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VOCES
DE
LA
EDUCACIÓN
ganzl912
LA EVALUACION
SIGNIFICATIVA
Rebeca Anijovich (comp.i I Alicia R. W. de Camilloni
Graciela Cappelletti I Jussara Hoffmann
Raquel Katzkowicz | Lucie Mottier López
PAinOR
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La evaluación de los aprendizajes es un tema complejo que refiere a una práctica social anclada
en un contexto, que impacta de múltiples maneras en los distintos actores involucrados:
alumnos, docentes, instituciones educativas, padres. La evaluación formativa es una evaluación
significativa, en la medida en que procura contribuir a la mejora de los aprendizajes de los
alumnos y al aumento de la probabilidad de que todos los estudiantes aprendan. El alumno
deviene, así. centro de la evaluación, receptor y partícipe activo de los procesos de
retroalimentación, monitoreo y autorregulación de sus aprendizajes.
Este libro ofrece una mirada amplia del campo de la evaluación, al abordar distintos aspectos
del mismo: las emociones que despierta en el evaluador y los evaluados: el modo en que
interpela los contenidos y las formas de enseñar y aprender; los valores que se ponen en juego
en su práctica: los criterios de inclusión y exclusión implicados; las creencias que subyacen en
los docentes acerca de las capacidades de los alumnos para aprender.
Afirma Alicia R. W. de Camilloni: "Cuando encontramos que hay coherencia efectiva entre
enseñanza y evaluación, cuando la evaluación está alineada con el currículo y con la
programación didáctica, cuando evaluación y enseñanza están realmente entretejidas, cuando
los nuevos aprendizajes de tos alumnos se asientan sobre aprendizajes previos y se establece
una red que contiene los aprendizajes nuevos y lo que ya sabían y entre ellos se enriquecen
mutuamente, cuando lo que se enseña y se aprende es interesante y desafiante, y cuando se
perciben estos aprendizajes como asequibles, entonces, en esa congruencia, hallamos la
‘honestidad’ de la buena enseñanza y de la buena evaluación de los aprendizajes". De esa
búsqueda de prácticas honestas trata este libro.
Rebeca Anijovich (Universidad de Buenos Aires y Universidad de San Andrés, Argentina)
ha convocado para este libro a docentes e investigadoras de diversas instituciones y países:
A. R. W. de Camilloni (UBA, Argentina): G. Cappelletti (Universidad de Quilmes y UBA,
Argentina); J. Hoffmann (Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Brasil); R. Katzkowicz
(Universidad Católica del Uruguay y Colegio Alberto Einstein, Ecuador); L. Mottier López
(Universidad de Ginebra. Suiza). Todas ellas, reconocidas expertas en el campo de la evaluación
de los aprendizajes.
www.planetadelibros.com
www.paidosargentina.com .ar
IJireclorn tli- colección: Rosa líotlemberg
Traducción del capitulo 2: Viviana Ackerman
Traducción dci capitulo 3; Ariadna García
Cubierta: Gustavo Macri
La evaluación significativa i compilado por Rebeca Anijovich. ■
1a ed
2a reimp.- Buenos Aires rRaidós, 2016.
208 p ,: 22x16 cm. - {Voces de la Educación : 13519)
ISBN 978-950-12-1529-8
1. Educación. ]. Anijovich. Rebeca, comp,
CDD370
2“rciujprcsíiíji, 2016
Queda rigurosamente prohibida, sin La autorización escrita de ios titulares del
copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, ia reproducción pardal o
iolal de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la repro-
gratia y ei tratamiento informátieo.
ík 2010'. Reboca Anijovich (por la compilación)
& 2010 do todas las ediciones en castellano
Editorial Paidós SAICF
independencia 1682, Buenos Aires
e-mail: difusión@areapaidos.com,ar
www.paidosargentina.com.ar
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723
Impreso en Argentina. Printed in Argentina
Impreso en Bibliográfica,
Barzana 1263, CABA,
en el mes de enero de 2016
Tirada: 500 ejemplares
ISBN 978-950-12-1529-8
ganzl912
LA EVALUACIÓN •
SIGNIFICATIVA i
Rebeca Anijovich (com p.)l Alicia R. W. de Camilloni
Graciela Cappelletti IJussara Hoffmann
Raquel Katzkowicz ILucie Mottier López
#PAIDÓS
65 ANIVERSARIO
Buenos Aires • Barcelona • México
ganzl912
ÍNDICE ©
Las autoras..................................................................................... 11
Introducción, por Rebeca Anijovich.............................................. 15
1. La validez de la enseñanza y la evaluación:
¿todo a todos?, por Alicia R. W. de Camilloni...................... 23
Los criterios de validez en la evaluación........................ 25
La validez de la enseñanza a partir de un principio
ordenador del dispositivo pedagógico: "todo a todos"... 30
La "honestidad" de la enseñanza y la evaluación......... 40
Bibliografía......................................................................... 41
2. Evaluación formativa de los aprendizajes: síntesis crítica de
LOS TRABAJOS FRANCÓFONOS, POR LUCIE MOTTIER LOPEZ............ 43
Revisión de algunas características de la pedagogía
del autocontrol................................................................... 44
En búsqueda de anclajes teóricos para una teorización
más profunda de la evaluación formativa....................... 46
O
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
A modo de conclusión: el ejemplo de una
investigación conjunta sobre las prácticas
de evaluación formativa en el aula.................................... 60
Bibliografía............................................................................. 67
3. Evaluación mediadora: una propuesta fundamentada,
por Jussara Hoffmann............................................................. 73
Sobre la evaluación.............................................................. 73
Sobre los principios.............................................................. 74
Sobre los evaluadores.......................................................... 76
Sobre el carácter subjetivo y multidimensional
de la evaluación.................................................................... 77
Sobre los aprendices............................................................ 78
Sobre la evaluación mediadora......................................... 79
Sobre la práctica evaluativa mediadora........................... 81
Aportes de Piaget y Vygotsky.............................................. 83
El papel mediador del profesor......................................... 85
Evaluación mediadora y formación de profesores......... 88
¿Cuál es la contribución del paradigma mediador
a una postura pedagógica crítico-reflexiva
de Los docentes?................................................................... 90
El Programa de Asesoría en Evaluación
Educacional 1PAEE).............................................................. 91
Los diferentes tiempos vividos por los docentes............ 95
Bibliografía............................................................................. 99
4. Diversidad v evaluación, por Raquel Katzkowicz..................... 103
La evaluación como aliada o enemiga
del fracaso escolar............................................................... 108
¿Influyen las concepciones de los profesores
en los procesos de evaluación en el aula?....................... 114
Modelo multinivel para la comprensión global
del fenómeno del fracaso escolar..................................... 117
Algunos aportes para la reflexión..................................... 122
Bibliografía............................................................................. 124
5. La retroalimentación en la evaluación,
por Rebeca Anijovich .............................................................. 129
Los interrogantes y el lugar del docente
en las prácticas de retroalimentación............................. 131
La retroalimentación y la construcción de autonomía... 140
Buscando coherencias......................................................... 143
Bibliografía............................................................................. 146
6. La evaluación de trabajos elaborados en grupo,
por Alicia R. W. de Camilloni.................................................. 151
¿Por qué usarlos como estrategia de enseñanza?........ 152
La organización del trabajo en grupo............................... 157
¿Qué se aprende en el trabajo grupal?............................. 160
La evaluación del trabajo grupal....................................... 162
Modalidades diversas de asignación
de un mismo puntaje............................................................ 167
Modalidades diversas de asignación
de puntajes diferenciados................................................... 168
La evaluación formativa del trabajo grupal..................... 174
Bibliografía............................................................................. 175
7. La evaluación por competencias, por Graciela Cappelletti .... 177
¿Qué son las competencias?.............................................. 179
Avanzando alrededor de las propuestas de evaluación. 185
¿Evaluar competencias puede entenderse
en el marco de la evaluación formativa?......................... 188
La evaluación por competencias: Evaluación Clínica
Objetiva Estructurada IECOE)............................................. 191
Anexo....................................................................................... 202
Bibliografía............................................................................. 203
1. LA VALIDEZ DE LA •
ENSEÑANZA Y LA EVALUACIÓN
¿Todo a todos?
por Alicia R. W. de Camilloni
Contenidos, objetivos, propósitos, estándares, competencias
y benchmarks1son conceptos que, con diferentes significados e
impacto, se han ido sucediendo en el lenguaje del campo teó­
rico y práctico de los currículos escolares, de la enseñanza y la
evaluación, para definir qué es lo que los sistemas, las escuelas
y los profesores deben enseñar y qué lo que los alumnos deben
aprender, Estos términos representan diferentes concepciones
didácticas y cada uno de ellos ha contribuido al establecimiento
de lo que Basil Bernstein denominaba un “discurso regulativo” y
un "discurso instruccional” porque funcionan ambos como prin-1
1La palabra benchmark (anglicismo traducible al español como "comparativo") es un
término proveniente del campo de la industria, que ha sido incorporado al lenguaje de
la administración, a la evaluación de programas informáticos y a,la evaluación de los
resultados en la educación. Es un proceso continua de medición de productos, servi­
cios y prácticas comparándolos con los que se consideran los mejores en el campo.
La palabra proviene de la marca de referencia que el mejor trabajador con experiencia
en el taller hace en su banco de trabajo y que será la medida precisa que él mismo y
otros deberán emplear para la producción de una clase de objetos. Esa marca es la
benchmark.
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
cipios ordenadores del currículum [Bernstein. 1990J.2 El empleo
de uno u otro de estos términos está lejos de tener un efecto neu­
tral. Dado que integran dispositivos curriculares, pedagógicos y
evaluativos en los que la clasificación y el enmarcamiento pre­
sentan distintas formas y relaciones mutuas, cada uno es una
manifestación de diferentes concepciones didácticas y determi­
na, por ende, un alcance diverso respecto de los conocimientos
y los saberes escolares, de las responsabilidades de los actores
en la definición del diseño curricutary la programación didáctica,
y, asimismo, de los tipos y niveles de logros de aprendizaje espe­
rados en los alumnos. El discurso regulativo establece principios
acerca de la estructura que sirve de base para la transformación
del conocimiento en un dispositivo pedagógico de comunicación.
Como afirman Gamble y Hoadley. en el marco del enfoque
bernsteiniano, “el dispositivo pedagógico consiste en una re­
lación jerárquica entre tres conjuntos de reglas -distributiva,
recontextualizadora y evaluativa-, los que. juntos, describen el
proceso de transformación del conocimiento desde el campo de
producción del conocimiento, al campo de recontextualización,
al campo de reproducción en la clase".
Este dispositivo pedagógico abarca a ambos, a la enseñanza y
a la evaluación. Pero observamos en la práctica que los principios
ordenadores pueden ser los mismos para una y para otra, o que.
por el contrario, pueden ser diferentes respecto de la enseñan­
za y de la evaluación. Cuando esto último ocurre, el dispositivo
pedagógico no solo se desagrega en dos segmentos separados.1
1Bernstein define el currículum como ‘ el sistema de mensajes que constituye aquello
que cuenta como conocimiento válido a ser transmitido* [1990: 150). Discurso regu­
lativo es el "conjunto de reglas que regula aquello que cuenta como orden legítimo
entre y dentro de transmisores, adquirientes, competencias y contextos: a un nivel de
abstracción mayor, suministra y legitima las reglas oficiales que regulan el orden, la
relación y la identidad* 11990:1521. Discursoinstmcdonal es el 'discurso que controla
la transmisión, adquisición y evaluación del conocimiento indispensable a la adquisi­
ción de competencias especializadas, regulando sus aspectos internos y relaciónales*
11990:151)
&
sino que, peor aún. Los segmentos resultantes se convierten en
vectores con orientaciones diversas. Situación confusa para los
estudiantes, que optan, generalmente, por seguir en su aprendi­
zaje, de manera prioritaria, la dirección que les señala la moda­
lidad de evaluación que saben que adoptará el profesor.
Por esta razón, el alineamiento efectivo de los principios or­
denadores de ambas dimensiones, la enseñanza y ta evaluación,
tiene gran importancia. Es indispensable para garantizar un cla­
ro señalamiento en las actividades de todos los implicados en
las tareas de enseñar y aprender, y porque este alineamiento
sirve, igualmente, como fundamento para la determinación de
un criterio de validez para la evaluación sin et cual esta carecería
de significado.
LOS CRITERIOS DE VALIDEZ EN LA EVALUACIÓN
Existe acuerdo acerca de que el requisito de validez se en­
cuentra entre tas condiciones fundamentales empleadas para
apreciar la calidad de los programas y de los instrumentos de
evaluación. No constituye, sin embargo, un requerimiento más
entre otros. Su papel es fundamental; pero la construcción de
su definición así como la estimación de su importancia para la
evaluación no han recibido una respuesta ni simple ni unívoca.
Y esto en razón de que son siempre el resultado de una conjun­
ción de supuestos teóricos sobre cuál ha de ser la formación que
recibirán los estudiantes, qué procesos psicológicos se espera
que se desarrollen en el curso de la formación, cómo se han de
manifestar de manera que se pueda inferir que se producen, qué
tareas se eligen porque facilitan la obtención de esas evidencias
y de qué forma se pueden establecer, sobre esas bases, grados
de calidad en los aprendizajes.
En cuanto a la importancia de los requisitos, en otro sitio nos
hemos referido a la prioridad que en el enfoque conductista, psi-
LA
VALIDEZ
de
la
enseñanza
y
la
evaluación
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
cométrico o de la medición científica se otorga a la contabili­
dad por sobre la validez y señalamos allí nuestra discrepancia
con este criterio ICamilloni, 1998: 88-89). Aunque para algunos
autores no es posible separar la validez de una prueba de su
confiabilidad y postulan a esta última como un aspecto interno
de la validez, nosotros entendemos, por el contrario, que, sea la
evaluación cuantitativa, cualitativa o una combinación de ambas,
la confiabilidad, si bien deseable, es secundaria respecto de la
validez y que. si fuera necesario y se contara con una seria fun­
damentados convendría sacrificarla parcialmente con el fin de
obtener más validez, requisito que, a nuestro juicio, posee signi-
ficatividad mayor que la confiabilidad.
