El documento discute los factores de riesgo para el dolor del miembro fantasma después de una amputación. Explica que aproximadamente el 80% de los amputados experimentan dolor del miembro fantasma, y que la intensidad del dolor depende de factores periféricos y centrales. Los factores centrales incluyen la reorganización anormal de la corteza somatosensorial primaria, mientras que los factores periféricos generan sensaciones dolorosas como espasmos que reflejan la tensión muscular en el miembro residual. El document
3. 2
RESUMEN:
Cerca del 80% de los amputados manifiestan dolor del órgano fantasma, así como
la intensidad del dolor depende de factores tanto periféricos como centrales
En los factores centrales se habla sobre una alteración en la reorganización de la
corteza somatosensorial primaria después de la pérdida de la estructura anatómica.
Los Factores periféricos generan las sensaciones dolorosas de espasmos y
compresión, en un miembro fantasma como reflejo de la tensión muscular en el
miembro residual.
De hecho incidencia de dolor de miembro fantasma en pacientes sometidos a
amputación de miembro es muy variable, oscilando entre el 30 y el 85%. La etiología
y los mecanismos fisiopatológicos, tanto a nivel periférico, como a nivel del SNC, no
están aclarados, sugiriéndose un origen multifactorial, teniendo esto claro, hasta el
momento no existen en el momento actual evidencias que justifiquen el uso de la
analgesia epidural ni el inicio preoperatorio de la misma como medida preventiva de
este síndrome.
4. 3
INTRODUCCIÓN:
l dolor de los órganos fantasma es un dolor que surge debido a la
extracción de una estructura inervada, estas estructuras son
mayoritariamente extremidades debido a una amputación. Dicho dolor
puede ser intenso, intratable e incapacitante.
Por ello el objetivo de este ensayo es la de valorar e identificar los factores de riesgo
tanto periféricos como centrales para que a los pacientes se les ofrezca un perfil
distinto a su padecimiento, a lo que me refiero es la prevención como parte del
tratamiento del dolor establecido de los órganos fantasma para evitar
complicaciones, en cuanto al cambio en la intensidad del dolor, la función, el sueño,
el estado de ánimo depresión, la calidad de vida, la satisfacción y los eventos
adversos.
NUDO:
l dolor de los órganos fantasma es una causa importante de morbilidad y
tiene una repercusión importante sobre el funcionamiento y el bienestar de
los pacientes.
Dicho dolor es descrito por los pacientes como calambres, ardor, hormigueo, dolor
punzante agudo o una mezcla de dolor ardor-hormigueo o ardor-calambres, en el
cual, cerca del 80% de los amputados manifiestan dolor del órgano fantasma, así
como la intensidad del dolor depende de factores tanto periféricos como centrales
(1,2).
En los factores centrales se habla sobre una alteración en la reorganización de la
corteza somatosensorial primaria después de la pérdida de la estructura anatómica.
Realizando investigación en animales se han obtenido nuevos datos sobre el dolor
E
E
5. 4
fantasma. Por ejemplo, la amputación de un dedo en un mono adulto causó la
invasión por áreas adyacentes de la zona cortical que representaba el dedo
desaferenciado, revelando una reorganización (invasión por parte del área de la
boca y la barbilla del área desaferenciada del brazo y la mano) en un área
milimétrica. (2)
La importancia funcional de estos hallazgos fue que posteriormente se demostró
que la supresión del impulso aferente desde el muñón del miembro amputado con
anestesia del plexo braquial eliminaba tanto la reorganización cortical como el dolor
de miembro fantasma en la mitad de los sujetos. En la otra mitad, ni la
reorganización cortical ni el dolor de miembro fantasma variaban al anestesiar la
extremidad superior. Los autores sugirieron que en algunos amputados la
reorganización cortical y el dolor de miembro fantasma pueden mantenerse por
impulsos periféricos, mientras que en otros son más importantes los cambios
intracorticales.(2)
Los Factores periféricos generan las sensaciones dolorosas de espasmos y
compresión, en un miembro fantasma reflejan la tensión muscular en el miembro
residual. Cambios en la tensión muscular del órgano afectado, preceden a cambios
en las sensaciones dolorosas de espasmos y compresión en el miembro fantasma,
que pueden durar varios segundos (2).
Una buena medida de prevención es el reducir la tensión muscular en el miembro
residual, principalmente porque reduce el dolor espasmódico de miembro fantasma.
Muchos amputados han declarado que el dolor espasmódico de miembro fantasma
disminuye con actividades que reducen la contracción muscular del miembro
residual y aumenta con actividades que aumentan los niveles generales de
contracción. (2)
Los ejercicios que alteran la tensión muscular en el miembro residual pueden influir
en la intensidad del dolor de miembro fantasma.
Algunos estudios han demostrado que en los miembros amputados:
a) las terminaciones nerviosas del muñón siguen siendo sensibles a los estímulos
6. 5
b) el enfriamiento de esas terminaciones nerviosas aumenta las tasas de activación
c) la disminución del flujo sanguíneo en la extremidad produce un descenso de su
temperatura.
