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CLASES DE UROLOGIA – CIRUGIA II
INFECCIONES GENITALES
PROSTATITIS
I. DEFINICIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA
El término prostatitis es utilizado de modo genérico para referirnos a un cuadro clínico que va
desde una infección bacteriana aguda o subaguda, a síntomas inespecíficos del tracto inferior
genitourinario caracterizados fundamentalmente por dolor perineal o genital, disuria y polaquiuria o
disfunción sexual.
El Instituto Nacional de Salud de USA (NIH) ha propuesto una clasificación que permanece
vigente dividiendo el síndrome de inflamación prostática de la siguiente manera:
La prostatitis constituye la infección urinaria parenquimatosa más habitual en el varón entre la
segunda y cuarta década de la vida. En USA genera alrededor de dos millones de consultas
médicas por año. Su prevalencia resulta difícil de estimar debido a las propias limitaciones de los
métodos diagnósticos y a su confusión con el resto de patología prostática. Representaría el
diagnóstico urológico más común en menores de 50 años y el tercero más frecuente en mayores
de 50 años tras la hiperplasia benigna de próstata (HBP) y el cáncer de próstata. Datos
epidemiológicos de Norteamérica, Europa y Asia sugieren que entre el 2-10% de los adultos
presentarán síntomas compatibles con prostatitis crónica en algún momento de su vida. Se estima
que 1 de cada 2 hombres (50%) tendrá prostatitis en su vida, el 25% de hombres menores de 40
años y el 60% de hombres mayores de 40 tendrán prostatitis. Un 79% de los casos son adquiridas
en la comunidad y un 21% son nosocomiales.
Son factores conocidos de riesgo de prostatitis: la fimosis, coito anal no protegido, infecciones
del tracto urinario, epididimitis aguda, uso de catéteres, resección transuretral de próstata y los
patrones disfuncionales de flujo.
II. FISIOPATOLOGIA
Prostatitis aguda: existe una infección parenquimatosa aguda de la glándula prostática
generalmente por uropatógenos habituales (fundamentalmente E. coli y Proteus spp.) y que
sin tratamiento oportuno puede evolucionar a una bacteriemia que genere una sepsis de
origen urinario o un absceso prostático que pongan en peligro la vida del paciente.
Prostatitis crónica: se ha propuesto las siguientes teorías:
1. Teoría obstructiva: una disfunción miccional por estenosis uretral, disinergia esfinteriana
u obstrucción del cuello vesical ocasionaría el dolor y los síntomas irritativos u obstructivos.
2. Teoría del reflujo intraductal: debido a una micción turbulenta de alta presión se
produciría un reflujo de orina al interior de la glándula prostática que sería responsable de
los síntomas. Es la teoría menos sólida.
3. Teoría infecciosa: Es la más aceptada en la actualidad. La prostatitis se produciría,
fundamentalmente, por vía canalicular ascendente o retrógrada, y menos común por vía
hematógena (M. tuberculosis, Candida, virus, etc.). Una vez que las bacterias entran en los
conductos y glándulas prostáticas se multiplican rápidamente e inducen una respuesta del
organismo con infiltración de células inflamatorias.
4. Teoría autoinmune: Los estímulos antigénicos, bien microbianos o por presencia de orina
por reflujo, determinan la producción local de inmunoglobulinas, tanto IgA como IgG,
causantes del proceso inflamatorio local.
5. Teoría de la agresión química: algunos componentes moleculares de la orina tendrían
capacidad antigénica e inducirían, al alcanzar por reflujo los conductos y glándulas
prostáticas, una respuesta inmunológica que desencadenaría la consecuente reacción
inflamatoria y, con ello, una prostatitis abacteriana.
6. Teoría de la disfunción neuromuscular: La prostatodinia o síndrome de dolor pelviano
crónico también ha sido relacionada con el estrés y diversas alteraciones psicológicas,
especialmente ansiedad y tensión emocional.
III. CUADRO CLÍNICO
Prostatitis aguda: la forma aguda de infección se presenta con un cuadro muy bien definido
con fiebre, escalofríos, mal estado general, disuria, dolor perineal espontáneo o con la micción
y, en ocasiones, retención aguda de orina.
Prostatitis crónica: el cuadro es menos florido pero insidioso, suele presentar ITU recurrentes.
A veces los síntomas son escasos o inexistentes, manifestándose únicamente alteraciones en
el semen que condicionan infertilidad. En otras ocasiones, predominan las manifestaciones
sexuales como la disminución de la libido, pérdida total o parcial de la erección, eyaculación
dolorosa, eyaculación precoz, hemospermia o infertilidad. Pero lo más habitual es la existencia
de dolor pelviano y síntomas urinarios. El dolor es referido a áreas dispares: suprapúbico,
perineal, lumbosacro, escrotal, peneano y cara interna de los muslos.
IV. DIAGNOSTICO
Prostatitis aguda: el diagnóstico es clínico. Un varón joven con síntomas de infección urinaria
(disuria, urgencia y polaquiuria) con fiebre aguda, dolor lumbar o perineal intenso y un tacto
rectal que revela una próstata grande y dolorosa debe sugerir el diagnóstico. El diagnóstico se
confirma con exámenes de sangre y orina. Está contraindicado el masaje prostático por riesgo
de provocar bacteriemia.
Exámenes de laboratorio: hemograma completo, examen completo de orina + gran sin
centrifugar, urocultivo.
Prostatitis crónica: el cuadro típico es un varón de edad avanzada con ITU recurrentes y la
clínica ya descrita por un tiempo mayor a seis meses. El diagnóstico definitivo se basa en la
demostración de inflamación prostática (secreción prostática con 10 ó más leucocitos/campo,
a un aumento de 40x) y en la realización de cuantitativos de orina pre y post masaje
prostático. Es diagnóstico un numero de bacterias patógenas mayor a 10 veces (UFC/ml) en la
muestra pos masaje que en la pre masaje.
Exámenes de laboratorio: hemograma completo, examen completo de orina + gran sin
centrifugar, urocultivo pre y pos masaje prostático, citología y cultivo de secreción prostática.
V. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Deberá hacerse el diagnostico diferencial con: ITU bajas, pielonefritis aguda y crónica,
uretritis gonocócica y no gonocócica, litiasis renal, uropatía obstructiva, neoplasias urológicas
y renales.
VI. TRATAMIENTO
Prostatitis aguda: el diagnóstico y tratamiento deberán ser precoces para evitar
complicaciones (sepsis, metástasis sépticas, abscesos prostáticos y evolución a prostatitis
crónica). El tratamiento empírico debe ser activo frente a enterobacterias y en el paciente
sondado además frente a Pseudomona aureginosa y enterococo. Luego debe adaptarse al
resultado de los cultivos.
 Tratamiento empírico inicial: Ampicilina 2g/4h IV (ó cefalosporina de 3ra generación:
cefotaxima 1g/8h IV) + gentamicina 240 mg/día IV. En paciente sondado: (aztreonam o
cefalosporina antipseudomonica o gdntamicina) + ampicilina, o monoterapia con
piperacilina tazobactam.
 Posteriormente continuar el tratamiento por vía oral con una quinolona durante 4-6
semanas: ciprofloxacino 500mg/12h ó levofloxacino 500mg/24h. En caso de alergias o
intolerantes a quinolonas: TMP – SMX 160/800mg cada 12h ó TMP 200mg/12 h ó
Minociclina 100mg/12h.
 Una mala respuesta al tratamiento inicial sugiere la presencia de absceso prostático,
se de realizar una ecografía transrectal y de confirmarse la sospecha se indica el
drenaje del mismo.
 Tratamiento coadyuvante: AINE, mejoran el dolor e inflamacion local y facilitan la
secreción prostática. Si hay retención urinaria hacer sondaje por vía suprapúbica, evitar
el acceso uretral.
Prostatitis crónica:
 Tratamiento de elección: cotrimoxasol 800/160 mg/12h VO ó ciprofloxacino 500
mg/12h VO, por 6-12 semanas. Si se sospecha de Chlamydia trachomatis:
azitromicina.
VII. PRONOSTICO
Aproximadamente el 33% de los pacientes tienen respuesta completa al tratamiento, 33%
respuesta parcial y 33% no tiene respuesta.
VIII. ALGORITMO
EPIDIDIMITIS Y ORQUITIS
I. DEFINICIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA
La epididimitis y la orquitis son procesos infecciosos o inflamatorios del epidídimo y del
testículo, respectivamente.
Cuando la etiología es bacteriana es frecuente la afectación conjunta de ambas estructuras
escrotales, es decir, una orqui-epididimitis. En el adolescente, la afectación bilateral y
exclusiva del testículo (orquitis) es característica de la parotiditis viral (paperas).
La epididimitis es el motivo de consulta más frecuente de dolor escrotal en el adulto. Es
más frecuente en hombres de 19 a 35 años.
Son factores que incrementan el riesgo: pacientes no circuncidados, cirugía reciente o
problemas estructurales de vías urinarias, uso de catéter uretral, promiscuidad sexual, sexo
anal, no usar condón, ITU.
II. FISIOPATOLOGIA
El mecanismo más frecuente es el infeccioso, mediante diseminación de la infección desde
la uretra o vejiga. Los patógenos más comunes que la causan con Gonorrea y Chlamydia en
hombres jóvenes, en niños y adultos es E. coli. Otras causas son Ureaplasma, Micobacterium
tuberculosis. También puede ocurrir tras traumatismos, enfermedades sistémicas (Enf. De
Behcet), cirugías (vasectomías), reflujo de orina y otras causas como medicamentos, por
ejemplo, amiodarona.
III. CUADRO CLÍNICO
Clínicamente se caracterizan por inflamación y dolor local y se clasifican, según el curso
evolutivo en agudas y crónicas, y por la localización en epididimitis, orqui- epididimitis, y
orquitis (menos frecuente). Los procesos agudos pueden complicarse con sepsis o
evolucionar hacia la formación de abscesos que requieren cirugía, los procesos crónicos
pueden derivar en atrofia testicular.
La epididimitis aguda es de localización generalmente unilateral. Síntomas: Se presenta
con dolor, fiebre o febrícula, de presentación súbita o insidiosa (1-2 días), sensación de
pesadez. A veces: hematoesperma, flujo uretral, dolor inguinal, disuria, eyaculación dolorosa.
Signos: Protuberancia o masa edematizada roja sensible el lado afectado del escroto, puede
haber inflamación de ganglios linfáticos. La elevación y sostenimiento del escroto alivia el
dolor de la epididimitis (signo de Prehn) pero no el de la torsión testicular.
La orqui-epididimitis aguda se caracteriza por fiebre, dolor local que puede extenderse a la
ingle, aumento del tamaño del órgano y edema e inflamación en toda la bolsa escrotal. Suele
ser unilateral.
La orquitis por virus de paperas se presenta entre 4 y 6 días después de las paperas,
cuando el cuadro empieza a ceder, y afecta al 15-20% de los casos de parotiditis. Se
caracteriza por fiebre, dolor testicular e inguinal, y aumento de tamaño de la glándula. Puede
ser bilateral. A la exploración el epidídimo no está afectado.
La epididimitis y orqui-epididimitis crónicas suelen ser indolentes, casi asintomáticas. Se
manifiestan por aumento de la glándula e induración, que puede acompañarse de fiebre o
febrícula. La presencia de fístula a piel es patognomónica de etiología tuberculosa.
IV. DIAGNOSTICO
La clínica y la exploración son habitualmente diagnósticas. Se debe solicitar los siguientes
exámenes complementarios:
 Laboratorio: hemograma completo, examen completo de orina + gran sin centrifugar,
cultivo de orina y exudado uretral.
 Imagenología: ecografía y eco-doppler testicular (si cultivos son negativos, existe
evolución tórpida o cronicidad).
V. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
El diagnóstico diferencial de la epididimitis y la orquitis incluye: procesos inflamatorios,
traumatismos, torsión testicular (requiere medidas terapéuticas precoces y urgentes para
evitar la necrosis testicular), epididimitis congestiva por abstinencia o estimulación sexual,
varicocele, neoplasias e hidrocele.
VI. TRATAMIENTO
 Reposo en cama con elevación y sujeción escrotal.
 Antibiótico terapia: la elección del antibiótico se hará considerando la edad, historia
sexual y antecedentes quirúrgicos.
 Orquiepididimitis de probable etiología venérea: ceftriaxona 250 mg IM dosis única (si
existe alergia a penicilinas: ciprofloxacino 500 mg VO dosis única) + doxiciclina 100
mg/12h VO por 10-14 días.
 Orquiepididimitis de probable etiología enterobacterias: ciprofloxacino 500 mg/12 h VO,
por 10-14 días. En niños: cefalosporina de 2da o 3ra generación ó amoxicilina/ac.
Clavulánico, VO, por 4 semanas.
 ETS: antibióticos especiales.
 Tratar a compañeros sexuales.
 Analgésicos – antiinflamatorios.
 Epididimitis por amiodarona: bajar dosis.
 Compresas calientes o frías.
VII. PRONOSTICO
Si no se produce mejoría clínica después de 3 días de instalado el tratamiento debe
reevaluarse al paciente y plantearse alternativas diagnósticas. Es común que la afección
reaparezca. Si la enfermedad se complica con la formación de abscesos es necesaria la
intervención quirúrgica.
HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA (HPB)
I.Anatomía:
Mc Neal (1988) la próstata 4 zonas:
1. Zona periférica:75 % del volumen de la próstata(tejido glandular),se palpa en tacto
rectal
2. Zona central: 20% del volumen de la próstata, atravesada por conductos eyaculadores.
3. Zona transicional: 4-5% del volumen de la próstata, se origina de manera uniforme la
HPB
4. Zona periureteral: < 1% del volumen de la próstata
De 60 a 70 % de Cáncer de próstata se origina en la zona periférica.
II.Definición:
Enfermedad histológica especifica cuya característica es la hiperplasia celular del estroma y
epitelio y generalmente va a generar síntomas obstructivos durante la micción.
III.Incidencia y prevalencia:
Recién nacido próstata pesa 1gr
Prepuberes: próstata pesa 20 gr
HPB 20 % en hombres de 41 y 50 años de edad.
HPB 50% en hombres mayores de 50 años de edad.
HPB 90 % hombres mayores de 70 años de edad.
IV.Fisiopatogenia: 2 factores
a) Edad avanzada
b) Hormonal el más importante
90 % testículos
10% glándula suprarrenal(−) muerte celular
Testosterona dihidrotestosterona (DHT)(+) HPB (5 α reductasa).ADENOMA
V.Síntomas
OBSTRUCTIVOS(de evacuación) IRRITATIVOS(de almacenamiento)
2 más importantes
 Dificultad para iniciar la micción
 Disminución del calibre del corro
Goteo postmiccional
Chorro intermitente
Orina residual
Principal altercación de frecuencia urinaria:
 Polaquiuria (>5 veces al día)
 Nicturia(> 1 vez en la noche)
Disuria
Urgencia de orina
Trastornos asociados:
1. Retención urinaria aguda:
Más frecuente máscomún, tratamiento cateterismo vesical
2. Hematuria: consecuencia de la rotura de los capilares sanguíneos en relación con los cambios
morfológicos de la vejiga.
 microscópica
 Macroscópica: leve, moderada,severa. Tratamiento lavado vesical con sonda de 3
vías(sonda triple vía)
3. ITU: se produce por consecuencia de orina residual
4. Hidronefrosis: la dilatación implica alteración de la función renal .Tratamiento cateterismo, en
forma progresiva (cada 30 „). Insuficiencia renal crónica (IRC) la más grave complicación producida
por HPB.
VI. Diagnosticó:
a) Examenfísico:
 Riñones-Uréteres: PPL(+)
 Vejiga :presencia de globo vesical
 Examen digito rectal o tacto rectal:
 Esfínter anal: si es resistente normotonico, si no hay resistencia hipotónica ejemplo en
neuropatía diabética.
 Ampolla rectal:vacua o vacía
 Próstata: se evalúa
o Dimensión(tamaño)
o Superficie
o Consistencia
Otras características:
o Dolorosa, no dolorosa
o Móvil, fija
o Simétrica, asimétrica
b) ExámenesAuxiliares:
Laboratorio:
 Hm
 Hb
 Urea
 Creatinina
 PSA
 Examen completo de orina: descarta ITU
Imágenes
 EcografíaAbdominal para HPB (valora riñones,vejiga,prostata)
 EcografíaTransrectal sospecha de Cáncer de próstata
VII.Diagnóstico diferencial:
Debe hacerse con la prostatitis, cáncer de próstata y enfermedad vesical neurogenica
preferentemente.
o Prostatitis: Síntomasirritativos, presencia de secreciones al masaje prostático y sensibilidad
a la palpación
o Adenocarcinomaprostático: Al tacto rectal próstata asimétrica, irregularmente dura.
o Enfermedad vesical neurogenica: Presencia de incontinencia en ausencia de infección
aguda, presencia de otros signos neurológicos.
VIII.Tratamiento:
a) Tratamiento médico: es paliativo
 Fitoterapia: a base de plantas, raíces; produce descongestionamiento
 Bloqueadores de receptores αAdrenérgicos: produce relajación de musculatura lisa
Ejemplo: prazosín, terazosín de acción prolongada;doxazocín dar por la noche por que
produce hipotensión ortostatica; tansulozian es Bloqueador α 1.
 Inhibidores de la 5 α reductasa: inhibe la 5 α reductasa II, lo cual disminuye la DHT por
tanto disminuye volumen próstata .A demostrado reducir el volumen prostático en 20 a 22%
a largo plazo.
Ejemplo: finasteride,dudasteride.
b) Tratamiento quirúrgico: es definitivo
 Cirugía abierta o convencional:
 Prostatectomia suprapubica-transvesical
 Prostatectomia retropubica-transcapsular
 Transuretral
 Resección transuretral prostática (RTUP): tratamiento preferido, <60 gr por ser 1g
por minuto la operación máximo puede durar 60 minutos.
 Incisión transuretral de la próstata (ITUP)cuando la glándula es pequeña <30 gr
 Laparoscópica: víaabdominal, pélvica con trocares, extraperitoneal, intraperitoneal.
 Cirugía robotica
IX.Pronóstico:
El paciente operado de HPB tienen un excelente pronóstico; se liberan de sus molestias urinarias y
de las frecuentes ITU, también de sus complicaciones IRC.
INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO
DEFINICION
Serie de entidades clínicas cuyo común denominador es la presencia de bacterias en orina, que
compromete desde la corteza renal al meato urinario.
Pueden conducir al deterioro de la función renal y ser la puerta de entrada de bacteriemias y
sepsis con elevada morbimortalidad.
De acuerdo a su localización pueden ser
Altas (Pielonefritis = pelvis y calices renales).
Bajas (Cistitis= vejiga).
EPIDEMIOLOGIA
En la consulta urológica la infección urinaria constituye la patología más frecuente.
Se presenta con más frecuencia en el sexo femenino debido a las condiciones anatómicas de
vecindad del ano y la vagina. Las mujeres jóvenes están involucradas en más de 7.000.000
de casos por año, relacionado con el inicio de la actividad sexual, y en la mayoría ocurren dentro
de las 48 horas posteriores al coito. Aproximadamente 1 de cada 3 mujeres requerirán tratamiento
antibiótico por una ITU antes de los 24 años, y el 40-50% tendrán una ITU en algún momento de
su vida.
En hombres son más frecuentes en la edad adulta, debido a patologías prostáticas.
Adicionalmente hay aproximadamente 250.000 casos de pielonefritis anuales, de los cuales
más de 100.000 requieren hospitalización.
ETIOLOGIA
Los germenes suelen ser enterobacterias GRAM (-) (viven en el tracto gastrointestinal y llegan a
los genitales por el periné, para luego penetrar a la vejiga a través de la uretra), a cualquier edad y
sexo. El más frecuente es la E-coli en un 71,93% de las infecciones, seguido por las klebsielas,
estafilococos saprofito (cuadro similar al cólico nefrítico, pero sin evidencia de litiasis ni de uropatia
obstructiva), Pseudomonas (llevado a la vía urinaria en forma iatrogénica con sondas o
instrumentación quirúrgica), Proteus (posee enzima ureasa=transforma la urea en
amoiaco=alcaliniza la orina = favorece la precipitación de fosfatos y la formación de cálculos de
estruvita),etc.
FISIOPATOLOGIA
Los gérmenes llegan al árbol urinario por 3 vías de diseminación:
Ascendente, retrógrada o de movimiento browniano: es la más frecuente, consiste en el
ascenso de gérmenes desde la uretra distal; la mayor incidencia de ITU en mujeres
demuestra la importancia de esta vía.
Hemática: se debe a la localización renal de ciertos procesos generalizados, por ejemplo
tuberculosis, salmonelosis , candidiasis, estafilococo aureus, sepsis.
Linfática: muy rara; debido a la existencia de conexiones linfáticas entre la vejiga y los riñones
a través del tejido submucoso ureteral.
La vejiga tiene tres mecanismos de defensa :
 Factores protectores que impiden la adherencia a los gérmenes como la proteína Tamm-
Horsfall o uromucoide y la capa protectora de mucina de la mucosa vesical.
 Mecanismos de defensa de la orina: que le dan acción bactericida, el pH , la concentración
de Urea y ácidos orgánicos.
Los uropatógenos para poder invadir las vías urinarias elaboran adhesinas a nivel de sus fimbrias,
se fijan a receptores del urotelio y asi proliferan y establecen cuadro infeccioso existen 2 tipos de
adhesinas: manosa sensitivas ( se fijan mejor al epitelio vesical), y manosa resistentes (mejor a la
mucosa uretral y sistema pielocalicial- inhiben peristaltismo ureteral).
Las bacterias al invadir la mucosa urotelial, activan la producción de citokinas que causan cuadro
inflamatorio local y sistémico.
Cuando las bacterias sobrepasan los mecanismos de defensa o los mecanismos de la vejiga
fracasan , las bacterias colonizan el tracto urinario y se produce la infección.
Factores predisponente:
 Alteraciones anatómicas o funcionales de las vías urinarias: cálculos, válvulas ureterales,
tumores, fimosis, estenosis cicatrizales , prostatitis, estreñimiento crónico despeños
diarreicos (cuadros diarreicos crónicos por divertículos colónicos en edad avanzada) y
otras. A las infecciones producidas por algún obstáculo orgánico o funcional se denominan
infecciones urinarias complicadas, para estos caso se necesitan técnicas diagnosticas
más sofisticadas a parte del examen completo de orina y sediemnto urinario como la
urografía excretoria, cistografía, cistoscopia, estudio urodinámico.
 Embarazo (por compresión mecánica de las vías urinarias debida al útero grávido y a la
acción miorrelajante de la progesterona sobre la musculatura lisa de los uréteres).
 Diabetes (glucosa en la orina favorece el desarrollo de los gérmenes, neuitis periférica
=vejiga neuogénica, favorece la infección urinaria) , Inmunodepresión, Infecciones
simultáneas
 Malos habitos sexuales: sexo anal –vaginal (se contamina tanto uretra masculina como
femenina).
 Malos habitos de higiene después de defecar.
 Uso de ropas ajustadas o de material sintético por las damas(propicia el frote del ano y la
vulva).
 Retención voluntaria de la orina(gérmenes que han llegado a la vejiga tienen tiempo
suficiente para fijarse, proliferar y producir una infección urinaria).
 Poca ingesta de líquidos: menor volumen de orina y menor numero de micciones da tiempo
a las bacterias para fijarse y proliferar.
 Menopausia (alteraciones hormonales hacen que la piel del periné y la vaina pierdan
defensas naturales, humedad, elasticidad, favoreciendo contaminación a través del ano.
 Instrumentaciones urológicas: sondas, catéteres, etc. cuando no son hechos con cuidados
de asepsia , antisepsia y lubricación adecuados.
SINTOMATOLOGIA:
Dependen de su localización:
Itu baja (Cistitis):Polaquiuria, nicturia, ardor misccional, tenesmo vesical, olor hipogástrico pos
misccional, hematuria terminal, orinas turbias.
Itu alta 8Pielonefritis): Fiebr mal estado general, lumbargia (PPL +), puede haber orinas turbias.
DIAGNOSTICO:
Se confirma el diagnostico con un exámen completo de orina y con un urocultivo, recuento de
colonias y antibiograma, mas la clínica de ITU son. Se consiera urocultivo + al recuento de más de
100.000 colonias/ml-105
) a chorro medio de un germen compatible con ITU. En niños que no
controlan la orina se recomienda cateterismo uretral(descartando la primera parte de la orina) o
punción suprapúbica.