Entre los autores que han trabajado especialmente la cues­
tión de la validez en la evaluación, con el propósito de ampliar y
profundizar su significado, se encuentra Samuel Messick. quien
en sus obras contrastó el uso tradicional del término y de los
distintos tipos de validez con su concepción de una validez unifi­
cada e integradora (Messick. 1991,1992,1996).
El concepto de validez, en términos generales, se refiere a
la capacidad de un instrumento de evaluación para medir lo
que se pretende evaluar con él. Es frecuente que se distingan
diferentes tipos de validez. Como ilustración de las varías cla­
sificaciones de tipos de validez, tomamos la siguiente (que es la
que Messick contrasta con la construcción teórica que él pro­
pone): validez referida a criterios, validez de contenido y validez
de construcción. Messick describe cada una de la siguiente
manera:•
• Validez referida a criterios: depende de la relación sistemá­
tica que existe entre los criterios que se emplean para la
calificación de la prueba de evaluación y los criterios de
logro establecidos para el aprendizaje que se evalúa. La
prueba debe proveer evidencias de que el desempeño de
los alumnos en esa prueba permite hacer inferencias res-
pecto de cuáles han de ser las calificaciones que se van a
otorgar y que se corresponden con la acreditación prevista
de sus aprendizajes a través de otras pruebas y de crite­
rios generales de calificación.
• Validezde contenido: depende de la correspondencia entre
los aprendizajes de los alumnos en cuanto a conocimien­
tos, destrezas, competencias y/o producciones y los que
se prescribe que logren en el currriculo o programa de
estudio.
• Validez de construcción: corresponde a la capacidad de
la prueba para evaluar los procesos psicológicos que los
alumnos ponen en juego en la realización de las tareas
cuyo aprendizaje se evalúa. Procesos cognitivos. creati­
vidad. motivación y perseverancia son aspectos que se
modelizan de acuerdo con una construcción teórica de los
aprendizajes y las tareas específicas, y que son evaluados
por la prueba.
Como dijimos antes. Messick considera que no es adecuado
diferenciar así estas formas de la validez porque abren la posi­
bilidad de que los instrumentos de evaluación, según su natura­
leza o el propósito de su empleo, posean uno o dos de los tipos
de validez y no todos ellos. Por otra parte, señala, igualmente,
que los tipos de validez enunciados estrechan el campo de la
concepción de validez o no lo analizan de manera apropiada. Los
seis aspectos de la validez, que postula Samuel Messick y que
son interdependientes, son los siguientes:1
1. De contenido: se trata de los conocimientos, las destrezas
y otros atributos que se manifiestan en las tareas evalua­
das cuando el muestreo de los contenidos es adecuado.
2. Sustantiva: corresponde a la verificación empírica de que
tos procesos que corresponden al dominio evaluado se
evidencian en la prueba, de acuerdo con un modelo funda-
LA
VALIDEZ
DE
LA
ENSEÑANZA
Y
LA
EVALUACIÓN
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
mentado teóricamente acerca de cuáles son esos proce­
sos y siempre que, también, el muestreo de los procesos
sea apropiado.
3. Estructural: el sistema de puntuación de la prueba es con­
sistente con las manifestaciones del modelo construido
respecto de los procesos necesarios para la realización
exitosa de la tarea en evaluación.
4. Generalizabitidad: refiere a la capacidad de la prueba para
ofrecer resultados que se pueden generalizar y transferir
a otros contenidos, a otros procesos, a otras situaciones,
a otras tareas y a otros grupos pertinentes de la población
que se evalúa.
5. Factores externos: refiere a los alcances y la corresponden­
cia o correlación que tienen las puntuaciones resultantes
de la prueba de evaluación respecto de otras formas o
pruebas de evaluación o de conductas no evaluadas, de
acuerdo con las evidencias empíricas que se recogen.
6. Aspectos consecuenciales: depende de los efectos que tie­
ne la interpretación y el uso de los resultados de la prue­
ba. ya que debe haber evidencia de que son positivos y solo
mínimamente adversos o negativos para individuos o gru­
pos relacionados con la evaluación efectuada.
Para Samuel Messick, estos seis aspectos en su conjunto
siempre deben ser tomados en consideración para la estima­
ción de la validez de las pruebas de evaluación educativa. No
se los puede separar porque todos ellos son necesarios y están
entretejidos conformando un plexo de condiciones para la cons­
trucción y el uso de instrumentos y programas de evaluación de
buena calidad. Este autor define a la validez como "un juicio eva-
luativo integrado del grado en el cual la evidencia empírica y la
exposición teórica razonada apoyan la adecuación y propiedad
de las inferencias y acciones basadas sobre las puntuaciones de
la prueba u otros modos de evaluación" [Linn, 1989],
La concepción que desarrolló Messick sobre la validez de la
evaluación abrió un campo de trabajo particularmente fértil tan­
to en lo que respecta a la teoría cuanto a la práctica de la evalua­
ción. Entre las conclusiones que son compartidas por distintos
autores, encontramos las siguientes:
• La validez no es una propiedad de la prueba, sino que,
más bien, se refiere al uso que se da a la prueba para un
propósito determinado.
• Para evaluar la utilidad de una prueba y su adecuación
para un propósito particular se requieren múltiples fuen­
tes de evidencia.
• Para justificar el uso de un test con un determinado pro­
pósito es necesario ofrecer evidencia suficiente de que es
apropiado para ese fin.
• La evaluación de la validez de una prueba de evaluación
no constituye un evento estático, sino que es un proceso
continuo (Sireci. 2007).
Un carácter común que se postula recurrentemente para otor­
gar validez a las evaluaciones es la honestidad de las interpre­
taciones, inferencias y acciones del evaluador. Otro aspecto que
debe ser incorporado en el análisis de la naturaleza de las eva­
luaciones es el que refiere a tos sujetos a los cuales se destina la
evaluación y a quiénes son los evaluados, así como cuáles son las
decisiones que se adoptan sobre la base de esas evaluaciones.
En las definiciones de validez de la evaluación, si bien se en­
cuentra una referencia a los propósitos de la enseñanza y a los
conocimientos y saberes que los alumnos deben desarrollar,
se advierte que, por lo general, tanto en la .teoría como en la
práctica, una vez realizados los primeros pasos en el proceso
de construcción de los instrumentos, la validez se define in­
ternamente con referencia específica a los propósitos propios
de la evaluación. Es así como en esta etapa del proceso obser-
LA
VALIDEZ
DE
LA
ENSEÑANZA
Y
LA
EVALUACIÓN
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
vamos que los propósitos de la evaluación se han distancia­
do ya de los propósitos de la enseñanza, en razón de que son
el resultado de las selecciones e interpretaciones que, con el
objetivo restringido de obtener una medida, definir un ranking,
comparar individuos, grupos o instituciones, concluyen por re­
ducir el campo y limitarlo a la formación medíble sobre esas
bases.
LA VALIDEZ DE LA ENSEÑANZA A PARTIR
DE UN PRINCIPIO ORDENADOR DEL DISPOSITIVO
PEDAGÓGICO: "TODO A TODOS"
El aspecto de mayor importancia en la consideración de la
validez de la evaluación es el que deriva de la representatividad y
generalizabilidad de los contenidos cubiertos por los instrumen­
tos y el programa de evaluación. El alineamiento efectivo entre
esos contenidos y el universo de los contenidos curriculares es
fundamental, en consecuencia, para estimar el alcance y la síg-
nificatividad de la evaluación. Pero si se estimara solo a partir
del alineamiento formal entre evaluación y enseñanza y no se
pusiera también en cuestión la validez de los contenidos curri­
culares mismos, la validez perdería su sustento pedagógico.
Es preciso, por tanto, desarrollar cuidadosamente y en pro­
fundidad el concepto de validez de la enseñanza en lo que res­
pecta a contenidos sustantivos y a estrategias de enseñanza.
Con ese propósito, los principios pedagógicos ordenadores
sobre los que se construyen el diseño curricular, la enseñanza
y la evaluación son Los que deben ser fundamentados y justifi­
cados. Qué enseñar, cómo enseñar y quiénes pueden aprender
constituyen las claves principales de los principios ordenado­
res del dispositivo pedagógico. Y como ocurre con La validez de
la evaluación según Messick, los tres aspectos -qué, cómo y a
quiénes- no pueden escindirse en la consideración de la validez
de la enseñanza. Veamos, a continuación, y como ejemplo, el en­
cuadre de la noción de validez que ofrece un principio ordenador,
especialmente abarcativo de una interpretación acerca de cuáles
han de ser los contenidos y quiénes han de aprenderlos, del que
deriva la consiguiente concepción acerca deque la evaluación no
está destinada a seleccionar a los alumnos que demuestran ser
capaces de aprender, sino a contribuir a mejorar el aprendizaje
de todos.
La expresión “todo a todos” expresa en el campo de la peda­
gogía un ideal social y moral asociado al ideal de justicia. Por
esta razón, está relacionado con el ideal de igualdad que. como
dice Jean Derouet (2003: 171 y ss.l, constituyó la referencia co­
mún e inspiró la evolución de la casi totalidad de los sistemas
educativos instaurados desde el siglo XIX, sistemas que marcha­
ban en la búsqueda de una organización global, una escuela que
debía reunir a todos los niños sin distinciones de ningún tipo.
Pero estamos ahora ante una crisis de los ideales en muchos
campos y el de la igualdad en la educación se encuentra desde
hace tiempo en grave petigro.
A partir de las múltiples perspectivas de los análisis hístóri-
co-sociológicos que se sucedieron en el tiempo, esta aspiración
pedagógica estuvo y está lejos de ser alcanzada. Los resultados
han sido decepcionantes debido a que no se convirtió en realidad
el ideal de la escuela única y porque la igualdad de oportunida­
des se fue desarrollando con dificultades como una expresión
de su definición débil, y esto en sus dos versiones conocidas: la
primera, como igualdad de acceso pero no de permanencia, y la
segunda, como igualdad de acceso y permanencia pero no como
igualdad de calidad de la formación. Las razones deben buscar­
se en la sociedad y no solo en el interior de.los sistemas edu­
cativos. aunque debemos reconocer que. incluso en el discurso
pedagógico, se ha ido instalando la quiebra del ideal de igualdad
y su compensación por un nuevo ideal, el de la diversidad, el cual
asume también, por lo general, una definición débil, entendida
LA
VALIDEZ
DE
LA
ENSEÑANZA
Y
LA
EVALUACIÓN
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
solamente como legitimación de las diferencias, en términos de
Ramón Flecha [Grroux y Flecha, 1992: 182].
En otro sentido, y centrándonos ahora en un análisis concep­
tual de la expresión "todo a todos", se plantea una problemática
didáctica y pedagógica muy interesante por la ambivalencia que
fue adquiriendo desde un punto de vista valorativo a lo largo ya
de varios siglos. "Todo a todos”: ¿cuál es el significado de esta
expresión?
Algunas citas son obligadas, pero comenzaré relatando dos
anécdotas que me permitirán echar alguna oscuridad adicional
a la cuestión.
Cuenta Ernesto Sábalo que. cuando ejercía el cargo de pro­
fesor de Física, una señora le pidió que le explicara la Teoría de
la Relatividad de Einstein. Sábato refiere que se la explicó, pero
la señora le respondió que no la había comprendido. Sábato se
la explicó nuevamente y la respuesta de la señora fue. otra vez.
que no la había captado. Sábato se la explicó de nuevo y cuando
finalmente la señora quedó satisfecha y dijo con una sonrisa que
por fin había entendido. Sábato le contestó: ”Sí, pero esta ya no
es la Teoría de la Relatividad".
Veamos la segunda anécdota. En su libro £í proceso de la
educación, Jenome Bruner narra una situación similar. Un pro­
fesor de Física explica a su clase temas avanzados de mecánica
cuántica. Advierte por los rostros de los estudiantes que. obvia­
mente, no han comprendido. El profesor relata lo sucedido de la
siguiente manera:
“Lo enseñé por segunda vez y los alumnos tampoco lo com­
prendieron. Y entonces lo enseñé por tercera vez y yo lo com­
prendí” (Bruner, 1960: 89).
Dos historias semejantes con interpretaciones diferentes y
que abren al interrogante: ¿es posible que todos aprendan todo?
La expresión "todo a todos” nos invita necesariamente a la
cita de algunos autores. De ellos tomaré solo dos, seleccionados
en razón de su trascendencia.
El primero, Juan Amos Comenio. En dos obras de cita obli­
gada en este caso, emplea esa expresión como manifestación
sintética de su ideal educativo. Ellas son la Didáctica Magna
111658] 2000), en la que ya en el pórtico de la obra afirma que
"expone el artificio universal para enseñar a todos todas la co­
sas". y la Pampaedia 1(1657] 1992), que es el libro IVde la Opera
Didáctica Omnia. en la que desarrolla una didáctica destinada
a lograr su ideal de conocimiento para todos los hombres, la
Pansofía. El mandato de Comenio es religioso y no solo social
y moral. Enseñar todo reúne tres vocablos: omnia (se enseña
todo], omnes [a todos] y omnino (umversalmente). En el primer
capítulo de la Pampaedia, sostiene que todos los hombres, la
humanidad entera, deben ser educados en todo, integralmen­
te, para que todos alcancen la verdadera sabiduría. Esta es la
Pansofía, es decir, el sistema de saber uhiversal en el que Co­
menio había centrado su pensamiento. El sistema está asocia­
do al concepto de omnisciencia, que implica conocer todo pero
con la capacidad de conocer todo de manera infinita, de seguir
conociendo, de saber cada vez más y de saber siempre. Esta
descripción del conocimiento solo puede corresponder a Dios,
pero Comenio sostiene que habiendo sido el hombre creado a
imagen y semejanza de Dios, la educación tiene la misión de
conducirlo en el camino de la vida para que cada vez se ase­
meje más a El. Así pues, para el hombre, el saber “todo" es el
saber todo lo conocido, esto es. comprender el orden divino a
través de la unidad de las ciencias.