En amputados, los miembros residuales presentan una temperatura menor en el
extremo distal que en puntos situados en el extremo opuesto. (1,2), estas áreas más
frías son relativamente insensibles a los intentos de aumentar el flujo sanguíneo
superficial y más sensibles al frío que el miembro intacto (2)
Otro importante mecanismo periférico que se ha postulado es la descarga ectópica
a partir de un neuroma formado en el muñón. Esa descarga puede estar provocada
por la estimulación del muñón (p. ej., con frío o calor) o puede ocurrir
espontáneamente. La activación simpática después de una tensión emocional
puede ocasionar un aumento de los niveles de epinefrina circulante que
desencadenen o exacerben la descarga de un neuroma. De hecho el dolor de
órganos fantasma podría estar relacionado con una memoria de dolor
somatosensorial y una minúscula estructura alterada en la corteza somatosensorial.
Es posible que los factores periféricos sean responsables de esta memoria. (2,3)
La posible fisiopatología es que una vez que se sensibiliza el asta dorsal de la
médula espinal, las ramas aferentes de umbral bajo pueden quedar funcionalmente
conectadas a las neuronas de la proyección medular ascendente que transmiten la
información nociceptiva. Así mismo, puede que se produzca una destrucción de
interneuronas inhibidoras por la rápida descarga desde el tejido lesionado,
causando una hiperexcitación de la médula espinal. Finalmente, la estimulación
talámica y los registros realizados han revelado que el tálamo también puede
reorganizarse Un modelo completo de la aparición de dolor de miembro fantasma
debe incluir factores tanto periféricos como centrales y suponer que las memorias
nociceptivas establecidas antes de la amputación pueden activar eficazmente el
dolor de miembro fantasma. Este supuesto se basa en la observación realizada en
pacientes con dolor crónico de espalda de que la creciente cronicidad del dolor está
relacionada con un aumento de la zona que representa la espalda en la corteza
somatosensorial primaria.(1,2)
7. 6
Por otro lado los mecanismos fisiopatológicos que conducen a la cronificación del
dolor que se produce tras la agresión quirúrgica no están totalmente aclarados, lo
que dificulta la elección de las técnicas y fármacos adecuados para su prevención.
En la actualidad la definición de dolor crónico es que se duración sea de al menos
dos meses (3).
En los últimos años y coincidente con el desarrollo de las Unidades de Tratamiento
del Dolor se observa que un porcentaje importante de pacientes que acuden a la
consulta con cuadros de dolor de larga evolución, tienen como antecedente un
proceso quirúrgico que en ocasiones constituye la única etiología. (1)
Por tanto, si tenemos en cuenta que el dolor crónico postquirúrgico es un problema
sanitario importante por su prevalencia, incidencia y la incapacidad que genera en
los pacientes que lo sufren, nos deberíamos plantear su prevención cuando
elegimos los fármacos y la técnica analgésica a utilizar para el alivio del dolor agudo
postoperatorio en aquellos procedimientos quirúrgicos que se asocian a posterior
aparición de estos síndromes y si es posible se debería no proceder a quitar la
estructura dañada, evaluando la edad, estado emocional del paciente, estado
inmunológico y psicológico. Los síndromes de dolor crónico tras mastectomía,
amputación y toracotomía presentan una elevada prevalencia e incidencia (1,3).
La incidencia de dolor de miembro fantasma en pacientes sometidos a amputación
de miembro es muy variable, oscilando entre el 30 y el 85%. La etiología y los
mecanismos fisiopatológicos, tanto a nivel periférico, como a nivel del SNC, no están
aclarados, sugiriéndose un origen multifactorial, teniendo esto claro, hasta el
momento no existen en el momento actual evidencias que justifiquen el uso de la
analgesia epidural ni el inicio preoperatorio de la misma como medida preventiva de
este síndrome.(3)
Otra complicación aparte del dolor crónico es la formación de un neuroma y la
aparición de dolor fantasma dependen del tipo de amputación, la estimulación del
muñón y la predisposición genética de la persona al dolor neuropático. (2)
8. 7
CONCLUSIÓN
n resumen existen muchos factores de riesgo y causas que podrían darle
un sustento científico a la fisiopatológico al dolor de órganos fantasma, y
de esta manera dar tratamiento óptimo y evitar las posibles
complicaciones, sin embargo el tratamiento está lejos de ser satisfactorio y todavía
es un desafío porque el mecanismo fisiopatológico aún es incierto.
Por lo que el dolor de órgano fantasma sigue siendo un problema actual, que
continúa afectando a las personas que sufrieron la pérdida de alguna estructura muy
inervada, y que a pesar de los tratamientos estos no son eficaces.
De hecho, las diferentes fuentes que ocupé refieren que casi todos los amputados
afirman que continúan sintiendo al menos algunas sensaciones fantasmas a lo largo
de toda su vida a pesar de los tratamientos.
Por lo que hay que tomar como medida de prevención secundaria, evitar o mejora
las condiciones de los factores de riesgo y de esta manera disminuir o incluso
erradicar futuras complicaciones para brindarle a los pacientes una mejor calidad
de vida.
E
9. 8
Referencias
1.-Birbaumen, H. F. (2001). Dolor de miembro fantasma. Rev. Soc. Esp.
Dolor, 8: 327-331.
2.- Navarra, R. D. (2004). Bibliografía de evidencias clínicas sobre la
prevención. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim, 51: 205-212.
3.- Tomillero, F. A. (2002). Estudio prospectivo de la prevalencia y factores
de riesgo. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. , 49:295-301.