades de la lengua castellana desde tres perspectivas: geográficas, sociales y estilísticas. Explica que existen dialectos regionales como el extremeño, andaluz y murciano, así como variedades sociales como las jergas profesionales, juveniles y marginales. Finalmente, describe los registros lingüísticos formales e informales y cómo estos se adaptan a la situación comunicativa.