Sedimento Urinario: leucocituria significativa (>10 leucocitos por campo); no es especifica de
ITU; también hay leucocituria en la nefritis intersticial, litiasis ureteral, TBC renal, contaminación
con flujo vaginal.
Urocultivo: se lleva a cabo con la orina de la primera micción de la mañana o con retención de
3 horas o más, con higiene previa de genitales y desechando la primera parte de la
micción, que arrastra los gérmenes de la uretra, recogiendo una muestra del segundo chorro o
chorro medio en un recipiente estéril. La muestra debe procesarse dentro de las 2 horas
siguientes, si esto no es posible, debe conservarse refrigerada, donde puede permanecer por 24
horas sin que se altere significativamente el número de bacterias.
En términos generales los recuentos entre 10.000-100.000 se interpretan en función de
microorganismo (cultivo puro), del cuadro clínico y cualquier recuento obtenido por punción
suprapúbica sugiere infección. Se utiliza bacteriuria sigificativa a >104
UFC (estudios recientes
demostraron que pacientes sintomáticas con recuentos inferiores tenían ITU, por lo que podría
reducirse el recuento a 10.000 col/ml sin disminuir significativamente la especificidad y
aumentando la sensibilidad al test) y bacteriuria verdadera a >105
UFC a chorro medio, y para
negativizar la orina de chorro medio o para considerar contaminación es <104
UFC/ml..
Por medio de sonda uretral deben haber >5000UFC/ml, para negativisar o considerar
contaminación <103
.
Métodos de screning: Test de Esterasa Leucocitaria y del Nitrito: ambos se realizan a través de
una tira reactiva en una muestra de orina sin centrifugar. La sensibilidad del primero es de 85% y
del segundo de 50% con una especificidad del 95% para los dos.
Falsos negativos del test del Nitrito se ven en muestras con niveles bajos de bacteriuria, toma de
diuréticos, pobre dieta en nitritos, infecciones por bacterias que no reducen los nitratos (S.
saprophyticus).
TRATAMIENTO:
Cualquiera sea la forma de ITU:
1. Ingesta hídrica abundante, 2 a 3 litros en 24 horas.
2. Corrección de hábitos miccionales: micciones c/3 horas y después de la relación sexual
3. Corrección de hábitos intestinales (constipación).
4. Higiene anal hacia atrás, en la mujer.
5. Tratar infecciones ginecológicas
6. Antibioticoterapia.
CISTITIS:
La Infectious Disease Society of America concluyó que 3 días de tratamiento son más efectivos
que 7 ya que mejoran la tolerabilidad y adherencia al tratamiento, se reducen los costos sin
disminuir la eficacia, y ayuda a prevenir la selección de cepas resistentes; y más efectivo que
la terapia de monodosis (varios estudios, sin embargo, han comenzado a reexaminarla, con
fluoroquinolonas de vida media más larga, como pefloxacina, que fue encontrada como
equivalente a 7 días de TMS-SMX, pero con efectos adversos mucho más altos).
Por lo tanto la terapia standard se realiza por 3 días con Trimetroprima-Sulfametoxazol 160/800
mg. cada 12hs. Las cifras de curación ascienden al 82% con este esquema.
Fluoroquinolonas tienen la misma eficacia, pero su uso como primera línea conduce con
frecuencia al desarrollo de cepas resistentes y son más costosas. Sin embargo, están indicadas
cuando la resistencia local a la TMS-SMX excede el 20%.
La amoxicilina y cefalosporinas de 1ra generación no se indican como tratamiento de primera
línea, a menos que se planee administrarlas por más de 3 días, ya que la tasa de curación es
del 67% para la primera y 66% para las segundas.
PIELONEFRITIS:
Etiología: E. coli en el 80% de los casos.
Clínica: el espectro va desde una enfermedad leve con síntomas de cistitis hasta síndrome
séptico; lo más común es un paciente febril con escalofríos, con dolor abdominal a
predominio de flancos (PPL+) y con náuseas y/o vómitos..
Criterios de internación: imposibilidad de mantener una adecuada hidratación o tolerar la
medicación oral, dolor severo, factores de riesgo para ITU complicada, enfermedades
comórbidas, diagnóstico incierto y falla del tratamiento ambulatorio.
Tratamiento: para el paciente ambulatorio se indican Fluoroquinolonas (norfloxacina o
ciprofloxacina 400mg o 500mg cada 12hs. respectivamente) como tratamiento empírico
hasta conocer la sensibilidad a TMS-SMX, durante 14 días.
Para el paciente internado las guías recomiendan tratamiento endovenoso con Fluoroquinolonas, o
Aminoglucósidos con o sin ampicilina, o Cefalosporinas de amplio espectro con o sin un
aminoglucósido mientras dure la fiebre (generalmente de 48-72 horas), continuando luego
por vía oral de acuerdo a la sensibilidad del antibiograma, durante 14 días. La ausencia de
defervescencia debe alertar al médico sobre una posible complicación (obstrucción,
absceso renal o perirrenal) y realizar los estudios pertinentes (ecografía, TAC, etc.).
ITU COMPLICADA
Se habla de ITU complicada cuando las condiciones existentes aumentan la probabilidad
de persistencia o recurrencia de la infección o falla del tratamiento. Estos pacientes están en
riesgo de bacteriemia y sepsis, abscesos renales y perirrenales, pielonefritis enfisematosa,
deterioro de la función renal, etc.
Factores de riesgo y condiciones asociadas con ITU complicada:
Del Tratamiento: Falla del mismo, Organismos resistentes, Síntomas de ITU alta,
Instrumentación invasiva reciente.
Obstrucciones: Hipertrofia prostática, Nefrolitiasis, Residuo postmiccional, Vejiga neurogénica.
Inmunodepresión: DBT, Paciente trasplantado, HIV, Corticoterapia, Anemia de células
falciformes.
Metabólicas: Nefrolitiasis, Gota, Hiperparatiroidismo.
Anormalidades anatómicas o funcionales: Riñón único, Riñón poliquístico, Reflujo vesicoureteral,
Cuerpo extraño (stent, catéter).
Otras: Embarazo, ITU en hombres.
Conducta en estos pacientes: Examen físico, con atención especial en los signos vitales (la
taquicardia e hipotensión son signos precoces de síndrome séptico); y función renal para
determinar si el paciente tendrá problemas en excretar los antibióticos en la orina; Sedimento
urinario y Urocultivo; Imágenes del tracto urinario para evaluar anormalidades, litiasis,
hidronefrosis, etc.
Tratamiento: en pacientes estables pueden probarse Fluoroquinolonas vía oral, mientras que los
que requieran internación la recibirán por vía endovenosa; si se sospecha infección por
Enterococos (sonda vesical, internación reciente, Gram + para cocos) la combinación de un
Aminoglucósido con Ampicilina es la mejor elección. Una vez que se logre la defervescencia se
hará el switch a la vía oral de acuerdo al antibiograma. En casos de obstrucción e ITU debe
procederse prontamente a la descompresion urinaria.
Seguimiento: Urocultivo a las 2 semanas de finalizado el tratamiento para descartar recurrencia.
ITU RECURRENTE
Se dice que es recurrente cuando el individuo presenta 3 o más infecciones en un año.Es un
problema común de la clínica diaria. Se debe diferencia del concepto de Recaída o Recidiva
(infección que recurre dentro de los 14 días de finalizado el tratamiento) de Reinfección
(nueva ITU por germen o serotipo diferente al mismo germen pasado los 14 días del tratamiento).
En la recaída se supone que no hubo curación, por lo tanto está indicado investigar el tracto
urinario en busca de anomalías (ecografía, urograma excretor, etc.) e indicar nuevo
tratamiento antibiótico con Fluoroquinolonas por 7-14 días. Es un factor de riesgo para ITU
complicada.En la reinfección se asume que se curó y se volvió a infectar, por lo tanto no deben
estudiarse en busca de anomalías urinarias.
Factores de riesgo de recurrencias: uso de diafragma o espermicida, nueva pareja
sexual, historia de ITUs antes de los 15 años, historia materna de ITUs, antibiótico inadecuado,
prostatitis crónica, DBT, inmunodepresión, alteraciones anatómicas o funcionales del tracto
urinario, higiene no correcta, estreñimiento, desarrollo de resistencia intratratamiento (raro).
Conducta: si tiene <2 episodios por año, la conducta más adecuada es tratar cada episodio; si
tiene >3 puede ofrecerse:
1. Profilaxis vía oral: ésta no debe iniciarse hasta la erradicación de la infección activa,
confirmada por un urocultivo negativo dos semanas después de finalizado el tratamiento
antibiótico. La profilaxis se realiza durante 6 meses hasta 2 y 5 años.
Opciones terapéuticas: TMS-SMX 40/200 mg 3 veces por semana (1/2 comprimido de
80/400); Norfloxacina 200mg 3 veces por semana; Nitrofurantoina 100mg/dia; Cefalexina 250
mg/dia.
2. Profilaxis poscoito: en mujeres que describen una clara relación entre el acto sexual y
posterior ITU. Se realiza con las mismas drogas y dosis descriptas, después del coito.
3. Autotratamiento: indicado en mujeres que pueden diagnosticarse correctamente una
recurrencia y consultar al facultativo si los síntomas no se resuelven en 48-72 horas. El
tratamiento se realiza con las mismas drogas pero a dosis de cistitis y durante 3 días.
BACTERIURIA ASINTOMATICA
La bacteriuria asintomática se define por la presencia de 100.000/UFC o más, de 1 o más
microorganismos, en 2 muestras consecutivas de urocultivo y en ausencia de síntomas
atribuibles a infección urinaria.
Prevalencia: 100% en pacientes con catéteres crónicos, 50% con catéteres intermitentes,
25-50% en personas de edad mayor institucionalizados, 26% en diabéticas (solo tienen una
incidencia mayor de ITU las diabéticas tipo II), 5% en mujeres ambulatorias entre los 18-40
años y 20% en edad avanzada (de éstas menos del 10% desarrollan sínto-mas urinarios).
Factores de riesgo: uso de diafragma con espermicida, espermicida solo, acto sexual.
Pacientes con riesgo de secuelas: Inmunocomprometidos, Anomalía urinaria funcional o
anatómica, Embarazadas, Procedimientos instrumentales genitourinarios.
Etiología: los más frecuentes son los Enterobacilos y con menos frecuencia E. coagulasa
negativo. En pacientes institucionalizados puede ser poli microbiana.
Conducta: estudios comparativos hechos en adultos mayores institucionalizados o
ambulatorios, que presentaban bacteriuria asintomática, llevaron a la conclusión que la
administración de antibióticos iba seguida de recaída o reinfección en corto tiempo; de una
mayor frecuencia de reinfecciones por gérmenes cada vez más resistentes y de efectos
adversos secundarios a las drogas, sin obtenerse beneficios significativos en cuanto a
morbimortalidad.
Por lo tanto sólo recibirán tratamiento:
1. Embarazadas
2. Transplantado renal
3. Procedimientos invasivos con riesgo de lesionar la barrera mucosa, tales como cistoscopia y
resección transuretral de próstata. Se recomiendan cursos cortos de antibióticos.
Prevención de las infecciones con cateteres:
- Evitar o discontinuar el uso del catéter lo más rápidamente posible(cambio cada 3 días).
- Insertarlo de forma aséptica manteniendo el sistema de drenaje bien cerrado y manipularlo con
guantes estériles.
- Uso de catéteres antiinfecciosos: los de plata reducen el riesgo de infección en más del 30%;
parecen ser benefi -ciosos sólo cuando se usan por 2-10 días y no más de dos semanas; también
se dispone de catéteres impregnados en antibióticos.
- Uso de catéteres externos (Urosept).
- Cateterización intermitente: es un método común de colección en pacientes con lesión de la
medula espinal, insertándolo de forma aséptica y removiéndolo varias veces al dia.
- Inserción de catéter suprapubico.
MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL APARATO
URINARIO Y GENITAL MASCULINO
En Urología se puede conseguir el diagnóstico prenatal del 90-95% de las malformaciones., que
aparecen en una en cada 500 fetos examinados.
En la actualidad no existe ningún método de detección prenatal, por estudio de líquido amniótico,
de las malformaciones urinarias.
MALFORMACIONES RENALES
De número:
Agenesia renal:
Unilateral: 1 de c/1000 nacimientos. Frecuentes malf. genitales asociadas. Diagnóstico difícil (no
se sospecha)
Bilateral: 1 de c/3000 nacimientos. Incompatible con la vida.
R. supernumerario: muy rara.
De forma:
Persistencia lobulación fetal : asintomática.
Riñones fusionados:
R. en herradura : Fusión a través de un istmo de parénqu ima renal funcionante
( suele inferior )
R. en torta
R. en S
R. en L
De posición:
Ectopia renal: Suele alteraciones en los vasos renales. Frec. Estenosis de la unión
Pieloureteral (obstrucción), reflujo v-u. Síntomas infrec., otras veces dolor , masa, hematuria
e ITU ( infección del tracto urinario ). Trat.de las patologías asociadas.
Cruzada: R. fuera de su celda, pero en el lado opuesto.
Simple: R. fuera de su celda, pero en su lado: Torácica, Iliaca, Pelviana
De volumen:
Hipoplasia renal
Simple (uni-bilat): No suele HTA ni insuf. renal.
Oligomeganefrónica: Son riñones pequeños con menor nº de nefronas. IRsevera
Segmentaria: Lesión hipoplásica limitada a un polo. HTA. Pueden precisar nefrectomía.
Malformaciones estructurales:
Enfermedad Renal Poliquística:
Malformación congénita y hereditaria. Afectación difusa y bilateral.
Presencia de innumerables quistes renales parenquimatosos que conducen inexorablemente a la
insuficiencia renal crónica.
Enfermedad Renal Poliquística Infantil:
Las nefronas son normales y están comprimidas por las dilataciones quísticas que corresponden a
túbulos colectores.
Se deben considerar las siguientes variedades:
I. Enf. renal poliquística del recién nacido . Poco interés clínico. Suelen fallecer después de nacer
o en las primeras semanas.
II. Enf. renal poliquística del niño . Consultan por insuficiencia renal. El aumento renal no es tan
acusado como en el caso anterior. El es tudio radiográfico muestra claramente este aumento.
III. Enf. renal poliquística de la fibrosis hepática congénita . Suelen consultar por un síndrome de
hipertensión portal. Hay aumento del hígado, de los riñones y ocasionalmente del bazo.
Enfermedad Renal Poliquística del Adulto
Es una de la más frecuentes afecciones autosómicas dominantes: 1 en 1.500.
Sólo se puede descubrir clínica y radiológicamente a partir de los 15-16 años. Debuta
Clínicamente hacia los 40 años.
Anatomía patológica:
Puede afectar a cualquier segmento de la nefrona y también puede afectar al túbulo colector. Se
entremezclan nefronas normales y anormales. Los quistes conservan cierta actividad funcional.
Los riñones están completamente ocupados por multitud de quistes de diferentes tamaños, entre
0,5 y 2 cm., que muestran diferente coloración que es la expresión de hemorragias intraquísticas
en diversas fases del metabolismo de la hemoglobina. La enfermedad es siempre bilateral pero
suele no haber simetría en el tamaño de los riñones, que están aumentados unas 23 veces.
Macroscópicamente tienen el aspecto de una racimo de uvas. No se diferencia la medular de la
cortical. Microscópicamente los quistes están recubiertos de un epitelio plano. Faltan elementos
displásicos.
Clínica: Los primeros síntomas suelen aparecer entre los 35 y 40 años. Podemos distinguir:
1) Forma médica: Insuficiencia renal de tipo intersticial, con isostenuria, escasa proteinuria y
discreto grado de acidosis hiperclorémica.
Suelen ser adultos jóvenes con historia familiar de fracaso renal, que presentan astenia, anorexia,
polidipsia, poliuria, cefaleas, vómitos y pérdida de peso.
2) Forma tumoral: Aparentemente solo está aumentado un riñón, por lo que habrá que hacer
diagnóstico diferencial con tumores sólidos.
3) Forma urológica: Presentan dolores lumbares en un 30-35 %, solos o acompañados de fiebre,
en ocasiones más acusados al estar de pie; cólicos nefríticos; hematurias, generalmente totales y
asintomáticas.
4) Formas complicadas: Con infección, con anuria, con litiasis, tuberculosis, con hipertensión,
etc.
5) Formas asociadas a lesiones quísticas del hígado, del páncreas, y aneurismas cerebrales. Las
complicaciones son frecuentes y de gravedad imprevisible : Infección, litiasis, retención
intraquística aguda, anuria, HTA, ERP asociado a carcinoma renal. Y la más frecuente
insuficiencia renal grave.
Diagnóstico: Si por palpación encontramos: tumor renal bilateral e insuficiencia renal siempre hay
que pensar en la E.R. poliquística.
Laboratorio: datos de la IR. Pruebas funcionales.
Radiología: En la Rx abdominal se aprecia aumento de las áreas renales.
Por urografías (si se pueden realizar):a) Aumento de la altura del árbol pielocalicial en más de dos
vértebras y media. b) Desorientación de los cálices: imagen en T. c) Dilatación de los cálices,
alargamiento, ensanchamiento... d) Imágenes de tonalidades desiguales. e) A veces no
alteraciones urográficas.
Arteriografia: habrá que recurrir a ella si las características de la urografía no son demostrativas.
La ecografia y la TAC son muy demostrativas.
Tratamiento:
El de la IR y sus complicaciones. Sólo se recurrirá al tratamiento quirúrgico en el caso de dolor por
compresión a otros órganos, litiasis, pionefrosis, tb., etc.
Displasia quistica renal
Congénita, no hereditaria, poco frecuente. Aparece en la infancia. Es la causa más frecuente de
masas palpables en el recién nacido. La incidencia es de 1: 4. 300 nacidos vivos.
La afectación puede ser uni o bi lateral, segmentaria o total. Surge como resultado de una
diferenciación metanéfrica anómala, que se traduce histológicamente por la presencia de
estructuras nefrónicas o ductales inma duras que pueden acompañarse de quistes y que
desorganizan en forma variable el parénquima renal.
Riñón multiquístico.
La displasia renal más frecuente
Anatomía patológica: Cuando es total, el riñón se encuentra sustituido por quistes (aspecto de
racimo de uvas). Suele faltar la pelvis renal o es atrésica. Igual ocurre con el uréter y el pedículo
vascular. Entre los quistes se encuentran túbulos o glomérulos primitivos, tejido cartilaginoso,
músculo liso, y en algunas ocasiones, folículos linfoides e infiltraciones linfocitarias. Pueden
existir, también, anomalías en el otro riñón. Frecuentemente hay asociadas malformaciones
cardiovasculares, del SNC o gastrointestinales. Si es bilateral es incompatible con la vida.
Etiopatogenia: Las mismas que para los quistes simples. Según Potter los conductos colectores
cesan precozmente en su función "inductora" y se forman quistes en lugar de nefronas.
Clínica: La mayoría de las veces son niños recién nacidos a los que se les palpa una gran masa,
lobulada, indolora y móvil. Su transiluminación es positiva. Puede haber síntomas de obstrucción
intestinal, estreñimiento, etc. En algunos casos HTA.
Diagnostico : En la Rx simple: marco cólico desplazado.
En urogramas: anulación funcional. Hay que hacer el diagnóstico diferencial con el tumor de Wilms
y con la hidronefrosis. Al intentar hacer una pielografia retrógrada no se encontrará el orificio
ureteral o el uréter será ciego.
Tumor de características renales por palpación, más atresia ureteral y/o piélica= displasia renal
multiquística.
Por arteriografía, se apreciará, o atresia vascular, o imágenes quísticas.
Tratamiento: Nefrectomía sólo si hay clínica o complicaciones. Muchos de estos riñones
involucionan.
.- Displasia quística focal y segmentaria.
.- Displasia quística asociada con obstrucción baja del tracto urinario.
Enfermedad quística medular:
Complejo enfermedad quística urémica-medular o Nefronoptisis o nefrolitiasis familiar juvenil.
De frecuencia excepcional. Sólo hay descritos poco más de 300 casos.
Son enfermedades familiares: la nefronoptisis es de tipo autosómico recesivo y la enf.quística
medular, autosómico dominante. Son quistes situados en la unión corticomedular, en ambos
riñones.
Tienen un denominador común, la nefritis intersticial.
Suelen aparecer en adolescentes y adultos jóvenes.
No hay malformaciones asociadas.
Producen insuficiencia renal crónica, por lo que las urografias son poco demostrativas. Hay que
recurrir a tomografias con doble dosis de contraste. Se reconocen mal los pequeños quistes en la
ecografia y en la TAC.
No tienen tratamiento quirúrgico.
.- Riñón en esponja o ectasia canalicular prepapilar o enfermedad de Cacci-Ricci. Descrita por vez
primera por Lenarduzzi en 1939, pero generalizada por Cachi y Ricci (1949). Aún se discute si es
de naturaleza congénita o hereditaria. Se pres enta generalmente en adultos. Aparece en un 0,5
% de todos los pacientes sometidos a urografias. Puede ser unilateral o bilateral, sin otras
malformaciones. Son dilataciones quísticas de los túbulos colectores . En el 42 % de los casos hay
cálculos en su interior.
Clínica: Normalmente no afecta al individuo. En raras ocasiones tienen una evolución progresiva y
originan pérdida gradual de la función renal. Más a menudo producen litiásis, hematurias y
episodios infecciosos.
Diagnóstico: Por urogramas: junto a los cálices se verán imágenes en "llama", "en chorro de
regadera", cavidades arrosariadas o estriadas; otras veces, cálices anchos , poco profundos y
distorsionados, en ocasiones con cálculos. Por ec ografia sólo se manifiestan si las dilataciones
son grandes.
Diagnóstico diferencial: Con los divertículos caliciales, con papilitis necrosante y con
nefrocalcinosis.
Tratamiento : Sólo de las complicaciones, las más frecuentes producidas por los cálculos.
MALFORMACIONES DEL TRAMO URINARIO SUPERIOR
Malformaciones calicilares:
Las malformaciones calicilares más frecuentes son: los divertículos calicilares, la megacaliosis y la
estenosis infundubular que condiciona la dilataci ón obstruct iva de los cálices.
La megacaliosis fue descrita por el Prof. Puigvert y consiste en la dilatación afacetada "en
mosaico-romano" de todos los cálices, con normalidad de los infundíbulos y de la pelvis.
Se cree que es debida a la ausencia congénita de parte de las pirámides de Malpigi. No existe
ningún proceso obstructivo causante de esta malformación.
El divertículo calicilar es una cavidad redondeada situada dentro del parénquima renal
generalmente en el polo superior tapizada por urotelio y que desemboca a través de un estrecho
conducto en el cáliz. Generalmente estas malformaciones son asintomáticas pero pueden ser la
causa de infecciones urin arias y de la form ación de cálculos.
Se cree que tanto la megacal iosis como el divertículo calicilar son provocados por alteraciones
malformativas de los tubos rectos de Bellini.
La estenosis infundibular provoca la dilatación de los cálices re nales por obstrucción de los
infundíbulos. Una variante más grave es la estenosis infundíbulo-pélv ica donde a la estrechez de
los infundíbulos se suma la de la pelvis lo que provoca la dilatación a veces enorme de los cálices
renales con la consigui ente atrofia del parénquima renal suprayacente.
Hay que valorar muy cuidadosamente esta s dos malformaciones ya que aunque las imágenes
eco-gráficas y radi ológicas son muy espectaculares generalmen te no crean problemas ni son
evolutivas y los intentos pa ra corregirlas quirúrgicamente ofrecen pobres resultados.
Malformaciones de la pelvis
Hidronefrosis congénita por estenosis de la unión pieloureteral.
Es la malformación urinaria que con más frecuencia se diagnostica por ecografía prenatal. Se
presenta más veces en el la do izquierdo y en va rones, y es bilateral en un 10% de los casos. En
un 1 % de los cas os el riñón contralateral es multiquistico.
Distinguiremos dos tipos de hidronefrosis:
1) La que se detecta prenatalmente mediante ultrasonografía.
2) La diagnosticada en la ninez.
Hidronefrosis detectadas prenatalmente. Un número importante de dilataciones renales son
diagnosticadas prenatalmente en las ecografías practicadas a partir de la 20 a la 24 semana del
embarazo. Generalmente la dilatación es unilateral y el líquido amniótico normal, por lo que se
establece diagnóstico, de presunción, de hidronefrosis secundaria a estenosis de la unión
pieloureteral. La hidronefrosis puede aumentar o ser bilateral. De cualquier forma, es necesario
repetir el examen ecográfico post natalmente. Es preferible hacerlo a los cuatro o cinco días, para
que la oliguria fisiológica del recién nacido no pueda enmascarar el examen practicado en las
primeras 24 horas.