¿Dónde puede encontrar este conocimiento? Para ello, el
hombre cuenta con tres libros: el libro del mundo sensible, el
mundo de la razón y las Sagradas Escrituras. Esto significa que
los sentidos, la razón y la fe se conjugan para brindar el conoci­
miento. Dice Comenio que para ello son suficientes pocos libros;
sin embargo, agrega condiciones a las que esos pocos libros
deben ajustarse: tienen que ser variados y diferentes. Variados
según las edades que se suceden en la vida de los alumnos;
I
LA
VALIDEZ
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n
LA
EVALUACION
SIGNIFICATIVA
diferentes porque distingue entre alumnos principiantes, avan­
zados y los que están cerca de la perfección. Los libros tienen
que ser breves, y no deben incluir ni la controversia, ni la duda,
ni tampoco ambigüedades. Recomienda combinar los distintos
niveles en el mismo libro recurriendo al artificio tipográfico de
usar distintos tipos de letras para cada nivel. Y recomienda que
cada alumno estudie aprendiendo de memoria lo que corres­
ponde a su nivel. El primero de los niveles correspondería a un
conocimiento vago y luego, progresivamente, el conocimiento se
iría haciendo más claro.
Los libros, por lo tanto, deben estar graduados y ordenados.
Sugiere que. de este modo, serán útiles, incluso para los auto­
didactas, porque su amplio propósito es incluir a todos, también
a los que no tienen maestro. Los Libros deberían estar escritos
betlamente y en forma dialogada. Comenio recomienda que se
promueva que sean los alumnos quienes hagan preguntas al
maestro, contra una extensa tradición en contrarío, aquello que
Hugo Gaudig denominó algunos siglos después "el imperialismo
de Las preguntas por eL profesor".
Para Comenio. entonces, "todo a todos" se dirige a hombres y
mujeres, a nobles y plebeyos, ajóvenes y viejos, al género huma­
no en todos los pueblos, estados y ciudades. El ideal que expresa
Comenio se asocia al de la hermandad de los Rosacruces, y es
el ideal de felicidad y bienestar general universal expresado en
su obra Via Lucís [escrita en 1642 y publicada en 1668), en donde
manifiesta que este ideal de intercambio de saber entre algunas
personas ya se había logrado, pero que era menester extenderlo
a toda la humanidad, para lo cual la educación era el vehículo
imprescindible.
"Todo a todos". Comenio no duda de que ese debe ser el ca­
mino. Pero tres siglos de pensamiento pedagógico en el devenir
de sociedades y culturas plantearon nuevos problemas e inter­
pretaciones acerca de qué es enseñar, qué se debe enseñar y
quiénes pueden aprender.
©
Entre tos varios pedagogos que se hicieron estas preguntas
y les dieron respuesta, elegimos a Jerome Bruner. debido a que
en su obra hay múltiples referencias a esta cuestión, si bien el
tema es tratado desde un enfoque diferente al que había desple­
gado Comenio.
En Elprocesode ía educación, publicado en 1960. Bruner realiza
una afirmación que es considerada una de las más importantes
(y hasta cierto punto asombrosas) manifestaciones de su pensa­
miento: “Comenzamos con la hipótesis de que cualquier mate­
ria puede ser enseñada de un modo intelectualmente honesto a
todo niño en cualquier estadio de su desarrollo” (1960:511. En "La
educación como invento social”, artículo publicado original­
mente en 1964, reitera esta idea, que relaciona con su teoría
de los modos de representación: "Existe una versión apropiada
de cada habilidad o conocimiento que puede ser impartida a
cualquier edad a la que se desee iniciar la enseñanza, por muy
preparatoria que sea esa versión" (Bruner, 1988: 144). En otro
trabajo, “La perfectibilidad de la inteligencia" de 1966, escribe
en el mismo sentido:
Desde esta perspectiva se entiende que para cada capacidad o
parcela de conocimiento propia de cada cultura (la det alum­
no), existe una forma correspondiente que se halla al alcance
del entendimiento del estudiante situado en cualquier estadio
de desarrollo, o dicho de otro modo, que es posible enseñar
cualquier materia a cualquier persona, sea cual fuera su edad,
siempre que se haga de forma interesante y sincera (1988:83).
En otra de sus obras, La importancia de ía educación, asevera,
igualmente, que “a cada conocimiento o habilidad capacitadora
que existe en la cultura, le corresponde una forma que el alum­
no puede comprender, en cualquier etapa del desarrollo que se
encuentre; que cualquier tema puede enseñarse en cualquier
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edad, de alguna forma que resulte a la vez interesante y adecua­
da" IBruner, 1987:135). En un escrito posterior, en el prefacio de
The Culture oíEducation, publicado en 1996. encontramos la reite­
ración del mismo principio pedagógico que había sido expresado
antes: "Aunque un dominio del conocimiento pueda ser compli­
cado. puede ser representado de manera que pueda ser accesible
a través de procesos elaborados de un modo menos complejo"
11996: XII).
Esta reiterada afirmación de Bruner fue. ciertamente, difícil
de comprender para los diseñadores de currículos. los profeso­
res y los evaluadores de los aprendizajes. En dos textos posterio­
res a la primera manifestación de este principio. Bruner relata
con términos semejantes lo sucedido en una cierta situación. En
una de estas obras. Realidadmental y mundos posibles, por ejem­
plo. cuenta que en una clase en la Universidad de Texas, durante
un debate que tuvo lugar en un seminario sobre educación, una
joven que acababa de leer El proceso de la educación le dijo que
quería hacerle una pregunta. Bruner rememora la situación y
recuerda que entonces pensó que otra vez te iban a consultar
por la enseñanza del cálculo en primer grado, según era ya ha­
bitual. pero la joven le preguntó: “¿Cómo sabe usted lo que es
honesto?". Bruner afirma que quedó estupefacto ante este in­
terrogante. La joven, dice, sabía pensar, si bien a continuación
el autor aclara que el concepto de honestidad, sobre el que no
había meditado, quedó, finalmente, sin definir (1986:134).
La narración de Bruner muestra que estas preguntas formu­
ladas sobre su afirmación, que podríamos interpretar como equi­
valente a un "todo a todos", lo colocaron muchas veces ante la
necesidad de explicar un pensamiento que era corrientemente in­
terpretado como absurdo o incomprensible, e incluso incorrecto.
¿Cómo interpreta el propio Bruner su afirmación, sostenida
en diferentes obras escritas en el transcurso de casi cuarenta
años? Enmarcada en lo que Bruner denomina "el problema de
la conversión" (1960: 52). podríamos resumir su argumentación
con referencia a tres líneas características de su propuesta de
enseñanza. En primer tugar, él mismo recomienda de inmedia­
to ta programación de un currículo en espiral que permita partir
de un modo de representación que se encuentre en el nivel de
comprensión del alumno, para ir progresivamente profundizan­
do luego el desarrollo conceptual mediante el empleo de nuevos
modos de representación y la construcción de nuevos concep­
tos. Esta idea se asocia, en segundo lugar, y de modo funda­
mental, con su teoría acerca del conocimiento como proceso y
no como producto 11969:96). La naturaleza del conocimiento se
caracteriza, para Bruner. por ser una estructura jerárquica en
la que hay una parte más significativa que las otras. Si esta se
comprende, servirá de base para reconstruir lo menos signifi­
cativo y los elementos sueltos, con todo lo cual se constituirá, de
esta manera, el conjunto del conocimiento, precisamente, como
conjunto estructurado. Por lo tanto, desde este enfoque, hay que
enseñara los estudiantes una idea de la estructura básica, la cual
permitirá combatir la confusión y la fragmentación del conoci­
miento [1960:48yss.|. En este proceso en el que el conocimien­
to del alumno y de la humanidad progresa, la transformación
que acontece no es de explosión. Bruner señala el error de la
expresión "explosión del conocimiento*' porque entiende que se
trata de un movimiento inverso, dado que "hay una implosión de
conocimiento lo mismo que hay una explosión" (1987: 29). To­
dos los componentes de la estructura están interconectados en
un orden que puede comprenderse. Para construir esta estruc­
tura, el individuo necesita autonomía, confianza y competencia
intelectual: usar estrategias de discriminación, de selección y
relacionamiento, de razonamiento, deducción, formulación de
hipótesis, muestreo y corrección de lo contradictorio y lo incom­
pleto, y debe, especialmente, manejar la complejidad. Todo esto
requiere un aprendizaje previo, que debe ser preferentemente
temprano y orientado al desarrollo de habilidades genéricas.
Acá encontramos, entonces, la tercera línea argumentativa. "Lo
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SIGNIFICATIVA
más específico del ser humano -afirma Bruner- es el hecho
de que su desarrollo como individuo depende de la historia de
su especie pero no de la historia que se refleja en los genes y
cromosomas, sino más bien de aquella que se refleja en una
cultura que es exterior a su organismo y más amplia de lo que
puede abarcar la competencia de un solo ser humano" (1987:
65). El niño no es un agente solitario que conquista el mundo,
necesita de los otros, necesita que le enseñen, necesita que le
hablen, necesita discutir sus puntos de vista y sus ideas con
otras personas (1986: 86). Los principios fundamentales de la
pedagogía de Bruner son la economía (enseñar lo necesario, no
enseñar cosas inútiles), la transferencia y el aprendizaje de nor­
mas generales. Currículo en espiral, estructuras básicas como
contenido de la enseñanza y la cultura, y. por fin. el medio social
como sostén de un aprendizaje significativo y transferible son
lo que permiten, según Bruner, pensar que siempre es posible
encontrar el modo adecuado de conversión o traducción didác­
tica que constituirá la puerta para el aprendizaje de "todo para
todas las personas”.
"Todo a todos” también ha sido interpretado de otras mane­
ras. Por ejemplo, enseñar un poco de todo sin profundidad, al
modo de contenidos curriculares que deben ser distribuidos,
entendiendo que esto es lo que se podría denominar formación
general. Se trata de una interpretación del "todo a todos" que
se convierte en poco o nada a todos o a nadie, conocimiento sin
raíces, conocimiento frágil e inútil.
"Todo a todos" también ha sido concebido como el conocimien­
to mal llamado enciclopédico, en el que "todos" deben aprender
"todo" lo que algunos puñados de especialistas disciplinarios co­
locan como contenidos curriculares sin cuestionarse acerca de
su potencial educativo y su fortaleza como base o motor de la
formación. Decimos que es “ mal llamado" enciclopédico ya que
la Enciclopedia de la Ilustración constituyó una obra monumental
para poner al alcance de todos los conocimientos disponibles en
la época3y no es correcto utilizar esta denominación con senti­
do peyorativo para caracterizar una enseñanza de conocimientos
fragmentarios, superficiales, desorganizados y memorizados por
los alumnos, que no alcanzan a comprender su significado.
“Todo a todos" también se encuentra como expresión que
integra los discursos de políticas educativas, que se vacían de
contenido si no van acompañadas de medidas de política peda­
gógica de tratamiento de la diversidad que sostengan acciones
efectivas, tanto de superación de la generación discriminativa
de diferencias intolerables entre los alumnos como de atención
seria y cuidadosa a las diversidades que naturalmente existen
entre los seres humanos.
Cuando se hace referencia a esta expresión, "todo a todos”,
se trata, pues, de una expresión polisémica que requiere ser de­
finida. ¿Sería conveniente, por tanto, desecharla, eliminándola
del ideario pedagógico de nuestro tiempo? Pensamos, por el
contrario, que es preciso conservarla. "Todo a todos" puede ser
un ideal para la educación de hoy y de mañana. No es una utopía
ineluctablemente irrealizable. Quizá pueda convertirse en una
utopía amigable si pensamos que todas las expresiones de la
cultura son preciosas y que es necesario que la humanidad en
su conjunto las comparta.
¿Cuál de los dos profesores tenía razón? ¿El que al hacer
comprensible el contenido lo destruía o el que al hacerlo comu­
nicable lo comprendía mejor?
En realidad lo que está en cuestión es la capacidad, la posibilidad
y la conveniencia de la conversión de los contenidos de la ciencia.1
1La Enciclopedia o Diccionario razonado de las Ciencias, de las Artes y de los Oficios de
Diderot y D'Alembert lúe publicada entre 1751 y 1777. Incluye 21 volúmenes de tex­
tos con más de 70.000 artículos sobre todos los temas. Se agregaron 11 volúmenes
de ilustraciones con el propósito de poner el conocimiento al alcance de todos. Fue
el resultado de un trabajo colaborativo en el que participaron más de 140 personas
miembros de la 'sociedad de hombres de letras'. En la Enciclopedia de la Ilustración,
el conocimienlo está cuidadosamente actualizado y organizado.
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la tecnología, las humanidades y las artes al nivel de comprensión
de todos los seres humanos, de modo de hacerlos enseñables.
LA “HONESTIDAD” DE LA ENSEÑANZA Y LA EVALUACIÓN
Los procesos de conversión o traducción de los conocimien­
tos en contenidos curriculares son los que determinan tanto la
validez de lo que se enseña cuanto la validez de los aprendizajes
que se evalúan. Esos procesos son, igualmente, los que sien­
tan las bases para que los componentes de las redes cognitivas
construidas por los alumnos sean movilizables y duraderas, con
el fin de que, en suma, sus conocimientos sean transferibles. En
este sentido, se puede sostener que la validez y la autenticidad
de las evaluaciones, a las que se ajustan primariamente las mo­
dalidades de estudio de ios alumnos, reposan, sobre todo, en la
ciencia y el arte desplegados por los profesores para traducir o
convertir en contenidos escolares los conocimientos originados
dentro y fuera de la escuela, sin distorsionarlos ni destruirlos, y
haciéndolos aprendióles por los estudiantes.
