Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Lectura 1
1. La agresividad en niños de 0 a 6 años
Syvie Burcier
La resolución de conflictos
El niño no se está quieto
El niño adquiere habilidades mediante el movimiento. El hecho de agitarse y
moverse mejora sus acciones, le permite coordinarlas mejor. El manipular objetos,
al principio torpemente, después con soltura, aprender a lanzarlos y a depositarlos.
Hacia los 3 o 4 años, coordina mejor sus movimientos.
A la misma edad se observan progresos en la capacidad del niño para controlarse.
El pequeño utiliza su lenguaje interior para acordarse reglas, prueba una o dos
soluciones antes de reaccionar a la frustración. El desarrollo de los mecanismos de
autorregulación se inicia al final de primer año y se completa hacia los 12 años,
aunque algunos elementos continúen evolucionando en la edad adulta.
¿Por qué no puede parar?
El estrés es inherente a nuestro nivel de vida influye también a los niños que, como
esponjas sensoriales, captan el nerviosismo de los adultos y lo reproducen a su
modo. Los niños entonces tratan de tantear los límites para asegurarse de que
existen barreras de los padres para protegerlos de ellos mismos y del entorno.
El proceso de cableado de conexiones neuronales se da a lo largo de toda la vida,
siendo más intenso de los 3-12 años de edad, paralelamente al mecanismo de poda,
que permite eliminar las informaciones útiles.
Las funciones ejecutivas en la autorregulación de las conductas.
El autocontrol supone capacidad para dominarse, actuando de forma autónoma y
reflexionando antes de actuar. Son varias las funciones que tanteen a este proceso.
La autorregulación permite pues gestionar voluntariamente la atención
concentrándose a pesar de las distracciones, dominarse, inhibiendo un acto o
modificándolo y escoger una actividad adecuada o hacer una tarea fastidiosa.
Enseñar técnicas de autocontrol
Desarrollar el autocontrol, es estimular las aptitudes intelectuales que permiten
reflexionar antes de actuar. La reflexión se apoya en la capacidad del niño para
representar mentalmente una situación.
Aprender a reconocer su excitación
El adulto debe ayudar al niño a reconocer cuando tiene que ralentizar, aquí
se enlistan algunas tácticas para evitar la excitación:
Utilizar un estetoscopio de juguete para escuchar su corazoncito embalado.
2. Poner un pañuelo delante de su boca, la respiración mueve el papel.
Que el niño advierta que cuando corre, se cae o choca
Observar su forma de reaccionar a la excitación
Aprender a detenerse, a frenar sus impulsos motores
El niño ejerce control autentico sobre su cuerpo cuando evoluciona. El adulto debe
recordarle que haga la tortuga, que camine como un ratón o, simplemente, ponerle
la mano en el hombro. Algunos medios para favorecer la calma son:
Enseñar al niño a expresar sus sentimientos
Prevenir el efecto explosivo
Se puede proponer actividades que alternen activación y calma
Dar ejemplo mostrando la manera de calmarse
Juegos de cocina
Juegos de bolos