Una técnica útil, que logra resolver hasta aproximadamente el 65% de defecto horizontal, es la descripta por Tenzel y que repasamos a continuación.
En la resección en cuña , en primer lugar, y antes de hacer la anestesia, debemos marcar la piel del sector que vamos a resecar. Para eso, dibujamos la proyección de un pentágono cuya base se encuentre en el borde libre, teniendo especial cuidado en que ambos bordes laterales de la cuña sean paralelos entre sí y que abarquen toda la extensión del tarso. De esta forma, garantizamos una aproximación directa de ambos extremos y una completa restauración del margen palpebral. Si quedara algún remanente tarsal, podría ocasionar una muesca a nivel del borde libre.
Previa instilación de anestesico tópico, procedemos a inyectar lidocaína 2% con epinefrina.
Colocamos un protector ocular
Realizamos inicialmente un corte con bisturí por el sector previamente marcado, incluyendo los márgenes del párpado.
En casos que sea necesario podemos colocar una sutura para ejercer tracción, a nivel del margen palpebral.
Resecamos finalmente la cuña usando una tijera.
En la fotografía de la izquierda vemos la pieza anatómica, mientras que a la derecha observamos el defecto resultante en el párpado superior.
Luego alineamos ambos extremos del párpado colocando una sutura colchonero vertical (o punto de Sarnoff) en el margen del párpado a nivel de la desembocadura de las glándulas de Meibomio con Vicryl 7/0.
Este punto se realiza como si fuera un punto en “U” vertical. Primero se ingresa por uno de los extremos del párpado a nivel de la desembocadura de las glándulas de Meibomio (marcado con un número 1 en el dibujo de arriba a la derecha) y la aguja sale al mismo nivel del otro extremo del párpado (Nº2), luego regresamos introduciendo el punto nuevamente a nivel de las glándulas de Meibomio en el mismo extremo del párpado, pero algo más alejado y profundo que el anterior (Nº3) y lo sacamos por el otro extremo (Nº4) próximo al primer punto que pasamos. Abajo vemos dos imágenes donde se esquematiza lo que acabamos de explicar en un corte vertical de piel donde a la izquierda se pasa el punto y a la derecha se anudan los extremos.
Aquí vemos como quedan alineados ambos extremos al ajustar la sutura.
A continuación, suturamos el plano tarsal y muscular con Vicryl 5/0.
Posteriormente, colocamos otra sutura colchonero vertical en el margen palpebral, por delante de la anterior, y ajustamos ambas creando una ligera eversión de los bordes de la herida (marcado con la flecha).
Por último, cerramos la piel con nylon 6/0. Con esta técnica se resuelven la mayoría de los defectos que involucran hasta, aproximadamente, 1/3 de extensión. Pero, como dijimos anteriormente, si el cierre directo no fuera posible, podemos lograr unos 4 a 6 mm de laxitud adicional realizando una cantotomía y cantolisis. Con esta maniobra adicional logramos cubrir defectos de hasta el 35% en pacientes jóvenes y el 45% en pacientes añosos.