Este artículo describe la historia de los famosos osos monociclistas de la Diablada Ferroviariade Oruro.El documento constituye el primer avance de un proyecto que busca reconstruir la historia de la diablada ferroviaria.
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Los Osos Monociclistas de la Ferro: Reconstrucción de su historia a partir
de la vivencia de Don Freddy Foronda.
Por: Miguel Angel Foronda Calle1
El personaje del Oso, dentro de la Diablada orureña, con la gracia y picardía que lo caracteriza
asume dos roles: por una parte abrir paso a los danzarines y por otra vincularse con los
espectadores divirtiéndolos, y en varias ocasiones integrándolos a la danza “raptándolos” para
bailar. Este personaje, en el caso de la diablada Ferroviaria, ha asumido una característica y
carisma propio a partir de la inclusión de los famosos Osos Monociclistas quienes con el pasar
del tiempo se han convertido en marca de identidad de esta institución diablezca de manera
que al ver uno de ellos uno sabe que la “Ferro” se aproxima. El presente artículo constituye un
primer esfuerzo por reconstruir la historia de este personaje a partir de una entrevista
realizada a Don Freddy Foronda quien lo encarnó durante la década de los 70s y 80s del siglo
pasado y quien tuvo la gentileza de compartir sus vivencias. Cabe mencionar que este primer
esfuerzo forma parte de un proyecto más ambicioso y que ha sido iniciado por el autor de este
artículo en su afán de reconstruir la historia de la Diablada Ferroviaria que en octubre de 2016
cumplirá 60 años de vida institucional.
LOS ORÍGENES: PRIMERA GENERACIÓN.
La primera aparición de los osos en monociclo se produjo en la Diablada Ferroviaria en la
década de los 60s del siglo XX. Según recuerda nuestro entrevistado existía un grupo de
aproximadamente cuatro a cinco personas, encabezados por un señor de apellido Martínez,
que personificaban a este acrobático personaje, respecto a las otras personas recuerda que
provenían de Uyuni. Lamentablemente este grupo desapareció repentinamente, este hecho
fue una de las motivantes para que Don Freddy, a inicios de la década de los 70s, decida
ingresar a la Ferro de manera que esta atracción no se pierda. Es a partir de esta decisión que
nace una nueva generación de osos del monociclo ya que años después su hermano
participará de manera similar.
NACIMIENTO Y FORMACIÓN DEL OSO FORONDA.
El primer objetivo que se puso Don Freddy fue el de construir él mismo un monociclo; esta
idea fue impulsada por su habilidad para elaborar trabajos en fierro que fue adquirida en la
Fábrica de catres de Don Félix Foronda, quien fuera su padre y quien también formo parte de
la Ferro dentro de la tropa de diablos. Este cometido, en principio, no tuvo éxito, al respecto
nos señala:
“Desde que se ha formado la idea de entrar en el monociclo primero he intentado hacer el
monociclo más o menos a lo que veía, en base al recuerdo de los monociclistas que entraban
con la diablada. He hecho algunos proyectos que me han fallado hasta que al final lo he
ubicado a este Martínez (…)”.
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Es abogado de profesión e investigador jurídico y social.
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Don Freddy en su monociclo alto
Muestra de acrobacia y equilibrio en la
presentación del “Oso Foronda”
Martínez, quien formará parte de la
primera generación de monociclistas, se
puso en conocimiento del Proyecto de
Don Freddy y recibió la propuesta de
vender su monociclo a lo cual le
respondió: “Es difícil, pero te lo vendo, no
hay problema.”. A partir de este momento
el proceso de aprendizaje para dominar el
artefacto de una llanta comenzó y nuestro
entrevistado recuerda esta etapa de la
siguiente manera:
“El primer año quería entrar con monociclo
pero no he podido, y tuve que entrar
bailando de oso solamente, pero me he aburrido. Para el año siguiente he perfeccionado mi
habilidad (…) he practicado por lo menos unos seis meses, todos los días en la mañana a las
cinco de la mañana iba a ensayar a la pampa y en las noches en la esquina de mi casa. Se
requería preparación física y me ayudo a formar mis muslos, además se requería equilibrio
bárbaro (…)”
Es a partir del segundo año, como fruto de la
perseverancia y deseo de recrear a los osos
malabaristas que desaparecieron, que la presencia
de Don Freddy se hace notoria y de ahí que
muchos comenzaron a llamarle “Oso Foronda”. Lo
interesante es que la aparición del monociclo
generaba expectativa, e incluso incertidumbre
hasta el propio día de la entrada de Carnaval ya
que el “Oso Foronda” nunca asistió a los ensayos
ni a los convites con este artefacto, es más, él
ensayaba y tenía su puesto en la tropa de diablos.