Cuando encontramos que hay coherencia efectiva entre en­
señanza y evaluación, cuando la evaluación está alineada con
el currículo y con la programación didáctica, cuando evaluación
y enseñanza están realmente entretejidas, cuando los nuevos
aprendizajes de los alumnos se asientan sobre aprendizajes pre­
vios y se establece una red que contiene los aprendizajes nue­
vos y lo que ya sabían, y entre ellos se enriquecen mutuamente,
cuando lo que se enseña y se aprende es interesante y desafian­
te. y cuando se perciben estos aprendizajes como asequibles, al
menos en algún grado, para todos los alumnos, probablemente
podamos afirmar que hemos hallado una respuesta a la pregun­
ta que había quedado planteada en nuestro relato. Es en la con­
gruencia de estas relaciones donde reside la “honestidad" de la
buena enseñanza y de la buena evaluación de los aprendizajes.
0
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2. EVALUACION FORMATIVA
DE LOS APRENDIZAJES
Síntesis crítica de los trabajos francófonos1
por Lucie Mottier López
En una publicación de la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económico (OCDEl, hemos tenido la oportunidad de
destacar las principales características de la conceptualización
de la evaluación formativa en los trabajos francófonos (Allal y
Mottier López. 2005). partiendo del modelo inicial de la pedagogía
del autocontrol [ma/fríse] de Bloom y sus colegas (Btoom, 1976;
Bloom, Hastings y Madaus, 1971). En dicho artículo, presenta­
mos y debatimos esta concepción■,f^ancófona‘, de la evaluación
formativa. con la constatación, empero, de que algunas nociones
aparecen actualmente en los escritos anglófonos (véase el re­
ciente Handbook of formative assessment editado por Andrade y
Cizek, 2010). En otras palabras, parece que las barreras lingüís­
ticas producen cada vez menos obstáculos a la divulgación de los
trabajos científicos. Este libro. afortunadamen.te. contribuye de
manera activa en tal dirección.
Traducción del francés; Viviana Aekerman.
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
Nuestro capítulo se funda en una vasta revisión de literatu­
ra francófona [de especialistas en la evaluación en Francia y en
las regiones francófonas de Bélgica, Canadá y Suiza] luego de
un análisis sistemático de los escritos publicados en la revista
Mesure et Évatuation en Éducation, que es la publicación científi­
ca de la Association pour le développement des méthodologies
d evaluation en éducation (ADMEE-Europe y ADMEE-Canadá).2
Esta revista se funda asimismo en varias obras muy destacadas
en este campo. El detalle de los artículos consultados y nues­
tra metodología de trabajo se presentan en Allal y Mottier López
[2005] y en Mottier López y Laveault (2008).
Tras una revisión de las principales características de la pe­
dagogía del autocontrol en la primera parte del capítulo, presen­
tamos. en la segunda parte, lo que consideramos son los princi­
pales desarrollos teóricos de la evaluación formativa en los tra­
bajos francófonos. La tercera parte expone los ejes principales
de la perspectiva llamada "ampliada” de la evaluación formativa.
Luego continuamos citando algunas cuestiones actuales para la
evaluación formativa y terminamos con el ejemplo de una inves­
tigación conjunta, realizada en colaboración con docentes en el
cantón de Ginebra, en Suiza.
REVISIÓN DE ALGUNAS CARACTERÍSTICAS
DE LA PEDAGOGÍA DEL AUTOCONTROL
En Altai y Mottier López (2005), hemos resumido las fases
características de la pedagogía del autocontrol [Bloom. 1968;
Bloom et ai. 1971] del siguiente modo:
’ Esta revista, a la qje se puede considerar como la más importante revista científica
de lengua francesa especializada en el dominio de la evaluación, festejó sus treinta
años en 2008.
©
1. Las actividades de enseñanza/aprendizaje se realizan en
relación con objetivos vinculados con una unidad de for­
mación.
2. Una vez que se han realizado estas actividades, se les pro­
pone a los alumnos una evaluación, muchas veces bajo la
clásica forma de test "papel y lápiz". Esta etapa consis­
te en recoger información sobre el logro de fos alumnos
respecto de los objetivos definidos.
3. Las informaciones recogidas son procesadas por el do­
cente a fin de producir un feedback útil para él y para los
alumnos.
4. El docente propone fórmulas y métodos orientados a so­
lucionar tas dificultades de aprendizaje que la evaluación
formativa permitió identificar. La acción correctiva pue­
de revestir diversas formas: ejercicios complementarios,
nuevo tipo de material pedagógico (verbal vs. represen­
taciones visuales), debates en pequeños grupos, tutoría
individual, utilización de herramientas informáticas.
En este modelo, el docente asume la responsabilidad de la
planificación y gestión de cada una de las operaciones de la eva­
luación formativa: elección de los objetivos por evaluar, concep­
ción del test formativo, análisis e interpretación de los resulta­
dos recogidos, propuesta de soluciones apropiadas. El objetivo
es asegurar, mediante este dispositivo, a casi todos los alumnos3
el manejo de los objetivos de la unidad de formación. Como lo
señala Crahay (2000). esta pedagogía se propone la igualdad de
los elementos incorporados bajo un principio de justicia correc­
tiva. Su postulado es que:
El grado de manejo Imaffríse] de una competencia alcanzado
por un alumno es tributario de la adecuación entre, por un lado,1
1Para el 80 a 90% de los alumnos.
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EVALUACION
FORMATIVA
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SIGNIFICATIVA
Lasoportunidades educativas puestas a su disposición, y. por el
otro, el tiempo y la guía que necesita en función de sus carac­
terísticas cognitivas y afectivas en el momento de comenzar el
aprendizaje (2000: 67],
Pese a las reservas que se han formulado contra la pedago­
gía del autocontrol (véase por ejemplo Huberman, 19881 * hay
que reconocer que introduce un cambio paradigmático. En efec­
to. en estos trabajos, la evaluación escolar ya no está solamente
vinculada a cuestiones de certificación y de selección, sino que
está vista como en condiciones de sostener los aprendizajes de
los alumnos por encima de su certificación. La evaluación se
piensa en función de una teoría del aprendizaje que orienta la
concepción de los procedimientos de evaluación. El modelo pro­
puesto por Bloom y sus colegas se dirige a docentes y apunta a
una transformación de sus prácticas pedagógicas. En lo sucesivo,
estas serán objetos de investigaciones científicas, de desarro­
llos teóricos, de propuestas prácticas (Mottier López y Laveault,
2008). En este punto, se trata de una verdadera ''revolución' en
materia de evaluación de los aprendizajes de tos alumnos.
EN BÚSQUEDA DE ANCLAJES TEÓRICOS
PARA UNA TEORIZACIÓN MÁS PROFUNDA
DE LA EVALUACIÓN FORMATIVA
En un primer momento, los investigadores francófonos se han
preocupado por la instrumentación de la evaluación formativa.
* Huberman identifica tres campos de criticas Ipp. 2ó8-2ó9]: criticas conceptuales (li­
gadas al modelo neobehaviorista); críticas empíricas y pedagógicas Ipor ejemplo: ¿se
puede realmente reducir la distancia entre los mejores alumnos y los peores? ¿La
pedagogía del autocontrol es adecuada para todas las formas de pedagogía?); críticas
institucionales (racionalidad del modelo poco adecuada a la realidad de una clase,
por ejemplo).
*6
lomando como modelo el Handbook on formative and summative
tfvaluadon ofstudent learning de Bloom et al. 11971). Se publica­
ron algunas antologías de instrumentos en diferentes dominios
disciplinares. Bancos informatizados de ítems y pruebas asis­
tidas por computadora propusieron métodos de análisis diag­
nóstico de los errores. Una de las críticas fundamentales contra
osle tipo de trabajos es que alimentan una forma de "ilusión ins-
Irumental" [Bain. 1988) que ocultaría una reflexión teórica más
profunda de la evaluación formativa. En Mottier López y Laveault
I2008: 12-14-), hemos sintetizado tres desarrollos principales: la
psicología del aprendizaje, la didáctica de las disciplinas y los
abordajes pluridisciplinares. A continuación los retomamos de
modo abreviado.
La psicología del aprendizaje para pensar
la evaluación formativa
El primer desarrollo, siguiendo las propuestas de Bloom,
abreva en las teorías psicológicas del aprendizaje. En un artículo
muy importante, Altai [1979) contrasta la concepción neobeha­
viorista de Bloom con el abordaje constructivista y cognitivista
que lleva a privilegiar modalidades de evaluación formativa cen­
tradas en los procesos cognitivos de aprendizaje y no solo en
los rendimientos de los alumnos y las correcciones. Esta contri­
bución muestra las implicaciones importantes del abordaje psi­
cológico adoptado y las consecuentes diferentes estrategias de
evaluación formativa. Múltiples investigaciones han proseguido
esta conceptualización, interactuando con el desarrollo de los
trabajos en psicología del aprendizaje. Por ejemplo, la evalua­
ción formativa fue pensada respecto de las teorías sociocultu-
rales de la enseñanza y el aprendizaje. Al referirse al concepto
de mediación social propuesto por Vygotsky, los autores Allal y
Pelgrims Ducrey (2000) formulan la idea de que la evaluación
formativa interactiva provee un apoyo para el aprendizaje sitúa-
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do en la zona de desarrollo proximal del alumno. Más reciente­
mente. Mottier-López {2006a) explotó los marcos teóricos de la
cognición y del aprendizaje "situados" (Brown, Collins y Duguid,
1989; Lave y Wenger, 1991) para conceptualizar la evaluación
como una práctica situada que se co-constituye con los alumnos
en el contexto social de cada microcultura de clase ío comu­
nidad de aprendizaje). De estos trabajos se desprende que las
maneras de pensar la evaluación formativa se diversifican y se
precisan en función de la concepción adoptada del aprendizaje.
Las didácticas de las disciplinas para pensar
la evaluación formativa
Otro abordaje teórico de la evaluación formativa es el propues­
to por investigadores francófonos que trabajan en el campo de
la didáctica (Bain, 1988; Chevallar, 1986; García-Debanc y Mas.
1987). Este abordaje analiza la evaluación en tanto componente
del sistema didáctico que pone en relación al docente, al edu­
cando y el saber que se debe enseñar. Intenta mostrar cómo la
estructuración de los contenidos de tas disciplinas escolares de­
termina los objetivos, los medios y las funciones de la evaluación
formativa. Schubauer-Leoni (1991) propone una interpretación de
la evaluación en términos de "contrato didáctico" que vincula las
expectativas recíprocas del docente y de los alumnos en relación
con un contenido o con una tarea dada. Bain y Schneuwly (1993)
desarrollan la idea de que, para toda actividad de enseñanza,
es importante identificar los "modelos de referencia" científicos
pertinentes capaces de orientar la evaluación formativa.
Abordajes pluridisciplinaríos para pensar
la evaluación formativa
El tercer desarrollo teórico agrupa las contribuciones que ar­
gumentan un abordaje pluridiscipUnario para estudiar la evalua­
ción lormativa. Los artículos de Perrenoud (1991,19931 sitúan la
evaluación formativa en la intersección de varias perspectivas
leóricas. Para el autor, es menester articular las orientaciones
cognitivas, comunicativas y didácticas de la evaluación formativa
en un marco más general de la regulación. Obsérvese que va­
nos autores, refiriéndose a los trabajos de la psicología social,
insisten en la dimensión comunicacional de la evaluación esco­
lar. Cardinet (1988). por ejemplo, presenta la evaluación forma-
tiva como un proceso de comunicación lograda entre el docente
y el alumno sobre los objetivos, los criterios y las dificultades de
aprendizaje, especialmente. Bonnioly Vial 11997] explotan dife­
rentes implicaciones de las teorías cibernéticas, sistémicas y de
la complejidad para pensar la evaluación formativa. Muestran
las implicaciones teóricas y a veces prácticas de las diferentes
orientaciones de los modelos.
Perspectiva “ampliada”de la evaluación formativa
Varios autores (Allal, 1979. 1988; Altai y Mottier López, 2005;
Perrenoud, 1998a] contrastaron sistemáticamente las caracte­
rísticas de la evaluación formativa definida por Bloom ef ai y el
abordaje francófono que se ha dedicado a "ampliar" el modelo en
varias direcciones teóricas como se ha desarrollado en la sección
anterior.5Señalemos cuatro ejes de la ampliación que caracterizan
los trabajos francófonos:
- la integración de la evaluación formativa en las secuen­
cias didácticas,
- la noción de regulación en tanto componente fundamen­
tal de la evaluación formativa.
sHablaremos de "perspectiva ampliada' para denominar este abordaje francófono de
la evaluación normativa.
49
EVALUACIÓN
FORMATIVA
DE
LOS
APRENDIZAJES
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
- la implicación del alumno en la evaluación y la regulación
de su aprendizaje,
- la diferenciación pedagógica que resulta de la evaluación
formativa.
Integración de la evaluación formativa
en la secuencia de formación
Más que considerar la evaluación formativa como un acon­
tecimiento específico que tiene lugar después de una fase de
enseñanza, la perspectiva ampliada de La evaluación formativa
promueve su integración en la secuencia de enseñanza/apren-
dizaje. Esta integración exige una diversificación de los medios
de evaluación. Además de los tests de tipo “lápiz y papel", cues­
tionarios múltiple choice y otras fichas de deberes y tareas para
el hogar destinadas a verificar si los alumnos han comprendido
el contenido de la lección, la evaluación puede realizarse por
medio de la observación directa del docente de las actividades
del alumno (utilizando o no un instrumento de observación y
de apreciación), mediante intercambios entre alumnos en di­
ferentes momentos de la clase, por medio de las interacciones
colectivas que posibilitan a los alumnos la exposición de dife­
rentes maneras de comprender una tarea o de efectuar una ac­
tividad. La evaluación formativa se realiza de manera inmediata,
directamente coordinada con la actividad del alumno durante
su desarrollo.
Existe el desafío de encontrar una articulación coherente
entre evaluaciones fuertemente integradas a las situaciones
de enseñanza/aprendizaje, a menudo informales, y evaluacio­
nes formativas puntuales que permiten al docente informarse
de forma más sistemática y posibilita una apreciación analítica
desgajada de la acción en el aula.
