1. NIÑOS SUPERDOTADOS
Si por parte de los padres o educadores se detecta pronto que su hijo o alumno es
un niño superdotado o un niño con altas capacidades, podrá recibir la atención y los
apoyos adecuados desde el principio para su correcto desarrollo.
Cuando no es así, lo que ocurre en la mayoría de los casos, el niño superdotado se
empieza a sentir diferente muy pronto. Por una parte, su comportamiento es distinto
a lo que están acostumbrados sus padres o sus educadores, más brillante, muy
sensible (los superdotados pueden ser muy sensibles), más respondón, más rebelde
también, hiperactivo (muchos superdotados son diagnosticados con TDAH), curioso y, a
menudo, incontrolable.
Los niños superdotados y el rechazo
Por otra parte, el niño superdotado se siente diferente de sus compañeros de
clase, sus intereses suelen ser distintos y, por tanto, sus juegos y sus conversaciones
le convierten pronto en alguien distinto, raro. Alguien que discute sobre filosofía a los 10
años o que discrepa del papel de la mujer en la familia cuando tan solo tiene 8 años,
puede convertirse en raro, impopular y objeto de burlas por el resto de los niños. No es,
por tanto, poco frecuente la relación entre superdotados y acoso escolar, un vínculo
2. lamentable al que si no se le presta atención puede desembocar en consecuencias más
graves.
Y como ocurre con todo lo diferente, genera rechazo; rechazo por falta de
entendimiento mutuo. Los niños superdotados tienen unos intereses que sus
compañeros no comprenden y ellos tampoco comprenden los intereses de sus
compañeros, ya que les parecen demasiado infantiles. La tendencia más habitual es al
aislamiento en la clase, aislamiento interior, al menos, porque suelen aprender a
disimular e intentar pasar desapercibidos.
Rechazo por su brillantez o fracaso escolar
A veces a ello se une la brillantez escolar, el que saque muy buenas notas y, por lo
tanto, los profesores lo destaquen públicamente, lo que genera el rechazo del empollón.
La consecuencia más habitual es que los niños superdotados o con altas
capacidades dejan de sacar buenas notas a propósito con el único objetivo de no
3. destacar, este es el caso más frecuente cuando hablamos de niñas superdotadas,
quienes suelen intentar pasar desapercibidas y lo consiguen hasta tal punto que, en
muchas ocasiones, ni sus propios padres sospechan que también son superdotadas.
También puede ocurrir que por falta de motivación tengan un rendimiento mínimo y a la
falta de integración con sus compañeros se una el rechazo de los profesores, lo que
suele desembocar en que estos niños superdotados sufran fracaso escolar con más
frecuencia que la media. En muchos casos, estas reacciones no consiguen que el resto
de niños les vean con otros ojos, por lo que la situación puede derivar en acoso
escolar o bullying.
Los niños superdotados necesitan apoyo
Con todo ello, sobrevivir en la escuela es, cuanto menos, complicado. Desarrollarse y
crecer con un buen grado de autoestima en un ambiente en el que el niño superdotado
se siente incomprendido en general es complicado, y por ello el apoyo emocional, el
cariño y la estabilidad que le ofrezcan los adultos que le rodean, y en especial
los padres de estos niños superdotados, es fundamental.
La identificación cuanto antes de las altas capacidades y la superdotación es muy
importante. Si se detecta temprano que el niño es superdotado y tanto él como sus
padres reciben la orientación adecuada por psicólogos expertos en superdotación y
altas capacidades, y si además se cuenta con el apoyo y la comprensión de los
profesores, la escuela puede ser un lugar estupendo para que el niño superdotado
crezca y disfrute como cualquier otro niño.
¿Cómo identificarlos? Si cree que su hijo puede ser superdotado o tener alta capacidad
nuestro primer consejo es confirmarlo poniéndose en contacto con nuestro Gabinete de
Expertos en Superdotación y altas capacidades pidiendo una cita en el 914317061 y
salir de dudas.
Explicó que la primera tarea es la sistematización de las experiencias de familias,
maestros y profesionales que hayan trabajado con niños y niñas con características de
coeficiente superior.
4. “En esta línea, impulsamos una primera reunión en la ciudad de Santa Cruz, donde
participaron cerca de 50 personas quienes plantearon trabajar con profesores y
unidades educativas para que exista mayor comprensión hacia los niños discriminados
por el comportamiento diferente dentro del aula”.
Los centros tendrán la finalidad de realizar un diagnóstico completo para identificar a
niños con talentos superiores, no sólo con pruebas de medición intelectual, también con
la medición del grado de sociabilización con la familia y la escuela.
Existen dos perfiles de talento superior, uno que es integral cuando el niño desarrolla
una personalidad muy fuerte, llega a ser líder nato y se desarrolla con rapidez con
muchas ganas de aprender; el otro perfil, el niño y niña tiene problemas de
comportamiento y su capacidad intelectual es más difícil de ser detectada, por eso la
necesidad de un diagnóstico completo, señalo la autoridad educativa.
“Estamos en análisis y discusión con expertos en la materia para que los centros de alto
rendimiento sean complementarios a la educación regular y no corran el peligro de
excluir a los niños de su medio social, sino aprovechar su talento superior”, agregó.
El programa pretende que los niños puedan acceder a un centro de alto rendimiento
para ampliar su nivel intelectual, sin dejar la educación regular que les corresponde.
“Los profesores los consideran niños-problema”
“Mi hijo se resistía a realizar actividades en el aula, le costaba relacionarse con sus
compañeritos y se aislaba con frecuencia, lo etiquetaron como ‘incontrolable’, contó
Vanessa Finot madre de Julián, niño con Talento Superior.
5. Finot manifestó que las profesoras se quejaban de su hijo: “No sabe las vocales, las
formas, los colores me decían”, pero al contrario, Julián a los cuatro años empezó a
escribir y leer de corrido en la computadora, juntaba triángulos para formar rombos y
escribía todo el alfabeto de memoria.
La familia de Vanessa tuvo que trasladarse de ciudad para ayudar a Julián y después
de un tiempo de terapia fue posible tomarle la prueba Raven: le correspondía un
coeficiente intelectual de 192 y una edad de casi 12 años, sin embargo, su edad
emocional correspondía a la de un niño de tres.
En segundo básico, el profesor de computación dijo que el niño sabía más que él, así
que le dio programas más avanzados. Su ortografía era impecable. Ahora, en tercero
básico, es capaz de ‘hackear’ algunos juegos en la computadora.
Educadores piden normas específicas
Los maestros y profesionales que han tenido algún contacto con niños con talentos
superiores manifestaron la necesidad de que esta temática se incluya dentro del
proyecto de Ley Avelino Siñani.
“Necesitamos que el Gobierno pueda crear una oficina que trabaje en la adaptación de
estos niños en el currículo educativo, inclusive dentro de la Ley Avelino Siñani”, afirmó
David Baldivieso, coordinador de Centro Johannes Kepler, que atiende a personas con
talentos superiores en Cochabamba.