MOTIVACIÓN – IDENTIDAD – ELECCIÓN componentes que intervienen en la elección vocacional e indispensables para pensar al orientar elecciones vocacionales.

1. PRESENTACIÓN DE UN ENSAYO SOBRE:
MOTIVACIÓN – IDENTIDAD – ELECCIÓN componentes que intervienen en la elección vocacional e
indispensables para pensar al orientar elecciones vocacionales.
Abordo la importancia de la MOTIVACIÓN como elemento fundamental y paralelo
a la IDENTIDAD con los cuales el sujeto emprende la situación de ELECCIÓN. Ya que
estos son para mi el eje esencial que se pone en juego a la hora de tomar la decisión sobre la
elección vocacional. El objetivo es que éstos sean tenidos en cuenta para reflexionar y
repensar la problemática del sujeto que la esté atravesando, al momento de prestar una
orientación. Ayudando a descubrir, esclarecer vicisitudes, dificultades, indecisiones de la
propia experiencia del sujeto en cuestión.
Planteado así, la motivación y la identidad serán fundamentales y estructurantes para
la búsqueda y concreción de una elección vocacional.
Me pregunto ¿existe solo la motivación en este proceso?, ¿es necesaria una identidad
saludable para enfrentar dicho proceso? y ¿Son la motivación y la identidad componentes que
aseguran una elección vocacional?
Con respecto a la Motivación ésta es la causa de una acción. Proviene del latín
motivus (movimiento) y el sufijo –ción (acción y afecto). También es la base de las palabras:
motivar y motivo.1
Entiendo que en cada uno de nuestros movimientos está de forma
inconciente e implícita la afectividad, hay una correlación entre el movimiento y la emoción
y es lo que nos liga a una búsqueda de nuestra propia creación y realización como personas.
Es importante aclarar que hay estrecha relación entre tensión y motivación.
Entendiendo a la tensión como un estado de excitación en búsqueda de su descarga con la
prosecución de alcanzar un fin a partir de un motivo con el pronto regreso a la equilibración
homeostática que deberá ser inmediata de lo contrario se convertiría en displacer.
En tanto la motivación de ser inconsciente encuentra su origen en la identidad propia
del ser humano, convirtiéndose en motivo de determinados actos de elección vocacional, un
1
Diccionario etimológico. URL: http://etimologias.dechile.net. Primera publicación 2001.

2. ejemplo de faz inconsciente podría ser la de ocupar un cargo maternal para compensar la
carencia o deseo de poseer un niño que le fuese propio. Y de ser conscientes se plantearían
como intereses o necesidades por el cual el sujeto destina determinada elección. Como
ejemplo de faz consciente la elección sería un medio para el logro de saciar el interés de ser
admirado o bien de ser redituado económicamente al participar en un reality show.
Esto sería lo que plantea en su teoría Maslow,
“con su distinción entre motivación deficitaria y motivación de desarrollo, […] la motivación es
deficitaria cuando la elección vocacional es inmadura y sirve para aumentar el conflicto. En la
motivación de desarrollo el sujeto no está urgido por la reducción de la tensión, busca la
realización de sus posibilidades, lo cual puede implicar un aumento actual de la tensión, mientras
que su cumplimiento proporciona independencia y serenidad.”2
(Maslow, 1954)
A mi juicio podríamos entonces espejar que la motivación deficitaria planteada por el
autor se relaciona con la elección de la carrera maternal que no hace más que remover y
aumentar el conflicto no resuelto definitivamente sino a través de una elección compensatoria
del mismo. Y en el caso referido a la motivación de desarrollo va en búsqueda de esos
intereses que sin ser quizá los más acertados a sus características personales son el medio para
el logro de necesidades actuales.
De esta manera, la Motivación es un impulso al que el sujeto da dirección, orienta,
guía y en el que encausa su energía. Es el motor de una acción y su causa puede ser tanto
interna determinado por lo heredado, como externa propiciada por el medio que lo rodea; por
lo tanto existe así un motivo sea una, necesidad, un deseo, una finalidad o interés que
determina su conducta y que como consecuencia es planteada por éste como objetivos o
metas propias a alcanzar con determinada elección vocacional.
Como consecuencia visto que la motivación son los estímulos que mueven al sujeto a
realizar acciones, cito como significativos dos componentes para mí principales como son, la
voluntad y la actitud para alcanzar su concreción. La voluntad es la “Energía psíquica que
permite traducir en actos los sentimientos y el pensamiento. Es una función psicológica
imprescindible en el desarrollo total de la vida psíquica…”.3
Por actitud “…Desde el punto de
vista psicosocial, es la predisposición permanente de un individuo a reaccionar en un
sentido…”4
Siendo así considero a la voluntad como la capacidad que el sujeto tiene para elegir o
no una vocación; pero que a su vez se ve afectada por el deseo y el interés propio, que será en
2
Lopez Bonelli, A.R. “La orientación vocacional como proceso”. Tercera edición. Capítulo III. Pág. 29.
3
Diccionario de Psicología, del Equipo de Redacción Pal. Ediciones Orbis, S.A. Barcelona, 1985.
4
Diccionario de Psicología, del Equipo de Redacción Pal. Ediciones Orbis, S.A. Barcelona, 1985.

