La terapia cognitivo-conductual trata los trastornos emocionales y de la personalidad mediante la comunicación entre el paciente y el terapeuta, y el uso de métodos basados en teorías conductistas y de la psicología cognitiva. Se centra en identificar y modificar los patrones de pensamiento disfuncionales que producen efectos adversos, con el objetivo de mejorar al paciente enfocándose en su individuo y proporcionándole apoyo psicológico.