1. APRENDIZAJE INVERTIDO
Aprendizaje invertido es una tendencia tecnológica aplicada a la educación, definida como “una
técnica didáctica en la que la exposición de contenido se hace por medio de videos que pueden
ser consultados en línea de manera libre, mientras el tiempo de aula se dedica a la discusión,
resolución de problemas y actividades prácticas bajo la supervisión y asesoría del profesor”.
Poco a poco esta herramienta de enseñanza- aprendizaje ha tomado fuerza dentro de las
prácticas de aula.
Manejar esta herramienta en los educandos no es una tarea fácil para el docente, puesto que
implica tener, además de disposición, la capacidad de enamorar a quienes serán la base de
todo: los estudiantes. Sabemos que en la sociedad actual, los jóvenes que están en las aulas de
clases poseen acceso a aparatos tecnológicos, pero éstos en la gran mayoría de los casos, no
son usados como herramienta que facilite el acceso al conocimiento, sino por el contrario como
ejes de ocio y entretenimiento.
Es así que, como primera instancia el docente debe enamorar, hacer énfasis en las distintas
posibilidades de aprender. Enseñarles a interactuar con aplicaciones y contenidos web que
brindan el acceso de información en tiempo record.
Impartiendo clases de inglés a niños y niñas de sexto grado, sentí la necesidad de buscar
métodos que hicieran de esos momentos más lúdicos e interesantes. Por tratarse de una
segunda lengua, odiada por muchos, se hacía necesaria la búsqueda de una opción que los
motivara a estudiar, preguntándoles sobre el uso de celulares, tablets o PC en su día a día,
todos respondieron que si tenían acceso a un dispositivo móvil con acceso a internet. Partiendo
de eso se les da una lista de lugares que muestran contenidos interactivos y les di la posibilidad
de que después de cada uno hubiese revisado escogiera el recurso que más le gustara.
En la clase siguiente casi todos habían descargado aplicaciones para aprender inglés, fue allí
cuando mis clases en el aula de audio, fueron todas enfocadas en la práctica con herramientas
online y offline, se pudo evidenciar en primera instancia, un cambio en la actitud, en el ambiente
de aula, se sentían todos motivados en aprender para poder responder correctamente cuando
estuviesen practicando en casa, la clase dejó de ser o sentirse para ellos como un relleno.
2. En la clase de audio para practicar las habilidades de Listening y Reading se descargaron
aplicaciones para que los estudiantes practicaran, la metodología consistía en trabajar
cooperativamente, pues no se contaba con la cantidad de equipos para trabajar individualmente.
Los grupos cooperativos estaban conformados por dos o tres estudiantes, consistía en avanzar
los niveles que proponían las actividades, no se tenía como regla u obligación avanzar cierta
cantidad, ellos se comprometían en avanzar hasta donde sus capacidades les permitían, al
finalizar de los periodos académicos debían redactar en inglés todo lo que habían hecho en el
transcurso del periodo.
Una segunda opción, que se trabajó fue la de realizar cursos con las aplicaciones Babbel o
Duolingo, esto fue opcional. En clases se conversaba sobre la complejidad de los niveles y las
temáticas abordadas y partiendo de eso se orientaban los temas gramaticales.
El aprendizaje invertido como
herramienta para acompañar el proceso académico en el aula fue de mucha utilidad, no es fácil,
se requiere persistencia y adquisición de compromiso entre las partes: docente-estudiantes.
Cuando se logra implementar ayuda a facilitar el proceso de enseñanza- aprendizaje.
Ana María Caicedo Hernández.
Profesional en Lingüística y Literatura.