I .i regulación en tanto componente fundamental
de la evaluación formativa
En la perspectiva ampliada de la evaluación formativa, la
idea de solución de las dificultades de aprendizaje [feedback +
i orrección] es reemplazada por el concepto de regulación. Esta
transformación apareció en su origen en un artículo de Cardinet
11977). Altai [1979, 1988, 2007) distingue tres formas de regula­
ción asociadas a la evaluación formativa, que luego han sido am­
pliamente explotadas en los trabajos francófonos. Se las puede
resumir de la siguiente manera:
- La regulación interactiva. La evaluación formativa se fun­
da en interacciones del alumno con el docente, con los
otros alumnos y/o con el docente, con los otros alumnos
y/o con material que se orienta hacia una autorregulación
del aprendizaje. La regulación interactiva designa formas
de mediación social cuya función es sostener la regulación
del aprendizaje del alumno. Se orienta hacia adaptaciones
continuas en el transcurso del aprendizaje.
- La regulación retroactiva lo "solución", según el modelo
de Bloom). La evaluación formativa permite identificar los
objetivos atcanzados o no alcanzados por cada alumno. La
regulación retroactiva indica que el feedback producido por
la evaluación formativa lleva a la selección de los medios
y métodos tendientes a la corrección o a la superación de
las dificultades de aprendizaje encontradas. La acción que
concierne a la regulación retroactiva puede estar en curso
de realización [regulación inmediata u on Une] o ya cumpli­
da (regulación diferida).
- La regulación proactiva. Mientras que la regulación retro­
activa se dirige a objetivos no alcanzados, la regulación
proactiva está vinculada con la elaboración de nuevas
actividades de enseñanza/aprendizaje concebidas para
i
M
evaluación
formativa
de
los
aprendizajes
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
tener en cuenta tas diferencias entre los alumnos. La
regulación proactiva concierne prioritariamente a las
operaciones que exceden el control y se abre a nuevas
trayectorias de aprendizaje. Se preocupa por la diferencia­
ción de ta enseñanza en función de las necesidades de
los docentes, incluyendo a los alumnos de nivel escolar
avanzado.
"Resulta esencial instaurar una fuerte articulación entre
regulaciones interactivas, integradas a cada situación, regula­
ciones retroactivas, ligadas a las operaciones de verificación y
de reanudación de problemas no resueltos, y regulaciones pro­
activas ligadas a la anticipación y a la planificación de nuevos
métodos" ÍAllal, 2007: K j. En esta concepción, la evaluación
formativa se orienta a adaptaciones en dos planos: el apren­
dizaje del alumno y los dispositivos de enseñanza puestos en
marcha. En el marco de La enseñanza secundaria que está
confrontada a una organización temporal muy exigente (varios
cursos en períodos de tiempo restringido), se han distinguido
dos "niveles" de regulación: (11 la evaluación formativa direc­
tamente provechosa para los alumnos que son evaluados; es
el caso en el modelo inicial de Bloom; (2) los resultados de la
evaluación formativa son utilizados por el docente para pla­
nificar sus futuras actividades didácticas que concernirán a
nuevos grupos de alumnos. En un abordaje sistémico. estas
regulaciones son capaces de suscitar una mejora de la ense­
ñanza a largo ptazo.
Compromiso del alumno en la evaluación
y la regulación de su aprendizaje
En ta concepción inicial de Bloom. el docente es quien asu­
me la responsabilidad de la evaluación formativa. A su vez. la
perspectiva ampliada alienta un compromiso mayor del alum-
M
tío en la evaluación formativa. con el objetivo de establecer mé­
todos de autorregulación más deliberados. Se distinguen tres
modalidades de compromiso del alumno: la autoevaluación en
el sentido estricto, la evaluación mutua entre pares, y la coeva-
luación que estipula una confrontación de las evaluaciones rea­
lizadas por el docente y el alumno [Alia1.1999], Nunziati (1990)
y Veslin y Veslin (2001) proponen una teorización muy detallada
tlel rol del alumno en la formulación de los objetivos y criterios
de evaluación en la conducta de evaluaciones interactivas y en
la construcción de una comprensión compartida del sentido de
la evaluación. Laveault 11999] amplía la conceptualización de
la autoevaluación. agregando las regulaciones motivacionales
además de las regulaciones cognitivas y metacognitivas. Este
mismo autor, en un artículo de 2007. identifica dos metas com­
plementarias de la autorregulación en situación escolar. La
primera, la autorregulación de los aprendizajes, concierne a la
aptitud de los alumnos para ocuparse de sus procesos cogniti-
vos y motivacionales para aprender. La segunda, el aprendizaje
de la autorregulación, se preocupa por el desarrollo mismo de
esta aptitud para ejercer un mejor control en el aprendizaje.
Estos dos objetivos son característicos de los trabajos que se
interesan en la autoevaluación desde una perspectiva de eva­
luación formativa, a saber, una autoevaluación que es a la vez
un medio y un objeto de aprendizaje. Laveault (2007) observa
que las regulaciones pueden entrañar efectos disfuncionales:
pueden ser insuficientes Iunderregulation). erróneas [rrusregu-
tation) o incluso excesivas [overregulation]. Allal (1999) estudia
la existencia de trampas y dilemas que aparecen cuando el do­
cente alienta la implicación del alumno en los procesos de eva­
luación. No sin reconocer el rol esencial de la autoevaluación
con fines de autorregulación, estos trabajos muestran que es
esencial comprender cómo "fracasa" una autoevaluación/re-
gulación y cuáles son los límites de las que "triunfan" (Mottíer
López y Laveault, 2008).
si
EVALUACIÓN
FORMATIVA
DE
LOS
APRENDIZAJES
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
Para una diferenciación pedagógica
El objetivo principal de la pedagogía del autocontrol es que,
mediante la evaluación formativa, seguida de un feedback y de
una acción correctiva, todos o casi todos los alumnos alcancen
los objetivos de aprendizaje definidos. En la perspectiva propues­
ta por la literatura francófona, se pone mucho énfasis en la dife­
renciación de la enseñanza que se desprende de los métodos de
la evaluación formativa. Al tiempo que se reconoce que los obje­
tivos de base exigen ser alcanzados por todos los alumnos, se ha
destacado, empero, la cuestión de una posible adaptación de los
objetivos con la finalidad de tener más en cuenta las experiencias
culturales y los centros de interés personales de los alumnos.
Las diferentes formas de regulación definidas, en especial la re­
gulación proactiva, tienden a identificar las diferencias cualitati­
vas entre los alumnos a fin de proponer actividades adaptadas a
su necesidad. Tomemos el ejemplo de una resolución de proble­
mas de multiplicación: luego de una evaluación formativa bajo
la forma clásica de "lápiz y papel", el docente propone a algunos
alumnos un juego informático (regulación interactiva alumno-
material) que permite consolidar su conocimiento de la tabla de
multiplicación (regulación retroactiva), exige a otros alumnos
que retomen el problema (regulación retroactiva) trabajando en
grupos de a dos (tutoría, una forma posible de regulación inte­
ractiva entre pares], pone a disposición ejercicios de consolida­
ción del algoritmo de la multiplicación en columnas (regulación
retroactiva), propone problemas más complejos en los cuales los
alumnos deben combinar varias operaciones o inventar proble­
mas para sus compañeros (regulación proactiva). Para ello, se
implementa un plan de trabajo a lo largo de varios días tras un
debate con los atumnos sobre los objetivos de aprendizaje a los
que se aspira. Se integra una grilla de autoevaluación en el plan
de trabajo que le pide al alumno que evalúe.- (a) los conocimien­
tos matemáticos en juego -la tabla de multiplicar, el algoritmo,
I.i resolución de un problema-; Ib) su método de trabajo en au­
tonomía. Mienlras los alumnos trabajan, el docente lleva a un
,»lumno aparte (regulación interactiva docente-alumno) con el
que desea comprender mejor su motivación frente a la matemá­
tica. Una vez que se ha terminado el plan de trabajo, el docente
evalúa las actividades que han producido marcas escritas y con­
fronta su evaluación con la autoevaluación del alumno Icoeva-
luación). Sobre esta base, decide clausurar su secuencia de en­
señanza con una puesta en común que permite a los alumnos
confrontar sus métodos y explicitar su comprensión (regulación
interactiva entre alumnos y docente).
Algunas cuestiones actuales
Nuestro análisis de los trabajos francófonos sobre la evalua­
ción formativa en el transcurso de los últimos treinta años ha de­
mostrado que los investigadores han abrevado en diferentes dis­
ciplinas para desarrollar anclajes teóricos más apuntalados en la
evaluación formativa y para orientar las prácticas en el aula. Se
produjeron saberes especializados sobre la evaluación formativa
y la regulación de los aprendizajes y la enseñanza. Las concep-
tualizaciones se caracterizan por la complejidad de las prácticas
de evaluación, en relación especialmente con los puntos siguien­
tes. para los cuales aún quedan desafíos que afrontar.
La naturaleza de los objetos evaluados
En una evaluación integral, los objetos evaluados son aque­
llos definidos por el currículum del sistema escolar. En una
evaluación formativa, los objetos evaluados pueden abrirse a
otras dimensiones que intervienen en el aprendizaje [dimen­
siones afectivas, motivacionales, sociales, metacognitivas.J.
Se plantea entonces la cuestión de la manera de apreciar estas
dimensiones para sostener el aprendizaje del alumno. Un de-
evaluación
formativa
oe
los
aprendizajes
K
|
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
bate actual, que rio es propio de los trabajos francófonos, con­
cierne igualmente a la definición del objeto mismo a evaluar:
"¿Hay que enumerar los conocimientos que el educando debe
adquirir en términos de saberes y de saber-hacer disciplinarios
o hay que definir campos de competencias más amplios movi-
lizables por el educando en situaciones complejas de produc­
ción. de resolución de problemas, de investigación?" [Altai. 2008:
313], En función de la elección del objeto para evaluar (restitución
de conocimientos, aplicación de procedimientos, movilización de
competencias [Scallon, 2004]), las metodologías de evaluación,
las herramientas utilizadas y los marcos de referencia cambian.
La cuestión es el desafío de conceptualizar la articulación entre
los diferentes objetos evaluados, como lo proponen, por ejemplo.
Rey. Carette, Defrance y Kahn [2003).
La construcción de los hechos para evaluar
y las situaciones que contribuyen a su producción
Tal como lo destaca Perrenoud (1998bl, a menudo hay confu­
sión entre la evaluación del aprendizaje del alumno y la evaluación
de su actividad. Teóricamente, se puede distinguir la actividad del
alumno en una tarea escolar (por ejemplo, elaborar un esquema
que explique el ciclo del agua, redactar un texto argumentativo,
etc.), sus procesos cognitivos (razonamiento, interpretación, de­
ducción, puesta en relación, etc.) y sus aprendizajes (integrar un
nuevo conocimiento en sentido amplio, transferir este conoci­
miento a otras situaciones). Si el alumno es pasivo, no se puede
evaluar su aprendizaje. Pero ser exitoso en una actividad escolar
no significa defacto que ha habido aprendizaje. Por ende, la acti­
vidad del alumno es una condición, pero esta no basta para apre­
ciar el aprendizaje que no es directamente aprehensible. Desde
el punto de vista de la evaluación, ello significa también que los
hechos evaluados son hechos construidos; en otras palabras,
suscitados por las situaciones de evaluación implementadas, las
mi'Indoiogías elegidas, las herramientas utilizadas, la naturale-
.M ch'l apoyo dispensado. Oesde una perspectiva del aprendizaje
wtthido ILave y Wenger. 1991; Mottier López, 2008). el postulado
i", que la evaluación también tiene en cuenta la situación en la
cual este aprendizaje se manifiesta. La situación de evaluación
|y, con ella, el uso de los recursos a disposición, el contrato es-
rrsl.ir subyacente, las maneras de proceder propias de cada cla-
?
íi?. etc.l forma parte integrante de lo que el alumno aprende y
marca- el aprendizaje escolar evaluado. En otras palabras, no
■
a
? evalúa un aprendizaje “puro", que sería independiente de la
Mluación que lo hace observable. En consecuencia, se impone
una reflexión crítica sobre las situaciones de evaluación.
l os procedimientos y las herramientas de evaluación
La evaluación puede desarrollarse sin instrumentos, como
por ejemplo cuando el docente observa las actividades de los
alumnos e interactúa con ellos para comenzar una regulación.
F>in embargo, el uso de herramientas de evaluación permite es­
tructurar y facilitar la evaluación; posibilita en especial conservar
las marcas de las actividades del alumno que son consultables
en diversos momentos, por diferentes actores (alumnos, docen­
tes, familias, otros especialistas de la educación, etc.). Un debate
con respectos la evaluación formativa es la calidad de tas herra­
mientas de evaluación en relación con los criterios clásicos de
pertinencia, validez, fiabilidad y el límite de algunas herramien­
tas para evaluar competencias y aprehender su multidimensio-
nalidad (De Ketele y Gerard, 2005). Numerosas herramientas
de evaluación formativa coexisten en una clase (múltiples for­
mas de tests “lápiz y papel", grillas de observación, escalas de
apreciación, cuestionarios de autooevaluación, guías de produc­
ción, portafolios...). Evidentemente, no es necesario que el uso
de estas herramientas sea un obstáculo para la regulación (por
ejemplo, riesgo de sobrecarga cognitiva producida por el uso de
>
----- ST
EVALUACIÓN
FORMATIVA
DE
LOS
APRENDIZAJES
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
la herramienta); asimismo, conviene que los alumnos puedan
aprendera utilizar las herramientas, por medio de procedimien­
tos partícipativos que permitan construir, entre el docente y los
alumnos, una comprensión compartida de las herramientas y de
sus finalidades (Mottier López, 2006a). Como señala Allal (2008),
todas las metodologías y herramientas de evaluación tienen que
estar asociadas a un marco de referencia para interpretar los re­
sultados. En una evaluación formativa, el marco de referencia se
arma según los criterios y/o la autorreferencialidad (compara­
ción de un nivel alcanzado por el alumno con su nivel anterior),6
El desafío es que los alumnos se apropien de los criterios de eva­
luación y. si es necesario, puedan ajustarlos para comprender­
los mejor y autorregularse. In fine, el objetivo es que los alumnos
desarrollen una competencia para autoevaluarse. Los trabajos
actuales sobre la evaluación de las competencias proponen nue­
vas herramientas a los docentes, en particular indicadores de
trayectorias de aprendizaje y el uso de "rúbricas" que definen
niveles de adquisición y progresión [Tardif. 2006). También cabe
a los docentes el desafío de que se apropien de estas nuevas he­
rramientas y de las concepciones del aprendizaje subyacentes y
que transformen, si es necesario, las herramientas en relación
con su contexto cultural y profesional.