Esta situación hace que nuestro entrevistado
participará cada carnaval como oso y diablo, al
respecto nos cuenta: “El sábado siempre bailaba
de oso para ir donde la Virgen y al otro día me
alegraba bailando de diablo, eso era todos los
años.”; posteriormente retomaba el monociclo para la demostración de la mañana del día del
diablo que la Diablada solía hacer en la Avenida Cívica, además de la demostración del sábado
de tentaciones que se acostumbraba hacer en el Stadium Jesús Bermúdez.
SEGUNDA GENERACIÓN: ÉPOCA DE LA CONSOLIDACIÓN Y EXPLENDOR DE LA PRESENCIA DE
LOS “MONOCICLISTAS DE LA FERRO”.
Con la participación de Don Freddy, a partir de inicios de la década de los 70s, se inicia una
segunda generación que duro más de una década y que reafirmo al oso monociclista como
parte de la identidad de la Ferroviaria. Consideramos que no nos equivocamos al afirmar que
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Don Freddy de diablo junto a su
hermano Eddy en su monociclo alto
esta fue una época de consolidación y esplendor. Consolidación porque la participación de los
osos monociclistas se vuelve continua por más de una década que comprende los 70s y parte
de los 80s, este alcance temporal, probablemente sea mayor al de la primera generación.
Esplendor porque la participación de este personaje generó expectativa año tras año entre los
asistentes del Carnaval de Oruro además de la atención de medios de prensa de quienes
citamos algunos textos a manera de ejemplo: “Un oso hizo de las delicias del público con una
monocicleta”2
, “Personaje acrobático y osos de la diablada ferroviaria”3
; “Osos ‘ferroviarios’ en
monociclos, hicieron las delicias del público”4
.
El ingreso de esta figura era antes del guión y la cofradía de la diablada, el recuerdo de nuestro
entrevistado fluye y nos relata: “Siempre entré antes del estandarte, porque apenas veían al
oso monociclista era ya sinónimo de que la ferro estaba viniendo, era como dar aviso a la gente
para que se preparará ya para aplaudir y bailar al son de la Diablada Ferroviaria.”, añade su
vivencia señalando que: “El mayor espectáculo es cuando entras en primer lugar, sin banda.
Ahí la gente empieza a aplaudirte, no hay nadie más eres al único que ven, entonces,’¡¡¡Uaaa!!’
te aplauden, te gritan, todo. Ya cuando entra la diablada ya pasas a segundo plano, mientras
que cuando entras solito ya es otra cosa, la gente vive contigo, tu eres el centro de atracción de
la gente cuando no hay otro personaje.”
En el principio de esta etapa Don Freddy es el único
monociclista y dos o tres años después de su debut se
une su hermano Eddy. De esta manera este personaje fue
infaltable por varios años en las diversas presentaciones
de la Ferro el sábado de carnaval, lunes del diablo,
demostración de sábado de tentaciones y algunos viajes
al interior y exterior de nuestro país. Respecto a los viajes
nuestro informante rememora uno a Argentina donde su
participación causo sensación por la Av. de Mayo de
Buenos Aires, sin embargo esta presentación se vio
afectada por una lluvia que obligo a concluir la
presentación de la diablada.
En este orden de cosas no podemos dejar de lado la
evolución que se dio en el monociclo. Al ya contar con un
modelo, que fue adquirido del señor Martínez, el “Oso
Foronda” retomo la iniciativa de construir su propio
monociclo. Tras tres años de haber utilizado el artefacto
adquirido y luego de que en esos mismos años ensayo varios intentos por construir un nuevo
monociclo consiguió su objetivo de construir uno propio y con la característica de ser
notablemente más alto que el primero (Ver Fotografía 1). De esta manera él ingresaba con el
monociclo alto mientras que su hermano Eddy con el pequeño, así entre ambos generaban
una coreografía coordinada que maravillaba a los espectadores, recuerda Don Freddy: “(…) se
hacían figuras, entrabamos entre dos monociclos. Nos preparábamos, nos cruzábamos, nos
2
Periódico “El Expreso”: 20/02/1977
3
Periódico “La Patria”: 26/02/1979
4
Periódico “La Patria”: 23/02/1980
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Don Freddy en la Av. Cívica sobre el monociclo con un niño en
hombros
parábamos ahí dando unos movimientos bien bruscos, la gente empezaba a gritar
especialmente cuando yo entraba en el grande mi posición era medio diagonal cuando daba
vueltas que la gente gritaba como si me estuviera cayendo, esos recuerdos no se borran.”
