2. 1.- LAATENCIÓN
La atención tiene que ver con el grado de activación de un grupo neuronal.
En esta activación están implicadas redes atencionales cuya función
principal es influir en el funcionamiento de otras redes neuronales.
1.1.Redes atencionales
Según Posner et al. (1990) hay tres redes atencionales:
1) red de alerta
2) red de orientación y
3) red de control ejecutivo.
Cada una de estas redes tiene una función determinada y está asociada a
neurotransmisores que actúan en distintas regiones cerebrales.
3. Red de alerta
Hace referencia al nivel de activación general del cerebro, implica
a todo el cerebro y está relacionado con la capacidad de reacción
ante señales de alarma. Este nivel de alerta va modificándose
durante el día.
Si este sistema sufre alteraciones, la persona será incapaz de
mantener su atención en una tarea durante períodos de tiempo
relativamente prolongados.
El nivel de vigilancia o alerta está relacionado con la cantidad de
noradrenalina en el cerebro. La noradrenalina es un
neurotransmisor producido en el cerebro por el locus coeruleus.
4. Red de orientación
Esta red está modulada por la acetilcolina y se encarga de
seleccionar y localizar la información sensorial en el espacio,
detectando aquellas señales más relevantes.
Esta red incluye la corteza parietal superior, la unión
temporoparietal, la corteza ventral frontal, el campo ocular frontal,
los colículos superiores y el núcleo pulvinar.
5. Red de control ejecutivo
La red de control ejecutivo focaliza y filtra estímulos según la
relevancia que éste tenga para la actividad que se está
realizando. Por ello, se ha llamado “red atencional ejecutiva”, ya
que regula la actividad de otras redes cerebrales involucradas en
el pensamiento y en la emoción.
En esta red intervienen la dopamina y serotonina y están
involucradas la corteza cingulada anterior y las áreas
prefrontales laterales.
6. Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH)
Según el Manual Psiquiátrico Estadístico de Trastornos Mentales (DSM
V), el TDAH se caracteriza por un patrón persistente de inatención
y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento
o el desarrollo y que no se puede considerar debido a un nivel bajo de
inteligencia.
7. La inatención se debe manifestar en seis o más de los siguientes
síntomas, los cuales han estado presentes durante al menos 6 meses, en
un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo, y que afecta
directamente a las actividades sociales y académicas/ laborales:
1. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a detalles o por
descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o
durante otras actividades
2. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas
o actividades recreativas
3. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente
4. Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas
escolares, los quehaceres o los deberes laborales
5. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades
6. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en
iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido
7. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades
8. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos
9. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas
8. La hiperactividad e impulsividad se debe manifestar en seis o más de
los siguientes síntomas, los cuales han estado presentes durante al
menos 6 meses, en un grado que no concuerda con el nivel de
desarrollo, y que afecta directamente a las actividades sociales y
académicas/ laborales:
1. Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se
retuerce en el asiento.
2. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que
permanezca sentado
3. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta
apropiado.
4. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en
actividades recreativas.
5. Con frecuencia está "ocupado", actuando como si "lo impulsara un
motor"
6. Con frecuencia habla excesivamente.
7. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya
concluido una pregunta
8. Con frecuencia le es difícil esperar su turno
9. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros
9. Es fácil encontrar a niños con diagnósticos de TDAH erróneos que
simplemente van un poco retrasados en la maduración de los
lóbulos frontales.
En cuanto al cerebro se refiere, las investigaciones han encontrado
ciertas particularidades en los cerebros de niños con TDAH:
Castellanos et al. (2002) encontraron que la corteza prefrontal y
ciertas regiones de los ganglios basales eran más pequeñas en
los chicos con TDAH.
10. La corteza prefrontal parece tener un papel importante en
la planificación, la toma de decisiones, el control de la atención y la
inhibición de conductas inapropiadas. Los ganglios basales por su
parte, están implicados en la producción de movimientos y se
encuentran conectados a la corteza prefrontal, quién envía órdenes
a los ganglios para iniciar y detener los movimientos.
Estos resultados parecen estar en consonancia con las
dificultades que los niños con TDAH tienen para inhibir sus
impulsos.
11. En el caso de los niños con TDAH, las dificultades para
inhibir acciones y mantener la concentración mental son muy
acusadas.
Por otro lado, Volkow et al. (2011) encontraron niveles más
bajos de dopamina en algunas regiones como el núcleo accumbens
en estos niños.
El núcleo accumbens se considera uno de los centros de
recompensa o placer del cerebro, es decir, un área cerebral que se
activa especialmente cuando tenemos experiencias placenteras.