Los marcos teóricos para pensar el apoyo
al aprendizaje de los alumnos
Este último punto citado aquí es ciertamente el más comple­
jo. En efecto, si la evaluación formativa se orienta a sostener la
evaluación de los aprendizajes, aún queda por saber cómo soste­
nerlos. Los trabajos anglófonos insisten en la noción de feedback
*
■
En una evaluación formativa. no es pertinente un marco de referencia normativo,
pues (a comparación interindividual no permite identificar las dificultades encontra-
das por los alumnos, sus procesos de aprendizaje, sus adquisiciones.
ymuchos Investigadores intentan definir lo que sería un feedback
dicaz" (véase, por ejemplo, la revisión de Black y Wiliam. 1998).
I o*, trabajos francófonos se centran en la noción de regutación,
t omo lo explicamos más arriba, pero el problema sigue siendo el
mismo: ¿cuáles son las características de las regulaciones que
producen una autorregulación del aprendizaje, finalidad última
de toda evaluación formativa? Perrenoud cita varios obstáculos
puta la regulación en clase, entre los cuales tenemos "la cohe­
rencia, la continuidad, la adaptación de las intervenciones del
docente, que espera sean reguladoras; la asimilación por parte
de los alumnos de los feedback. de las informaciones, pregun­
tas y sugerencias que reciben" (1998b: 92). El autor señala cuatro
nbstáculos para los docentes, los cuales destacan la complejidad
de los procesos de regulación en clase: (1) la tendencia a dejar de
preocuparse por los conocimientos escolares por adquirir en detri­
mento de un centramiento en las metodologías de aprendizaje de
los alumnos -o en el 'cómo aprender"-; (2) la dificultad de apre­
hender el aprendizaje del alumno, que sigue siendo muy abstrac­
to para los docentes, (3) las obligaciones de la administración de
una dase y la falta de tiempo para llevar adelante la conclusión
de una regulación emprendida; (4) la propensión a centrarse en el
éxito de la tarea y no en los aprendizajes subyacentes.
Estos diferentes elementos subrayan la necesidad, en los tra­
bajos actuales, de comprender mejor la regulación formativa en
ni contexto ecológico del aula. Las propuestas teóricas que hemos
recogido muchas veces han sido influidas por contactos intensos
con docentes en el marco del desarrollo de los programas esco­
lares, de acciones de formación o en los movimientos vinculados
o reformas escolares. Pero en los trabajos francófonos, los estu­
dios sobre las prácticas suelen ser episódicos y estar dispersos
en varios contextos, y hacen difícil la identificación de modelos o
de tendencias. Queda el importante desafío de proveer un ancla-
ic empírico más sólido a los desarrollos teóricos. Terminamos
exponiendo algunos elementos de una "investigación conjunta"
EVALUACIÓN
formativa
de
los
aprendizajes
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
sobre La evaluación formativa en clase que hemos llevado ade­
lante durante tres años con unos diez docentes del ciclo primario
(ciclo medio, alumnos de 8 a 12 años) en el cantón de Ginebra7
(Mottier López et ai. de próxima publicaciónl. Nuestra finalidad
es destacar la importancia de la validez ecológica de las inves­
tigaciones para comprender mejor las prácticas de evaluación
formativa en el aula y empezar a perfeccionarlas.
A MODO DE CONCLUSIÓN: EL EJEMPLO DE UNA
INVESTIGACIÓN CONJUNTA SOBRE LAS PRÁCTICAS
DE EVALUACIÓN FORMATIVA EN EL AULA
En una investigación conjunta, el participante no hace más
que ‘ formar parte", pero es un actor cabal de la investigación,
desde la delimitación de la problemática hasta la comunicación
de los resultados iBélair, de próxima publicación). Consideramos
que este tipo de investigación es especialmente interesante, por
un lado, para acceder mejora las prácticas de evaluación forma­
tiva de los docentes, a los obstáculos que encuentran, al sentido
que dan a su práctica y a los interrogantes que tienen. Por el otro
lado, este tipo de investigación apunta al desarrollo profesional
de los actores implicados y a la coproducción de saberes sobre
la práctica y para la práctica iDesgagné, 1997,2007).
Principales etapas en nuestra investigación conjunta
Sin entrar en los detalles del dispositivo mismo de nuestra
investigación conjunta [véase la descripción en Mottier López et
ai. de próxima publicación), conviene aclarar las principales ac-1
1La investigación está patrocinada por el Centro de Formación de la Enseñanza Pri­
maria [CeFEPI del cantón de Ginebra, en Suiza. Los docentes cuentan con una expe­
riencia profesional de entre 7 a 33 años.
60
hvid.ides que han sido realizadas en el seminario. En un primer
momento, los docentes han objetivado sus prácticas existentes.
mu intervención de la investigación sobre las prácticas expues-
i . is Se solicitaron las primeras "marcas” de las prácticas en el
.mía: ja] marcas de una actividad realizada por el docente que
muestran elementos satisfactorios y que quiere conservar, refor­
zar. desarrollar; Ib) marcas que interpelan al docente, que hacen
obstáculo, pero que le gustaría comprender, mejorar, superar,
f sta primera etapa permitió desarrollar, de manera heurística,
una problematización colectiva de la evaluación formativa y de la
regulación en las condiciones habituales de una clase.
A partir de estas reflexiones, se dedicó una segunda etapa a
la definición conjunta de los procesos y fenómenos que los par­
ticipantes deseaban estudiar. Para ello, se realizaron varias acti­
vidades durante los seminarios, las principales de las cuales son
las siguientes: discusión y reconocimiento de los valores com­
partidos por el grupo a propósito de la regulación de los apren­
dizajes de los alumnos, clarificación de las nociones teóricas,
elaboración de un cuestionario en sintonía con las preocupacio­
nes legítimas de los docentes [muchas veces vinculadas con et
“cómo obrar mejor”) y a la vez fuente de nuevos conocimientos
para todos (incluso para el investigador). Durante esta segunda
etapa, los docentes se entrenaron progresivamente en el manejo
de las diferentes etapas de una investigación y elaboraron un
dispositivo común de investigación.
La tercera etapa consiste en la recopilación de informacio­
nes por parte de cada docente en su curso y el análisis de los
datos recogidos. Se decidió que la investigación se llevaría a
cabo más precisamente sobre regulaciones interactivas del do­
cente en situaciones complejas de resolución de problemas ma­
temáticos que solicitan la movilización de competencias en los
alumnos. Los docentes seleccionaron libremente extractos de
interacciones que consideraron significativos de una regulación
interactiva emprendida por ellos. Cada extracto fue grabado y
- ------------------ -« i
EVALUACIÓN
FORMATIVA
DE
LOS
APRENDIZAJES
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
luego transcripto por el docente y aportado al seminario. Se hizo
circular un cuestionario metacognitivo destinado a los alumnos,
co-elaborado en el seminario.8
La última etapa es la implicación de los docentes en la co­
municación de los resultados de la investigación conjunta: coes­
critura de un capítulo (Mottier López e ta i, de próxima publica­
ción), presentación en un coloquio científico, presentación a los
colegas docentes y a las direcciones de escuela, participación en
seminarios de formación sobre la evaluación formativa.
Algunas constataciones a modo de conclusión
A lo largo de los encuentros, surgieron cuestiones importan­
tes. reveladoras de la construcción de una comprensión cada vez
más fina de la regulación interactiva "en actos".
Estos son ejemplos de cuestiones elaboradas por el grupo:
- En un procedimiento de evaluación formativa, ¿qué es lo
que caracteriza la regulación interactiva del docente junto
a los alumnos lun alumno, varios alumnos juntos)? ¿Cuál
es la dinámica de la guía/apoyo del docente en una situa­
ción compleja en matemática? ¿De qué tratan sus inter­
venciones formativas?
- ¿Qué lazos se pueden observar entre el tipo de guía del
docente y la naturaleza y la "eficacia" de la regulación in­
teractiva emprendida? ¿Cómo comprender las variaciones
observadas en las guías interactivas?
Este tipo de cuestionamiento permite superar la simple cons­
tatación de que los resultados de la evaluación formativa culmi­
8 Antes de esta recopilación formal, se pusieron en marcha acciones exploratorias,
en particular para sensibilizar a los docentes frente a las presiones propias de una
investigación y pare afinar el cuestionario de la investigación.
0
nan en la puesta en marcha de una regulación interactiva del
docente con eí/los alumnos. La finalidad es intentar aprehender,
en profundidad, la “dinámica" de esta regulación interactiva tal
como se desarrolla en el aula, con alumnos de niveles escola­
res diferentes, en relación con el desarrollo de la secuencia de
enseñanza y de las expectativas del docente. En nuestra inves­
tigación, las expectativas expresadas por los docentes que han
guiado sus evaluaciones formativas y regulaciones interactivas
con los alumnos eran las siguientes: inmersión en la tarea, com­
prensión del problema, organización de la búsqueda de solucio­
nes. calidad de la colaboración entre alumnos, razonamiento
matemático desarrollado, confrontación de las soluciones, va­
lidación por los alumnos del resultado obtenido, autoevaluación
y reflexión metacognitiva sobre la manera como fue resuelto el
problema complejo.
Se desprende, desde el punto de vista de los docentes, que
una regulación juzgada "lograda" es la que supo apoyarse en los
aportes del alumno para emprender una autorregulación. Dicho
de otro modo, los docentes se declaran insatisfechos cuando es­
tán presionados a proceder según una guia cada vez más ajusta­
da que lleva ai alumno a producir la respuesta esperada. En una
situación compleja, su objetivo es dejar una parte de la devolu­
ción del problema al alumno y su intervención formativa consiste
en ayudarlo a progresar sin por ello resolver el problema en su
lugar. Un fuerte valor compartido por los docentes de nuestra
investigación conjunta es favorecer la autoevaluación del alum­
no y las reflexiones metacognitivas. Se manifiestan frustrados
cuando comprueban que no lo consiguieron y ello sucede, por
lo general, como tendencia, con alumnos de nivel escolar más
bien bajo. Cuando están confrontados con esta constatación, su
reacción es: “¿Pero de qué otro modo se lo podría hacer?".
A continuación exponemos un ejemplo de regulación interac­
tiva que se vuelve cada vez más ajustada y que ha sido criticada
por los docentes, pues fue juzgada insuficientemente co-cons- tn
VALUACIÓN
FORMATIVA
OE
LOS
APRENDIZAJES
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
truida con los alumnos. El ejemplo atañe al problema “El recinto
de la cabra"*, que surgió de los medios oficiales de enseñanza de
matemática en la Suiza de habla francesa.
El docente tiene frente a los ojos la resolución escrita de Maude
y Diana. Las alumnas han ubicado las seis barras, pero quedó
un lado del recinto sin cerrar.
Docente: Entonces, explícame lo que hicieron, Maude.
Maude: Eh... tratamos de hacer un rectángulo, pero en realidad
no va porque no cierra.
Docente: Muy bien, no cierra. ¿Qué podrías hacer para que les
cierre?
Maude: No sé...
Docente: Ytú. ¿tienes alguna idea, Diana?
Diana: No. realmente no (sífencíol.
Docente: Veo que hiciste un dibujo en la hoja. Explícame lo que
has hecho.
Diana: Gueno, tratamos de hacer un rectángulo Isfíendo) y luego
resulta que no nossale.
Estos primeros intercambios muestran que las alumnas tienen
conciencia de que su resolución es incorrecta, pero no logran su­
perar el obstáculo ni explicar su razonamiento. El docente adapta
entonces su apoyo:
Docente: Muy bien. Pero en el dibujo que veo aquí, pusiste las
seis barras, aunque yo solo veo tres lados. Pusiste dos barras
por lado. ¿Esto forma un rectángulo?
Diana: No [silencio].
’ El enunciado del problema es el siguiente: "El señor Seguin construyó un recinto
rectangular para su cabra con ó barras de 3 m. 5 m, ó m. ó m, 7 m y 8 m de largo.
¿Cuáles el mayor recinto posible, de forma rectangular, que puede construiré! señor
Seguin con seis barras para que su cabra tenga la mayor cantidad de hierba para
masticar? Justifique su respuesta". El problema se realiza en diada.
64
Docente: ¿Qué te falta aquí, en el rectángulo?
Diana: Falta el cierre de este lado.
Docente: ¡Muy bien! ¿Qué podrías hacer entonces para poner un
cierre de ese lado?
Diana: Bueno, acortarlo un poco.
Docente: Acortarlo un poco, de acuerdo.
Maude: Se puede cerrar ese lado.
Diana: No, no, porque hará un cuadrado.
L'sfaobservaciónespontáneade Diana lepermite al docente identi­
ficarunobstáculopara la resoluciónde lasalumnas. Les transmite
entoncesun conocimiento quepensaba que las niñas ya tenían:
Docente: ¿Un cuadrado es un rectángulo?
Maude y Diana: ¡No. noi
Docente: Sí, un cuadrado es un rectángulo. Un rectángulo no es
un cuadrado, pero un cuadrado es un rectángulo. Es un rectán­
gulo un poco particular que tiene (os cuatro lados de la misma
longitud. ¿De acuerdo? ¿Qué se puede hacer entonces?
