1. NOVEDADES Y ESTRATEGIA S EN EL CODIGO ICTUS Dra. Adela Benítez Guerrero F.E.A. MF y RHB UGC MF y RHB Hospital Regional Carlos Haya
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10. Rhb en paciente con ictus La decisión del ámbito mas adecuado tiene que ser individualizada -Debe implicar al paciente y a sus cuidadores -Se tiene que considerar con flexibilidad por la situación de cada paciente Hay perfiles clínicos y sociofamiliares más adecuados para cada ámbito, donde la rehabilitación tiene mejores resultados.
11. Rhb en paciente con ictus Debe tenerse en cuenta que la ubicación del paciente puede ir cambiando a lo largo de su proceso de rehabilitación, SIN PERDER la coordinación ni la continuidad. Hay que asegurar la capacidad de tratar al paciente en cualquier ámbito de atención con los recursos necesarios
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31. Alteración de la función motora El aleccionamiento específico en tareas concretas mejora la ejecución de estas (por ejemplo, adiestrando la marcha mejora su velocidad). (GPCC, SIGN B) La reeducación de la marcha con banda sin fin y apoyo parcial del peso NO se recomienda de manera rutinaria ( GPCC, SIGN A) La reeducación de la marcha con banda sin fin y apoyo parcial del peso (< 40 %) desde el día 30 hasta los 3 meses se puede considerar un método coadyuvante a la terapia convencional ( GPCC, SIGN B)
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46. Neuroprotección Dávalos A, Castillo J, Alvarez-Sabín J, Secades JJ, Mercadal J, López S et al. Oral citicoline in acute ischemic stroke: an individual patient data pooling analysis of clinical trials. Stroke. 2002; 33: 2850-2857 La única excepción la constituye la CITICOLINA , que en un análisis de los datos acumulados de pacientes individuales (pooling data) procedentes de 4 ensayos clínicos prospectivos , aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo de citicolina oral en pacientes con ictus isquémico en fase aguda , demuestra como el tratamiento con citicolina oral (2gr/d) iniciado en las primeras 24 horas de un ictus moderado o grave aumenta de forma significativa la probabilidad de recuperación completa a los 3 meses.
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50. Educación –informacion Los servicios sociales y sanitarios tienen que velar porque los pacientes y familiares reciban información sobre las organizaciones locales de apoyo (asociaciones de afectados, voluntariado) en el supuesto de que haya en su entorno (RCP D). Los programas informativos/educativos ofrecidos por los equipos de ictus y dirigidos conjuntamente a pacientes y familiares/cuidadores reducen la ansiedad del paciente a largo plazo (GPCC A ). Las personas que han sufrido un ictus y sus familiares y cuidadores tienen que recibir información y consejo , y tener la oportunidad de hablar sobre el impacto de la enfermedad en su vida (NZGG A ).
Aunque la decisión tiene que ser individualizada, debe implicar al paciente y a sus cuidadores y se tiene que considerar con flexibilidad por la situación de cada paciente: hay perfiles clínicos y sociofamiliares más adecuados para cada ámbito, donde la rehabilitación tiene mejores resultados. Debe tenerse en cuenta que la ubicación del paciente puede ir cambiando a lo largo de su proceso de rehabilitación, sin perder la coordinación ni la continuidad Los servicios de rehabilitación sociosanitarios y comunitarios tienen que disponer de un equipo experto en rehabilitación del ictus para tratar a los pacientes con discapacidad residual que son dados de alta del hospital. Hay que asegurar la capacidad de tratar al paciente en cualquier ámbitode atención con los recursos necesarios según los criterios de esta Guía.
Debe tenerse en cuenta que la ubicación del paciente puede ir cambiando a lo largo de su proceso de rehabilitación, sin perder la coordinación ni la continuidad Los servicios de rehabilitación sociosanitarios y comunitarios tienen que disponer de un equipo experto en rehabilitación del ictus para tratar a los pacientes con discapacidad residual que son dados de alta del hospital. Hay que asegurar la capacidad de tratar al paciente en cualquier ámbitode atención con los recursos necesarios según los criterios de esta Guía.
Los programas que pueden relacionarse con una mayor supervivencia y menor dependencia se caracterizan por una corta estancia hospitalaria (entre 3 y 4 semanas), alta intensidad (mínimo tres horas de tratamiento rehabilitador diario), intervención de un equipo multidisciplinario experto coordinado por un médico rehabilitador y con posibilidad de acceso a la tecnología adecuada en la valoración y tratamiento de los pacientes.
