Este documento describe una técnica para observar la mente y permanecer en el estado medio entre las polaridades de placer y dolor. Explica que la mente naturalmente oscila entre los polos opuestos de felicidad e infelicidad, salud y enfermedad. La técnica consiste en aceptar ambas polaridades como observador neutral sin aferrarse a una ni rechazar la otra, de modo que la mente pueda detenerse en el estado medio y alcanzar una comprensión verdadera de la realidad.
Tecnica n°059 permanece en el medio entre dos polaridades
1. TECNICA N°59 PERMANECE EN EL MEDIO ENTRE DOS POLARIDADES.
Tercera técnica para observar: Oh, amada, no pongas la atención ni en el placer ni en el dolor, sino entre
ellos.
Todo es polar, y la mente va de una polaridad a otra, sin permanecer nunca en medio. ¿Has conocido algún
momento en que no fueras ni feliz ni infeliz? ¿Has conocido algún momento en que no estuvieras ni sano ni
enfermo? ¿Has conocido algún momento en que no fueras ni esto ni aquello, en que estuvieras justo
entremedias, justo en el medio, exactamente en el medio? La mente se va de un polo a otro instantáneamente.
Si eres feliz, tarde o temprano irás a la infelicidad, y lo harás instantáneamente: la felicidad
desaparecerá y serás infeliz.
Si te estás sintiendo bien, tarde o temprano te sentirás mal, y no hay ningún punto en que te quedes en medio.
Vas instantáneamente de esto a eso. Igual que un péndulo de un reloj antiguo, vas de la izquierda a la
derecha, de la derecha a la izquierda, y el péndulo sigue moviéndose. Hay una ley secreta: cuando el
péndulo va hacia la izquierda, parece que está yendo a la izquierda, pero está cogiendo impulso para ir a
la derecha. Cuando está yendo a la izquierda, está cogiendo energía, impulso, para ir a la derecha;
cuando está yendo a la derecha, está cogiendo impulso para ir a la izquierda. De modo que lo que surge a
la vista no es el todo. Cuando te estás poniendo feliz, estás cogiendo impulso para ser desdichado. Así es que
cuando te veo riéndote, no está lejos el momento en que estarás llorando.
En los pueblos de India las madres saben esto, de manera que cuando un niño empieza a reírse demasiado
dicen: «Que pare; si no, empezará a llorar». Tiene que ser así. Si un niño es tan feliz, el siguiente paso no
puede ser otro que la infelicidad. Por lo tanto, hacen que pare. De lo contrario será infeliz. Pero lo mismo es
aplicable a lo contrario, y eso no se sabe. Cuando un niño está llorando y tratas de hacer que pare, no sólo
estás parando su llanto; estás parando su paso siguiente. Ahora no puede ser feliz. Cuando un niño llore,
déjale. Ayúdale a que llore más, para que cuando el llanto termine haya cogido impulso. Ahora puede ir
a la derecha puede ser feliz.
Los psicoanalistas dicen ahora que cuando un niño esté llorando y gritando, no le pares, no intentes
persuadirle, no le distraigas. No trates de enfocar su mente en otra cosa; no le sobornes para que pare. No
hagas nada. Simplemente permanece en silencio junto a él, y déjale que llore y gima y grite, para que pueda ir
fácilmente a la felicidad. De lo contrario, ni podrá llorar ni podrá ser feliz. Así es como nos hemos vuelto
todos. No podemos hacer nada. La sonrisa no es completa; todo está confuso.
Pero esto es la ley natural de la mente. Va de un polo a otro. Esta técnica es para cambiar esta ley
natural: Oh, amada, no pongas la atención ni en el placer ni en el dolor, sino entre ellos. Puedes elegir
cualquiera de las polaridades, e intenta estar justo en medio. ¿Qué puedes hacer para estar en medio? ¿Cómo
estarás en medio? Una cosa: cuando sientes dolor, ¿qué puedes hacer? Cuando sientes dolor, quieres
escaparte de él. No lo quieres; tratas de alejarte de él. Te esfuerzas para ir a lo opuesto: para ser feliz,
para estar alegre. Cuando sientes felicidad, ¿qué haces? Te esfuerzas para aferrarte a ella, para que no pueda
entrar el polo opuesto..., ¡para aferrarte a ella!