Diana: Humm... hacerlo un poco, un poco más pequeño...
Oocente: Entonces quiere decir que le sacarías una barra de
cada lado para poder cerrar el cuarto lado. Entonces las dejo
probar.
El análisis muestra muy a menudo que los docentes transfor­
man la situación compleja para abordar objetos más específicos
que plantean dificultades a los alumnos. Esta transformación es
característica de los procedimientos de evaluación formativa de
las competencias Ipor ejemplo, Rey et al., 2003}. Para diagnosti­
car las dificultades encontradas por los alumnos en una situa­
ción compleja, los docentes la recortan en tareas elementales
con consignas más explícitas y, si hace falta, explican los conoci­
mientos necesarios para su realización. Luego, se trata de que el
alumno retome el problema utilizando las nuevas informaciones
que le han sido transmitidas por el docente (como en el ejemplo
referido) o co-construidas con él.
EVALUACIÓN
FORMATIVA
DE
LOS
APRENDIZAJES
LA
EVALUACIÓN
SIGNIFICATIVA
Para los docentes de nuestra investigación conjunta, como
hemos señalado, una regulación interactiva "lograda" es po­
der co-construirla con las respuestas y los aportes de los
alumnos. Es un signo de que el alumno se comprometió en la
evaluación formativa interactiva, de que fue posible construir
una comprensión común y de que la intervención del docen­
te pudo ajustarse al razonamiento del alumno para llevarlo a
desplazarse. En este caso, la evaluación se realiza en la "zona
de desarrollo próximo"1
0 (Vygotsky. (1934] 1978) del alumno,
con el postulado de que la regulación ejercida primero en la
interacción social se transforma en proceso intrapersonal
(autorregulación). Sin embargo, es importante subrayar que,
según Vygotsky, este proceso es “el resultado de una larga se­
rie de acontecimientos ligados al desarrollo" ([1934] 1978: 57).
Desde el punto de vista de la evaluación formativa. el desafío
para los docentes consiste en conciliar intervenciones forma-
tivas que ofrezcan un apoyo inmediato al alumno durante la
actividad y una aprehensión de la temporalidad larga de las
trayectorias de aprendizaje de cada alumno. Siempre según
Vygotsky, algunas formas de actividad podrán interiorizarse
completamente, otras requerirán siempre una forma de me­
diación externa." En este último caso, dicha mediación exter­
na debe formar parte de la evaluación formativa e integral de
los aprendizajes de los alumnos.
Terminamos con una constatación surgida de nuestros inter­
cambios con los docentes: cuando se les pidió que analizaran*2
las regulaciones interactivas que habían seleccionado, ¡rara vez
1
0Vygotsky define la zona de desarrollo próximo como la diferencia entre el nivel de
resolución de problemas bajo la dirección de y con el adulto y el que se alcanza solo.
" Incluso en el adulto: piénsese en todas las actividades que somos capaces de rea­
lizar con un soporte externo.
La grilla de análisis que hemos utilizado está presentada en Mottier López et a l. [de
próxima publicaciónl.
se mostraron satisfechos! En otras palabras, no han sido indul­
gentes consigo mismos y la investigación conjunta los incita a una
reflexión crítica sobre sus prácticas. Los docentes aspiran a querer
sostener cada vez mejor los aprendizajes de sus alumnos. Tienen
conciencia de la complejidad de la evaluación formativa cuando
esta tiene la finalidad de acceder al razonamiento de tos alumnos,
de evaluar sus procedimientos y de intervenir de la manera más
adecuada posible, habida cuenta de sus diferentes necesidades.
Los docentes reclaman un desarrollo profesional de calidad en
evaluación formativa y la investigación conjunta representa un
medio, entre otros, de contribuir, produciendo al mismo tiempo
datos objetivados para comprender mejor las prácticas de eva­
luación formativa en el contexto habitual de las clases.
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ANIJOVICH_R._Comp._-_La_Evaluacion_Significativa_OCR_por_Ganz1912.pdf

  • 1. ) VOCES DE LA EDUCACIÓN ganzl912 LA EVALUACION SIGNIFICATIVA Rebeca Anijovich (comp.i I Alicia R. W. de Camilloni Graciela Cappelletti I Jussara Hoffmann Raquel Katzkowicz | Lucie Mottier López PAinOR
  • 2. z •o o < o 3 Q 3 □ co 1 1 1 o o > co ' O O £ O La evaluación de los aprendizajes es un tema complejo que refiere a una práctica social anclada en un contexto, que impacta de múltiples maneras en los distintos actores involucrados: alumnos, docentes, instituciones educativas, padres. La evaluación formativa es una evaluación significativa, en la medida en que procura contribuir a la mejora de los aprendizajes de los alumnos y al aumento de la probabilidad de que todos los estudiantes aprendan. El alumno deviene, así. centro de la evaluación, receptor y partícipe activo de los procesos de retroalimentación, monitoreo y autorregulación de sus aprendizajes. Este libro ofrece una mirada amplia del campo de la evaluación, al abordar distintos aspectos del mismo: las emociones que despierta en el evaluador y los evaluados: el modo en que interpela los contenidos y las formas de enseñar y aprender; los valores que se ponen en juego en su práctica: los criterios de inclusión y exclusión implicados; las creencias que subyacen en los docentes acerca de las capacidades de los alumnos para aprender. Afirma Alicia R. W. de Camilloni: "Cuando encontramos que hay coherencia efectiva entre enseñanza y evaluación, cuando la evaluación está alineada con el currículo y con la programación didáctica, cuando evaluación y enseñanza están realmente entretejidas, cuando los nuevos aprendizajes de tos alumnos se asientan sobre aprendizajes previos y se establece una red que contiene los aprendizajes nuevos y lo que ya sabían y entre ellos se enriquecen mutuamente, cuando lo que se enseña y se aprende es interesante y desafiante, y cuando se perciben estos aprendizajes como asequibles, entonces, en esa congruencia, hallamos la ‘honestidad’ de la buena enseñanza y de la buena evaluación de los aprendizajes". De esa búsqueda de prácticas honestas trata este libro. Rebeca Anijovich (Universidad de Buenos Aires y Universidad de San Andrés, Argentina) ha convocado para este libro a docentes e investigadoras de diversas instituciones y países: A. R. W. de Camilloni (UBA, Argentina): G. Cappelletti (Universidad de Quilmes y UBA, Argentina); J. Hoffmann (Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Brasil); R. Katzkowicz (Universidad Católica del Uruguay y Colegio Alberto Einstein, Ecuador); L. Mottier López (Universidad de Ginebra. Suiza). Todas ellas, reconocidas expertas en el campo de la evaluación de los aprendizajes. www.planetadelibros.com www.paidosargentina.com .ar
  • 3. IJireclorn tli- colección: Rosa líotlemberg Traducción del capitulo 2: Viviana Ackerman Traducción dci capitulo 3; Ariadna García Cubierta: Gustavo Macri La evaluación significativa i compilado por Rebeca Anijovich. ■ 1a ed 2a reimp.- Buenos Aires rRaidós, 2016. 208 p ,: 22x16 cm. - {Voces de la Educación : 13519) ISBN 978-950-12-1529-8 1. Educación. ]. Anijovich. Rebeca, comp, CDD370 2“rciujprcsíiíji, 2016 Queda rigurosamente prohibida, sin La autorización escrita de ios titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, ia reproducción pardal o iolal de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la repro- gratia y ei tratamiento informátieo. ík 2010'. Reboca Anijovich (por la compilación) & 2010 do todas las ediciones en castellano Editorial Paidós SAICF independencia 1682, Buenos Aires e-mail: difusión@areapaidos.com,ar www.paidosargentina.com.ar Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723 Impreso en Argentina. Printed in Argentina Impreso en Bibliográfica, Barzana 1263, CABA, en el mes de enero de 2016 Tirada: 500 ejemplares ISBN 978-950-12-1529-8
  • 4. ganzl912 LA EVALUACIÓN • SIGNIFICATIVA i Rebeca Anijovich (com p.)l Alicia R. W. de Camilloni Graciela Cappelletti IJussara Hoffmann Raquel Katzkowicz ILucie Mottier López #PAIDÓS 65 ANIVERSARIO Buenos Aires • Barcelona • México
  • 5. ganzl912 ÍNDICE © Las autoras..................................................................................... 11 Introducción, por Rebeca Anijovich.............................................. 15 1. La validez de la enseñanza y la evaluación: ¿todo a todos?, por Alicia R. W. de Camilloni...................... 23 Los criterios de validez en la evaluación........................ 25 La validez de la enseñanza a partir de un principio ordenador del dispositivo pedagógico: "todo a todos"... 30 La "honestidad" de la enseñanza y la evaluación......... 40 Bibliografía......................................................................... 41 2. Evaluación formativa de los aprendizajes: síntesis crítica de LOS TRABAJOS FRANCÓFONOS, POR LUCIE MOTTIER LOPEZ............ 43 Revisión de algunas características de la pedagogía del autocontrol................................................................... 44 En búsqueda de anclajes teóricos para una teorización más profunda de la evaluación formativa....................... 46 O
  • 6. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA A modo de conclusión: el ejemplo de una investigación conjunta sobre las prácticas de evaluación formativa en el aula.................................... 60 Bibliografía............................................................................. 67 3. Evaluación mediadora: una propuesta fundamentada, por Jussara Hoffmann............................................................. 73 Sobre la evaluación.............................................................. 73 Sobre los principios.............................................................. 74 Sobre los evaluadores.......................................................... 76 Sobre el carácter subjetivo y multidimensional de la evaluación.................................................................... 77 Sobre los aprendices............................................................ 78 Sobre la evaluación mediadora......................................... 79 Sobre la práctica evaluativa mediadora........................... 81 Aportes de Piaget y Vygotsky.............................................. 83 El papel mediador del profesor......................................... 85 Evaluación mediadora y formación de profesores......... 88 ¿Cuál es la contribución del paradigma mediador a una postura pedagógica crítico-reflexiva de Los docentes?................................................................... 90 El Programa de Asesoría en Evaluación Educacional 1PAEE).............................................................. 91 Los diferentes tiempos vividos por los docentes............ 95 Bibliografía............................................................................. 99 4. Diversidad v evaluación, por Raquel Katzkowicz..................... 103 La evaluación como aliada o enemiga del fracaso escolar............................................................... 108 ¿Influyen las concepciones de los profesores en los procesos de evaluación en el aula?....................... 114 Modelo multinivel para la comprensión global del fenómeno del fracaso escolar..................................... 117 Algunos aportes para la reflexión..................................... 122 Bibliografía............................................................................. 124
  • 7. 5. La retroalimentación en la evaluación, por Rebeca Anijovich .............................................................. 129 Los interrogantes y el lugar del docente en las prácticas de retroalimentación............................. 131 La retroalimentación y la construcción de autonomía... 140 Buscando coherencias......................................................... 143 Bibliografía............................................................................. 146 6. La evaluación de trabajos elaborados en grupo, por Alicia R. W. de Camilloni.................................................. 151 ¿Por qué usarlos como estrategia de enseñanza?........ 152 La organización del trabajo en grupo............................... 157 ¿Qué se aprende en el trabajo grupal?............................. 160 La evaluación del trabajo grupal....................................... 162 Modalidades diversas de asignación de un mismo puntaje............................................................ 167 Modalidades diversas de asignación de puntajes diferenciados................................................... 168 La evaluación formativa del trabajo grupal..................... 174 Bibliografía............................................................................. 175 7. La evaluación por competencias, por Graciela Cappelletti .... 177 ¿Qué son las competencias?.............................................. 179 Avanzando alrededor de las propuestas de evaluación. 185 ¿Evaluar competencias puede entenderse en el marco de la evaluación formativa?......................... 188 La evaluación por competencias: Evaluación Clínica Objetiva Estructurada IECOE)............................................. 191 Anexo....................................................................................... 202 Bibliografía............................................................................. 203
  • 8. 1. LA VALIDEZ DE LA • ENSEÑANZA Y LA EVALUACIÓN ¿Todo a todos? por Alicia R. W. de Camilloni Contenidos, objetivos, propósitos, estándares, competencias y benchmarks1son conceptos que, con diferentes significados e impacto, se han ido sucediendo en el lenguaje del campo teó­ rico y práctico de los currículos escolares, de la enseñanza y la evaluación, para definir qué es lo que los sistemas, las escuelas y los profesores deben enseñar y qué lo que los alumnos deben aprender, Estos términos representan diferentes concepciones didácticas y cada uno de ellos ha contribuido al establecimiento de lo que Basil Bernstein denominaba un “discurso regulativo” y un "discurso instruccional” porque funcionan ambos como prin-1 1La palabra benchmark (anglicismo traducible al español como "comparativo") es un término proveniente del campo de la industria, que ha sido incorporado al lenguaje de la administración, a la evaluación de programas informáticos y a,la evaluación de los resultados en la educación. Es un proceso continua de medición de productos, servi­ cios y prácticas comparándolos con los que se consideran los mejores en el campo. La palabra proviene de la marca de referencia que el mejor trabajador con experiencia en el taller hace en su banco de trabajo y que será la medida precisa que él mismo y otros deberán emplear para la producción de una clase de objetos. Esa marca es la benchmark.