Aproximadamente un 20 % de las dilataciones pélvicas detectadas prenatalmente desaparecen
después del nacimiento. Conviene vigilar a esto s niños mediante ecografía durante un cierto
tiempo. La frecuencia y la duración del período de vigilancia dependerá de los hallazgos que se
vayan enco ntrando en dichos exámenes.
En los niños en los que se confirma la dilata ción renal postnatalmente, hay que determinar si ésta
es debida a obstrucción pieloureteral o a otra malformación congénita como megauréter, reflujo
vesicoureteral, válvulas uretrales, ectopia ureteral o ureterocele, etc. En todos ellos, los uréteres
afectos están dilatados, por lo que el establecer ecográficamente si se trata de una hidronefrosis
o de una ureterohidronefrosis es importante. Si no puede precisarse este punto, una urografía
intravenosa (UIV) nos ayudará a establecer la distinción mencionada. La UIV debe practicarse a
partir de las tres o cuatro semana s de vida, ya que es entonces cuando se obtienen mejores
imágenes.
Una vez establecido el diagnóstico de hidronefrosis, hay que determinar si ésta es debida a un
proceso obstructivo de la unión piebureteral y tiene tendencia a dañar progresivamente el
parénquima renal, o si por el contrario se trata de una dilatación no obstructiva, estabilizada o en
involución.
Un examen renográfico con ácido dietiltriaminopentaacético (DTPA) o actualmente con
mercaptoacetil triglicina (MAG3) junto con la inyección de un diurético (furosemida) nos permitirá
establecer dos hechos importantes:
1) La existencia de una curva obstructiva o no.
2) El porcentaje de función renal relativo, por separado, de cada riñón.
Este renograma debe practicarse a las cuatro semanas de vida, para que sus resultados sean más
fiables.
El criterio actual para indicar el tratamiento quirúrgico de estos niños se basa en poder demostrar
que se trata de una obstrucción de la unión pieloureteral que hace peligrar el funcionalismo renal.
Por el contrario, las dila taciones no obstructivas o dudosamente obstructivas, que no afecten a la
función del riñón, deben ser vigiladas y se decidirá si se opera o no según evolucionen.
Hidronefrosis diagnosticada postnatalmente.
Los síntomas clínicos difieren según la edad del niño. En el lactante los más característicos son
los vómitos, la inquietud y la palpación de una masa abdominal.
En el niño mayor lo más frecuente son las crisis de algias abdominales, que se presentan
intermitentemente acompañadas de náuseas y/ o vómitos y que a veces coinciden con la ingesta
abundante de líquidos.
El análisis de orina es generalmente normal. El diagnóstico se establecerá por ultrasonografía, UIV
y renograma con diurético, antes mencionado.
El tratamiento quirúrgico se basa en la práctica de una plastia pieloureteral, y generalmente se
utiliza la técnica de Anderson-Hynes, que consiste en la extirpación del segmento estenótico y la
anastomosis de la pelvis con el uréter. Los resultados que se obtienen son muy buenos, incluso
en recién nacidos.
La nefrectomía sólo está indicada cuando ya existe una destrucción completa del parénquima
renal, lo que en la actualidad y gracias al diagnóstico prenatal es muy raro.
Malformaciones del uréter
Duplicidad
Entre las malformaciones de número del uréter la existencia de un uréter doble es la más
frecuente (0,8 %). Se han descrito casos muy infrecuentes de tres y cuatro uréteres para el mismo
riñón.
La duplicidad ureteral puede ser completa o incompleta. En la incompleta, los dos uréteres se unen
en forma de "Y" antes de llegar a la vejiga y desembocan en ella por un orificio único.
En la completa, existen dos uréteres totalmente separados que drenan el mismo riñón por meatos
vesicales distintos. El uréter que drena el hemirriñón superior desemboca más abajo
(caudalmente) en relación al que drena el hemirriñón inferior, que desemboca cranealmente. Se
trata de la ley de Weigert-Meyer. Embriológicamente, la duplicidad ureteral se explica porque, en
vez de uno, surgen dos muñones ureterales del conducto de Wolf, que crecen independientemente
ha sta alcanzar una parte del metanefros (duplicidad completa). El muñón que más tiempo
permanece unido al conducto de Wolf corresponde al que drena el hemirriñón superior, y por ello
desembocará más abajo, en la alantoides (vejiga). Si sólo sale un muñón ureteral del conducto de
Wolf, pero después se divide en dos, se originará la duplicidad incompleta o bifidez piebureteral.
La duplicidad incompleta ureteral es generalmente asintomática y puede pasar totalmente
desapercibida. Infrecuentemente puede provocar crisis dolorosas o infecciones urinarias, cuando
existe un mecanismo obstructivo, orgánico o funcional, en el punto donde confluyen los dos
uréteres que pueden condicionar el llamado reflujo en yo-yo por su semejanza con el movimiento
de bajada y subida del juguete.
La duplicidad pieloureteral completa es más frecuente que la in completa. En un 25 % de los
casos es bilateral. Puede no presentar ninguna patología asociada y representar un hallazgo
casual, pero puede asociarse a otras malformaciones y producir problemas .
La clínica, diagnóstico y tratamiento de estas patologías son los mismos, en líneas generales, que
los descritos más adelante en los casos de riñones con un solo uréter.
Abocamiento ectópico del uréter
Es una malformación moderadamente frecuente. Se produce po r la persistencia de larga duración
de la unión del muñón ureteral con el conducto de Wolf. Así, si el uréter es arrastrado por él,
desembocará en las estructuras que se originarán a partir del conducto de Wolf y seno urogenital,
que en las mujeres serán el trígono y cuello vesical, la uretra, la vagina y el útero, y en el varón el
trígono y cuello vesical, la uretra posterior (hasta el veru montarum), eyaculadores, vesículas
seminales, deferente y epidídimo.
Es más frecuente en mujeres y en riñón doble. Puede ser bilateral (raras veces) y asociarse a
ureterocele contralateral
Desde un punto de vista sintomatológico, existen dos formas bien diferenciadas:
1) Las que cursan con incontinencia urinaria.
2) Aquellas en que la continencia está preservada.
En las primeras el orificio ectópico está situado más allá de los esfínteres urinarios, y
corresponden a todas las formas femeninas, excepto la que desemboca en el cuello vesical o la
uretra supraesfinteriana. Por el contrario, las formas masculinas se caracterizan por ser
continentes, aunque pueden cursar con brotes de epididimitis y deferentitis. Ello debe alertar ante
la posibilidad de que exista una ectopia ureteral en vías seminales.
El diagnóstico de sospecha se establece prenatalmente, porque generalmente existe una
ureterohidronefrosis marcada del hemirriñón superior.
Postnatalmente, la urografía intravenosa confirmará la ureterohidronefrosis mencionada. Si la
función renal es inexistente mostrará los signos radiológicos de un hemirriñón superior
hidronefrótico y anulado.
El reflujo vesicoureteral no es frecuente, pero es aconsejable practicar una cistografía miccional
(CUMS).
Es más complejo averiguar el sitio donde desemboca el meato ureteral ectópico. En las niñas si
está situado en el área parameática uretral o introito vaginal, la simple inspección puede
identificarlo, pero generalmente hay que recurrir a la exploración endoscópica e inyección
intravenosa de indigocarmin.
En cuanto al tratamiento, generalmente se trata de unidades renales displásicas y afuncionantes,
y la heminefrectomía (en riñones dobles) o la nefrectomía (en riñón simple) es lo indicado. Si
existe parénquima funcionante recuperable la reimplantación ureterovesical es lo adecuado.
Ureterocele
Es la dilatación quistica del uréter intravesical. Se presenta una vez cada cuatro mil nacimientos;
es un poco más frecuente que el uréter ectópico, y como él puede presentarse en riñón doble o en
riñón simple; y es más frecuente en el sexo femenino y en riñón doble (proporción 6:1). Su tamaño
puede oscilar entre unos milímetros y varios centímetros, y por su situación se divide en
intravesical y extravesical, según su base de implantación esté dentro de la vejiga o se prolongue
más allá del cuello vesical.
Se cree que el causante del ureterocele es un proceso obstructivo en el extremo mismo de la
desembocadura ureteral. En riñón simple, intravesical y de pequeño tamaño, puede pasar
desapercibido por carecer de significación patológica.
El ureterocele en riñón doble, grande, y sobre todo el extravesical, representa un fenómeno
obstructivo, primero sobre el hemirriñón superior, asiento del ureterocele que a menudo presenta
displasia y atrofia ureterohidronefrótica. Asimismo, puede causar ureterohidronefrosis del
hemirriñón inferior ipsilateral por obstrucción del meato ureteral. En ocasiones provoca
obstrucción sobre el tramo urinario in ferior y el riñón contralateral también está dilatado .
La sintomatología está relacionada con la infección urinaria, y se caracteriza por vómitos y brotes
febriles en el lactante y polaquiuria, disuria y escozor miccional en el niño mayor. A veces se palpa
una masa lumbar e incluso globo vesical. En las niñas el ureterocele puede protruir por el meato
uretral.
El diagnóstico se sospecha prenatalmente. La confirmación postnatal se realiza mediante eco-
grafía y UIV que en los ureteroceles con riñón funcionante da una imagen llamada “en cabeza de
cobra".
Cuando el hemirriñón superior no funciona, lo que sucede en el 80% de los casos, la UIV da la
imagen típica a nivel renal del hemirriñón superior hidronefrótico no funcionante, descrita para
uréter ectópico , y a nivel de la vejiga la imagen intravesical de falta de relleno circular, de bordes
lisos, radiotransparente, es típica del ureterocele .
Debe practicarse siempre un a CUMS, ya que en aproximadamente el 50 % de los casos aparece
reflujo vesicoureteral, que afecta con mayor frecuencia el hemisistema ipsilateral inferior.
El riñón contralateral presenta reflujo con menos frecuencia y de bajo grado. El sistema del
ureterocele sólo presenta reflujo si el ureterocele se ha roto.
Un renograma con DMSA puede ayudar a establecer si es o no posible la recuperación de los
distintos sistemas renales afectados, sobre todo del hemirriñón superior, asiento del ureterocele.
En cuanto al tratamiento, la tendencia actual en los recién nacidos diagnosticados prenatalmente
de ureterocele es practicar endoscópicamente un orificio en el mismo lo suficientemente amplio
para asegurar su drenaje y lo bastante pequeño para impedir que aparezca reflujo. Los dos
objetivos básicos que persigue la punción del ureterocele son:
a) descomprimir los sistemas obstruidos por el ureterocele, y b) la recuperación funcional de estos
sistemas.
La indicación precisa de punción endoscópica: el recién nacido con un ureterocele que por
obstrucción provoca una ureterohidronefrosis bilateral.
El tratamiento clásico del ureterocele depende de que el hemirriñón superior sea recuperable o
no. En el primer caso se procede a la extirpación del ureterocele y a la reimplantación uretero-
vesical, o bien se practica una anastomosis del uréter superior a la pelvis inferior . Si el hemirriñón
superior es irrecuperable, se realiza hemine-froureterectomía superior y extirpación del
ureterocele, o bien heminefrectomía superior y aspiración del ureterocele.
Cualquiera que sean las técnicas que se empleen, existe la posibilidad de tener que reimplantar
algún uréter que presente un reflujo de alto grado y sea sintomático.
En las técnicas en que se deja el ureterocele es posible que éste cree problemas y tenga que
extirparse en una segunda operación.
Megauréter congénito
El concepto de megauréter ha sido muy debatido en Urología. Consideraremos como
megauréter, la ureterohidronefrosis unilateral o bilateral que se presenta congénitamente y está
provocada por la malformación obstructiva, localizada en el segmento yuxtavesical del uréter . Esta
malformación puede ser orgánica o funcional y estar en período de actividad patógena o haberla
superado.
En la actualidad se sospecha prenatal mente por ecografía. La confirmación diagnóstica postnatal
sigue el algoritmo exploratorio siguiente: la confirmación postnatal de una ureterohidronefrosis
unilateral o bilateral, bien sea por ecografía o UIV (urografía intravenosa) debe inducir nos a
practicar una CUMS (cistouretrografía miccional seriada). Esta puede mostrarnos un proceso
obstructivo de tramo urinario inferior, generalmente unas válvulas uretrales. Si el tramo urinario
inferior es normal, puede existir reflujo esencial como causa de la ureterohidronefrosis .
Si no existe reflujo ni obstrucción del tramo inferior entramos de lleno en el diagnóstico de
megauréter congénito, y nuestro esfuerzo diagnóstico ha de dirigirse a intentar demostrar si éste
es obstructivo o no. Para ello, puede ayudarnos un renograma con diurético. En algunos casos
difíciles la técnica de la doble inyección de diuréticos es útil.
La imagen por UIV de la ureterohidronefrosis por megauréter congénito obstructivo presenta
algunas peculiaridades que a veces la hacen identificable.
La anatomía patológi ca del segmento obstructivo muestra una mezcla de hipertrofia muscular,
fibrosis y displasia.
En el momento actual, y grac ias al diagnóstico prenatal, somos más conservadores en el
tratamiento del megauréter. En recién na cidos con poca o moderada dilatación de los cálices, y si
el renograma no muestra una manifiesta obstrucción, está indicado un seguimiento mediante
ecografías cada tres a seis o doce meses, y además se realizarán controles de la infección
urinaria. El tratamiento quirúrgico está indicado en las obstrucciones comprobadas, y consiste en
la extirpación del segmento estrecho y la reimplantación antirreflujo ureterovesical .
La realización de una técnica antirreflujo adecuada en un uréter dilatado implica a veces la
reducción del calibre ureteral. Si aún así no se pu ede obtener un túnel antirreflujo con la
suficiente longitud, puede realizarse la fijación de la vejiga al psoas.
Algunas de las ureterohidronefrosis congénitas no tienen ya potencial evolutivo porque la
obstrucción se produjo intraútero, pero desapareció después, por lo que la ureterohldronefrosis
que vemos es residual y sólo cabe vigilarla y evitar las infecciones.
Una vez más, y gracias a la ecografía, podremos conocer la historia natural del megauréter
congénito, y en ocasiones posponer o evitar la operación.
Uréter retrocavo.
Es una malformación muy ra ra en la que el uréter lumbar derecho se desvía medialmente, pasa
por detrás de la vena cava y emerge para cruzar la cara anterior de la cava y reemprender su
trayecto normal hacia la vejiga. Afecta sobre todo a varones. Se trata de una malformación
vascular, más que ureteral. Se asocia a veces al riñón en herradura.
El trayecto retrocavo ureteral provoca la obstrucción del uréter y la consiguiente
ureterohidronefrosi s supraestenótica.
El diagnóstico se sospecha por UIV y se confirma con la práctica de un cateterismo ureteral y
pielografía ascendente. Si al mismo tiempo se realiza una cavografía, la imagen es definitiva. El
tratamiento es quirúrgico.
Válvulas ureterales
Es una malformación obstructiva, menos rara de lo que se cree. Se trata de repliegues mucosos
con soporte muscular y que obstruyen el flujo ureteral.
Puede asentar en todo el trayecto ureteral, pero las hemos encontrado con más frecuencia en el
segmento medio.
El tratamiento consiste en la extirpación del segmento ureteral que aloja la válvula y la
anastomosis ureteroureteral.
MALFORMACIONES DEL TRAMO URINARIO INFERIOR
Malformaciones vesicales
Divertículos vesicales congénitos
Están formados por una bolsa de mucosa vesical que protruye en forma de saco herniario, a través
de un punto débil en la trama muscular del detrusor. Los más frecuentes asientan en el hiato
ureteral, es decir, en el punto por donde el uréter entra en la vejiga, que es un punto débil situado
cranealmente al meato ureteral. Por ello estos divertículos se denominan divertículos
paraureterales.
Aparecen con mayor frecuencia en varones que en mujeres. Pueden ser unilaterales o bilaterales.
Su tamaño es variable; pueden medir desde unos milímetros hasta varios centímetros, y llegar a
ser más grandes que la propia vejiga.
Es posible que pasen desapercibidos toda la vida, o que produzcan síntomas relacionados con la
infección urinaria y/o alteraciones de la micción. Por compresión sobre el uréter pueden causar
ureterohidronefrosis obstructiva ipsilateral. Algunas veces obstruyen el tramo urinario común
(uretra posterior) y pueden provocar ureterohidronefrosis bilateral y retención urinaria. También
pueden causar reflujo vesicoureteral, ya que al extravesicalizar el segmento intramural del uréter
desaparece el mecanismo antirreflujo .
El tratamiento consiste en la extirpación del divertículo, lo que generalmente implica también la
reimplantación ureterovesical.
Extrofia vesical:
Representa la falta de cierre de la vejiga y de la pared anterior abdominal. La vejiga está abierta
en el hipogastrio. La extrofia vesical se asocia a epispadias completo, con lo que también el
cuello vesical y la uretra están abiertos dorsalmente. La sínfisis del pubis no existe y las ramas
púbicas están más o menos separadas entre sí. El ano se sitúa en una posición más anterior que
la normal.
Se presenta en uno de cada treinta mil nacimientos. La forma más grave la constituye la extrofia
cloacal, en la que existe también una exteriorización del intestino a la piel con ausencia del recto y
ano. Generalmente hay dos placas vesicales extróficas, una a cada la do del intestino, y el pene es
también bífido. Afortunadamente es una malformación poco frecuente, que se presenta en uno de
cada medio millón de nacimientos.
Se cree que tanto el epispadias como la extrofia vesical son debidas a una falta de desarrollo de la
membrana cloacal (que separa la cavidad amniótica y vejiga del celoma), lo que impide la
formación de la pared abdominal infraumbilical, con la consiguiente exteriorización de la vejiga
abierta.
La perforación de la membrana provoca las distintas variedades, dependiendo de dónde se
produzca. Así, la perforación distal produce epispadias, y la proximal extrofia.
Si la perforación se asocia a la falta de descenso del septo urorrectal, se producirá el tipo de
extrofia cloacal ya mencionado.
Generalmente el tramo urinario superior y los riñones son normales.
El diagnóstico puede sospecharse prenatalmente al observarse la ausencia repetida de la cavidad
vesical en las distintas exploraciones con ultrasonografía.
El aspecto del recién nacido establece el diagnóstico inmediatamente.
En cuanto al tratamiento, debemos tener presente que constituye una auténtica urgencia neo-
natal, ya que es con el tratamiento quirúrgico antes de las 72 horas de vida con el que se obtienen
mejores posibilidades.
La operación consiste en el cierre de la placa vesical y de la pared abdominal. Cuando se realiza
en los tres primeros días no es necesario asociarla a una osteotomía ilíaca .
Es una cirugía que debe ser realizada en Centros apropiados y por urólogos con experiencia.
Mientras se espera para operar, es importante que la plac a vesical esté protegida con una lámina
de plástico. No debe cubrirse con gasas ni con pomadas. Una vez obtenido el cierre de la placa
ex-trófica qu eda aún por corregir la incontinencia urinaria y el epispadias. Esto se realiza de la
manera que hemos mencionado antes, alrededor de los dos años de vida.
En algunas placas extróficas muy pequeñas, que no pueden cerrarse, o cuando no se ha podido
lograr que el niño sea continente, de be buscarse alguna so lución alternativa, que generalmente
consiste en una derivación urinaria .
Malformaciones de la uretra
Válvulas de uretra posterior
Es una malformación exclusiva del sexo masculino, relativamente frecuente (uno de cada tres mil
nacimientos).
Las válvulas son repliegues membranosos más o menos consistentes que desde el
verumontanum se dirigen lateralmente por el tubo uretral hasta converger en la cara dorsal de la
uretra posterior, cerca del esfínter externo. Forman dos repliegues cóncavos hacia la vejiga, que
obstruyen el paso de la orina, ya que el chorro urinario los despliega, provocando la obliteración
de casi toda la luz uretral.
La obstrucción del tramo urinario inferior, común, provoca en el feto la dilatación de todo el tramo
urinario suprayacente al punto obstructivo, y puede llegar a lesionar gravemente los riñones del
niño, por lo que es una malformación grave que amenaza la vida del recién nacido y que incluso
tratada adecuadamente, puede llevar al niño hasta la insuficiencia renal crónica unos cuantos años
después.
Diagnóstico. En la actualidad se establece la sospecha diagnóstica prenatalmente. Los
más importantes son la presencia de dilataciones renoureterales bilaterales en un feto varón y la
existencia de oligohidramnios.
Pero hay otras malformaciones que pueden presentar estos mismos hallazgos, por lo que el
diagnóstico debe confirmarse por exploraciones post-natales, que consisten en la práctica de una
ultrasonografía, que si confirma la presencia de ureterohidronefrosis bilateral debe ir seguida de
un cistograma miccional.
Tratamiento. Estos niños pueden nacer con problemas hidroelectroliticos importantes y se infectan
con facilidad. El primer paso del tratamiento consiste en obtener un buen balance hídrico, corregir
la acidosis y equilibrar los electrolitos, y tratar o prevenir las infecciones urinarias. A veces es
necesario establecer un drenaje urinario para evitar la obstrucción. Esto puede lograrse mediante
un catéter introducido bien por vía uretral o bien por punción suprapúbica. En casos muy graves
donde estas medidas no son suficientes, puede pensarse en practicar una derivación urinaria a
nivel vesical (vesicostomía) o ureteral (ureterostomía) .
El paso siguiente será la destrucción de las válvulas. Se realiza mediante cirugía endoscópica con
un electrodo. Se necesita un instrumental endoscópico adecuado y una gran experiencia y
delicadeza, ya que la uretra de un varón recién nacido es muy frágil.
Estos niños necesitarán un control durante toda su infancia, ya que nacen con un cierto grado de
insuficiencia renal que requerirá cuidados uronefrológicos prolongados.
Ejemplos de patologías secundarias a las válvulas y que requerirán atención urológica después de
que éstas hayan sido destruidas, son las siguientes:
1) Uno de los dos riñones es displásico y no funciona; en ese caso será necesaria la realización de
nefrectomía.
2) Existe reflujo vesicoureteral importante. Deberá realizarse profilaxis médica, y eventualmente
cirugía antirreflujo.
3) Vejiga trabeculada, hipertónica, que mantiene una ureterohidronefrosis bilateral. Requerirá
tratamiento médico, y a veces ampliación vesical con intestino, y por encima de todo el control y/o
profilaxis y tratamiento de la infección urinaria.
Divertículos de la uretra anterior
Constituyen dilataciones a expensas de la cara ventral uretral, generalmente. Pueden ser
obstructivas o no serlo, y asientan a lo largo de toda la uretra bulbar y peneana. Generalmente,
los más obstructivos asientan en la uretra bulbar. Los que asientan en la uretra distal, peneana,
tienen un aspecto globular y no suelen ser obstructivos.
Otra dilatación de la uretra peneana la constituye la megalouretra, que es una malformación
uretral caracterizada por la ausencia de cuerpo esponjoso (megaburetra escafoide) o también de
cuerpos cavernosos (megalouretra fusiforme). Ambos tipos pueden formar parte del complejo
sindrómico del prune-belly. Ninguno de los dos es obstructivo.
Patogenia. Los divertículos obstructivos provocan alteraciones tan importantes sobre el tramo
superior y riñones como las ya mencionadas en las válvulas uretrales.
El diagnóstico se establece mediante la CUMS y la uretrocistografía retrógrada. El tratamiento
consiste en la extirpación del divertículo y la reconstrucción plástica de la uretra.
Hipospadias
Es la malformación uretral en la que el meato no se encuentra en la situación normal, es decir, la
punta del glande, sino que está desplazado hacia abajo, desde el surco bálano-prepucial hasta el
periné. Es una malformación muy frecuente (1 % de niños).
De acuerdo con la situación del meato, los hipospadias se clasifican en distales y proximales.
Las formas distales son las más frecuentes (90%) y menos graves. El meato puede estar
desplazado en el mismo glande, en el surco bálanoprepucial, o en el pene sub-balánico .
Las formas proximales son menos frecue ntes (sólo un 10 % de todos los hipospadias). El meato
puede estar situado desde el medio-pene, hasta el ángulo penoescrotal, en la uretra interescrotal,
o en el mismo periné .
El prepucio no existe ventralmente, y queda reducido a un colgajo de piel prepucial situado
dorsalmente. Esta piel prepucial debe conservarse, pues será de gran valor en la reconstruccion
quirúrgica de las formas más graves proximales de hipospadias.