Cuando se comenzó a utilizar el monociclo alto el “Oso Foronda” requería la ayuda de unos
tres osos para subirse a este y es de esta manera que siempre contaba con una comitiva de
apoyo. Acá le surge la siguiente anécdota: “Como daba un poco de terror, se necesita bastante
equilibrio para entrar, yo no podía tomar, siempre que paraba la gente me daba latas de
cerveza, todo me pasaban, yo tomaba un sorbito y a los otros yo les repartía. A veces yo tenía
que cambiar dos grupos de ayudantes porque los otros ya no entraban porque estaban ebrios,
exagerando hasta el mercado Campero me acompañaban, de ahí otra gente tenía que
cambiar.”
Otra anécdota rememora aquella
vez que Don Freddy realizó una
hazaña de malabarismo cuando
subió a su monociclo alto con un
niño en hombros. Este su relato:
“Lo más lindo ha sido que por
primera vez, creo que ningún oso
ha hecho eso, me he subido a un
chiquito a mis hombros y así he
entrado en la Avenida Cívica. Eso
creo que nadie ha hecho. He dado
una vuelta enterita haciendo mis
piruetas y bien. Lo único… gracias
a Dios y a la Virgen que cuando
he saltado al chico le he dicho: ‘te
vas a agarrar bien’ se ha soltado
y se ha caído.”. Este tipo de
hechos genero interés de otras instituciones diablescas, que según nuestro entrevistado lo
invitaron a que formara parte de sus filas, sin embargo la lealtad a su diablada fue grande y
respondió a la invitación diciendo: “no pues esto es tradición de la ferro, además yo no me
cambio por nada”.
De esta manera es que el “Oso Foronda” rememora diversas anécdotas pero con tristeza
señala que su última participación fue en 1984; su hermano continuó por dos o tres años más
y luego decidió pasarse a la morenada. De esta manera la segunda generación, conformada
por dos osos, concluye. Es posible hablar de una tercera generación que podríamos definirla
como intermitente ya que aparecieron muchas personas que trataron de retomar el personaje
pero lamentablemente no hubo continuidad en ello y ningún parecido con esta generación
que culmino después de mediados de los 80s del siglo XX.
5. 5La última participación del “Oso Foronda” en el
Carnaval 2011
Fuente: Archivo fotográfico Miguel Foronda
Don Freddy ingresando a la Plaza Principal de fondo el
Hotel Eden
EL RETORNO.
A pesar de haber dejado el monociclo y a su querida diablada Ferroviaria Don Freddy volvió a
participar dos veces más. La primera, a invitación del entonces Presidente Don Raúl Morales,
para la presentación organizada en octubre de 2006 con motivo de las bodas de oro de la
diablada; en esta oportunidad estuvo acompañado nuevamente por su hermano Eddy, fue la
última vez, ya que èste falleció tres años después. La segunda en el carnaval 2011 a invitación
de Don Saúl Morales; emotivamente, Don Freddy conmemora esa experiencia: “Recuerdo que
las primeras veces que baile mi participación causaba sensación a la gente, pero la última vez
que he entrado en el carnaval ha sido espectacular, era un sueño, me han hecho sentir una
persona realmente importante, como artista siempre he entrado porque todos coreaban:
‘¡¡¡oso!!!, ¡¡¡oso!!!’ en todas partes y era una cosa que por primera vez en mi vida he vivido esa
emoción(…) esas cosas no se borran(…)”
La emoción se cristaliza en sus ojos y los deseos de volver a subirse al monociclo y entrar con
su ferro están latentes y la promesa de que ello suceda es muy probable señala. Lo anterior se
ve reforzado ya que cuando la entrada de Carnaval pasa por su domicilio y el al estar viendo a
su diablada se le acercan viejos camaradas como el actual Presidente Don Freddy Arellano y le
increpan: “¡baile pues!; ¡la próxima quiero verte con tu monociclo aquí!”. Sin duda alguna, y
haciendo el esfuerzo por ser objetivos, podemos afirmar que Don Freddy y su Hermano Eddy
fueron parte importante de la Diablada Ferroviaria y ellos la llevan y llevarán en su corazón
eternamente. Nuestro entrevistado culmina con la siguiente expresión: “Yo lo he pasado muy
bien bailando (…) Vienen los buenos recuerdos: la gente siempre quería hacerse sacar fotos,
querían que haga las piruetas, les gustaba las vueltas que daba (…) Ganas no me faltan de
volver.”