La arquitectura indígena venezolana se caracterizaba por construcciones adaptadas a los diferentes entornos naturales, como palafitos sobre el agua y churutas, bohíos y shabonos en la selva. Usaban materiales disponibles localmente como madera, palma y caña. Tras la llegada de los españoles, la arquitectura venezolana se convirtió en una mezcla de las tradiciones indígenas y de los estilos arquitectónicos europeos introducidos.