Los pacientes que inician la rehabilitación durante la primera semana después del ictus tienen menos discapacidad y más calidad de vida a largo plazo que los que la inician más tarde (Musicco et al., 2003).
Los pacientes que han sufrido un ictus deben ser movilizados tan pronto como sea posible y lo permita su situación clínica (RCP B) Las necesidades de RHB de todos los pacientes deben evaluarse en las primeras 24-48 horas tras el ictus (NZGG C )
Aunque el mayor grado de recuperación neurológica del déficit tiene lugar en los tres primeros meses y la recuperación funcional en los seis primeros meses, el proceso de adaptación a la discapacidad y reintegración a la comunidad puede ser más prolongado. Durante los 6 primeros meses tras el ictus, si hay discapacidad, debe mantenerse el tratamiento rehabilitador y prolongarse durante el primer año hasta la estabilización del proceso, siempre que persistan los objetivos funcionales. El tratamiento rehabilitador ha de finalizar cuando no se identifiquen nuevos objetivos funcionales a alcanzar, o cuando el paciente no quiera continuar (NZGG D)
A partir de los primeros 6 meses del ictus, en los pacientes con limitación de la actividad , debe evaluarse la indicación de un periodo de RHB planificado por objetivos ( RCP A). Los pacientes han de seguir teniendo acceso a los servicios de RHB en la fase crónica para evaluar las necesidades a largo plazo. (SIGN D) Tras el primer años postictus puede aparecer deterioro funcional por diferentes causas puede requerir tratamiento puntual de corta duración para volver a nivel funcional previo. Durante los 6 primeros meses tras el ictus, si hay discapacidad, debe mantenerse el tratamiento rehabilitador y prolongarse durante el primer año hasta la estabilización del proceso, siempre que persistan los objetivos funcionales. El tratamiento rehabilitador ha de finalizar cuando no se identifiquen nuevos objetivos funcionales a alcanzar, o cuando el paciente no quiera continuar (NZGG D)
EVALUACION PERIODICA Para evaluar los resultados hay que distinguir si se considera el déficit, la limitación de la actividad o la restricción de la participación, siguiendo el modelo de enfermedad propuesto por la OMS. En los resultados del programa rehabilitador hay que tener en cuenta, además de la limitación de la actividad o discapacidad, el destino al alta y la calidad de vida.
Hay que utilizar métodos y escalas objetivas y validadas para identificar los objetivos, planificar el tratamiento y evaluar los resultados. Las escalas de limitación de la actividad con mayor validez, fiabilidad y consenso en la rehabilitación del ictus son el índice de Barthel y la medidade independencia funcional (FIM) . Además de escalas globales de resultados es recomendable utilizar medidas de resultado que incluyan AVD instrumentada
Todos los pacientes con una lesión en el hemisferio dominante que presenten alteraciones del lenguaje tendrían que ser valorados por un profesional experto en patología del lenguaje utilizando métodos válidos y fiables ( RCP, SIGN C). Si el paciente presenta una afasia, el especialista en patología del lenguaje debe informar al personal y a la familia de las deficiencias y las incapacidades que presenta, de cómo facilitar la comunicación y de cuáles son las técnicas de comunicación apropiadas a su déficit ( RCP,SIGN A). El especialista en patología del lenguaje tiene que valorar la conveniencia de un tratamiento de logopedia intensivo. Los estudios sugieren que se tienen que hacer entre dos y ocho horas semanales de tratamiento de logopedia ( RCP B).
Todos los pacientes con una lesión en el hemisferio dominante que presenten alteraciones del lenguaje tendrían que ser valorados por un profesional experto en patología del lenguaje utilizando métodos válidos y fiables ( RCP, SIGN C). Si el paciente presenta una afasia, el especialista en patología del lenguaje debe informar al personal y a la familia de las deficiencias y las incapacidades que presenta, de cómo facilitar la comunicación y de cuáles son las técnicas de comunicación apropiadas a su déficit ( RCP,SIGN A). El especialista en patología del lenguaje tiene que valorar la conveniencia de un tratamiento de logopedia intensivo. Los estudios sugieren que se tienen que hacer entre dos y ocho horas semanales de tratamiento de logopedia ( RCP B).
Puede afectar hasta a un 30 % de los pacientes con ictus. Puede dificultar o incluso impedir la rehabilitación y se asocia con estancias hospitalarias más largas y peores resultados
La formación/educación facilita el aprendizaje de habilidades y permite conocer los recursos sociales de apoyo.