3. definitiva aquello más significativo y por lo tanto su propósito. Así la actitud no es más que la
respuesta positiva o negativa a ese estímulo.
Sin duda los deseos y los intereses sobre la elección vocacional tienen que ver
parafraseando a Bonelli con un proceso continuo que comienza en la infancia, considerando a
ésta la etapa formadora de nuestra personalidad a través de diversas experiencias, modelos y
aprendizajes que forjan nuestra identidad. Que al contrario de lo expuesto por el autor,
considero que la finalización de la construcción definitiva de la identidad vocacional no tiene
como parámetro la etapa de la juventud; no considero a la edad una variable determinante de
las elecciones, ya que elegir, cambiar, renovarse, perfeccionarse es algo que puede darse
permanente a lo largo de toda la vida.
Claro que la Identidad palabra que viene del latín identitas y éste de ídem (lo mismo,
ver: ídem). Se refiere a características que nos hacen percibir que una persona, es única (una
sola y diferente a las demás)5
, es el sello que nos distingue. Nos distingue por la particularidad
con la que fue incorporada y construida a partir de diferentes identificaciones desde las más
iniciales y con la impronta de significaciones dadas por adultos significativos y vivenciada
como tal, real, “soy” lo que este Otro dice que “soy”; “yo soy…Yo”. Estas significaciones son
las creadoras de nuestra autoestima, autopercepción y expectativas propias, que los otros han
depositado al desearnos como Ser de su importancia.
Sin embargo esta identidad, historia entretejida y singular, acontece con este “soy” que
en tanto entrará en un proceso de reflexión interna del sujeto preguntándose “quién soy”, “qué
quiero “ser” y “hacer”…”. Aquí es donde se liga dicha identidad personal con la identidad
vocacional. Se articulará dicha identidad expresándola, manifestándola y canalizándola en un
determinado rol vocacional.
Rescato dos citas que refieren a las dificultades propias ante la elección siendo:
“…la evolución vocacional es un continuo proceso de diferenciación de la identidad del self”.6
“…desde las elecciones conflictivas, inmaduras, desajustadas, seudoelecciones, […] se relacionan
con fracasos más o menos profundos en la elaboración de la crisis normal de identidad. […] La
perturbación en la elaboración de la identidad vocacional es solo la consecuencia de los trastornos
de identidad”.7
Estas dificultades provienen tanto de aquellas significaciones que no le fueron
positivas al sujeto, como de identificaciones negativas en relación a personas que
desempeñaban determinado rol, o bien con vivencias desagradables, mandatos familiares, o
bien cuestiones no elaboradas o conflictos inconscientes.
5
Diccionario etimológico. URL: http://etimologias.dechile.net. Primera publicación 2001.
6
Lopez Bonelli, A.R. “La elección vocacional como proceso y el proceso de la orientación vocacional” Capítulo II. Pág. 14.
7
Lopez Bonelli, A.R. “La elección vocacional como proceso y el proceso de la orientación vocacional” Capítulo II. Pág.18-19.