En algunos hipospadias, sobre todo en los casos más graves, el pene está incurvado ventralmente
y como enterrado entre los pliegues de la piel escrotal. A esta acodadura se la denomina chordee
o cuerda ventral, y es muy importante identificarla y corregirla antes de proceder a la uretroplastia,
porque de lo contrario esta incurvación impedirá la erección recta del pene y dificultará su
introducción en la vagina. El chordee puede presentarse sin hipospadias, es decir, con el meato
normalmente situado .
El tratamiento es siempre quirúrgico, y en la actualidad existen técnicas que permiten la
corrección de todo tipo de hipospadias, generalmente en un solo tiempo quirúrgico, con resultados
estéticos adecuados.
Pólipos de uretra posterior
Rara entidad de la que apenas se han descrito 400 casos. Es una tumoración sólida, pediculada,
benigna, congénita, compuesta de tejido conjuntivo, músculo liso, tejido glandular y epitelio de
revestimiento. Se origina generalmente en la zona de verumontanun, pero se han descrito en cara
anterior de uretra posterior, cuello vesical y uretra anteríor
La expresión clínica habitual se deriva de la obstrucción que provoca y que suele ser intermitente.
Pueden producírse episodios de retención aguda o producir simplemente hematuria.
El diagnóstico se realiza mediante uretrografia retrógrada que evidencía una imagen lacunar en
uretra posterior muy característica. Se confirma endoscópícamente. La resección transuretral
endoscópica es el tratamiento de elección, tiene carácter curativo y no se describen recidivas.
Estenosis bulbar
Es muy discutida, en ocasiones se consider a una válvula uretral tipo III. Localizada en la unión de
uretra membranosa (procedente del seno urogenital) y bulbar (origen ectodérmíco), seria
consecuencia de una alteración en la unión de ambas estructuras. Es generalmente una estenosis
blanda y corta, sin afectación periuretral, que la hace subsidiaria de tratamiento endoscópico,
aunque no siempre es eficaz y puede requerir uretroplastía abierta.
Megalouretra
Es una rara entidad (menos de 100 casos descritos), definida como una dilatación sacular de la
totalidad de la uretra peneana. No tiene caracter obstructivo y se describen dos tipos: el
escafoideo (consecutivo a ausencia de cuerpo esponjoso y diagnosticada por la dilatación
llamativa durante la micción) y el tipo fusiforme (consecuencia de ausencia de cuerpo esponjoso y
cuerpo cavernoso, que evidencia un pene blando, elongado y con piel redundante). Se asocia
frecuentemente a síndrome de Prune-Belly (criptorquidia, ausencia de musculatura abdominal y
alteraciones urinarias variables o anormalidades cloacales y estas asociaciones determinan el
pronóstico.
Epispadias
Se define como la desembocadura del meato uretral en la cara dorsal del pene. Es poco frecuente
(1:117.000 varones), afecta más a varones que a mujeres (5:1) y puede ser glandar (10%-15%),
peneano (20%-30%) o peno-púbico (40%-60%). Todos los tipos se asocian a un grado variable de
«cordé» dorsal y el peneano y peno-púbico a incontinencia en 70% y 100%, respectivamente. Los
pacientes con peno-púbico, tienen la sínfisis pubiana divergente y reflujo vésico-renal en 30%-40%
de los casos.
En las mujeres se asocía clítoris bífido, aplanamiento del monte de Venus y separación de labios,
se objetivan tres grados y sólo el más severo se acompaña de incontinencia.
El tratamiento quirúrgico pr ocura continencia en el 50%-90% de los incontínentes y satisfactorias
relaciones sexuales en el 80%.
Patologia congénita peneana
Fimosis
El prepucio redundante y no reductible es fisiológico al nacer y se resuelve con el paso del tiempo.
Sí persiste en la adolescencia se trata quirúr gicamente (circuncisión). En niños sólo se opera si
es responsable de balanitis de repetición. Su influencia como factor de riesgo de infección
urinaria es discutible.
Incurvación peneana congénita
La segunda causa más frecuente de curvatura peneana después de la enfermedad de La
Peyronie. Se trata de una incurvación peneana indolora en erección, se diagnostica habítualmente
en la adolescencia.
El diagnóstico es clínico, aunque la fotografia del pene en erección (test de Kelâmi) puede ayudar
a definir mejor el tipo y ángulo de desviación.
El tratamiento es siempre quirúrgico pero sólo está indicado cuando la deformidad peneana
dificulta la vida sexual del paciente o cuando supone un motivo de preocupación importante y
pérdida de autoestima. Existen diferentes técnicas de corporoplastia que persiguen el mismo
objetivo: conseguir un pene recto en erección.
Patologia congénita testicular
Criptorquidia
Aparece en el 3-5% de los nacidos al año de vida en un 0,8% -1%, siendo bilateral en el 15%. Es
necesario distinguirlos de los testes retráctiles o en ascensor que descienden al escroto con
manipulación, son consecuencia de un reflejo cremastérico vivo y no tienen carácter patológico.
Los testes criptorquidicos situados en conducto inguinal son bien palpables. Cuando no se
palpan entre un 20 %-45% padecen anorquia, del 30%-39% son intraabdominales, y entre el 25%-
41% presentan error en la palpación. El diagnóstico de anorquia bilateral se realiza midiendo
niveles de gonadotrofinas (tres desviaciones estándar más elevadas) y realizando prueba de
estimulación con gonadotrofinas (en las inmediatas 24 horas en niños normales la testosterona
aumenta cuatro veces su valor normal). El diagnóstico de anorquia unilateral requiere exploración
quirúrgica.
La criptorquidia conlleva un riesgo de cáncer de testículo de siete a nueve veces mayor que la
población normal.
Tratamiento
Tratamiento médico. Es de carácter hormonal. Se fundamenta en la tesis no demostrada, de que
la criptorquidia es secundaria a un déficit en el eje hipotálamohipofisario. Se utiliza LHRH y HCG,
separadamente o en combinación, la primera por vía intramuscular (IM) o nasal (20 mcg/día), l a
segunda por vía IM (10000 UI en tres semanas). La asociación parece más eficaz (28% de
buenos resultados con un fármaco, 38% en combinación y 0% con placebo). Se realiza después
de los seis meses de vida.
Con este tratamiento se pretende emular la oleada hormonal de los tres meses de vida.
Tiene un alto índice de recídiva. Produce el cierre del «proceso vaginalis» cuando persiste
después de tratamiento hormonal tiene carácter pronóstico negativo (90% de alteraciones
epididimarías, 62% de severa reducción de células germinales, 42% de ausencia de células
germinales).
Sí el tratamiento hormonal no influyera en el descenso testicular, si permitiría distinguir a los
pacientes con teste retráctil, mejorar la vascularización y provocar un cordón más laxo que facilita
la cirugía.
Tratamiento quirúrgico. Denominado orquidofunículisis, debe realízarse entre uno y dos años
porque las lesiones son dependientes del tiempo, progresivas e írreversibles.
TRAUMA UROGENITAL
I.TRAUNATISMOS RENALES
Las lesiones renales son las más comunes del sistema urinario.
1. Etiología:
 Traumatismos cerrados o Contusiones:
 Acción directa de agente traumatizante
 Acción indirecta o de contragolpe(caídas , accidentes de tránsito por desaceleración
brusca)
 Traumatismos abiertos :heridas
 Arma punzo cortante
 Proyectiles
2. Patología:
Las laceraciones debidas a un traumatismo por contusión por lo general ocurren en el plano
transverso del riñón.
En lesiones por desaceleración rápida, el riñón se desplaza hacia arriba o hacia abajo, provocando
un estiramiento repentino en el pedículo renal y en ocasiones avulsión completa o parcial.
3. Clasificación:
GRADO III
GRADO I GRADO II
GRADO IV GRADO V
a) Grado I: Contusión o hematoma subcapsular sin laceración parenquimal
b) Grado II: Hematoma perirrenal o laceración de la cortical de más de 1 cm.
c) Grado III: Lesión de la corticalde más de 1 cm.
d) Grado IV (Laceración): Laceración de todo el parénquima y compromiso de cavidades
renales.
e) Grado IV(Vascular):Lesión de la arteria o de la vena renal
f) Grado V (Laceración): Estallamiento renal.
g) Grado V(Vascular): Avulsión del hilio con desvascularización del riñón EMERGENCIA
4. Síntomas y signos
Contusión y ruptura subcapsular: dolor lumbar, hematuria macro o microscópica
Ruptura con desgarro de cápsula y ruptura completa: dolor lumbar, hematuria, hematoma
palpable, reacción peritoneal, hipotensión arterial.
Estallamiento renal: da lugar a los síntomas similares a los anteriores pero con másintensidad,
debido a que la hemorragia es más importante con franca tendencia al shock.
Laceración del pedículo produce hemorragia masiva con muerte del paciente si es que no se
practica la hemostasia y reparación inmediata.
La magnitud d la hematuria no guarda relación con la severidad del trauma.
5. Diagnóstico:
Teniendo en cuenta el antecedente traumático y la sintomatología
 Urografía Excretora: cuando tensión arterial >80 mmHg, se aplica 250cc de contraste
yodado a goteo rápido.
Datos: la existencia del riñón contralateral, presencia de hematoma retroperitoneal, tipo
de lesión del riñón traumatizado
 Ecografía: evalúa condiciones anatómicas del riñón contralateral, cual es el tipo de
lesión existente no es correcta cuando hay hematoma retroperitoneal importante.
 TAC :Gold Estándar, muestra con claridad las lesiones ,la existencia de hematoma, la
extravasación de orina y la función tanto dl riñón lesionado como el indemne (cuando se
usa contraste)
 RMN
 Arteriografía : indicación cuando se supone que existe obstrucción de la arteria renal
por un trombo.
6. Diagnóstico diferencial:
El traumatismo en zonas del abdomen y el flanco no siempre está asociado con lesión renal. En
tales casos no se observa hematuria y los resultados de los estudios de imagenología son
normales.
7. Complicaciones:
 C .Tempranas
 Hemorragia la más inmediata, más importe de lesión renal
 Extravasación urinaria como consecuencia de fractura renal
 C. Tardías
 Hipertensión
 Hidronefrosis
 Fístula arteriovenosa
 Formación de cálculos y pielonefritis
8. Tratamiento:
Contusión renal y ruptura subcapsular solo requiere tratamiento médico: reposó en cama mientras
dure la hematuria macroscópica y luego descanso medico por 30 a 40 días y estimular la diuresis
con buena hidratación oral o parenteral.
Ruptura con desgarro de cápsula generalmente sólo requiere tratamiento médico, pero cuando las
condiciones
9. Pronóstico:
Con un cuidadoso seguimiento, la mayor parte de las lesiones renales tienen un pronóstico
excelente, con curación espontánea y el regreso de la función renal.
La urografía excretora de seguimiento y la vigilancia de la PA aseguran la detección, y el
tratamiento apropiados de la hidronefrosis e hipertensión posteriores.
II.LESIONES DE URÉTER
Los uréteres, por ser órganos móviles, delgados y localizados en el retroperitoneo, escapan
fácilmente a los traumatismos.
Esto explica por qué son pocos frecuentes las lesiones ureterales.
1. Etiología:
Producidos por agentes externos Producidos iatrogénicamente
Lesiones penetrantes Cirugía Abierta
Herida de bala
Herida por arma blanca
Ginecológica
Abdominal
Lesiones no penetrantes Cirugía Endoscópica
Traumatismos severos del esqueleto
Avulsión
Cateterismo uretral
Extirpación endoscópica de cálculo uretral
Ureteroscopía
2. Patogénesis
El uréter puede llegar a ligarse y cortarse de manera involuntaria durante una cirugía pélvica difícil.
Si un uréter parcialmente dividido no es reconocido en la cirugía, a continuación ocurrirá
extravasación urinaria formación de urininoma.
3. Síntomas y signos
Producen hemorragia que pocas veces es masiva y perdida de orina en el retroperitoneo en forma
lenta y progresiva.
Un solo síntoma en el momento inicial de la lesión hematuria, tiene las siguientes características:
 Solo se encuentra del 45 al 63 % de los pacientes
 El 50% de las hematurias suelen ser microscópicas.
Tardíamente aparecen
 Dolor en el flanco debido a la extravasación de la orina
 Fiebre, cuando la orina extravasada se infecta
 Íleo paralitico como reflejo del proceso irritativo de la orina extravasada
 Urinoma ,con deformación de la pared lumbar
 Hipotensión hipovolémica sin hematuria
 Fistula urinaria
 Peritonismo
4. Diagnóstico:
a) Urografía excretora: tomada por infusión con el objetivo de opacificar mejor la vía urinaria
puede mostrar lo siguiente
 Vía excretora normal
 Extravasación de contraste
 Dilatación ureteral
 Exclusión renal
b) Pielografía translumbar o retrógrada cuando la urografía excretoria no aporta datos
concluyentes
c) Ecografía nos mostrara el acumulo de sangre o de orina alrededor de la lesión.
d) Examen de orina: descartar la hematuria ,teniendo en cuenta que cuando esta se presenta
es solo en el 50% es macroscópica
Cuando la lesión ureteral se produce durante la cirugía abierta:
a) Aplicación endovenosa de algún colorante (índigo carmín o azul de metileno), con el
objetivo de ver el lugar por donde este se extravasa indicando así la lesión uretral.
b) Aplicar dos ampolla juntas de furosemida por vía endovenosa, para forzar la diuresis y ver
el lugar por donde filtra la orina
c) Cateterizar el uréter ya sea practicando ureterostomia sobre la posible lesión.
5. Diagnóstico diferencial
Obstrucción del intestino y la peritonitis posoperatorias pueden causar síntomas similares
La pielonefritis aguda al inicio del posoperatorio también puede dar resultado datos similares.
6. Complicaciones
Formación de estenosis, consiguiente hidronefrosis en el área de la lesión
La extravasación urinaria crónica no reconocida puede llevar a la formación de un gran urinoma
retroperitoneal.
7. Tratamiento: depende de la causa
Cuando la causa del traumatismo es una herida de bala la solución definitiva debe ser diferida para
ser realizada 8 a 10 días después.
Procedimientoendoscópico: cateterismo uretral por 5 a7 días
Producida en cirugía abierta y se detecta en el mismo acto quirúrgico, la solución es una
anastomosis termino terminal y si la lesión es próxima a la vejiga se puede practicar un reimplante
ureteral
Si la lesión se detecta tardíamente o si es producida por un traumatismo cerrado, dependiendo del
nivel de la lesión, se puede practicar
 Anastomosis termino terminal
 Transuretero-ureterostomia
 Reimplante ureteral
8. Pronostico
Es excelente siempre y cuando el diagnostico sea temprano y la cirugía correctiva se lleve a cabo
de modo puntual.
III.LESION EN LA VEJIGA
Ocurren con mayor frecuencia como resultado de un impacto externo y a menudo se ven
acompañadas de fracturas pélvicas.
1. Etiología
Golpe en el hipogastrio con vejiga llena, en estos casos la vejiga sobrepasa el borde superior del
pubis y está expuesta a los traumatismos, la lesión es intraperitoneal, por cuanto la vejiga estalla
en su parte superior.
Ruptura de pubis en este tipo de trauma las esquirlas óseas son las que lesionan a la vejiga,
dando ruptura extraperitoneal.
2. Síntomas y Signos
 El paciente al tratar de miccionar, solo evacua sangre.
 Signo capital ANURIA SANGRANTE
 Si las lesiones son pequeñas, puede retenerse orina en ella, dando lugar a una hematuria.
 En ruptura vesicales intraperitoneales, anuria sangrante más peritonismo.
 Ruptura extraperitoneal, suele aparecer hematoma suprapubico.
3. Diagnóstico:
Cistografía: llenar bien la vejiga con 300 a 400cc de contraste y tomar placas en frontal y en
oblicuas
4. Complicaciones
Puede sobrevenir absceso pélvico
5. Tratamiento:
Es la sutura de la lesión, especialmente si se trata de rupturas intraperitoneales.
Se recomienda sutura continua, catgut crómico, Vicryl o Dexon 0 o 1, terminada la sutura debe
colocarse sonda Foley por vía uretral, para garantizar una adecuada evacuación de orina.
Rotura extraperitoneal de la vejiga: cuando no son muy grandes, sonda uretral por 7 a 10 días y
antibioticoterapia.
Rotura intraperitoneal: deben repararse mediante acceso transperitoneal.
6. Pronostico
Con tratamiento apropiado, el pronóstico es excelente.
IV.LESIONES EN LA URETRA
El sexo masculino es el que está más expuesto a los traumatismos de la uretra y las porciones que
con más frecuencia se lesionan son la uretra membranosa y la bulbar.
1. Etiología
La lesión de la uretra membranosa (uretra posterior), se produce cuando hay ruptura de la pelvis
ósea o disrupción de la sínfisis del pubis.
La lesión de la uretra bulbar (uretra anterior) ,se produce cuando hay una caída en horcajadas o
cuando algún objeto contundente comprime a la uretra bulbar contra el pubis a través del periné.
2. Tipos de traumatismo
a) Totales: se lesiona todas las capas de la uretra, permitiendo la extravasación de la orina.
 Completas: se queda separada la uretra en dos porciones
 Incompletas: cuando sólo se lesiona parte de la uretra, permaneciendo el resto unido.
b) Parciales: cuando sólo se lesionan la mucosa o la vascular, más no el resto de la pared
uretral, por tanto no hay perdida de orina.
3. Síntomas:
Principal uretrorragia, el paciente llega a emergencia por retención urinaria.
o Ruptura parcial: puede miccionar adecuadamente, marcada uretrorragia
o Ruptura total: ligerauretrorragia, lamayor parte de la sangre perdida se extravasa al exterior
dando lugar a un hematoma periuretral.
o Ruptura total es completa: no puede miccionar
o Ruptura total es incompleta: si puede miccionar cuando recién se ha producido la lesión.
Cuando se produce a nivel bulbar, el hematoma o la colección urohematica se va a ubicar de
acuerdo al compromiso de la fascia de Buck.La fascia de Buck integra contiene el hematoma
sobre la diáfisis. Si hay ruptura de la fascia de Buck, el hematoma se extiende sobre el periné
hasta las espinas isquiáticas, dando el signo en “alas de mariposa”.
4. Diagnostico
o Cuando existe el antecedente de caída en horcajadas o de ruptura de pelvis ósea.
o Uretrografía retrógrada, muestra el sitio de extravasación y ubicación de la lesión.
5. Diagnóstico Diferencial
La ruptura vesical puede ir acompañada de lesiones uretrales posteriores, en 20% de los casos.
6. Complicaciones
o Estenosis uretral: se produce por la extirpación parcial del callo fibroso cuando la cirugía se
ha practicado tardíamente o por la fibrosis de la propia sutura uretral.
o Perdida de erección: esta complicación suele producirse generalmente por daño que
durante el traumatismo sufren los nervios cavernosos.
7. Tratamiento
a) Roturaparcial: para el sangrado de la lesión de la mucosa o de la vascular y favorecer su
cicatrización. Sonda Foley 18 o 20 y traccionarla fijándola al muslo, para hacer hemostasia
por compresión.
b) Ruptura total sea completa o incompleta :
 Tratamiento de emergencia
La gran emergencia es la retención urinaria para ello se usa la citostomia (talla vesical)
 Reparación de la lesión
Cuando la ruptura es total y completa, el tratamiento definitivo es la URETRORRAFIA que
debe efectuarse a partir del 7mo día (se produce la hemostasia fisiológica) del traumatismo
y antes del 30avo día(se encuentran coágulos en proceso de organización y fibrosis)
8. Pronostico
Si las complicaciones pueden evitarse, elpronóstico es excelente.
V.TRAUMATISMOS DE PENE
Son pocos frecuentes debido a que el pene en flacidez fácilmente escapa a los traumatismos.
1. Tipos
Abiertos Cerrados
Atriccion :se produce por comprensión del
pene con poleas,fajas,cadenas o
mordeduras de animales
Ruptura de los cuerpos cavernosos:
durante erección hay luxación del pene.
Sección por arma blanca
Estrangulación : en la parafimosis
2. Diagnostico
Los traumatismos abiertos fácilmente se diagnostican sólo observar el órgano lesionado.
Los traumatismos cerrados se diagnostican por el antecedente traumático y por la observación del
gran hematoma.
3. Sintomatología
a) Abiertos:
 Dolor no suele ser muy intenso
 Sangrado depende del compromiso de los vasos o de los cuerpos cavernosos y no
presenta en los casos de estrangulacion .
 Presencia de la lesión
b) Cerrados
 Dolor moderado marcado hematoma que ocupa el pene en mayor o menor extensión.
 Apariencia del pene flexionado.
4. Tratamiento
 Lesiones superficiales: sutura de la piel catgut 3 “0”
 Si hay destrucción de parte del pene, hay que proceder a las extirpaciones la zona
lesionada.
 Si hay lesión de los cuerpos cavernosos, suturar primero los cuerpos cavernosos con
sutura vascular “0” y luego reparar la piel con catgut crómico 3 “0”.
 Si se ha producido la amputación del pene, es factible practicar el reimplante.
 Si no se hace la reparación quirúrgica de urgencia, los cuerpos cavernosos lesionados se
deforman por la cicatrización y dan lugar a la perdida de la erección o a la deformación del
órgano.
VI.TRAUMATISMO DEL ESCROTO
Estos traumatismos se producen por lesión con poleas, fajas, cadenas o por armas de fuego.
1. Tratamiento
 Si la lesión es superficial, la solución es la sutura
 Si hay pérdida de parte de la piel y no es posible cubrir el testículo, este órgano puede ser
trasladado al hemiescroto contralateral, junto con el otro testículo o en su defecto, puede
sumergirse bajo la piel del muslo.
VII.TRAUMATISMO DEL TESTICULO
Los testículos suelen escapar a los traumatismos por su gran movilidad, también pueden ser
lesionados.
1. Tipos
o Abiertos :producidos por arma blanca o por arma de fuego
o Cerrados : producidos por golpe en el escroto
2. Sintomatología
Abiertos Cerrados
 Dolor
 Sangrado
 Exposición del testículo lesionado
o Dolor
o Hematocele,cuando no se ha roto la
vaginal
o Hematoma escrotal, cuando se ha
lesionado la vaginal.
3. Diagnostico
Traumatismos abiertos Traumatismo cerrados
El diagnostico se hace fácilmente
apreciando la lesión
Hematoma escrotal
Hematocele(transluminacion negativa)
4. Tratamiento
o Sutura de la lesión
o Cuando se rompe la albugínea, el parénquima testicular se hernia y se edematiza, siendo
difícil introducir el parénquima para suturara la albugínea. En estos casos, hay que resecar
el parénquima testicular herniado y suturar la albugínea con catgut crómico 2 “0”.
LITIASIS URINARIA
DEFINICIÓN:
Litiasis Renal: Es la expresión de un complejo grupo de alteraciones o procesos patológicos cuya
consecuencia es la formación de un cálculo.
Litiasis quirúrgicamente activa: Es la existencia de cólico nefrítico, obstrucción o infección
urinaria.
Litiasis metabólicamente activa:
 Evidencia radiológica de crecimiento litiásico en el último año.
 Eliminación documentada de arenilla en el último año.
 Evidencia radiológica de nueva formación litiásica.
Litiasis inactiva: Ausencia de lo anterior.
Litiasis de actividad indeterminada: la no disponibilidad de radiografías previas o de información
de aspectos de lo anterior estado de litiasis.
Parece ser que todo elemento excretado con la orina , en concentracin suficiente para precipitar
puede formar un cálculo o ser constituyente de él, siendo los principales: calcio en un 90% y
oxalatos en un 70%.
INCIDENCIA:
En EEUU uno de cada 1000 se hospitaliza por litiasis; en Tailandia 8 de cada 1000y en Granada,
España 4,25% de la población sufre de litiasis.
En nuestro país la Región norte es la zona de mayor incidencia litiásica. Se presenta generalmente
entre los 20 y 50 años y 3 veces más en el sexo masculino. En relación a su frecuencia en relación
a la constitución química es:
 Oxalato de calcio 20-80 %
 Fosfato de calcio 5-10%
 Fosfato de magnesio y amonio 5-10%
 Acido Úrico 5-10%
 Cistina 1-5%
.
CARACTEÍSTICAS ESTRUCTURALES:
Costituidos de 2 tipos de material:
• Cristaloides : Sust. de bajo peso mol. como Calcio y acido úrico, representan el 95 al
97.5%
• Matriz : Sust. de Alto peso mol. Gluco o mucoproteinas, representan el 2,5 a 5%
TEORIAS DE LA FORMACIÓN DE CÁLCULOS:
La orina es una solución sobresaturada metastable de cristaloides y otras sustancias. Se afirma
que la formación de los cálculos puede deberse a una o al conjunto de las teorías siguientes:
Teoría de la saturación y cristalización de sales minerales: TEORÍA FÍSICA. Si no hay
equilibrio entre soluto y solvente, las sales precipitan y se forman cristales por sobresaturación.