12. Los niveles de dopamina están relacionados con la
motivación, por lo que estos resultados podrían explicar la necesidad
que los niños con TDAH tienen de tener una mayor estimulación
para sentirse atraídos por las tareas que requieren esfuerzo.
En los últimos años, algunos investigadores han observado
que los niños con TDAH tienen algunas dificultades tanto en la
regulación de su motivación y de sus emociones como en la
percepción de emociones en los demás, lo que sugiere que quizás
estas dificultades son algo característico de las personas con TDAH, y
por ello convenga incluso concebirlas como un déficit primario del
TDAH (Rodrigo-Ruiz, Pérez-González, y Cejudo, 2017).
13. MEMORIA
La memoria es selectiva.
Recordamos mejor lo que nos afecta más al estado de ánimo y
bienestar.
Cuando hablamos de memoria hablamos de un conjunto de
habilidades diversas que se adquieren y están basadas en
sistemas cerebrales diversos.
De forma genérica podemos hablar de dos sistemas de memoria:
memoria implícita, aquella en la que no somos conscientes de
estar aprendiendo;
y de memoria explícita, aquella en la que nos damos
perfectamente cuenta de ello.
15. MEMORIA IMPLÍCITA CONDICIONADA
Este tipo de memoria está relacionada con la adquisición y
recuerdo de respuestas condicionadas.
Se cree que este tipo de aprendizajes por condicionamiento
dependen básicamente de la actividad en el sistema límbico
y en especial en las amígdalas cerebrales, y se cree que
algunas respuestas condicionadas son controladas, al menos
en parte, por el cerebelo.
MEMORIA IMPLÍCITA PROCEDIMENTAL
Hace referencia a la memoria del movimiento y las destrezas
motoras.
Esta capacidad depende de los ganglios basales.
16. MEMORIA EXPLÍCITA EPISÓDICA
Se almacenan recuerdos de sucesos o episodios concretos de la
vida de una persona.
La corteza frontal y el hipocampo están involucrados en este tipo
de memoria y tienen un desarrollo lento en las primeras etapas de
la vida.
MEMORIA EXPLÍCITA SEMÁNTICA
La memoria semántica, conceptual o explícita hace referencia al
recuerdo de nombres, números, fechas y hechos.
La corteza entorrinal y los lóbulos temporales parecen jugar un
papel importante en la memoria semántica.
MEMORIA EXPLÍCITA DE TRABAJO
Es aquella nos permite conservar brevemente la información en la
cabeza y manipularla.
La corteza prefrontal, parece desempeñar un papel importante en
este tipo de memoria
17. APRENDIZAJE
El aprendizaje se entiende como una modificación de la
estructura y funcionamiento neuronal con consecuencias sobre la
actividad adaptativa del individuo (Goswami, 2004; Koizumi, 2005).
MEMORIA SIN SIGNIFICADO
• Cuando aprendemos de memoria, repetimos palabras o ítems una y
otra vez, es decir, repetimos la estructura sonora de la lengua y su
gramática aunque no sepamos mucho sobre el significado.
• Este tipo de aprendizaje parace tener su sustrato cerebral en la corteza
premotora y la corteza frontal inferior del hemisferio izquierdo.
MEMORIA CON SIGNIFICADO
o Aprendizaje al que le añadimos sentido, es mucho más fácil aprenderlo.
Es entonces cuando se pone en juego la memoria a corto plazo.
o En esta área además de las áreas implicadas en la memoria sin
significado se recurre también a la corteza prefrontal inferior izquierda.
18. MEMORIA VISUAL
Otra de las formas que podemos utilizar para aprender es la
visualización, es decir, imaginarnos mediante imágenes mentales aquello
que queramos aprender.
A la hora de formar imágenes visuales se activan las regiones visuales del
cerebro situadas en la corteza temporo- occipital.
Cuando las palabras son concretas además se activan la circunvolución
parahipocampal, encargada de la formación y el almacenamiento de
recuerdos de palabras concretas, y la corteza parietal que tiene
conexiones con el resto de la corteza visual.
Cuando las palabras son abstractas, las áreas lingüísticas del lóbulo
temporal entran en juego, ya que estas palabras sólo se pueden aprender
mediante el código verbal.
19. IMITACIÓN
La imitación es un dispositivo importante de aprendizaje y además
vincula nuestra identidad a la de los que nos rodea.
En el proceso de imitación tienen un papel importante las neuronas
especulares que reflejan como un espejo la conducta observada. Este tipo
de neuronas no reaccionan ante un estímulo visual aislado sino que se
activan por la visión de una acción dirigida a un objetivo.
La imitación es inherente al cerebro humano pero no estamos
continuamente reproduciendo aquello que vemos. Esto se debe a los
procesos de inhibición que se hayan localizados en los lóbulos frontales.
20. BIBLIOGRAFÍA
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