4. De tal modo la motivación como la identidad estará presentes ante la elección
vocacional. Elección proviene del latín legere (escoger, leer). La idea de elegir es escoger
entre varias posibilidades. Esto lo diferencia de dilema, decisión, crisis que es una decisión
entre solamente dos cosas.
Rascovan expresa que “El proceso supone la construcción y reconstrucción histórica
de los vínculos actuales y pasados, al tiempo que la imaginarización de los futuros”.8
Tiene en cuenta tanto el proceso como el acto del elegir. Así el proceso lo diseña
como un trayecto, recorrido que al transitarlo va encontrando y registrando objetos con los
que establece una conexión o vinculación de carga afectiva particular. E interpreta el acto
como la toma de decisión con respecto a determinado objeto por dicha carga afectiva y con el
cual se asegura obtendrá la satisfacción buscada para su futuro.
Con ello acuerdo, que se pone en juego lo subjetivo del sujeto, que al elegir expresa su
propia constitución como sujeto deseante. Entendiendo que al estar inscripta la prohibición
incestuosa, aparece la falta aquella que posibilita la circulación del deseo y que promueve la
búsqueda de otros objetos en el campo de lo social siempre sustitutos del objeto primario
perdido; y que al ser libidinizados logra dicha satisfacción personal, no asegurando que dicho
objeto sea determinante y único en la vida.
Estas son las cuestiones que ante una orientación vocacional se deberá tener en cuenta.
La orientación vocacional. Por vocación, según cita Marina Müller de la
Enciclopedia Salvat significa “inspiración por la cual Dios llama a algún estado […]
inclinación […] en latín “llamada”.9
Juzgo que la orientación vocacional es la ayuda que puede brindar una persona
capacitada que tendrá que tener en cuenta que el sujeto va en su búsqueda para solucionar su
elección vocacional. Para ello tendrá que primar el conocimiento que el sujeto tiene de sí
mismo y del entorno en el que se encuentra inserto, los deseos o expectativas que manifieste
tanto verbalmente como desde la visualización de sus competencias, que serán las
capacidades propias para enfrentar determinado rol.
Entendiendo que globalmente deberá atender y percibir en el sujeto tanto lo que sabe
de sí mismo y del ambiente en el que piensa insertarse, como lo que quiere deseo y
expectativas, como lo que puede áreas fuertes capacidades, competencias, y con ello evaluar a
partir de lo que quiere detectado dentro de la variedad ofrecida; lograr ayudar a entender por
8
Rascovan, Sergio. “O.V. Aportes para la formación de orientadores”. Cap. 5. Pág.60.
9
Müller Marina, “Descubrir el camino”. Cap.I Pag.20.

5. sí que “querer ser” con lo cual estaría haciéndose cargo, digo responsablemente, de qué elige
y decide como posible.
Llego así a que Motivación es uno de los elementos fundamentales porque es ese
impulso cargado de energía afectiva lo que determina la conducta. Pudiendo ser motivada por
factores tanto internos del propio Yo, autoestima, idea positiva de nosotros mismos, como por
el factor externo y social proporcionada desde la valoración, aceptación y aprobación de los
Otros significativos. Y que tiene como consecuencia un objetivo o meta, que se manifiesta
ante una elección vocacional. Además ante esta realidad aparecerán la voluntad como aquella
energía psíquica que traduce en actos los sentimientos y el pensamiento y que tendrán como
actitud una predisposición de reaccionar en un sentido tanto positivo como negativo. Por
ende los deseos e intereses son el resultado de un proceso continuo que comienza en la
infancia, formadora de nuestra personalidad y que a través de las diversas experiencias, forjan
nuestra identidad.
Otro elemento importante la identidad sello que nos distingue por la particularidad
con la que fue incorporada y construida a partir de diferentes identificaciones que acontece
con el reconocimiento de “quién soy”, “qué quiero “ser” y “hacer”. Y así es como se liga la
identidad personal con la identidad vocacional. Que se expresará, manifestará y canalizará en
un determinado rol vocacional; pudiéndose no obstante encontrar dificultades como
perturbaciones o trastornos en la constitución de la identidad que dificultarán dicha elección.
La elección será escoger entre varias posibilidades con las que tendrá una conexión o
vinculación afectiva, por ello establecerá determinada elección y con el cual se asegura
obtener la satisfacción buscada para su futuro. Relacionada con aquella falta que procura el
deseo y dicho deseo su búsqueda y obtención. Así aquel profesional que asista en orientación
vocacional deberá indagar las inclinaciones particulares del sujeto por las que se siente
motivado o “llamado”, lo que sabe de sí mismo y del ambiente, lo que quiere deseo y
expectativas, lo que puede capacidades y competencias, evaluará lo que quiere dentro de la
variedad ofrecida y qué elige y decide como posible, ayudando a resolver las problemáticas
que se presenten.
Por todo esto firmo que la motivación y la identidad saludable serán fundamentales y
estructurantes para la búsqueda y concreción de una elección vocacional, pero no la aseguran
totalmente; ya que habrá otras tantas variables que incidirán y determinarán su concreción.
Le ofrezco pensar lo pensado…tiene usted alguna duda?, le generó tal vez alguna,
o bien le pregunto ¿y cuál es su postura?... Quizá si se anima podamos compartir y

6. construir un nuevo punto de partida; tan solo lo aliento su crítica y descubrir así la
diversidad…de lo posible…
Karina Alejandra García

7. construir un nuevo punto de partida; tan solo lo aliento su crítica y descubrir así la
diversidad…de lo posible…
Karina Alejandra García