Teoría de la matriz proteica: El tracto urinario puede padecer una inflamación por diversos
motivos, por lo tanto, hay salida al lumen de sustancias proteicas y detritus celulares, que servirían
de núcleo para la agregación de sales minerales o de sustancias cristalinas poco solubles.
Mucoproteina Urinaria seria el Núcleo.
Teoría de la ausencia de inhibidores: La orina normal contiene sustancias inhibidoras de
precipitación-cristalización (péptidos-pirofosfatos, mucopolisacáridos y algunos iones como citratos
y magnesio).La ausencia de estas sustancias permitiría la precipitación, cristalización y formación
del cálculo.
FACTORES PREDISPONENTES:
Favorecen:
1. Factores químicos: presencia de cristales o
iones. Si hay más, aumentan las posibilidades
de formar cálculos (iones como fosfato,
magnesio, oxalato y calcio)
2. Factores físicos: pH urinario, influye
en la solubilidad de una sal. A pH
alcalino se favorece la formación de
cálculos cálcicos (oxalato y fosfato
de calcio), pues se favorece la
precipitación de las sales de calcio.
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  • 1. CLASES DE UROLOGIA – CIRUGIA II INFECCIONES GENITALES PROSTATITIS I. DEFINICIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA El término prostatitis es utilizado de modo genérico para referirnos a un cuadro clínico que va desde una infección bacteriana aguda o subaguda, a síntomas inespecíficos del tracto inferior genitourinario caracterizados fundamentalmente por dolor perineal o genital, disuria y polaquiuria o disfunción sexual. El Instituto Nacional de Salud de USA (NIH) ha propuesto una clasificación que permanece vigente dividiendo el síndrome de inflamación prostática de la siguiente manera: La prostatitis constituye la infección urinaria parenquimatosa más habitual en el varón entre la segunda y cuarta década de la vida. En USA genera alrededor de dos millones de consultas médicas por año. Su prevalencia resulta difícil de estimar debido a las propias limitaciones de los métodos diagnósticos y a su confusión con el resto de patología prostática. Representaría el diagnóstico urológico más común en menores de 50 años y el tercero más frecuente en mayores de 50 años tras la hiperplasia benigna de próstata (HBP) y el cáncer de próstata. Datos epidemiológicos de Norteamérica, Europa y Asia sugieren que entre el 2-10% de los adultos
  • 2. presentarán síntomas compatibles con prostatitis crónica en algún momento de su vida. Se estima que 1 de cada 2 hombres (50%) tendrá prostatitis en su vida, el 25% de hombres menores de 40 años y el 60% de hombres mayores de 40 tendrán prostatitis. Un 79% de los casos son adquiridas en la comunidad y un 21% son nosocomiales. Son factores conocidos de riesgo de prostatitis: la fimosis, coito anal no protegido, infecciones del tracto urinario, epididimitis aguda, uso de catéteres, resección transuretral de próstata y los patrones disfuncionales de flujo. II. FISIOPATOLOGIA Prostatitis aguda: existe una infección parenquimatosa aguda de la glándula prostática generalmente por uropatógenos habituales (fundamentalmente E. coli y Proteus spp.) y que sin tratamiento oportuno puede evolucionar a una bacteriemia que genere una sepsis de origen urinario o un absceso prostático que pongan en peligro la vida del paciente. Prostatitis crónica: se ha propuesto las siguientes teorías: 1. Teoría obstructiva: una disfunción miccional por estenosis uretral, disinergia esfinteriana u obstrucción del cuello vesical ocasionaría el dolor y los síntomas irritativos u obstructivos. 2. Teoría del reflujo intraductal: debido a una micción turbulenta de alta presión se produciría un reflujo de orina al interior de la glándula prostática que sería responsable de los síntomas. Es la teoría menos sólida. 3. Teoría infecciosa: Es la más aceptada en la actualidad. La prostatitis se produciría, fundamentalmente, por vía canalicular ascendente o retrógrada, y menos común por vía hematógena (M. tuberculosis, Candida, virus, etc.). Una vez que las bacterias entran en los conductos y glándulas prostáticas se multiplican rápidamente e inducen una respuesta del organismo con infiltración de células inflamatorias. 4. Teoría autoinmune: Los estímulos antigénicos, bien microbianos o por presencia de orina por reflujo, determinan la producción local de inmunoglobulinas, tanto IgA como IgG, causantes del proceso inflamatorio local. 5. Teoría de la agresión química: algunos componentes moleculares de la orina tendrían capacidad antigénica e inducirían, al alcanzar por reflujo los conductos y glándulas
  • 3. prostáticas, una respuesta inmunológica que desencadenaría la consecuente reacción inflamatoria y, con ello, una prostatitis abacteriana. 6. Teoría de la disfunción neuromuscular: La prostatodinia o síndrome de dolor pelviano crónico también ha sido relacionada con el estrés y diversas alteraciones psicológicas, especialmente ansiedad y tensión emocional. III. CUADRO CLÍNICO Prostatitis aguda: la forma aguda de infección se presenta con un cuadro muy bien definido con fiebre, escalofríos, mal estado general, disuria, dolor perineal espontáneo o con la micción y, en ocasiones, retención aguda de orina. Prostatitis crónica: el cuadro es menos florido pero insidioso, suele presentar ITU recurrentes. A veces los síntomas son escasos o inexistentes, manifestándose únicamente alteraciones en el semen que condicionan infertilidad. En otras ocasiones, predominan las manifestaciones sexuales como la disminución de la libido, pérdida total o parcial de la erección, eyaculación dolorosa, eyaculación precoz, hemospermia o infertilidad. Pero lo más habitual es la existencia de dolor pelviano y síntomas urinarios. El dolor es referido a áreas dispares: suprapúbico, perineal, lumbosacro, escrotal, peneano y cara interna de los muslos. IV. DIAGNOSTICO Prostatitis aguda: el diagnóstico es clínico. Un varón joven con síntomas de infección urinaria (disuria, urgencia y polaquiuria) con fiebre aguda, dolor lumbar o perineal intenso y un tacto rectal que revela una próstata grande y dolorosa debe sugerir el diagnóstico. El diagnóstico se confirma con exámenes de sangre y orina. Está contraindicado el masaje prostático por riesgo de provocar bacteriemia. Exámenes de laboratorio: hemograma completo, examen completo de orina + gran sin centrifugar, urocultivo. Prostatitis crónica: el cuadro típico es un varón de edad avanzada con ITU recurrentes y la clínica ya descrita por un tiempo mayor a seis meses. El diagnóstico definitivo se basa en la demostración de inflamación prostática (secreción prostática con 10 ó más leucocitos/campo, a un aumento de 40x) y en la realización de cuantitativos de orina pre y post masaje
  • 4. prostático. Es diagnóstico un numero de bacterias patógenas mayor a 10 veces (UFC/ml) en la muestra pos masaje que en la pre masaje. Exámenes de laboratorio: hemograma completo, examen completo de orina + gran sin centrifugar, urocultivo pre y pos masaje prostático, citología y cultivo de secreción prostática. V. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL Deberá hacerse el diagnostico diferencial con: ITU bajas, pielonefritis aguda y crónica, uretritis gonocócica y no gonocócica, litiasis renal, uropatía obstructiva, neoplasias urológicas y renales. VI. TRATAMIENTO Prostatitis aguda: el diagnóstico y tratamiento deberán ser precoces para evitar complicaciones (sepsis, metástasis sépticas, abscesos prostáticos y evolución a prostatitis crónica). El tratamiento empírico debe ser activo frente a enterobacterias y en el paciente sondado además frente a Pseudomona aureginosa y enterococo. Luego debe adaptarse al resultado de los cultivos.  Tratamiento empírico inicial: Ampicilina 2g/4h IV (ó cefalosporina de 3ra generación: cefotaxima 1g/8h IV) + gentamicina 240 mg/día IV. En paciente sondado: (aztreonam o cefalosporina antipseudomonica o gdntamicina) + ampicilina, o monoterapia con piperacilina tazobactam.  Posteriormente continuar el tratamiento por vía oral con una quinolona durante 4-6 semanas: ciprofloxacino 500mg/12h ó levofloxacino 500mg/24h. En caso de alergias o intolerantes a quinolonas: TMP – SMX 160/800mg cada 12h ó TMP 200mg/12 h ó Minociclina 100mg/12h.  Una mala respuesta al tratamiento inicial sugiere la presencia de absceso prostático, se de realizar una ecografía transrectal y de confirmarse la sospecha se indica el drenaje del mismo.  Tratamiento coadyuvante: AINE, mejoran el dolor e inflamacion local y facilitan la secreción prostática. Si hay retención urinaria hacer sondaje por vía suprapúbica, evitar el acceso uretral.
  • 5. Prostatitis crónica:  Tratamiento de elección: cotrimoxasol 800/160 mg/12h VO ó ciprofloxacino 500 mg/12h VO, por 6-12 semanas. Si se sospecha de Chlamydia trachomatis: azitromicina. VII. PRONOSTICO Aproximadamente el 33% de los pacientes tienen respuesta completa al tratamiento, 33% respuesta parcial y 33% no tiene respuesta.
  • 7. EPIDIDIMITIS Y ORQUITIS I. DEFINICIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA La epididimitis y la orquitis son procesos infecciosos o inflamatorios del epidídimo y del testículo, respectivamente. Cuando la etiología es bacteriana es frecuente la afectación conjunta de ambas estructuras escrotales, es decir, una orqui-epididimitis. En el adolescente, la afectación bilateral y exclusiva del testículo (orquitis) es característica de la parotiditis viral (paperas). La epididimitis es el motivo de consulta más frecuente de dolor escrotal en el adulto. Es más frecuente en hombres de 19 a 35 años. Son factores que incrementan el riesgo: pacientes no circuncidados, cirugía reciente o problemas estructurales de vías urinarias, uso de catéter uretral, promiscuidad sexual, sexo anal, no usar condón, ITU. II. FISIOPATOLOGIA El mecanismo más frecuente es el infeccioso, mediante diseminación de la infección desde la uretra o vejiga. Los patógenos más comunes que la causan con Gonorrea y Chlamydia en hombres jóvenes, en niños y adultos es E. coli. Otras causas son Ureaplasma, Micobacterium tuberculosis. También puede ocurrir tras traumatismos, enfermedades sistémicas (Enf. De Behcet), cirugías (vasectomías), reflujo de orina y otras causas como medicamentos, por ejemplo, amiodarona. III. CUADRO CLÍNICO Clínicamente se caracterizan por inflamación y dolor local y se clasifican, según el curso evolutivo en agudas y crónicas, y por la localización en epididimitis, orqui- epididimitis, y orquitis (menos frecuente). Los procesos agudos pueden complicarse con sepsis o evolucionar hacia la formación de abscesos que requieren cirugía, los procesos crónicos pueden derivar en atrofia testicular. La epididimitis aguda es de localización generalmente unilateral. Síntomas: Se presenta con dolor, fiebre o febrícula, de presentación súbita o insidiosa (1-2 días), sensación de pesadez. A veces: hematoesperma, flujo uretral, dolor inguinal, disuria, eyaculación dolorosa.
  • 8. Signos: Protuberancia o masa edematizada roja sensible el lado afectado del escroto, puede haber inflamación de ganglios linfáticos. La elevación y sostenimiento del escroto alivia el dolor de la epididimitis (signo de Prehn) pero no el de la torsión testicular. La orqui-epididimitis aguda se caracteriza por fiebre, dolor local que puede extenderse a la ingle, aumento del tamaño del órgano y edema e inflamación en toda la bolsa escrotal. Suele ser unilateral. La orquitis por virus de paperas se presenta entre 4 y 6 días después de las paperas, cuando el cuadro empieza a ceder, y afecta al 15-20% de los casos de parotiditis. Se caracteriza por fiebre, dolor testicular e inguinal, y aumento de tamaño de la glándula. Puede ser bilateral. A la exploración el epidídimo no está afectado. La epididimitis y orqui-epididimitis crónicas suelen ser indolentes, casi asintomáticas. Se manifiestan por aumento de la glándula e induración, que puede acompañarse de fiebre o febrícula. La presencia de fístula a piel es patognomónica de etiología tuberculosa. IV. DIAGNOSTICO La clínica y la exploración son habitualmente diagnósticas. Se debe solicitar los siguientes exámenes complementarios:  Laboratorio: hemograma completo, examen completo de orina + gran sin centrifugar, cultivo de orina y exudado uretral.  Imagenología: ecografía y eco-doppler testicular (si cultivos son negativos, existe evolución tórpida o cronicidad). V. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL El diagnóstico diferencial de la epididimitis y la orquitis incluye: procesos inflamatorios, traumatismos, torsión testicular (requiere medidas terapéuticas precoces y urgentes para evitar la necrosis testicular), epididimitis congestiva por abstinencia o estimulación sexual, varicocele, neoplasias e hidrocele. VI. TRATAMIENTO  Reposo en cama con elevación y sujeción escrotal.
  • 9.  Antibiótico terapia: la elección del antibiótico se hará considerando la edad, historia sexual y antecedentes quirúrgicos.  Orquiepididimitis de probable etiología venérea: ceftriaxona 250 mg IM dosis única (si existe alergia a penicilinas: ciprofloxacino 500 mg VO dosis única) + doxiciclina 100 mg/12h VO por 10-14 días.  Orquiepididimitis de probable etiología enterobacterias: ciprofloxacino 500 mg/12 h VO, por 10-14 días. En niños: cefalosporina de 2da o 3ra generación ó amoxicilina/ac. Clavulánico, VO, por 4 semanas.  ETS: antibióticos especiales.  Tratar a compañeros sexuales.  Analgésicos – antiinflamatorios.  Epididimitis por amiodarona: bajar dosis.  Compresas calientes o frías. VII. PRONOSTICO Si no se produce mejoría clínica después de 3 días de instalado el tratamiento debe reevaluarse al paciente y plantearse alternativas diagnósticas. Es común que la afección reaparezca. Si la enfermedad se complica con la formación de abscesos es necesaria la intervención quirúrgica.
  • 10. HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA (HPB) I.Anatomía: Mc Neal (1988) la próstata 4 zonas: 1. Zona periférica:75 % del volumen de la próstata(tejido glandular),se palpa en tacto rectal 2. Zona central: 20% del volumen de la próstata, atravesada por conductos eyaculadores. 3. Zona transicional: 4-5% del volumen de la próstata, se origina de manera uniforme la HPB 4. Zona periureteral: < 1% del volumen de la próstata De 60 a 70 % de Cáncer de próstata se origina en la zona periférica. II.Definición: Enfermedad histológica especifica cuya característica es la hiperplasia celular del estroma y epitelio y generalmente va a generar síntomas obstructivos durante la micción. III.Incidencia y prevalencia: Recién nacido próstata pesa 1gr Prepuberes: próstata pesa 20 gr HPB 20 % en hombres de 41 y 50 años de edad. HPB 50% en hombres mayores de 50 años de edad. HPB 90 % hombres mayores de 70 años de edad. IV.Fisiopatogenia: 2 factores a) Edad avanzada b) Hormonal el más importante 90 % testículos 10% glándula suprarrenal(−) muerte celular Testosterona dihidrotestosterona (DHT)(+) HPB (5 α reductasa).ADENOMA
  • 11. V.Síntomas OBSTRUCTIVOS(de evacuación) IRRITATIVOS(de almacenamiento) 2 más importantes  Dificultad para iniciar la micción  Disminución del calibre del corro Goteo postmiccional Chorro intermitente Orina residual Principal altercación de frecuencia urinaria:  Polaquiuria (>5 veces al día)  Nicturia(> 1 vez en la noche) Disuria Urgencia de orina Trastornos asociados: 1. Retención urinaria aguda: Más frecuente máscomún, tratamiento cateterismo vesical 2. Hematuria: consecuencia de la rotura de los capilares sanguíneos en relación con los cambios morfológicos de la vejiga.  microscópica  Macroscópica: leve, moderada,severa. Tratamiento lavado vesical con sonda de 3 vías(sonda triple vía) 3. ITU: se produce por consecuencia de orina residual 4. Hidronefrosis: la dilatación implica alteración de la función renal .Tratamiento cateterismo, en forma progresiva (cada 30 „). Insuficiencia renal crónica (IRC) la más grave complicación producida por HPB. VI. Diagnosticó: a) Examenfísico:  Riñones-Uréteres: PPL(+)  Vejiga :presencia de globo vesical  Examen digito rectal o tacto rectal:
  • 12.  Esfínter anal: si es resistente normotonico, si no hay resistencia hipotónica ejemplo en neuropatía diabética.  Ampolla rectal:vacua o vacía  Próstata: se evalúa o Dimensión(tamaño) o Superficie o Consistencia Otras características: o Dolorosa, no dolorosa o Móvil, fija o Simétrica, asimétrica b) ExámenesAuxiliares: Laboratorio:  Hm  Hb  Urea  Creatinina  PSA  Examen completo de orina: descarta ITU Imágenes  EcografíaAbdominal para HPB (valora riñones,vejiga,prostata)  EcografíaTransrectal sospecha de Cáncer de próstata VII.Diagnóstico diferencial: Debe hacerse con la prostatitis, cáncer de próstata y enfermedad vesical neurogenica preferentemente. o Prostatitis: Síntomasirritativos, presencia de secreciones al masaje prostático y sensibilidad a la palpación o Adenocarcinomaprostático: Al tacto rectal próstata asimétrica, irregularmente dura. o Enfermedad vesical neurogenica: Presencia de incontinencia en ausencia de infección aguda, presencia de otros signos neurológicos. VIII.Tratamiento:
  • 13. a) Tratamiento médico: es paliativo  Fitoterapia: a base de plantas, raíces; produce descongestionamiento  Bloqueadores de receptores αAdrenérgicos: produce relajación de musculatura lisa Ejemplo: prazosín, terazosín de acción prolongada;doxazocín dar por la noche por que produce hipotensión ortostatica; tansulozian es Bloqueador α 1.  Inhibidores de la 5 α reductasa: inhibe la 5 α reductasa II, lo cual disminuye la DHT por tanto disminuye volumen próstata .A demostrado reducir el volumen prostático en 20 a 22% a largo plazo. Ejemplo: finasteride,dudasteride. b) Tratamiento quirúrgico: es definitivo  Cirugía abierta o convencional:  Prostatectomia suprapubica-transvesical  Prostatectomia retropubica-transcapsular  Transuretral  Resección transuretral prostática (RTUP): tratamiento preferido, <60 gr por ser 1g por minuto la operación máximo puede durar 60 minutos.  Incisión transuretral de la próstata (ITUP)cuando la glándula es pequeña <30 gr  Laparoscópica: víaabdominal, pélvica con trocares, extraperitoneal, intraperitoneal.  Cirugía robotica IX.Pronóstico: El paciente operado de HPB tienen un excelente pronóstico; se liberan de sus molestias urinarias y de las frecuentes ITU, también de sus complicaciones IRC.
  • 14. INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO DEFINICION Serie de entidades clínicas cuyo común denominador es la presencia de bacterias en orina, que compromete desde la corteza renal al meato urinario. Pueden conducir al deterioro de la función renal y ser la puerta de entrada de bacteriemias y sepsis con elevada morbimortalidad. De acuerdo a su localización pueden ser Altas (Pielonefritis = pelvis y calices renales). Bajas (Cistitis= vejiga). EPIDEMIOLOGIA En la consulta urológica la infección urinaria constituye la patología más frecuente. Se presenta con más frecuencia en el sexo femenino debido a las condiciones anatómicas de vecindad del ano y la vagina. Las mujeres jóvenes están involucradas en más de 7.000.000 de casos por año, relacionado con el inicio de la actividad sexual, y en la mayoría ocurren dentro de las 48 horas posteriores al coito. Aproximadamente 1 de cada 3 mujeres requerirán tratamiento antibiótico por una ITU antes de los 24 años, y el 40-50% tendrán una ITU en algún momento de su vida. En hombres son más frecuentes en la edad adulta, debido a patologías prostáticas. Adicionalmente hay aproximadamente 250.000 casos de pielonefritis anuales, de los cuales más de 100.000 requieren hospitalización. ETIOLOGIA Los germenes suelen ser enterobacterias GRAM (-) (viven en el tracto gastrointestinal y llegan a los genitales por el periné, para luego penetrar a la vejiga a través de la uretra), a cualquier edad y sexo. El más frecuente es la E-coli en un 71,93% de las infecciones, seguido por las klebsielas, estafilococos saprofito (cuadro similar al cólico nefrítico, pero sin evidencia de litiasis ni de uropatia obstructiva), Pseudomonas (llevado a la vía urinaria en forma iatrogénica con sondas o instrumentación quirúrgica), Proteus (posee enzima ureasa=transforma la urea en
  • 15. amoiaco=alcaliniza la orina = favorece la precipitación de fosfatos y la formación de cálculos de estruvita),etc. FISIOPATOLOGIA Los gérmenes llegan al árbol urinario por 3 vías de diseminación: Ascendente, retrógrada o de movimiento browniano: es la más frecuente, consiste en el ascenso de gérmenes desde la uretra distal; la mayor incidencia de ITU en mujeres demuestra la importancia de esta vía. Hemática: se debe a la localización renal de ciertos procesos generalizados, por ejemplo tuberculosis, salmonelosis , candidiasis, estafilococo aureus, sepsis. Linfática: muy rara; debido a la existencia de conexiones linfáticas entre la vejiga y los riñones a través del tejido submucoso ureteral. La vejiga tiene tres mecanismos de defensa :  Factores protectores que impiden la adherencia a los gérmenes como la proteína Tamm- Horsfall o uromucoide y la capa protectora de mucina de la mucosa vesical.  Mecanismos de defensa de la orina: que le dan acción bactericida, el pH , la concentración de Urea y ácidos orgánicos. Los uropatógenos para poder invadir las vías urinarias elaboran adhesinas a nivel de sus fimbrias, se fijan a receptores del urotelio y asi proliferan y establecen cuadro infeccioso existen 2 tipos de adhesinas: manosa sensitivas ( se fijan mejor al epitelio vesical), y manosa resistentes (mejor a la mucosa uretral y sistema pielocalicial- inhiben peristaltismo ureteral). Las bacterias al invadir la mucosa urotelial, activan la producción de citokinas que causan cuadro inflamatorio local y sistémico. Cuando las bacterias sobrepasan los mecanismos de defensa o los mecanismos de la vejiga fracasan , las bacterias colonizan el tracto urinario y se produce la infección. Factores predisponente:  Alteraciones anatómicas o funcionales de las vías urinarias: cálculos, válvulas ureterales, tumores, fimosis, estenosis cicatrizales , prostatitis, estreñimiento crónico despeños diarreicos (cuadros diarreicos crónicos por divertículos colónicos en edad avanzada) y otras. A las infecciones producidas por algún obstáculo orgánico o funcional se denominan
  • 16. infecciones urinarias complicadas, para estos caso se necesitan técnicas diagnosticas más sofisticadas a parte del examen completo de orina y sediemnto urinario como la urografía excretoria, cistografía, cistoscopia, estudio urodinámico.  Embarazo (por compresión mecánica de las vías urinarias debida al útero grávido y a la acción miorrelajante de la progesterona sobre la musculatura lisa de los uréteres).  Diabetes (glucosa en la orina favorece el desarrollo de los gérmenes, neuitis periférica =vejiga neuogénica, favorece la infección urinaria) , Inmunodepresión, Infecciones simultáneas  Malos habitos sexuales: sexo anal –vaginal (se contamina tanto uretra masculina como femenina).  Malos habitos de higiene después de defecar.  Uso de ropas ajustadas o de material sintético por las damas(propicia el frote del ano y la vulva).  Retención voluntaria de la orina(gérmenes que han llegado a la vejiga tienen tiempo suficiente para fijarse, proliferar y producir una infección urinaria).  Poca ingesta de líquidos: menor volumen de orina y menor numero de micciones da tiempo a las bacterias para fijarse y proliferar.  Menopausia (alteraciones hormonales hacen que la piel del periné y la vaina pierdan defensas naturales, humedad, elasticidad, favoreciendo contaminación a través del ano.  Instrumentaciones urológicas: sondas, catéteres, etc. cuando no son hechos con cuidados de asepsia , antisepsia y lubricación adecuados. SINTOMATOLOGIA: Dependen de su localización: Itu baja (Cistitis):Polaquiuria, nicturia, ardor misccional, tenesmo vesical, olor hipogástrico pos misccional, hematuria terminal, orinas turbias. Itu alta 8Pielonefritis): Fiebr mal estado general, lumbargia (PPL +), puede haber orinas turbias. DIAGNOSTICO: Se confirma el diagnostico con un exámen completo de orina y con un urocultivo, recuento de colonias y antibiograma, mas la clínica de ITU son. Se consiera urocultivo + al recuento de más de 100.000 colonias/ml-105 ) a chorro medio de un germen compatible con ITU. En niños que no
  • 17. controlan la orina se recomienda cateterismo uretral(descartando la primera parte de la orina) o punción suprapúbica. Sedimento Urinario: leucocituria significativa (>10 leucocitos por campo); no es especifica de ITU; también hay leucocituria en la nefritis intersticial, litiasis ureteral, TBC renal, contaminación con flujo vaginal. Urocultivo: se lleva a cabo con la orina de la primera micción de la mañana o con retención de 3 horas o más, con higiene previa de genitales y desechando la primera parte de la micción, que arrastra los gérmenes de la uretra, recogiendo una muestra del segundo chorro o chorro medio en un recipiente estéril. La muestra debe procesarse dentro de las 2 horas siguientes, si esto no es posible, debe conservarse refrigerada, donde puede permanecer por 24 horas sin que se altere significativamente el número de bacterias. En términos generales los recuentos entre 10.000-100.000 se interpretan en función de microorganismo (cultivo puro), del cuadro clínico y cualquier recuento obtenido por punción suprapúbica sugiere infección. Se utiliza bacteriuria sigificativa a >104 UFC (estudios recientes demostraron que pacientes sintomáticas con recuentos inferiores tenían ITU, por lo que podría reducirse el recuento a 10.000 col/ml sin disminuir significativamente la especificidad y aumentando la sensibilidad al test) y bacteriuria verdadera a >105 UFC a chorro medio, y para negativizar la orina de chorro medio o para considerar contaminación es <104 UFC/ml.. Por medio de sonda uretral deben haber >5000UFC/ml, para negativisar o considerar contaminación <103 . Métodos de screning: Test de Esterasa Leucocitaria y del Nitrito: ambos se realizan a través de una tira reactiva en una muestra de orina sin centrifugar. La sensibilidad del primero es de 85% y del segundo de 50% con una especificidad del 95% para los dos. Falsos negativos del test del Nitrito se ven en muestras con niveles bajos de bacteriuria, toma de diuréticos, pobre dieta en nitritos, infecciones por bacterias que no reducen los nitratos (S. saprophyticus). TRATAMIENTO: Cualquiera sea la forma de ITU: 1. Ingesta hídrica abundante, 2 a 3 litros en 24 horas. 2. Corrección de hábitos miccionales: micciones c/3 horas y después de la relación sexual
  • 18. 3. Corrección de hábitos intestinales (constipación). 4. Higiene anal hacia atrás, en la mujer. 5. Tratar infecciones ginecológicas 6. Antibioticoterapia. CISTITIS: La Infectious Disease Society of America concluyó que 3 días de tratamiento son más efectivos que 7 ya que mejoran la tolerabilidad y adherencia al tratamiento, se reducen los costos sin disminuir la eficacia, y ayuda a prevenir la selección de cepas resistentes; y más efectivo que la terapia de monodosis (varios estudios, sin embargo, han comenzado a reexaminarla, con fluoroquinolonas de vida media más larga, como pefloxacina, que fue encontrada como equivalente a 7 días de TMS-SMX, pero con efectos adversos mucho más altos). Por lo tanto la terapia standard se realiza por 3 días con Trimetroprima-Sulfametoxazol 160/800 mg. cada 12hs. Las cifras de curación ascienden al 82% con este esquema. Fluoroquinolonas tienen la misma eficacia, pero su uso como primera línea conduce con frecuencia al desarrollo de cepas resistentes y son más costosas. Sin embargo, están indicadas cuando la resistencia local a la TMS-SMX excede el 20%. La amoxicilina y cefalosporinas de 1ra generación no se indican como tratamiento de primera línea, a menos que se planee administrarlas por más de 3 días, ya que la tasa de curación es del 67% para la primera y 66% para las segundas. PIELONEFRITIS: Etiología: E. coli en el 80% de los casos. Clínica: el espectro va desde una enfermedad leve con síntomas de cistitis hasta síndrome séptico; lo más común es un paciente febril con escalofríos, con dolor abdominal a predominio de flancos (PPL+) y con náuseas y/o vómitos.. Criterios de internación: imposibilidad de mantener una adecuada hidratación o tolerar la medicación oral, dolor severo, factores de riesgo para ITU complicada, enfermedades comórbidas, diagnóstico incierto y falla del tratamiento ambulatorio.