Cuando sientes felicidad te aferras; cuando sientes dolor te escapas. Ésta es la actitud natural. Si
quieres cambiar esta ley natural y trascenderla, cuando sientas dolor no trates de escapar. Permanece
con él. Perturbarás todo el mecanismo natural. Tienes dolor de cabeza: permanece con él. Cierra los ojos,
medita sobre el dolor de cabeza; permanece con él. No hagas nada. Simplemente sé un testigo; no trates de
escapar.
Cuando sientas felicidad y te sientas especialmente dichoso en un momento específico, no te aferres a
ella. Cierra los ojos y sé un observador de todo ello. Aferrarse o escaparse son lo natural para la mente
cubierta de polvo. Si permaneces como observador, tarde o temprano caerás en medio, porque la ley natural
es ir a la polaridad, al polo opuesto. Si permaneces como testigo, estás en medio.
Buda ha llamado a toda esta filosofía majjhim nikai, el camino medio, debido a esta técnica. Él dice que
permanezcas siempre en el medio; independientemente de cuál sea la polaridad, permanece siempre en
el medio. En el momento en que pierdes tu estado de observador te aferras o rechazas. Si rechazas, irás al
otro extremo; si te aferras, intentarás quedarte en este extremo, pero nunca estarás en medio. Sé sólo un
observador. No estés atraído, no estés repelido. Tienes dolor de cabeza; acéptalo. Es un hecho. Igual que está
ahí un árbol, igual que está ahí la casa, igual que está ahí la noche, así está ahí el dolor de cabeza. Acéptalo y
2. cierra los ojos. No trates de escaparte de él.
Eres feliz; acepta el hecho. No te aferres a él, y no intentes no ser infeliz. No intentes nada. Si llega la
infelicidad, acéptala. Permanece como un observador en una colina, simplemente viendo cosas. Llega la
mañana, y llega la noche, y luego sale el Sol, y luego el Sol se pone y hay estrellas y oscuridad, y de nuevo sale
el sol..., y tú eres simplemente un observador en una colina. No puedes hacer nada. Simplemente ves.
iHa llegado la mañana; percibes el hecho, y sabes que ahora vendrá la noche, porque la noche sigue a la
mañana. Y cuando llega la noche, percibes el hecho, y sabes que ahora estará llegando la mañana, porque la
mañana sigue a la noche.
Cuando hay dolor, eres simplemente un observador. Sabes que ha llegado el dolor, y tarde o temprano
se irá, y vendrá el polo opuesto. Y cuando ha venido la felicidad, sabes, que no va a permanecer para
siempre. La infelicidad estará oculta en alguna parte, estará viniendo. Permaneces como observador. Si
puedes observar sin atracción y sin repulsión, caerás al medio, y una vez que el péndulo se para en el
medio puedes ver por vez primera qué es el mundo.
Mientras te estás moviendo, no puedes saber qué es el mundo; tu movimiento lo confunde todo. Una
vez que no te estás moviendo, puedes mirar el mundo. Por primera vez, sabes qué es la realidad. Una
mente que no se mueve sabe qué es la realidad; una mente que se mueve no puede saber qué es la realidad.
Tu mente es como una cámara: vas moviéndote y sacando fotos, pero lo que recoges es confusión, porque la
cámara no se debe mover. Si la cámara está moviéndose, las fotos serán sólo confusión.
Tu consciencia: está yendo de una polaridad a otra, y todo lo que sabes de la realidad es sólo una confusión,
una pesadilla. No sabes qué es qué; todo está confuso, errado. Si permaneces en el medio y el péndulo se
ha parado, si tu consciencia ahora está enfocada, centrada, entonces sabes qué es la realidad. Sólo una
mente que no está moviéndose sabe qué es la verdad. Oh, amada, no pongas la atención ni en el placer ni
en el dolor, sino entre ellos.