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Compartir 10. hierro
1. UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA
UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS QUÍMICAS Y DE LA SALUD
CARRERA DE BIOQUÍMICA Y FARMACIA
LABORATORIO DE TOXICOLOGÍA
DOCENTE: Bioq. Farm. Carlos García MSc.
ESTUDIANTE: Stefanny Ximena Ochoa Verzosa
CURSO: Quinto Año PARALELO: “A”
TRIMESTRE: Segundo
INVESTIGACIÓN DE INTOXICACIÓN POR HIERRO
FUENTES DE EXPOSICIÓN AL HIERRO
El hierro se toma casi siempre a partir de preparados farmacológicos, en forma
aislada o como polivitamínicos. Pese a esta fuente de tóxico tan limitada, la
intoxicación por hierro continua siendo un problema común y grave dentro de las
intoxicaciones accidentales, especialmente en niños. En EE.UU. se comunicaron
más de 22.000 casos en el año 1988, incluyendo 5 muertes. El 95% de estas
intoxicaciones fue en niños y se produjo de forma accidental. La razón de esta
frecuencia, se debe a la amplia difusión de estos preparados farmacológicos,
que se encuentran casi todos los hogares, y a veces son administrados a los
niños de forma empírica por sus padres. Con frecuencia los preparados de
hierro y vitaminas se presentan como comprimidos de colores vistosos y que
tienen buen sabor, lo que los hace más apetecibles para los niños. Además,
muchos padres los consideran inocuos, por lo que no toman las debidas
precauciones. Por último hay que recordar que gran cantidad de madres
gestantes toman estos productos y por lo tanto encontraremos preparados de
hierro en muchos hogares con niños pequeños.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS EN INTOXICACIÓN POR HIERRO
INTOXICACIÓN AGUDA:
Sobredosis de hierro, sobredosis de sulfato ferroso, sobredosis de gluconato
ferroso o sobredosis de fumarato ferroso
El hierro es un mineral que se encuentra en muchos suplementos de venta libre.
Una sobredosis de hierro ocurre cuando alguien toma accidental o
intencionalmente más de la cantidad normal o recomendada de este
medicamento.
2. La intoxicación aguda por hierro se trata de una urgencia médica
potencialmente letal. Su rango de toxicidad incluye efectos sobre el sistema
gastrointestinal, cardiovascular, efectos metabólicos y sobre el sistema nervioso
central. Es una de las principales causas de intoxicación en la edad pediátrica,
sobre todo por ingesta accidental. En la edad adulta se trata de una situación
infrecuente casi siempre relacionada con intentos de suicidios.
Presentamos el caso de una mujer que ingirió altas dosis de sulfato ferroso,
siendo tratada de forma exitosa. Así mismo revisamos las principales
características de esta patología.
CASO CLÍNICO:
Mujer de 48 años que ingresa por ingesta voluntaria de aproximadamente 25
comprimidos de sulfato ferroso en un intento de suicidio tras una discusión
familiar. En total, suponía una dosis de hierro elemental de 2.500 mg (50
mg/kg).
La paciente tomaba suplementos de hierro debido a anemia ferropénica de
origen ginecológico.
Examen físico: estaba en buen estado general sin alteraciones de consciencia.
Auscultación cardiopulmonar: sin hallazgos. Abdomen: blando y depresible, sin
masas ni visceromegalias. Sin peritonismo. Neurológico sin focalidad.
Laboratorio: leucocitos 13.040/ml con fórmula normal, hemoglobina 10,2
mg/dl, hematocrito 33,7%, plaquetas 206.300/ml, glucosa 337 mg/dl, urea 34
mg/dl, creatinina 0,7 mg/dl. La radiografía simple de abdomen (Figura 1),
mostró al menos la presencia de 20 comprimidos en fundus y antro gástrico.
Se administró jarabe de ipecacuana vomitando aproximadamente ocho
comprimidos, realizándose lavado gástrico y diversas medidas de sostén.
Mediante una gastroscopia se consiguió extraer 4 comprimidos más. En ese
momento, se instauró tratamiento quelante del hierro con desferoxamina
intravenosa (10 mg/kg/h), que se mantuvo durante 2 días.
Posteriormente se recibieron los resultados de las extracciones sanguíneas
realizadas tras 5 h (Hierro (Fe) 364 mcg/dl, Transferrina (TRF): 328 mg/dl,
índice de saturación de la transferrina (IST) 87,38%, Ferritina 11 ng/ml) y 10 h
de la ingesta (Fe 373 mcg/dl, TRF: 326 mg/dl, IST 89,54%, Ferritina 12 ng/ml).
La paciente presentó fiebre mantenida y molestias faríngeas durante 48 h.
Analítica (tras 48 h de la ingesta): glucosa 133 mg/dl, Fe 28 mcg/dl, TRF 264
mg/dl, IST: 8,35%, Ferritina 68 ng/m, con funciones renal y hepática normales.
La paciente fue dada de alta y evaluada en consulta al mes del episodio
permaneciendo asintomática.
3. La radiografía de abdomen es un método útil en estos casos ya que sirve para
confirmar la intoxicación, valorar la cantidad de comprimidos ingeridos y
monitorizar la eficacia de las maniobras de descontaminación. Es un método de
gran valor en las intoxicaciones por fármacos, ya que todos los fármacos son
potencialmente radiopacos, aunque los que mayor radiodensidad alcanzan son
los compuestos minerales (cloruro potásico, de hierro, yodo o carbonato cálcico),
y en menor medida antibióticos (macrólidos y betalactámicos), teofilina,
acetazolamida y sucralfato8-9.
El tratamiento de la intoxicación aguda se basa en dos pilares:
1) La cantidad de hierro ingerido. En caso de ingesta de <40 mg/kg sólo se
precisa la inducción del vómito (ipecacuana). Si la ingesta es moderada (40-60
mg/kg) se procederá a descontaminación intestinal vigorosa mediante el lavado
gástrico con tubo de gran calibre (tubo de Ewald). El carbón activado no es útil
ya que no quela metales pesados. En caso de intoxicación severa (>60 mg/kg)
es necesaria la irrigación intestinal total con un catártico (solución de
polietilenglicol) para prevenir su absorción intestinal.
2) La quelación del hierro con desferoxamina intravenosa en caso de niveles
de hierro séricos >350 mcg/ml, ingesta de más de 60 mg/kg, si persisten los
comprimidos en la radiografía tras las maniobras de descontaminación o en
caso de fármacos "retard". La dosis inicial de desferoxamina es de 10-15
mg/kg/h y suele retirarse 24 h después de que el paciente quede asintomático o
si el hierro sérico es menor de 100 mcg/dl.
En conclusión, queremos destacar la gravedad de esta situación y la
importancia de conocer su manejo clínico, así como el papel de la radiografía de
abdomen en la identificación de los comprimidos radiopacos.
BIBLIOGRAFÍA:
Savitt DL. The radiopacity of ingested medications. Ann Emerg Med 1987; 16:
331-9.
Florez MV. The radiodensity of medications seen on x-ray films. Mayo Clin Proc
1998; 73: 516
FIRMA DE RESPONSABILIDAD:
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