  • 19. Tratamiento: para el paciente ambulatorio se indican Fluoroquinolonas (norfloxacina o ciprofloxacina 400mg o 500mg cada 12hs. respectivamente) como tratamiento empírico hasta conocer la sensibilidad a TMS-SMX, durante 14 días. Para el paciente internado las guías recomiendan tratamiento endovenoso con Fluoroquinolonas, o Aminoglucósidos con o sin ampicilina, o Cefalosporinas de amplio espectro con o sin un aminoglucósido mientras dure la fiebre (generalmente de 48-72 horas), continuando luego por vía oral de acuerdo a la sensibilidad del antibiograma, durante 14 días. La ausencia de defervescencia debe alertar al médico sobre una posible complicación (obstrucción, absceso renal o perirrenal) y realizar los estudios pertinentes (ecografía, TAC, etc.). ITU COMPLICADA Se habla de ITU complicada cuando las condiciones existentes aumentan la probabilidad de persistencia o recurrencia de la infección o falla del tratamiento. Estos pacientes están en riesgo de bacteriemia y sepsis, abscesos renales y perirrenales, pielonefritis enfisematosa, deterioro de la función renal, etc. Factores de riesgo y condiciones asociadas con ITU complicada: Del Tratamiento: Falla del mismo, Organismos resistentes, Síntomas de ITU alta, Instrumentación invasiva reciente. Obstrucciones: Hipertrofia prostática, Nefrolitiasis, Residuo postmiccional, Vejiga neurogénica. Inmunodepresión: DBT, Paciente trasplantado, HIV, Corticoterapia, Anemia de células falciformes. Metabólicas: Nefrolitiasis, Gota, Hiperparatiroidismo. Anormalidades anatómicas o funcionales: Riñón único, Riñón poliquístico, Reflujo vesicoureteral, Cuerpo extraño (stent, catéter). Otras: Embarazo, ITU en hombres. Conducta en estos pacientes: Examen físico, con atención especial en los signos vitales (la taquicardia e hipotensión son signos precoces de síndrome séptico); y función renal para determinar si el paciente tendrá problemas en excretar los antibióticos en la orina; Sedimento
  • 20. urinario y Urocultivo; Imágenes del tracto urinario para evaluar anormalidades, litiasis, hidronefrosis, etc. Tratamiento: en pacientes estables pueden probarse Fluoroquinolonas vía oral, mientras que los que requieran internación la recibirán por vía endovenosa; si se sospecha infección por Enterococos (sonda vesical, internación reciente, Gram + para cocos) la combinación de un Aminoglucósido con Ampicilina es la mejor elección. Una vez que se logre la defervescencia se hará el switch a la vía oral de acuerdo al antibiograma. En casos de obstrucción e ITU debe procederse prontamente a la descompresion urinaria. Seguimiento: Urocultivo a las 2 semanas de finalizado el tratamiento para descartar recurrencia. ITU RECURRENTE Se dice que es recurrente cuando el individuo presenta 3 o más infecciones en un año.Es un problema común de la clínica diaria. Se debe diferencia del concepto de Recaída o Recidiva (infección que recurre dentro de los 14 días de finalizado el tratamiento) de Reinfección (nueva ITU por germen o serotipo diferente al mismo germen pasado los 14 días del tratamiento). En la recaída se supone que no hubo curación, por lo tanto está indicado investigar el tracto urinario en busca de anomalías (ecografía, urograma excretor, etc.) e indicar nuevo tratamiento antibiótico con Fluoroquinolonas por 7-14 días. Es un factor de riesgo para ITU complicada.En la reinfección se asume que se curó y se volvió a infectar, por lo tanto no deben estudiarse en busca de anomalías urinarias. Factores de riesgo de recurrencias: uso de diafragma o espermicida, nueva pareja sexual, historia de ITUs antes de los 15 años, historia materna de ITUs, antibiótico inadecuado, prostatitis crónica, DBT, inmunodepresión, alteraciones anatómicas o funcionales del tracto urinario, higiene no correcta, estreñimiento, desarrollo de resistencia intratratamiento (raro). Conducta: si tiene <2 episodios por año, la conducta más adecuada es tratar cada episodio; si tiene >3 puede ofrecerse: 1. Profilaxis vía oral: ésta no debe iniciarse hasta la erradicación de la infección activa, confirmada por un urocultivo negativo dos semanas después de finalizado el tratamiento antibiótico. La profilaxis se realiza durante 6 meses hasta 2 y 5 años.
  • 21. Opciones terapéuticas: TMS-SMX 40/200 mg 3 veces por semana (1/2 comprimido de 80/400); Norfloxacina 200mg 3 veces por semana; Nitrofurantoina 100mg/dia; Cefalexina 250 mg/dia. 2. Profilaxis poscoito: en mujeres que describen una clara relación entre el acto sexual y posterior ITU. Se realiza con las mismas drogas y dosis descriptas, después del coito. 3. Autotratamiento: indicado en mujeres que pueden diagnosticarse correctamente una recurrencia y consultar al facultativo si los síntomas no se resuelven en 48-72 horas. El tratamiento se realiza con las mismas drogas pero a dosis de cistitis y durante 3 días. BACTERIURIA ASINTOMATICA La bacteriuria asintomática se define por la presencia de 100.000/UFC o más, de 1 o más microorganismos, en 2 muestras consecutivas de urocultivo y en ausencia de síntomas atribuibles a infección urinaria. Prevalencia: 100% en pacientes con catéteres crónicos, 50% con catéteres intermitentes, 25-50% en personas de edad mayor institucionalizados, 26% en diabéticas (solo tienen una incidencia mayor de ITU las diabéticas tipo II), 5% en mujeres ambulatorias entre los 18-40 años y 20% en edad avanzada (de éstas menos del 10% desarrollan sínto-mas urinarios). Factores de riesgo: uso de diafragma con espermicida, espermicida solo, acto sexual. Pacientes con riesgo de secuelas: Inmunocomprometidos, Anomalía urinaria funcional o anatómica, Embarazadas, Procedimientos instrumentales genitourinarios. Etiología: los más frecuentes son los Enterobacilos y con menos frecuencia E. coagulasa negativo. En pacientes institucionalizados puede ser poli microbiana. Conducta: estudios comparativos hechos en adultos mayores institucionalizados o ambulatorios, que presentaban bacteriuria asintomática, llevaron a la conclusión que la administración de antibióticos iba seguida de recaída o reinfección en corto tiempo; de una mayor frecuencia de reinfecciones por gérmenes cada vez más resistentes y de efectos adversos secundarios a las drogas, sin obtenerse beneficios significativos en cuanto a morbimortalidad.
  • 22. Por lo tanto sólo recibirán tratamiento: 1. Embarazadas 2. Transplantado renal 3. Procedimientos invasivos con riesgo de lesionar la barrera mucosa, tales como cistoscopia y resección transuretral de próstata. Se recomiendan cursos cortos de antibióticos. Prevención de las infecciones con cateteres: - Evitar o discontinuar el uso del catéter lo más rápidamente posible(cambio cada 3 días). - Insertarlo de forma aséptica manteniendo el sistema de drenaje bien cerrado y manipularlo con guantes estériles. - Uso de catéteres antiinfecciosos: los de plata reducen el riesgo de infección en más del 30%; parecen ser benefi -ciosos sólo cuando se usan por 2-10 días y no más de dos semanas; también se dispone de catéteres impregnados en antibióticos. - Uso de catéteres externos (Urosept). - Cateterización intermitente: es un método común de colección en pacientes con lesión de la medula espinal, insertándolo de forma aséptica y removiéndolo varias veces al dia. - Inserción de catéter suprapubico. MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL APARATO URINARIO Y GENITAL MASCULINO
  • 23. En Urología se puede conseguir el diagnóstico prenatal del 90-95% de las malformaciones., que aparecen en una en cada 500 fetos examinados. En la actualidad no existe ningún método de detección prenatal, por estudio de líquido amniótico, de las malformaciones urinarias. MALFORMACIONES RENALES De número: Agenesia renal: Unilateral: 1 de c/1000 nacimientos. Frecuentes malf. genitales asociadas. Diagnóstico difícil (no se sospecha) Bilateral: 1 de c/3000 nacimientos. Incompatible con la vida. R. supernumerario: muy rara. De forma: Persistencia lobulación fetal : asintomática. Riñones fusionados: R. en herradura : Fusión a través de un istmo de parénqu ima renal funcionante ( suele inferior ) R. en torta R. en S R. en L De posición: Ectopia renal: Suele alteraciones en los vasos renales. Frec. Estenosis de la unión Pieloureteral (obstrucción), reflujo v-u. Síntomas infrec., otras veces dolor , masa, hematuria e ITU ( infección del tracto urinario ). Trat.de las patologías asociadas.
  • 24. Cruzada: R. fuera de su celda, pero en el lado opuesto. Simple: R. fuera de su celda, pero en su lado: Torácica, Iliaca, Pelviana De volumen: Hipoplasia renal Simple (uni-bilat): No suele HTA ni insuf. renal. Oligomeganefrónica: Son riñones pequeños con menor nº de nefronas. IRsevera Segmentaria: Lesión hipoplásica limitada a un polo. HTA. Pueden precisar nefrectomía. Malformaciones estructurales: Enfermedad Renal Poliquística: Malformación congénita y hereditaria. Afectación difusa y bilateral. Presencia de innumerables quistes renales parenquimatosos que conducen inexorablemente a la insuficiencia renal crónica. Enfermedad Renal Poliquística Infantil: Las nefronas son normales y están comprimidas por las dilataciones quísticas que corresponden a túbulos colectores. Se deben considerar las siguientes variedades: I. Enf. renal poliquística del recién nacido . Poco interés clínico. Suelen fallecer después de nacer o en las primeras semanas. II. Enf. renal poliquística del niño . Consultan por insuficiencia renal. El aumento renal no es tan acusado como en el caso anterior. El es tudio radiográfico muestra claramente este aumento. III. Enf. renal poliquística de la fibrosis hepática congénita . Suelen consultar por un síndrome de hipertensión portal. Hay aumento del hígado, de los riñones y ocasionalmente del bazo.
  • 25. Enfermedad Renal Poliquística del Adulto Es una de la más frecuentes afecciones autosómicas dominantes: 1 en 1.500. Sólo se puede descubrir clínica y radiológicamente a partir de los 15-16 años. Debuta Clínicamente hacia los 40 años. Anatomía patológica: Puede afectar a cualquier segmento de la nefrona y también puede afectar al túbulo colector. Se entremezclan nefronas normales y anormales. Los quistes conservan cierta actividad funcional. Los riñones están completamente ocupados por multitud de quistes de diferentes tamaños, entre 0,5 y 2 cm., que muestran diferente coloración que es la expresión de hemorragias intraquísticas en diversas fases del metabolismo de la hemoglobina. La enfermedad es siempre bilateral pero suele no haber simetría en el tamaño de los riñones, que están aumentados unas 23 veces. Macroscópicamente tienen el aspecto de una racimo de uvas. No se diferencia la medular de la cortical. Microscópicamente los quistes están recubiertos de un epitelio plano. Faltan elementos displásicos. Clínica: Los primeros síntomas suelen aparecer entre los 35 y 40 años. Podemos distinguir: 1) Forma médica: Insuficiencia renal de tipo intersticial, con isostenuria, escasa proteinuria y discreto grado de acidosis hiperclorémica. Suelen ser adultos jóvenes con historia familiar de fracaso renal, que presentan astenia, anorexia, polidipsia, poliuria, cefaleas, vómitos y pérdida de peso. 2) Forma tumoral: Aparentemente solo está aumentado un riñón, por lo que habrá que hacer diagnóstico diferencial con tumores sólidos. 3) Forma urológica: Presentan dolores lumbares en un 30-35 %, solos o acompañados de fiebre, en ocasiones más acusados al estar de pie; cólicos nefríticos; hematurias, generalmente totales y asintomáticas. 4) Formas complicadas: Con infección, con anuria, con litiasis, tuberculosis, con hipertensión, etc. 5) Formas asociadas a lesiones quísticas del hígado, del páncreas, y aneurismas cerebrales. Las complicaciones son frecuentes y de gravedad imprevisible : Infección, litiasis, retención
  • 26. intraquística aguda, anuria, HTA, ERP asociado a carcinoma renal. Y la más frecuente insuficiencia renal grave. Diagnóstico: Si por palpación encontramos: tumor renal bilateral e insuficiencia renal siempre hay que pensar en la E.R. poliquística. Laboratorio: datos de la IR. Pruebas funcionales. Radiología: En la Rx abdominal se aprecia aumento de las áreas renales. Por urografías (si se pueden realizar):a) Aumento de la altura del árbol pielocalicial en más de dos vértebras y media. b) Desorientación de los cálices: imagen en T. c) Dilatación de los cálices, alargamiento, ensanchamiento... d) Imágenes de tonalidades desiguales. e) A veces no alteraciones urográficas. Arteriografia: habrá que recurrir a ella si las características de la urografía no son demostrativas. La ecografia y la TAC son muy demostrativas. Tratamiento: El de la IR y sus complicaciones. Sólo se recurrirá al tratamiento quirúrgico en el caso de dolor por compresión a otros órganos, litiasis, pionefrosis, tb., etc. Displasia quistica renal Congénita, no hereditaria, poco frecuente. Aparece en la infancia. Es la causa más frecuente de masas palpables en el recién nacido. La incidencia es de 1: 4. 300 nacidos vivos. La afectación puede ser uni o bi lateral, segmentaria o total. Surge como resultado de una diferenciación metanéfrica anómala, que se traduce histológicamente por la presencia de estructuras nefrónicas o ductales inma duras que pueden acompañarse de quistes y que desorganizan en forma variable el parénquima renal. Riñón multiquístico. La displasia renal más frecuente Anatomía patológica: Cuando es total, el riñón se encuentra sustituido por quistes (aspecto de racimo de uvas). Suele faltar la pelvis renal o es atrésica. Igual ocurre con el uréter y el pedículo
  • 27. vascular. Entre los quistes se encuentran túbulos o glomérulos primitivos, tejido cartilaginoso, músculo liso, y en algunas ocasiones, folículos linfoides e infiltraciones linfocitarias. Pueden existir, también, anomalías en el otro riñón. Frecuentemente hay asociadas malformaciones cardiovasculares, del SNC o gastrointestinales. Si es bilateral es incompatible con la vida. Etiopatogenia: Las mismas que para los quistes simples. Según Potter los conductos colectores cesan precozmente en su función "inductora" y se forman quistes en lugar de nefronas. Clínica: La mayoría de las veces son niños recién nacidos a los que se les palpa una gran masa, lobulada, indolora y móvil. Su transiluminación es positiva. Puede haber síntomas de obstrucción intestinal, estreñimiento, etc. En algunos casos HTA. Diagnostico : En la Rx simple: marco cólico desplazado. En urogramas: anulación funcional. Hay que hacer el diagnóstico diferencial con el tumor de Wilms y con la hidronefrosis. Al intentar hacer una pielografia retrógrada no se encontrará el orificio ureteral o el uréter será ciego. Tumor de características renales por palpación, más atresia ureteral y/o piélica= displasia renal multiquística. Por arteriografía, se apreciará, o atresia vascular, o imágenes quísticas. Tratamiento: Nefrectomía sólo si hay clínica o complicaciones. Muchos de estos riñones involucionan. .- Displasia quística focal y segmentaria. .- Displasia quística asociada con obstrucción baja del tracto urinario. Enfermedad quística medular: Complejo enfermedad quística urémica-medular o Nefronoptisis o nefrolitiasis familiar juvenil. De frecuencia excepcional. Sólo hay descritos poco más de 300 casos. Son enfermedades familiares: la nefronoptisis es de tipo autosómico recesivo y la enf.quística medular, autosómico dominante. Son quistes situados en la unión corticomedular, en ambos riñones.
  • 28. Tienen un denominador común, la nefritis intersticial. Suelen aparecer en adolescentes y adultos jóvenes. No hay malformaciones asociadas. Producen insuficiencia renal crónica, por lo que las urografias son poco demostrativas. Hay que recurrir a tomografias con doble dosis de contraste. Se reconocen mal los pequeños quistes en la ecografia y en la TAC. No tienen tratamiento quirúrgico. .- Riñón en esponja o ectasia canalicular prepapilar o enfermedad de Cacci-Ricci. Descrita por vez primera por Lenarduzzi en 1939, pero generalizada por Cachi y Ricci (1949). Aún se discute si es de naturaleza congénita o hereditaria. Se pres enta generalmente en adultos. Aparece en un 0,5 % de todos los pacientes sometidos a urografias. Puede ser unilateral o bilateral, sin otras malformaciones. Son dilataciones quísticas de los túbulos colectores . En el 42 % de los casos hay cálculos en su interior. Clínica: Normalmente no afecta al individuo. En raras ocasiones tienen una evolución progresiva y originan pérdida gradual de la función renal. Más a menudo producen litiásis, hematurias y episodios infecciosos. Diagnóstico: Por urogramas: junto a los cálices se verán imágenes en "llama", "en chorro de regadera", cavidades arrosariadas o estriadas; otras veces, cálices anchos , poco profundos y distorsionados, en ocasiones con cálculos. Por ec ografia sólo se manifiestan si las dilataciones son grandes. Diagnóstico diferencial: Con los divertículos caliciales, con papilitis necrosante y con nefrocalcinosis. Tratamiento : Sólo de las complicaciones, las más frecuentes producidas por los cálculos. MALFORMACIONES DEL TRAMO URINARIO SUPERIOR Malformaciones calicilares:
  • 29. Las malformaciones calicilares más frecuentes son: los divertículos calicilares, la megacaliosis y la estenosis infundubular que condiciona la dilataci ón obstruct iva de los cálices. La megacaliosis fue descrita por el Prof. Puigvert y consiste en la dilatación afacetada "en mosaico-romano" de todos los cálices, con normalidad de los infundíbulos y de la pelvis. Se cree que es debida a la ausencia congénita de parte de las pirámides de Malpigi. No existe ningún proceso obstructivo causante de esta malformación. El divertículo calicilar es una cavidad redondeada situada dentro del parénquima renal generalmente en el polo superior tapizada por urotelio y que desemboca a través de un estrecho conducto en el cáliz. Generalmente estas malformaciones son asintomáticas pero pueden ser la causa de infecciones urin arias y de la form ación de cálculos. Se cree que tanto la megacal iosis como el divertículo calicilar son provocados por alteraciones malformativas de los tubos rectos de Bellini. La estenosis infundibular provoca la dilatación de los cálices re nales por obstrucción de los infundíbulos. Una variante más grave es la estenosis infundíbulo-pélv ica donde a la estrechez de los infundíbulos se suma la de la pelvis lo que provoca la dilatación a veces enorme de los cálices renales con la consigui ente atrofia del parénquima renal suprayacente. Hay que valorar muy cuidadosamente esta s dos malformaciones ya que aunque las imágenes eco-gráficas y radi ológicas son muy espectaculares generalmen te no crean problemas ni son evolutivas y los intentos pa ra corregirlas quirúrgicamente ofrecen pobres resultados. Malformaciones de la pelvis Hidronefrosis congénita por estenosis de la unión pieloureteral. Es la malformación urinaria que con más frecuencia se diagnostica por ecografía prenatal. Se presenta más veces en el la do izquierdo y en va rones, y es bilateral en un 10% de los casos. En un 1 % de los cas os el riñón contralateral es multiquistico. Distinguiremos dos tipos de hidronefrosis: 1) La que se detecta prenatalmente mediante ultrasonografía. 2) La diagnosticada en la ninez.
