1. La educación del ser humano a través de su evolución ha tomado diversos
caminos.
Desde el momento en que un ser humano descubre el fuego, aprende a cómo se
manipula para conservarlo y generarlo; el huso de una piedra como herramienta de
trabajo para facilitar su desempeño; etc. Se ha tomado como base de aprendizaje la
necesidad, ya que en esos momentos de esos saberes dependía su supervivencia.
Conforme avanza la marcha se va teniendo un cambio en la forma de aprender
gracias a que empiezan a existir seres con poder económico que dominan y determinan
sobre los demás, éstos definen que es lo que deben aprender sus súbditos para ellos
seguir en el poder y seguir gobernando.
Esto hace que las personas se ajusten a una línea de trabajo, psicológica y política
hecha a la medida u necesidades de las personas dominantes,
Es así como nace la educación gratuita, obligatoria y basada en grados.
Ahí se forman docentes que tienen que hacer que, a como dé lugar, los alumnos
aprendan lo que deben aprender, plasmado en objetivos curriculares, que el docente debe
cumplir a cabalidad y marcados por un sistema educativo tradicional.
Ahí se desarrolla el modelo conductista, donde el alumno se considera un
recipiente vacío que se tiene que llenar con conocimientos. El maestro es el que enseña y
siempre tiene la razón. El alumno se vuelve repetitivo y memorístico donde no alcanza un
razonamiento crítico.
Después de ahí vienen varios modelos cuyo acotamiento no es claro y donde se
traslapan varias teorías psicopedagógicas pasando por el humanismo, el holismo, el
sociocultural, el constructivismo entre otros.
Lo importante del caso es que en la actualidad todo está encausado a centrar todo
el empeño en el aprendizaje del alumno donde lo deseable es que los aprendizajes
esperados se alcancen por el estudiante de tal forma que camine ascendiendo los
diferentes andamiajes yendo de lo particular a lo general alcanzando con ello los niveles
de comprensión más altos donde se encuentra la abstracción, análisis y síntesis.
Más aún ahora el aprendizaje está centrado en el alumno, en hacer de éste una
persona crítica de su contexto, que pueda participar en él siendo competente y
competitivo por las habilidades que logra en los más altos niveles de comprensión que
alcanza después de haberlos construido después de ir superando sus conocimientos
previos.
Las competencias que manifiesta el estudiante son las habilidades y recursos que
le permiten ser y desarrollarse como un ciudadano feliz e integrado a una sociedad
cambiante como la actual.
Todo ello debe contribuir a cumplir con los siete saberes de la educación para el
futuro según marca la UNESCO
1. Una educación que cure la ceguera del conocimiento
2. Una educación que garantice el conocimiento pertinente
3. Una educación que enseñe la condición humana
4. Una educación que enseñe la identidad terrenal
5. Una educación que enseñe a enfrentar las incertidumbres
6. Enseñar la comprensión