2. El problema comienza cuando el miedo nos
paraliza, cuando nos impide avanzar y nos
condena a la inmovilidad generando
sentimientos de insatisfacción
3. Analiza el miedo. Una
vez que sepas a qué le
temes, pregúntate por
qué.
Concreta el
miedo. Mientras más vago y
difuso sea el temor, más
aflicción causa
4. Enfrenta el miedo. Imagina
la peor situación posible y
piensa en cómo saldrías de
ella.
Vive el miedo. Casi
siempre, negar las
emociones e intentar
esconderlas es
contraproducente.
5. Domina tu cuerpo. Cuando
sentimos miedo se
desencadenan una serie de
reacciones a nivel
fisiológico, algunas de ellas
tienen un fuerte
componente automático y
no las podemos controlar
Cambia las ideas que
reafirman el temor. A menudo,
cuando sentimos miedo, por
nuestra mente cruzan muchas
ideas que consolidan el temor,
6. Revive vivencias
reconfortantes. Para vencer las
sensaciones que genera el
miedo, suele ser de gran ayuda
pensar en situaciones en las
que te has sentido seguro y
cómodo.