  • 30. Hidronefrosis detectadas prenatalmente. Un número importante de dilataciones renales son diagnosticadas prenatalmente en las ecografías practicadas a partir de la 20 a la 24 semana del embarazo. Generalmente la dilatación es unilateral y el líquido amniótico normal, por lo que se establece diagnóstico, de presunción, de hidronefrosis secundaria a estenosis de la unión pieloureteral. La hidronefrosis puede aumentar o ser bilateral. De cualquier forma, es necesario repetir el examen ecográfico post natalmente. Es preferible hacerlo a los cuatro o cinco días, para que la oliguria fisiológica del recién nacido no pueda enmascarar el examen practicado en las primeras 24 horas. Aproximadamente un 20 % de las dilataciones pélvicas detectadas prenatalmente desaparecen después del nacimiento. Conviene vigilar a esto s niños mediante ecografía durante un cierto tiempo. La frecuencia y la duración del período de vigilancia dependerá de los hallazgos que se vayan enco ntrando en dichos exámenes. En los niños en los que se confirma la dilata ción renal postnatalmente, hay que determinar si ésta es debida a obstrucción pieloureteral o a otra malformación congénita como megauréter, reflujo vesicoureteral, válvulas uretrales, ectopia ureteral o ureterocele, etc. En todos ellos, los uréteres afectos están dilatados, por lo que el establecer ecográficamente si se trata de una hidronefrosis o de una ureterohidronefrosis es importante. Si no puede precisarse este punto, una urografía intravenosa (UIV) nos ayudará a establecer la distinción mencionada. La UIV debe practicarse a partir de las tres o cuatro semana s de vida, ya que es entonces cuando se obtienen mejores imágenes. Una vez establecido el diagnóstico de hidronefrosis, hay que determinar si ésta es debida a un proceso obstructivo de la unión piebureteral y tiene tendencia a dañar progresivamente el parénquima renal, o si por el contrario se trata de una dilatación no obstructiva, estabilizada o en involución. Un examen renográfico con ácido dietiltriaminopentaacético (DTPA) o actualmente con mercaptoacetil triglicina (MAG3) junto con la inyección de un diurético (furosemida) nos permitirá establecer dos hechos importantes: 1) La existencia de una curva obstructiva o no. 2) El porcentaje de función renal relativo, por separado, de cada riñón. Este renograma debe practicarse a las cuatro semanas de vida, para que sus resultados sean más fiables.
  • 31. El criterio actual para indicar el tratamiento quirúrgico de estos niños se basa en poder demostrar que se trata de una obstrucción de la unión pieloureteral que hace peligrar el funcionalismo renal. Por el contrario, las dila taciones no obstructivas o dudosamente obstructivas, que no afecten a la función del riñón, deben ser vigiladas y se decidirá si se opera o no según evolucionen. Hidronefrosis diagnosticada postnatalmente. Los síntomas clínicos difieren según la edad del niño. En el lactante los más característicos son los vómitos, la inquietud y la palpación de una masa abdominal. En el niño mayor lo más frecuente son las crisis de algias abdominales, que se presentan intermitentemente acompañadas de náuseas y/ o vómitos y que a veces coinciden con la ingesta abundante de líquidos. El análisis de orina es generalmente normal. El diagnóstico se establecerá por ultrasonografía, UIV y renograma con diurético, antes mencionado. El tratamiento quirúrgico se basa en la práctica de una plastia pieloureteral, y generalmente se utiliza la técnica de Anderson-Hynes, que consiste en la extirpación del segmento estenótico y la anastomosis de la pelvis con el uréter. Los resultados que se obtienen son muy buenos, incluso en recién nacidos. La nefrectomía sólo está indicada cuando ya existe una destrucción completa del parénquima renal, lo que en la actualidad y gracias al diagnóstico prenatal es muy raro. Malformaciones del uréter Duplicidad Entre las malformaciones de número del uréter la existencia de un uréter doble es la más frecuente (0,8 %). Se han descrito casos muy infrecuentes de tres y cuatro uréteres para el mismo riñón. La duplicidad ureteral puede ser completa o incompleta. En la incompleta, los dos uréteres se unen en forma de "Y" antes de llegar a la vejiga y desembocan en ella por un orificio único. En la completa, existen dos uréteres totalmente separados que drenan el mismo riñón por meatos vesicales distintos. El uréter que drena el hemirriñón superior desemboca más abajo (caudalmente) en relación al que drena el hemirriñón inferior, que desemboca cranealmente. Se trata de la ley de Weigert-Meyer. Embriológicamente, la duplicidad ureteral se explica porque, en vez de uno, surgen dos muñones ureterales del conducto de Wolf, que crecen independientemente
  • 32. ha sta alcanzar una parte del metanefros (duplicidad completa). El muñón que más tiempo permanece unido al conducto de Wolf corresponde al que drena el hemirriñón superior, y por ello desembocará más abajo, en la alantoides (vejiga). Si sólo sale un muñón ureteral del conducto de Wolf, pero después se divide en dos, se originará la duplicidad incompleta o bifidez piebureteral. La duplicidad incompleta ureteral es generalmente asintomática y puede pasar totalmente desapercibida. Infrecuentemente puede provocar crisis dolorosas o infecciones urinarias, cuando existe un mecanismo obstructivo, orgánico o funcional, en el punto donde confluyen los dos uréteres que pueden condicionar el llamado reflujo en yo-yo por su semejanza con el movimiento de bajada y subida del juguete. La duplicidad pieloureteral completa es más frecuente que la in completa. En un 25 % de los casos es bilateral. Puede no presentar ninguna patología asociada y representar un hallazgo casual, pero puede asociarse a otras malformaciones y producir problemas . La clínica, diagnóstico y tratamiento de estas patologías son los mismos, en líneas generales, que los descritos más adelante en los casos de riñones con un solo uréter. Abocamiento ectópico del uréter Es una malformación moderadamente frecuente. Se produce po r la persistencia de larga duración de la unión del muñón ureteral con el conducto de Wolf. Así, si el uréter es arrastrado por él, desembocará en las estructuras que se originarán a partir del conducto de Wolf y seno urogenital, que en las mujeres serán el trígono y cuello vesical, la uretra, la vagina y el útero, y en el varón el trígono y cuello vesical, la uretra posterior (hasta el veru montarum), eyaculadores, vesículas seminales, deferente y epidídimo. Es más frecuente en mujeres y en riñón doble. Puede ser bilateral (raras veces) y asociarse a ureterocele contralateral Desde un punto de vista sintomatológico, existen dos formas bien diferenciadas: 1) Las que cursan con incontinencia urinaria. 2) Aquellas en que la continencia está preservada. En las primeras el orificio ectópico está situado más allá de los esfínteres urinarios, y corresponden a todas las formas femeninas, excepto la que desemboca en el cuello vesical o la uretra supraesfinteriana. Por el contrario, las formas masculinas se caracterizan por ser
  • 33. continentes, aunque pueden cursar con brotes de epididimitis y deferentitis. Ello debe alertar ante la posibilidad de que exista una ectopia ureteral en vías seminales. El diagnóstico de sospecha se establece prenatalmente, porque generalmente existe una ureterohidronefrosis marcada del hemirriñón superior. Postnatalmente, la urografía intravenosa confirmará la ureterohidronefrosis mencionada. Si la función renal es inexistente mostrará los signos radiológicos de un hemirriñón superior hidronefrótico y anulado. El reflujo vesicoureteral no es frecuente, pero es aconsejable practicar una cistografía miccional (CUMS). Es más complejo averiguar el sitio donde desemboca el meato ureteral ectópico. En las niñas si está situado en el área parameática uretral o introito vaginal, la simple inspección puede identificarlo, pero generalmente hay que recurrir a la exploración endoscópica e inyección intravenosa de indigocarmin. En cuanto al tratamiento, generalmente se trata de unidades renales displásicas y afuncionantes, y la heminefrectomía (en riñones dobles) o la nefrectomía (en riñón simple) es lo indicado. Si existe parénquima funcionante recuperable la reimplantación ureterovesical es lo adecuado. Ureterocele Es la dilatación quistica del uréter intravesical. Se presenta una vez cada cuatro mil nacimientos; es un poco más frecuente que el uréter ectópico, y como él puede presentarse en riñón doble o en riñón simple; y es más frecuente en el sexo femenino y en riñón doble (proporción 6:1). Su tamaño puede oscilar entre unos milímetros y varios centímetros, y por su situación se divide en intravesical y extravesical, según su base de implantación esté dentro de la vejiga o se prolongue más allá del cuello vesical. Se cree que el causante del ureterocele es un proceso obstructivo en el extremo mismo de la desembocadura ureteral. En riñón simple, intravesical y de pequeño tamaño, puede pasar desapercibido por carecer de significación patológica. El ureterocele en riñón doble, grande, y sobre todo el extravesical, representa un fenómeno obstructivo, primero sobre el hemirriñón superior, asiento del ureterocele que a menudo presenta displasia y atrofia ureterohidronefrótica. Asimismo, puede causar ureterohidronefrosis del hemirriñón inferior ipsilateral por obstrucción del meato ureteral. En ocasiones provoca obstrucción sobre el tramo urinario in ferior y el riñón contralateral también está dilatado .
  • 34. La sintomatología está relacionada con la infección urinaria, y se caracteriza por vómitos y brotes febriles en el lactante y polaquiuria, disuria y escozor miccional en el niño mayor. A veces se palpa una masa lumbar e incluso globo vesical. En las niñas el ureterocele puede protruir por el meato uretral. El diagnóstico se sospecha prenatalmente. La confirmación postnatal se realiza mediante eco- grafía y UIV que en los ureteroceles con riñón funcionante da una imagen llamada “en cabeza de cobra". Cuando el hemirriñón superior no funciona, lo que sucede en el 80% de los casos, la UIV da la imagen típica a nivel renal del hemirriñón superior hidronefrótico no funcionante, descrita para uréter ectópico , y a nivel de la vejiga la imagen intravesical de falta de relleno circular, de bordes lisos, radiotransparente, es típica del ureterocele . Debe practicarse siempre un a CUMS, ya que en aproximadamente el 50 % de los casos aparece reflujo vesicoureteral, que afecta con mayor frecuencia el hemisistema ipsilateral inferior. El riñón contralateral presenta reflujo con menos frecuencia y de bajo grado. El sistema del ureterocele sólo presenta reflujo si el ureterocele se ha roto. Un renograma con DMSA puede ayudar a establecer si es o no posible la recuperación de los distintos sistemas renales afectados, sobre todo del hemirriñón superior, asiento del ureterocele. En cuanto al tratamiento, la tendencia actual en los recién nacidos diagnosticados prenatalmente de ureterocele es practicar endoscópicamente un orificio en el mismo lo suficientemente amplio para asegurar su drenaje y lo bastante pequeño para impedir que aparezca reflujo. Los dos objetivos básicos que persigue la punción del ureterocele son: a) descomprimir los sistemas obstruidos por el ureterocele, y b) la recuperación funcional de estos sistemas. La indicación precisa de punción endoscópica: el recién nacido con un ureterocele que por obstrucción provoca una ureterohidronefrosis bilateral. El tratamiento clásico del ureterocele depende de que el hemirriñón superior sea recuperable o no. En el primer caso se procede a la extirpación del ureterocele y a la reimplantación uretero- vesical, o bien se practica una anastomosis del uréter superior a la pelvis inferior . Si el hemirriñón superior es irrecuperable, se realiza hemine-froureterectomía superior y extirpación del ureterocele, o bien heminefrectomía superior y aspiración del ureterocele.
  • 35. Cualquiera que sean las técnicas que se empleen, existe la posibilidad de tener que reimplantar algún uréter que presente un reflujo de alto grado y sea sintomático. En las técnicas en que se deja el ureterocele es posible que éste cree problemas y tenga que extirparse en una segunda operación. Megauréter congénito El concepto de megauréter ha sido muy debatido en Urología. Consideraremos como megauréter, la ureterohidronefrosis unilateral o bilateral que se presenta congénitamente y está provocada por la malformación obstructiva, localizada en el segmento yuxtavesical del uréter . Esta malformación puede ser orgánica o funcional y estar en período de actividad patógena o haberla superado. En la actualidad se sospecha prenatal mente por ecografía. La confirmación diagnóstica postnatal sigue el algoritmo exploratorio siguiente: la confirmación postnatal de una ureterohidronefrosis unilateral o bilateral, bien sea por ecografía o UIV (urografía intravenosa) debe inducir nos a practicar una CUMS (cistouretrografía miccional seriada). Esta puede mostrarnos un proceso obstructivo de tramo urinario inferior, generalmente unas válvulas uretrales. Si el tramo urinario inferior es normal, puede existir reflujo esencial como causa de la ureterohidronefrosis . Si no existe reflujo ni obstrucción del tramo inferior entramos de lleno en el diagnóstico de megauréter congénito, y nuestro esfuerzo diagnóstico ha de dirigirse a intentar demostrar si éste es obstructivo o no. Para ello, puede ayudarnos un renograma con diurético. En algunos casos difíciles la técnica de la doble inyección de diuréticos es útil. La imagen por UIV de la ureterohidronefrosis por megauréter congénito obstructivo presenta algunas peculiaridades que a veces la hacen identificable. La anatomía patológi ca del segmento obstructivo muestra una mezcla de hipertrofia muscular, fibrosis y displasia. En el momento actual, y grac ias al diagnóstico prenatal, somos más conservadores en el tratamiento del megauréter. En recién na cidos con poca o moderada dilatación de los cálices, y si el renograma no muestra una manifiesta obstrucción, está indicado un seguimiento mediante ecografías cada tres a seis o doce meses, y además se realizarán controles de la infección urinaria. El tratamiento quirúrgico está indicado en las obstrucciones comprobadas, y consiste en la extirpación del segmento estrecho y la reimplantación antirreflujo ureterovesical .
  • 36. La realización de una técnica antirreflujo adecuada en un uréter dilatado implica a veces la reducción del calibre ureteral. Si aún así no se pu ede obtener un túnel antirreflujo con la suficiente longitud, puede realizarse la fijación de la vejiga al psoas. Algunas de las ureterohidronefrosis congénitas no tienen ya potencial evolutivo porque la obstrucción se produjo intraútero, pero desapareció después, por lo que la ureterohldronefrosis que vemos es residual y sólo cabe vigilarla y evitar las infecciones. Una vez más, y gracias a la ecografía, podremos conocer la historia natural del megauréter congénito, y en ocasiones posponer o evitar la operación. Uréter retrocavo. Es una malformación muy ra ra en la que el uréter lumbar derecho se desvía medialmente, pasa por detrás de la vena cava y emerge para cruzar la cara anterior de la cava y reemprender su trayecto normal hacia la vejiga. Afecta sobre todo a varones. Se trata de una malformación vascular, más que ureteral. Se asocia a veces al riñón en herradura. El trayecto retrocavo ureteral provoca la obstrucción del uréter y la consiguiente ureterohidronefrosi s supraestenótica. El diagnóstico se sospecha por UIV y se confirma con la práctica de un cateterismo ureteral y pielografía ascendente. Si al mismo tiempo se realiza una cavografía, la imagen es definitiva. El tratamiento es quirúrgico. Válvulas ureterales Es una malformación obstructiva, menos rara de lo que se cree. Se trata de repliegues mucosos con soporte muscular y que obstruyen el flujo ureteral. Puede asentar en todo el trayecto ureteral, pero las hemos encontrado con más frecuencia en el segmento medio. El tratamiento consiste en la extirpación del segmento ureteral que aloja la válvula y la anastomosis ureteroureteral.
  • 37. MALFORMACIONES DEL TRAMO URINARIO INFERIOR Malformaciones vesicales Divertículos vesicales congénitos Están formados por una bolsa de mucosa vesical que protruye en forma de saco herniario, a través de un punto débil en la trama muscular del detrusor. Los más frecuentes asientan en el hiato ureteral, es decir, en el punto por donde el uréter entra en la vejiga, que es un punto débil situado cranealmente al meato ureteral. Por ello estos divertículos se denominan divertículos paraureterales. Aparecen con mayor frecuencia en varones que en mujeres. Pueden ser unilaterales o bilaterales. Su tamaño es variable; pueden medir desde unos milímetros hasta varios centímetros, y llegar a ser más grandes que la propia vejiga. Es posible que pasen desapercibidos toda la vida, o que produzcan síntomas relacionados con la infección urinaria y/o alteraciones de la micción. Por compresión sobre el uréter pueden causar ureterohidronefrosis obstructiva ipsilateral. Algunas veces obstruyen el tramo urinario común (uretra posterior) y pueden provocar ureterohidronefrosis bilateral y retención urinaria. También pueden causar reflujo vesicoureteral, ya que al extravesicalizar el segmento intramural del uréter desaparece el mecanismo antirreflujo . El tratamiento consiste en la extirpación del divertículo, lo que generalmente implica también la reimplantación ureterovesical. Extrofia vesical: Representa la falta de cierre de la vejiga y de la pared anterior abdominal. La vejiga está abierta en el hipogastrio. La extrofia vesical se asocia a epispadias completo, con lo que también el cuello vesical y la uretra están abiertos dorsalmente. La sínfisis del pubis no existe y las ramas púbicas están más o menos separadas entre sí. El ano se sitúa en una posición más anterior que la normal. Se presenta en uno de cada treinta mil nacimientos. La forma más grave la constituye la extrofia cloacal, en la que existe también una exteriorización del intestino a la piel con ausencia del recto y ano. Generalmente hay dos placas vesicales extróficas, una a cada la do del intestino, y el pene es
  • 38. también bífido. Afortunadamente es una malformación poco frecuente, que se presenta en uno de cada medio millón de nacimientos. Se cree que tanto el epispadias como la extrofia vesical son debidas a una falta de desarrollo de la membrana cloacal (que separa la cavidad amniótica y vejiga del celoma), lo que impide la formación de la pared abdominal infraumbilical, con la consiguiente exteriorización de la vejiga abierta. La perforación de la membrana provoca las distintas variedades, dependiendo de dónde se produzca. Así, la perforación distal produce epispadias, y la proximal extrofia. Si la perforación se asocia a la falta de descenso del septo urorrectal, se producirá el tipo de extrofia cloacal ya mencionado. Generalmente el tramo urinario superior y los riñones son normales. El diagnóstico puede sospecharse prenatalmente al observarse la ausencia repetida de la cavidad vesical en las distintas exploraciones con ultrasonografía. El aspecto del recién nacido establece el diagnóstico inmediatamente. En cuanto al tratamiento, debemos tener presente que constituye una auténtica urgencia neo- natal, ya que es con el tratamiento quirúrgico antes de las 72 horas de vida con el que se obtienen mejores posibilidades. La operación consiste en el cierre de la placa vesical y de la pared abdominal. Cuando se realiza en los tres primeros días no es necesario asociarla a una osteotomía ilíaca . Es una cirugía que debe ser realizada en Centros apropiados y por urólogos con experiencia. Mientras se espera para operar, es importante que la plac a vesical esté protegida con una lámina de plástico. No debe cubrirse con gasas ni con pomadas. Una vez obtenido el cierre de la placa ex-trófica qu eda aún por corregir la incontinencia urinaria y el epispadias. Esto se realiza de la manera que hemos mencionado antes, alrededor de los dos años de vida. En algunas placas extróficas muy pequeñas, que no pueden cerrarse, o cuando no se ha podido lograr que el niño sea continente, de be buscarse alguna so lución alternativa, que generalmente consiste en una derivación urinaria .
  • 39. Malformaciones de la uretra Válvulas de uretra posterior Es una malformación exclusiva del sexo masculino, relativamente frecuente (uno de cada tres mil nacimientos). Las válvulas son repliegues membranosos más o menos consistentes que desde el verumontanum se dirigen lateralmente por el tubo uretral hasta converger en la cara dorsal de la uretra posterior, cerca del esfínter externo. Forman dos repliegues cóncavos hacia la vejiga, que obstruyen el paso de la orina, ya que el chorro urinario los despliega, provocando la obliteración de casi toda la luz uretral. La obstrucción del tramo urinario inferior, común, provoca en el feto la dilatación de todo el tramo urinario suprayacente al punto obstructivo, y puede llegar a lesionar gravemente los riñones del niño, por lo que es una malformación grave que amenaza la vida del recién nacido y que incluso tratada adecuadamente, puede llevar al niño hasta la insuficiencia renal crónica unos cuantos años después. Diagnóstico. En la actualidad se establece la sospecha diagnóstica prenatalmente. Los más importantes son la presencia de dilataciones renoureterales bilaterales en un feto varón y la existencia de oligohidramnios. Pero hay otras malformaciones que pueden presentar estos mismos hallazgos, por lo que el diagnóstico debe confirmarse por exploraciones post-natales, que consisten en la práctica de una ultrasonografía, que si confirma la presencia de ureterohidronefrosis bilateral debe ir seguida de un cistograma miccional. Tratamiento. Estos niños pueden nacer con problemas hidroelectroliticos importantes y se infectan con facilidad. El primer paso del tratamiento consiste en obtener un buen balance hídrico, corregir la acidosis y equilibrar los electrolitos, y tratar o prevenir las infecciones urinarias. A veces es necesario establecer un drenaje urinario para evitar la obstrucción. Esto puede lograrse mediante un catéter introducido bien por vía uretral o bien por punción suprapúbica. En casos muy graves donde estas medidas no son suficientes, puede pensarse en practicar una derivación urinaria a nivel vesical (vesicostomía) o ureteral (ureterostomía) . El paso siguiente será la destrucción de las válvulas. Se realiza mediante cirugía endoscópica con un electrodo. Se necesita un instrumental endoscópico adecuado y una gran experiencia y delicadeza, ya que la uretra de un varón recién nacido es muy frágil.
  • 40. Estos niños necesitarán un control durante toda su infancia, ya que nacen con un cierto grado de insuficiencia renal que requerirá cuidados uronefrológicos prolongados. Ejemplos de patologías secundarias a las válvulas y que requerirán atención urológica después de que éstas hayan sido destruidas, son las siguientes: 1) Uno de los dos riñones es displásico y no funciona; en ese caso será necesaria la realización de nefrectomía. 2) Existe reflujo vesicoureteral importante. Deberá realizarse profilaxis médica, y eventualmente cirugía antirreflujo. 3) Vejiga trabeculada, hipertónica, que mantiene una ureterohidronefrosis bilateral. Requerirá tratamiento médico, y a veces ampliación vesical con intestino, y por encima de todo el control y/o profilaxis y tratamiento de la infección urinaria. Divertículos de la uretra anterior Constituyen dilataciones a expensas de la cara ventral uretral, generalmente. Pueden ser obstructivas o no serlo, y asientan a lo largo de toda la uretra bulbar y peneana. Generalmente, los más obstructivos asientan en la uretra bulbar. Los que asientan en la uretra distal, peneana, tienen un aspecto globular y no suelen ser obstructivos. Otra dilatación de la uretra peneana la constituye la megalouretra, que es una malformación uretral caracterizada por la ausencia de cuerpo esponjoso (megaburetra escafoide) o también de cuerpos cavernosos (megalouretra fusiforme). Ambos tipos pueden formar parte del complejo sindrómico del prune-belly. Ninguno de los dos es obstructivo. Patogenia. Los divertículos obstructivos provocan alteraciones tan importantes sobre el tramo superior y riñones como las ya mencionadas en las válvulas uretrales. El diagnóstico se establece mediante la CUMS y la uretrocistografía retrógrada. El tratamiento consiste en la extirpación del divertículo y la reconstrucción plástica de la uretra. Hipospadias Es la malformación uretral en la que el meato no se encuentra en la situación normal, es decir, la punta del glande, sino que está desplazado hacia abajo, desde el surco bálano-prepucial hasta el periné. Es una malformación muy frecuente (1 % de niños). De acuerdo con la situación del meato, los hipospadias se clasifican en distales y proximales.
