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1. 28/9/2015 EL UNIVERSAL - Noticias de Venezuela ydel Mundo
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Opinión
viernes 29 de marzo, 2013
Ser doctores hoy
El desarrollo humano es diverso y múltiple y como tal requiere una aproximación
compleja. Sólo desde una postura que amalgame disímiles variables e indicadores,
se podrá reflexionar sin caer en los prejuicios y en los determinismos propios de la
tragedia ática. Asumimos como válido el supuesto de que una elevada formación
académica traerá consigo apertura a nuevos espacios y a la universalidad
necesaria, a la hora de sopesar la complejidad fenoménica del mundo de hoy. Con
facilidad se pasa de posturas, a poses intelectuales; de ideas de vanguardia al
cientificismo rayano en el dogma y la cuadratura mental; del liberalismo intelectual
y científico al libertinaje académico y a la empírea, razones por las cuales elucidar
sobre la materia es tarea urgente si queremos dar marcha a un cambio que traiga
consigo elevados niveles de pertinencia académica y social.
Por la fuerza de las circunstancias presentes en el mundo de hoy y por la
vertiginosidad de los cambios epocales que se dan ante nuestros ojos, sin que
apenas los percibamos, tenemos que dejar atrás el mero afán de titulación doctoral
como un fin, por un ardiente deseo de indagación fenoménica desde la postura
doctoral como un medio. Ser doctores ya no basta cuando los escenarios globales
se mueven a ritmos trepidantes, cuando las coordenadas aprendidas desde la
tierna infancia pierden su razón de ser frente a la incertidumbre y la entropía,
cuando los referentes civilizatorios se diluyen en medio de la nada, cuando el
hombre, la mujer y el niño ven mermadas sus posibilidades de desarrollo humano en
un planeta exhausto, degradado, cansado, llevado a extremos de un deterioro que
amenaza con generar una implosión que daría al traste con la noción de realidad, y
de historia. Ser doctores hoy nos impone inmensos retos y desafíos y la gran
pregunta es si nosotros, productos acabados del más alto nivel académico de la
universidad postmoderna, estamos a la altura de tales expectativas.
En su libro HETERODOXIAS Ernesto Sabato nos señala que "el conocimiento para los
griegos se obtiene mediante la contemplación; para los modernos, mediante la
acción. Y ambas doctrinas conducen a extremos perniciosos: la cultura libresca, la
deshumanización de la técnica. El hombre concreto es la unidad del espíritu
contemplativo y ejecutivo. La nueva comunidad ha de levantarse sobre esa base".
Llevada tal afirmación a extremos del paradigma de lo simple, podríamos
argumentar acá que la reflexión deberá ir acompañada de la acción. Antiguos y
modernos convergen en esta noción SABATIANA para recordarnos que no basta con
el pensamiento si no damos el necesario salto a la concreción de una realidad en el
mundo de los hechos. Independientemente de cómo interpretemos esa
"concreción" o esa "realidad" (tal vez en edificios, monumentos, poesía, patentes,
artículos, libros, coliseos, conferencias, etcétera), el mundo de lo real-
cognoscente nos interpela día a día en su cruel batalla con la razón, a bajar la
abstracción y la contemplación al terreno de los referentes fácticos, a cortar esos
hilo sutiles (que llamamos metafísicos) de los que muchas veces penden los
sueños, para hacerlos evidencias de nuestro despertar en el ahora.
rigilo99@hotmail.com