El documento describe un experimento realizado en la década de 1930 en el que un sociólogo estadounidense y un matrimonio chino visitaron establecimientos en Estados Unidos y fueron atendidos sin problemas. Sin embargo, cuando el sociólogo posteriormente preguntó por carta a los establecimientos si aceptarían clientes chinos, la mayoría respondió negativamente, lo que muestra una discrepancia entre las actitudes expresadas y la conducta real.