  • 41. Las formas distales son las más frecuentes (90%) y menos graves. El meato puede estar desplazado en el mismo glande, en el surco bálanoprepucial, o en el pene sub-balánico . Las formas proximales son menos frecue ntes (sólo un 10 % de todos los hipospadias). El meato puede estar situado desde el medio-pene, hasta el ángulo penoescrotal, en la uretra interescrotal, o en el mismo periné . El prepucio no existe ventralmente, y queda reducido a un colgajo de piel prepucial situado dorsalmente. Esta piel prepucial debe conservarse, pues será de gran valor en la reconstruccion quirúrgica de las formas más graves proximales de hipospadias. En algunos hipospadias, sobre todo en los casos más graves, el pene está incurvado ventralmente y como enterrado entre los pliegues de la piel escrotal. A esta acodadura se la denomina chordee o cuerda ventral, y es muy importante identificarla y corregirla antes de proceder a la uretroplastia, porque de lo contrario esta incurvación impedirá la erección recta del pene y dificultará su introducción en la vagina. El chordee puede presentarse sin hipospadias, es decir, con el meato normalmente situado . El tratamiento es siempre quirúrgico, y en la actualidad existen técnicas que permiten la corrección de todo tipo de hipospadias, generalmente en un solo tiempo quirúrgico, con resultados estéticos adecuados. Pólipos de uretra posterior Rara entidad de la que apenas se han descrito 400 casos. Es una tumoración sólida, pediculada, benigna, congénita, compuesta de tejido conjuntivo, músculo liso, tejido glandular y epitelio de revestimiento. Se origina generalmente en la zona de verumontanun, pero se han descrito en cara anterior de uretra posterior, cuello vesical y uretra anteríor La expresión clínica habitual se deriva de la obstrucción que provoca y que suele ser intermitente. Pueden producírse episodios de retención aguda o producir simplemente hematuria. El diagnóstico se realiza mediante uretrografia retrógrada que evidencía una imagen lacunar en uretra posterior muy característica. Se confirma endoscópícamente. La resección transuretral endoscópica es el tratamiento de elección, tiene carácter curativo y no se describen recidivas. Estenosis bulbar Es muy discutida, en ocasiones se consider a una válvula uretral tipo III. Localizada en la unión de uretra membranosa (procedente del seno urogenital) y bulbar (origen ectodérmíco), seria
  • 42. consecuencia de una alteración en la unión de ambas estructuras. Es generalmente una estenosis blanda y corta, sin afectación periuretral, que la hace subsidiaria de tratamiento endoscópico, aunque no siempre es eficaz y puede requerir uretroplastía abierta. Megalouretra Es una rara entidad (menos de 100 casos descritos), definida como una dilatación sacular de la totalidad de la uretra peneana. No tiene caracter obstructivo y se describen dos tipos: el escafoideo (consecutivo a ausencia de cuerpo esponjoso y diagnosticada por la dilatación llamativa durante la micción) y el tipo fusiforme (consecuencia de ausencia de cuerpo esponjoso y cuerpo cavernoso, que evidencia un pene blando, elongado y con piel redundante). Se asocia frecuentemente a síndrome de Prune-Belly (criptorquidia, ausencia de musculatura abdominal y alteraciones urinarias variables o anormalidades cloacales y estas asociaciones determinan el pronóstico. Epispadias Se define como la desembocadura del meato uretral en la cara dorsal del pene. Es poco frecuente (1:117.000 varones), afecta más a varones que a mujeres (5:1) y puede ser glandar (10%-15%), peneano (20%-30%) o peno-púbico (40%-60%). Todos los tipos se asocian a un grado variable de «cordé» dorsal y el peneano y peno-púbico a incontinencia en 70% y 100%, respectivamente. Los pacientes con peno-púbico, tienen la sínfisis pubiana divergente y reflujo vésico-renal en 30%-40% de los casos. En las mujeres se asocía clítoris bífido, aplanamiento del monte de Venus y separación de labios, se objetivan tres grados y sólo el más severo se acompaña de incontinencia. El tratamiento quirúrgico pr ocura continencia en el 50%-90% de los incontínentes y satisfactorias relaciones sexuales en el 80%. Patologia congénita peneana Fimosis El prepucio redundante y no reductible es fisiológico al nacer y se resuelve con el paso del tiempo. Sí persiste en la adolescencia se trata quirúr gicamente (circuncisión). En niños sólo se opera si es responsable de balanitis de repetición. Su influencia como factor de riesgo de infección urinaria es discutible.
  • 43. Incurvación peneana congénita La segunda causa más frecuente de curvatura peneana después de la enfermedad de La Peyronie. Se trata de una incurvación peneana indolora en erección, se diagnostica habítualmente en la adolescencia. El diagnóstico es clínico, aunque la fotografia del pene en erección (test de Kelâmi) puede ayudar a definir mejor el tipo y ángulo de desviación. El tratamiento es siempre quirúrgico pero sólo está indicado cuando la deformidad peneana dificulta la vida sexual del paciente o cuando supone un motivo de preocupación importante y pérdida de autoestima. Existen diferentes técnicas de corporoplastia que persiguen el mismo objetivo: conseguir un pene recto en erección. Patologia congénita testicular Criptorquidia Aparece en el 3-5% de los nacidos al año de vida en un 0,8% -1%, siendo bilateral en el 15%. Es necesario distinguirlos de los testes retráctiles o en ascensor que descienden al escroto con manipulación, son consecuencia de un reflejo cremastérico vivo y no tienen carácter patológico. Los testes criptorquidicos situados en conducto inguinal son bien palpables. Cuando no se palpan entre un 20 %-45% padecen anorquia, del 30%-39% son intraabdominales, y entre el 25%- 41% presentan error en la palpación. El diagnóstico de anorquia bilateral se realiza midiendo niveles de gonadotrofinas (tres desviaciones estándar más elevadas) y realizando prueba de estimulación con gonadotrofinas (en las inmediatas 24 horas en niños normales la testosterona aumenta cuatro veces su valor normal). El diagnóstico de anorquia unilateral requiere exploración quirúrgica. La criptorquidia conlleva un riesgo de cáncer de testículo de siete a nueve veces mayor que la población normal. Tratamiento Tratamiento médico. Es de carácter hormonal. Se fundamenta en la tesis no demostrada, de que la criptorquidia es secundaria a un déficit en el eje hipotálamohipofisario. Se utiliza LHRH y HCG, separadamente o en combinación, la primera por vía intramuscular (IM) o nasal (20 mcg/día), l a segunda por vía IM (10000 UI en tres semanas). La asociación parece más eficaz (28% de
  • 44. buenos resultados con un fármaco, 38% en combinación y 0% con placebo). Se realiza después de los seis meses de vida. Con este tratamiento se pretende emular la oleada hormonal de los tres meses de vida. Tiene un alto índice de recídiva. Produce el cierre del «proceso vaginalis» cuando persiste después de tratamiento hormonal tiene carácter pronóstico negativo (90% de alteraciones epididimarías, 62% de severa reducción de células germinales, 42% de ausencia de células germinales). Sí el tratamiento hormonal no influyera en el descenso testicular, si permitiría distinguir a los pacientes con teste retráctil, mejorar la vascularización y provocar un cordón más laxo que facilita la cirugía. Tratamiento quirúrgico. Denominado orquidofunículisis, debe realízarse entre uno y dos años porque las lesiones son dependientes del tiempo, progresivas e írreversibles.
  • 45. TRAUMA UROGENITAL I.TRAUNATISMOS RENALES Las lesiones renales son las más comunes del sistema urinario. 1. Etiología:  Traumatismos cerrados o Contusiones:  Acción directa de agente traumatizante  Acción indirecta o de contragolpe(caídas , accidentes de tránsito por desaceleración brusca)  Traumatismos abiertos :heridas  Arma punzo cortante  Proyectiles 2. Patología: Las laceraciones debidas a un traumatismo por contusión por lo general ocurren en el plano transverso del riñón. En lesiones por desaceleración rápida, el riñón se desplaza hacia arriba o hacia abajo, provocando un estiramiento repentino en el pedículo renal y en ocasiones avulsión completa o parcial. 3. Clasificación: GRADO III GRADO I GRADO II GRADO IV GRADO V
  • 46. a) Grado I: Contusión o hematoma subcapsular sin laceración parenquimal b) Grado II: Hematoma perirrenal o laceración de la cortical de más de 1 cm. c) Grado III: Lesión de la corticalde más de 1 cm. d) Grado IV (Laceración): Laceración de todo el parénquima y compromiso de cavidades renales. e) Grado IV(Vascular):Lesión de la arteria o de la vena renal f) Grado V (Laceración): Estallamiento renal. g) Grado V(Vascular): Avulsión del hilio con desvascularización del riñón EMERGENCIA 4. Síntomas y signos Contusión y ruptura subcapsular: dolor lumbar, hematuria macro o microscópica Ruptura con desgarro de cápsula y ruptura completa: dolor lumbar, hematuria, hematoma palpable, reacción peritoneal, hipotensión arterial. Estallamiento renal: da lugar a los síntomas similares a los anteriores pero con másintensidad, debido a que la hemorragia es más importante con franca tendencia al shock. Laceración del pedículo produce hemorragia masiva con muerte del paciente si es que no se practica la hemostasia y reparación inmediata. La magnitud d la hematuria no guarda relación con la severidad del trauma. 5. Diagnóstico: Teniendo en cuenta el antecedente traumático y la sintomatología  Urografía Excretora: cuando tensión arterial >80 mmHg, se aplica 250cc de contraste yodado a goteo rápido. Datos: la existencia del riñón contralateral, presencia de hematoma retroperitoneal, tipo de lesión del riñón traumatizado  Ecografía: evalúa condiciones anatómicas del riñón contralateral, cual es el tipo de lesión existente no es correcta cuando hay hematoma retroperitoneal importante.
  • 47.  TAC :Gold Estándar, muestra con claridad las lesiones ,la existencia de hematoma, la extravasación de orina y la función tanto dl riñón lesionado como el indemne (cuando se usa contraste)  RMN  Arteriografía : indicación cuando se supone que existe obstrucción de la arteria renal por un trombo. 6. Diagnóstico diferencial: El traumatismo en zonas del abdomen y el flanco no siempre está asociado con lesión renal. En tales casos no se observa hematuria y los resultados de los estudios de imagenología son normales. 7. Complicaciones:  C .Tempranas  Hemorragia la más inmediata, más importe de lesión renal  Extravasación urinaria como consecuencia de fractura renal  C. Tardías  Hipertensión  Hidronefrosis  Fístula arteriovenosa  Formación de cálculos y pielonefritis 8. Tratamiento: Contusión renal y ruptura subcapsular solo requiere tratamiento médico: reposó en cama mientras dure la hematuria macroscópica y luego descanso medico por 30 a 40 días y estimular la diuresis con buena hidratación oral o parenteral. Ruptura con desgarro de cápsula generalmente sólo requiere tratamiento médico, pero cuando las condiciones
  • 48. 9. Pronóstico: Con un cuidadoso seguimiento, la mayor parte de las lesiones renales tienen un pronóstico excelente, con curación espontánea y el regreso de la función renal. La urografía excretora de seguimiento y la vigilancia de la PA aseguran la detección, y el tratamiento apropiados de la hidronefrosis e hipertensión posteriores. II.LESIONES DE URÉTER Los uréteres, por ser órganos móviles, delgados y localizados en el retroperitoneo, escapan fácilmente a los traumatismos. Esto explica por qué son pocos frecuentes las lesiones ureterales. 1. Etiología: Producidos por agentes externos Producidos iatrogénicamente Lesiones penetrantes Cirugía Abierta Herida de bala Herida por arma blanca Ginecológica Abdominal Lesiones no penetrantes Cirugía Endoscópica Traumatismos severos del esqueleto Avulsión Cateterismo uretral Extirpación endoscópica de cálculo uretral Ureteroscopía 2. Patogénesis El uréter puede llegar a ligarse y cortarse de manera involuntaria durante una cirugía pélvica difícil. Si un uréter parcialmente dividido no es reconocido en la cirugía, a continuación ocurrirá extravasación urinaria formación de urininoma. 3. Síntomas y signos Producen hemorragia que pocas veces es masiva y perdida de orina en el retroperitoneo en forma lenta y progresiva.
  • 49. Un solo síntoma en el momento inicial de la lesión hematuria, tiene las siguientes características:  Solo se encuentra del 45 al 63 % de los pacientes  El 50% de las hematurias suelen ser microscópicas. Tardíamente aparecen  Dolor en el flanco debido a la extravasación de la orina  Fiebre, cuando la orina extravasada se infecta  Íleo paralitico como reflejo del proceso irritativo de la orina extravasada  Urinoma ,con deformación de la pared lumbar  Hipotensión hipovolémica sin hematuria  Fistula urinaria  Peritonismo 4. Diagnóstico: a) Urografía excretora: tomada por infusión con el objetivo de opacificar mejor la vía urinaria puede mostrar lo siguiente  Vía excretora normal  Extravasación de contraste  Dilatación ureteral  Exclusión renal b) Pielografía translumbar o retrógrada cuando la urografía excretoria no aporta datos concluyentes c) Ecografía nos mostrara el acumulo de sangre o de orina alrededor de la lesión. d) Examen de orina: descartar la hematuria ,teniendo en cuenta que cuando esta se presenta es solo en el 50% es macroscópica Cuando la lesión ureteral se produce durante la cirugía abierta: a) Aplicación endovenosa de algún colorante (índigo carmín o azul de metileno), con el objetivo de ver el lugar por donde este se extravasa indicando así la lesión uretral. b) Aplicar dos ampolla juntas de furosemida por vía endovenosa, para forzar la diuresis y ver el lugar por donde filtra la orina c) Cateterizar el uréter ya sea practicando ureterostomia sobre la posible lesión.
  • 50. 5. Diagnóstico diferencial Obstrucción del intestino y la peritonitis posoperatorias pueden causar síntomas similares La pielonefritis aguda al inicio del posoperatorio también puede dar resultado datos similares. 6. Complicaciones Formación de estenosis, consiguiente hidronefrosis en el área de la lesión La extravasación urinaria crónica no reconocida puede llevar a la formación de un gran urinoma retroperitoneal. 7. Tratamiento: depende de la causa Cuando la causa del traumatismo es una herida de bala la solución definitiva debe ser diferida para ser realizada 8 a 10 días después. Procedimientoendoscópico: cateterismo uretral por 5 a7 días Producida en cirugía abierta y se detecta en el mismo acto quirúrgico, la solución es una anastomosis termino terminal y si la lesión es próxima a la vejiga se puede practicar un reimplante ureteral Si la lesión se detecta tardíamente o si es producida por un traumatismo cerrado, dependiendo del nivel de la lesión, se puede practicar  Anastomosis termino terminal  Transuretero-ureterostomia  Reimplante ureteral 8. Pronostico Es excelente siempre y cuando el diagnostico sea temprano y la cirugía correctiva se lleve a cabo de modo puntual. III.LESION EN LA VEJIGA Ocurren con mayor frecuencia como resultado de un impacto externo y a menudo se ven acompañadas de fracturas pélvicas.
  • 51. 1. Etiología Golpe en el hipogastrio con vejiga llena, en estos casos la vejiga sobrepasa el borde superior del pubis y está expuesta a los traumatismos, la lesión es intraperitoneal, por cuanto la vejiga estalla en su parte superior. Ruptura de pubis en este tipo de trauma las esquirlas óseas son las que lesionan a la vejiga, dando ruptura extraperitoneal. 2. Síntomas y Signos  El paciente al tratar de miccionar, solo evacua sangre.  Signo capital ANURIA SANGRANTE  Si las lesiones son pequeñas, puede retenerse orina en ella, dando lugar a una hematuria.  En ruptura vesicales intraperitoneales, anuria sangrante más peritonismo.  Ruptura extraperitoneal, suele aparecer hematoma suprapubico. 3. Diagnóstico: Cistografía: llenar bien la vejiga con 300 a 400cc de contraste y tomar placas en frontal y en oblicuas 4. Complicaciones Puede sobrevenir absceso pélvico 5. Tratamiento: Es la sutura de la lesión, especialmente si se trata de rupturas intraperitoneales. Se recomienda sutura continua, catgut crómico, Vicryl o Dexon 0 o 1, terminada la sutura debe colocarse sonda Foley por vía uretral, para garantizar una adecuada evacuación de orina. Rotura extraperitoneal de la vejiga: cuando no son muy grandes, sonda uretral por 7 a 10 días y antibioticoterapia. Rotura intraperitoneal: deben repararse mediante acceso transperitoneal. 6. Pronostico Con tratamiento apropiado, el pronóstico es excelente.
  • 52. IV.LESIONES EN LA URETRA El sexo masculino es el que está más expuesto a los traumatismos de la uretra y las porciones que con más frecuencia se lesionan son la uretra membranosa y la bulbar. 1. Etiología La lesión de la uretra membranosa (uretra posterior), se produce cuando hay ruptura de la pelvis ósea o disrupción de la sínfisis del pubis. La lesión de la uretra bulbar (uretra anterior) ,se produce cuando hay una caída en horcajadas o cuando algún objeto contundente comprime a la uretra bulbar contra el pubis a través del periné. 2. Tipos de traumatismo a) Totales: se lesiona todas las capas de la uretra, permitiendo la extravasación de la orina.  Completas: se queda separada la uretra en dos porciones  Incompletas: cuando sólo se lesiona parte de la uretra, permaneciendo el resto unido. b) Parciales: cuando sólo se lesionan la mucosa o la vascular, más no el resto de la pared uretral, por tanto no hay perdida de orina. 3. Síntomas: Principal uretrorragia, el paciente llega a emergencia por retención urinaria. o Ruptura parcial: puede miccionar adecuadamente, marcada uretrorragia o Ruptura total: ligerauretrorragia, lamayor parte de la sangre perdida se extravasa al exterior dando lugar a un hematoma periuretral. o Ruptura total es completa: no puede miccionar o Ruptura total es incompleta: si puede miccionar cuando recién se ha producido la lesión. Cuando se produce a nivel bulbar, el hematoma o la colección urohematica se va a ubicar de acuerdo al compromiso de la fascia de Buck.La fascia de Buck integra contiene el hematoma sobre la diáfisis. Si hay ruptura de la fascia de Buck, el hematoma se extiende sobre el periné hasta las espinas isquiáticas, dando el signo en “alas de mariposa”. 4. Diagnostico o Cuando existe el antecedente de caída en horcajadas o de ruptura de pelvis ósea. o Uretrografía retrógrada, muestra el sitio de extravasación y ubicación de la lesión. 5. Diagnóstico Diferencial
  • 53. La ruptura vesical puede ir acompañada de lesiones uretrales posteriores, en 20% de los casos. 6. Complicaciones o Estenosis uretral: se produce por la extirpación parcial del callo fibroso cuando la cirugía se ha practicado tardíamente o por la fibrosis de la propia sutura uretral. o Perdida de erección: esta complicación suele producirse generalmente por daño que durante el traumatismo sufren los nervios cavernosos. 7. Tratamiento a) Roturaparcial: para el sangrado de la lesión de la mucosa o de la vascular y favorecer su cicatrización. Sonda Foley 18 o 20 y traccionarla fijándola al muslo, para hacer hemostasia por compresión. b) Ruptura total sea completa o incompleta :  Tratamiento de emergencia La gran emergencia es la retención urinaria para ello se usa la citostomia (talla vesical)  Reparación de la lesión Cuando la ruptura es total y completa, el tratamiento definitivo es la URETRORRAFIA que debe efectuarse a partir del 7mo día (se produce la hemostasia fisiológica) del traumatismo y antes del 30avo día(se encuentran coágulos en proceso de organización y fibrosis) 8. Pronostico Si las complicaciones pueden evitarse, elpronóstico es excelente. V.TRAUMATISMOS DE PENE Son pocos frecuentes debido a que el pene en flacidez fácilmente escapa a los traumatismos. 1. Tipos Abiertos Cerrados Atriccion :se produce por comprensión del pene con poleas,fajas,cadenas o mordeduras de animales Ruptura de los cuerpos cavernosos: durante erección hay luxación del pene. Sección por arma blanca Estrangulación : en la parafimosis
  • 54. 2. Diagnostico Los traumatismos abiertos fácilmente se diagnostican sólo observar el órgano lesionado. Los traumatismos cerrados se diagnostican por el antecedente traumático y por la observación del gran hematoma. 3. Sintomatología a) Abiertos:  Dolor no suele ser muy intenso  Sangrado depende del compromiso de los vasos o de los cuerpos cavernosos y no presenta en los casos de estrangulacion .  Presencia de la lesión b) Cerrados  Dolor moderado marcado hematoma que ocupa el pene en mayor o menor extensión.  Apariencia del pene flexionado. 4. Tratamiento  Lesiones superficiales: sutura de la piel catgut 3 “0”  Si hay destrucción de parte del pene, hay que proceder a las extirpaciones la zona lesionada.  Si hay lesión de los cuerpos cavernosos, suturar primero los cuerpos cavernosos con sutura vascular “0” y luego reparar la piel con catgut crómico 3 “0”.  Si se ha producido la amputación del pene, es factible practicar el reimplante.  Si no se hace la reparación quirúrgica de urgencia, los cuerpos cavernosos lesionados se deforman por la cicatrización y dan lugar a la perdida de la erección o a la deformación del órgano. VI.TRAUMATISMO DEL ESCROTO Estos traumatismos se producen por lesión con poleas, fajas, cadenas o por armas de fuego. 1. Tratamiento  Si la lesión es superficial, la solución es la sutura  Si hay pérdida de parte de la piel y no es posible cubrir el testículo, este órgano puede ser trasladado al hemiescroto contralateral, junto con el otro testículo o en su defecto, puede sumergirse bajo la piel del muslo.
  • 55. VII.TRAUMATISMO DEL TESTICULO Los testículos suelen escapar a los traumatismos por su gran movilidad, también pueden ser lesionados. 1. Tipos o Abiertos :producidos por arma blanca o por arma de fuego o Cerrados : producidos por golpe en el escroto 2. Sintomatología Abiertos Cerrados  Dolor  Sangrado  Exposición del testículo lesionado o Dolor o Hematocele,cuando no se ha roto la vaginal o Hematoma escrotal, cuando se ha lesionado la vaginal. 3. Diagnostico Traumatismos abiertos Traumatismo cerrados El diagnostico se hace fácilmente apreciando la lesión Hematoma escrotal Hematocele(transluminacion negativa) 4. Tratamiento o Sutura de la lesión o Cuando se rompe la albugínea, el parénquima testicular se hernia y se edematiza, siendo difícil introducir el parénquima para suturara la albugínea. En estos casos, hay que resecar el parénquima testicular herniado y suturar la albugínea con catgut crómico 2 “0”.
  • 56. LITIASIS URINARIA DEFINICIÓN: Litiasis Renal: Es la expresión de un complejo grupo de alteraciones o procesos patológicos cuya consecuencia es la formación de un cálculo. Litiasis quirúrgicamente activa: Es la existencia de cólico nefrítico, obstrucción o infección urinaria. Litiasis metabólicamente activa:  Evidencia radiológica de crecimiento litiásico en el último año.  Eliminación documentada de arenilla en el último año.  Evidencia radiológica de nueva formación litiásica. Litiasis inactiva: Ausencia de lo anterior. Litiasis de actividad indeterminada: la no disponibilidad de radiografías previas o de información de aspectos de lo anterior estado de litiasis. Parece ser que todo elemento excretado con la orina , en concentracin suficiente para precipitar puede formar un cálculo o ser constituyente de él, siendo los principales: calcio en un 90% y oxalatos en un 70%. INCIDENCIA: En EEUU uno de cada 1000 se hospitaliza por litiasis; en Tailandia 8 de cada 1000y en Granada, España 4,25% de la población sufre de litiasis. En nuestro país la Región norte es la zona de mayor incidencia litiásica. Se presenta generalmente entre los 20 y 50 años y 3 veces más en el sexo masculino. En relación a su frecuencia en relación a la constitución química es:  Oxalato de calcio 20-80 %  Fosfato de calcio 5-10%  Fosfato de magnesio y amonio 5-10%
  • 57.  Acido Úrico 5-10%  Cistina 1-5% . CARACTEÍSTICAS ESTRUCTURALES: Costituidos de 2 tipos de material: • Cristaloides : Sust. de bajo peso mol. como Calcio y acido úrico, representan el 95 al 97.5% • Matriz : Sust. de Alto peso mol. Gluco o mucoproteinas, representan el 2,5 a 5% TEORIAS DE LA FORMACIÓN DE CÁLCULOS: La orina es una solución sobresaturada metastable de cristaloides y otras sustancias. Se afirma que la formación de los cálculos puede deberse a una o al conjunto de las teorías siguientes: Teoría de la saturación y cristalización de sales minerales: TEORÍA FÍSICA. Si no hay equilibrio entre soluto y solvente, las sales precipitan y se forman cristales por sobresaturación. Teoría de la matriz proteica: El tracto urinario puede padecer una inflamación por diversos motivos, por lo tanto, hay salida al lumen de sustancias proteicas y detritus celulares, que servirían de núcleo para la agregación de sales minerales o de sustancias cristalinas poco solubles. Mucoproteina Urinaria seria el Núcleo. Teoría de la ausencia de inhibidores: La orina normal contiene sustancias inhibidoras de precipitación-cristalización (péptidos-pirofosfatos, mucopolisacáridos y algunos iones como citratos y magnesio).La ausencia de estas sustancias permitiría la precipitación, cristalización y formación del cálculo. FACTORES PREDISPONENTES: Favorecen: 1. Factores químicos: presencia de cristales o iones. Si hay más, aumentan las posibilidades de formar cálculos (iones como fosfato, magnesio, oxalato y calcio) 2. Factores físicos: pH urinario, influye en la solubilidad de una sal. A pH alcalino se favorece la formación de cálculos cálcicos (oxalato y fosfato de calcio), pues se favorece la precipitación de las sales de calcio.