  • 9. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA cipios ordenadores del currículum [Bernstein. 1990J.2 El empleo de uno u otro de estos términos está lejos de tener un efecto neu­ tral. Dado que integran dispositivos curriculares, pedagógicos y evaluativos en los que la clasificación y el enmarcamiento pre­ sentan distintas formas y relaciones mutuas, cada uno es una manifestación de diferentes concepciones didácticas y determi­ na, por ende, un alcance diverso respecto de los conocimientos y los saberes escolares, de las responsabilidades de los actores en la definición del diseño curricutary la programación didáctica, y, asimismo, de los tipos y niveles de logros de aprendizaje espe­ rados en los alumnos. El discurso regulativo establece principios acerca de la estructura que sirve de base para la transformación del conocimiento en un dispositivo pedagógico de comunicación. Como afirman Gamble y Hoadley. en el marco del enfoque bernsteiniano, “el dispositivo pedagógico consiste en una re­ lación jerárquica entre tres conjuntos de reglas -distributiva, recontextualizadora y evaluativa-, los que. juntos, describen el proceso de transformación del conocimiento desde el campo de producción del conocimiento, al campo de recontextualización, al campo de reproducción en la clase". Este dispositivo pedagógico abarca a ambos, a la enseñanza y a la evaluación. Pero observamos en la práctica que los principios ordenadores pueden ser los mismos para una y para otra, o que. por el contrario, pueden ser diferentes respecto de la enseñan­ za y de la evaluación. Cuando esto último ocurre, el dispositivo pedagógico no solo se desagrega en dos segmentos separados.1 1Bernstein define el currículum como ‘ el sistema de mensajes que constituye aquello que cuenta como conocimiento válido a ser transmitido* [1990: 150). Discurso regu­ lativo es el "conjunto de reglas que regula aquello que cuenta como orden legítimo entre y dentro de transmisores, adquirientes, competencias y contextos: a un nivel de abstracción mayor, suministra y legitima las reglas oficiales que regulan el orden, la relación y la identidad* 11990:1521. Discursoinstmcdonal es el 'discurso que controla la transmisión, adquisición y evaluación del conocimiento indispensable a la adquisi­ ción de competencias especializadas, regulando sus aspectos internos y relaciónales* 11990:151) &
  • 10. sino que, peor aún. Los segmentos resultantes se convierten en vectores con orientaciones diversas. Situación confusa para los estudiantes, que optan, generalmente, por seguir en su aprendi­ zaje, de manera prioritaria, la dirección que les señala la moda­ lidad de evaluación que saben que adoptará el profesor. Por esta razón, el alineamiento efectivo de los principios or­ denadores de ambas dimensiones, la enseñanza y ta evaluación, tiene gran importancia. Es indispensable para garantizar un cla­ ro señalamiento en las actividades de todos los implicados en las tareas de enseñar y aprender, y porque este alineamiento sirve, igualmente, como fundamento para la determinación de un criterio de validez para la evaluación sin et cual esta carecería de significado. LOS CRITERIOS DE VALIDEZ EN LA EVALUACIÓN Existe acuerdo acerca de que el requisito de validez se en­ cuentra entre tas condiciones fundamentales empleadas para apreciar la calidad de los programas y de los instrumentos de evaluación. No constituye, sin embargo, un requerimiento más entre otros. Su papel es fundamental; pero la construcción de su definición así como la estimación de su importancia para la evaluación no han recibido una respuesta ni simple ni unívoca. Y esto en razón de que son siempre el resultado de una conjun­ ción de supuestos teóricos sobre cuál ha de ser la formación que recibirán los estudiantes, qué procesos psicológicos se espera que se desarrollen en el curso de la formación, cómo se han de manifestar de manera que se pueda inferir que se producen, qué tareas se eligen porque facilitan la obtención de esas evidencias y de qué forma se pueden establecer, sobre esas bases, grados de calidad en los aprendizajes. En cuanto a la importancia de los requisitos, en otro sitio nos hemos referido a la prioridad que en el enfoque conductista, psi- LA VALIDEZ de la enseñanza y la evaluación
  • 11. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA cométrico o de la medición científica se otorga a la contabili­ dad por sobre la validez y señalamos allí nuestra discrepancia con este criterio ICamilloni, 1998: 88-89). Aunque para algunos autores no es posible separar la validez de una prueba de su confiabilidad y postulan a esta última como un aspecto interno de la validez, nosotros entendemos, por el contrario, que, sea la evaluación cuantitativa, cualitativa o una combinación de ambas, la confiabilidad, si bien deseable, es secundaria respecto de la validez y que. si fuera necesario y se contara con una seria fun­ damentados convendría sacrificarla parcialmente con el fin de obtener más validez, requisito que, a nuestro juicio, posee signi- ficatividad mayor que la confiabilidad. Entre los autores que han trabajado especialmente la cues­ tión de la validez en la evaluación, con el propósito de ampliar y profundizar su significado, se encuentra Samuel Messick. quien en sus obras contrastó el uso tradicional del término y de los distintos tipos de validez con su concepción de una validez unifi­ cada e integradora (Messick. 1991,1992,1996). El concepto de validez, en términos generales, se refiere a la capacidad de un instrumento de evaluación para medir lo que se pretende evaluar con él. Es frecuente que se distingan diferentes tipos de validez. Como ilustración de las varías cla­ sificaciones de tipos de validez, tomamos la siguiente (que es la que Messick contrasta con la construcción teórica que él pro­ pone): validez referida a criterios, validez de contenido y validez de construcción. Messick describe cada una de la siguiente manera:• • Validez referida a criterios: depende de la relación sistemá­ tica que existe entre los criterios que se emplean para la calificación de la prueba de evaluación y los criterios de logro establecidos para el aprendizaje que se evalúa. La prueba debe proveer evidencias de que el desempeño de los alumnos en esa prueba permite hacer inferencias res-
  • 12. pecto de cuáles han de ser las calificaciones que se van a otorgar y que se corresponden con la acreditación prevista de sus aprendizajes a través de otras pruebas y de crite­ rios generales de calificación. • Validezde contenido: depende de la correspondencia entre los aprendizajes de los alumnos en cuanto a conocimien­ tos, destrezas, competencias y/o producciones y los que se prescribe que logren en el currriculo o programa de estudio. • Validez de construcción: corresponde a la capacidad de la prueba para evaluar los procesos psicológicos que los alumnos ponen en juego en la realización de las tareas cuyo aprendizaje se evalúa. Procesos cognitivos. creati­ vidad. motivación y perseverancia son aspectos que se modelizan de acuerdo con una construcción teórica de los aprendizajes y las tareas específicas, y que son evaluados por la prueba. Como dijimos antes. Messick considera que no es adecuado diferenciar así estas formas de la validez porque abren la posi­ bilidad de que los instrumentos de evaluación, según su natura­ leza o el propósito de su empleo, posean uno o dos de los tipos de validez y no todos ellos. Por otra parte, señala, igualmente, que los tipos de validez enunciados estrechan el campo de la concepción de validez o no lo analizan de manera apropiada. Los seis aspectos de la validez, que postula Samuel Messick y que son interdependientes, son los siguientes:1 1. De contenido: se trata de los conocimientos, las destrezas y otros atributos que se manifiestan en las tareas evalua­ das cuando el muestreo de los contenidos es adecuado. 2. Sustantiva: corresponde a la verificación empírica de que tos procesos que corresponden al dominio evaluado se evidencian en la prueba, de acuerdo con un modelo funda- LA VALIDEZ DE LA ENSEÑANZA Y LA EVALUACIÓN
  • 13. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA mentado teóricamente acerca de cuáles son esos proce­ sos y siempre que, también, el muestreo de los procesos sea apropiado. 3. Estructural: el sistema de puntuación de la prueba es con­ sistente con las manifestaciones del modelo construido respecto de los procesos necesarios para la realización exitosa de la tarea en evaluación. 4. Generalizabitidad: refiere a la capacidad de la prueba para ofrecer resultados que se pueden generalizar y transferir a otros contenidos, a otros procesos, a otras situaciones, a otras tareas y a otros grupos pertinentes de la población que se evalúa. 5. Factores externos: refiere a los alcances y la corresponden­ cia o correlación que tienen las puntuaciones resultantes de la prueba de evaluación respecto de otras formas o pruebas de evaluación o de conductas no evaluadas, de acuerdo con las evidencias empíricas que se recogen. 6. Aspectos consecuenciales: depende de los efectos que tie­ ne la interpretación y el uso de los resultados de la prue­ ba. ya que debe haber evidencia de que son positivos y solo mínimamente adversos o negativos para individuos o gru­ pos relacionados con la evaluación efectuada. Para Samuel Messick, estos seis aspectos en su conjunto siempre deben ser tomados en consideración para la estima­ ción de la validez de las pruebas de evaluación educativa. No se los puede separar porque todos ellos son necesarios y están entretejidos conformando un plexo de condiciones para la cons­ trucción y el uso de instrumentos y programas de evaluación de buena calidad. Este autor define a la validez como "un juicio eva- luativo integrado del grado en el cual la evidencia empírica y la exposición teórica razonada apoyan la adecuación y propiedad de las inferencias y acciones basadas sobre las puntuaciones de la prueba u otros modos de evaluación" [Linn, 1989],
  • 14. La concepción que desarrolló Messick sobre la validez de la evaluación abrió un campo de trabajo particularmente fértil tan­ to en lo que respecta a la teoría cuanto a la práctica de la evalua­ ción. Entre las conclusiones que son compartidas por distintos autores, encontramos las siguientes: • La validez no es una propiedad de la prueba, sino que, más bien, se refiere al uso que se da a la prueba para un propósito determinado. • Para evaluar la utilidad de una prueba y su adecuación para un propósito particular se requieren múltiples fuen­ tes de evidencia. • Para justificar el uso de un test con un determinado pro­ pósito es necesario ofrecer evidencia suficiente de que es apropiado para ese fin. • La evaluación de la validez de una prueba de evaluación no constituye un evento estático, sino que es un proceso continuo (Sireci. 2007). Un carácter común que se postula recurrentemente para otor­ gar validez a las evaluaciones es la honestidad de las interpre­ taciones, inferencias y acciones del evaluador. Otro aspecto que debe ser incorporado en el análisis de la naturaleza de las eva­ luaciones es el que refiere a tos sujetos a los cuales se destina la evaluación y a quiénes son los evaluados, así como cuáles son las decisiones que se adoptan sobre la base de esas evaluaciones. En las definiciones de validez de la evaluación, si bien se en­ cuentra una referencia a los propósitos de la enseñanza y a los conocimientos y saberes que los alumnos deben desarrollar, se advierte que, por lo general, tanto en la .teoría como en la práctica, una vez realizados los primeros pasos en el proceso de construcción de los instrumentos, la validez se define in­ ternamente con referencia específica a los propósitos propios de la evaluación. Es así como en esta etapa del proceso obser- LA VALIDEZ DE LA ENSEÑANZA Y LA EVALUACIÓN
  • 15. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA vamos que los propósitos de la evaluación se han distancia­ do ya de los propósitos de la enseñanza, en razón de que son el resultado de las selecciones e interpretaciones que, con el objetivo restringido de obtener una medida, definir un ranking, comparar individuos, grupos o instituciones, concluyen por re­ ducir el campo y limitarlo a la formación medíble sobre esas bases. LA VALIDEZ DE LA ENSEÑANZA A PARTIR DE UN PRINCIPIO ORDENADOR DEL DISPOSITIVO PEDAGÓGICO: "TODO A TODOS" El aspecto de mayor importancia en la consideración de la validez de la evaluación es el que deriva de la representatividad y generalizabilidad de los contenidos cubiertos por los instrumen­ tos y el programa de evaluación. El alineamiento efectivo entre esos contenidos y el universo de los contenidos curriculares es fundamental, en consecuencia, para estimar el alcance y la síg- nificatividad de la evaluación. Pero si se estimara solo a partir del alineamiento formal entre evaluación y enseñanza y no se pusiera también en cuestión la validez de los contenidos curri­ culares mismos, la validez perdería su sustento pedagógico. Es preciso, por tanto, desarrollar cuidadosamente y en pro­ fundidad el concepto de validez de la enseñanza en lo que res­ pecta a contenidos sustantivos y a estrategias de enseñanza. Con ese propósito, los principios pedagógicos ordenadores sobre los que se construyen el diseño curricular, la enseñanza y la evaluación son Los que deben ser fundamentados y justifi­ cados. Qué enseñar, cómo enseñar y quiénes pueden aprender constituyen las claves principales de los principios ordenado­ res del dispositivo pedagógico. Y como ocurre con La validez de la evaluación según Messick, los tres aspectos -qué, cómo y a quiénes- no pueden escindirse en la consideración de la validez
  • 16. de la enseñanza. Veamos, a continuación, y como ejemplo, el en­ cuadre de la noción de validez que ofrece un principio ordenador, especialmente abarcativo de una interpretación acerca de cuáles han de ser los contenidos y quiénes han de aprenderlos, del que deriva la consiguiente concepción acerca deque la evaluación no está destinada a seleccionar a los alumnos que demuestran ser capaces de aprender, sino a contribuir a mejorar el aprendizaje de todos. La expresión “todo a todos” expresa en el campo de la peda­ gogía un ideal social y moral asociado al ideal de justicia. Por esta razón, está relacionado con el ideal de igualdad que. como dice Jean Derouet (2003: 171 y ss.l, constituyó la referencia co­ mún e inspiró la evolución de la casi totalidad de los sistemas educativos instaurados desde el siglo XIX, sistemas que marcha­ ban en la búsqueda de una organización global, una escuela que debía reunir a todos los niños sin distinciones de ningún tipo. Pero estamos ahora ante una crisis de los ideales en muchos campos y el de la igualdad en la educación se encuentra desde hace tiempo en grave petigro. A partir de las múltiples perspectivas de los análisis hístóri- co-sociológicos que se sucedieron en el tiempo, esta aspiración pedagógica estuvo y está lejos de ser alcanzada. Los resultados han sido decepcionantes debido a que no se convirtió en realidad el ideal de la escuela única y porque la igualdad de oportunida­ des se fue desarrollando con dificultades como una expresión de su definición débil, y esto en sus dos versiones conocidas: la primera, como igualdad de acceso pero no de permanencia, y la segunda, como igualdad de acceso y permanencia pero no como igualdad de calidad de la formación. Las razones deben buscar­ se en la sociedad y no solo en el interior de.los sistemas edu­ cativos. aunque debemos reconocer que. incluso en el discurso pedagógico, se ha ido instalando la quiebra del ideal de igualdad y su compensación por un nuevo ideal, el de la diversidad, el cual asume también, por lo general, una definición débil, entendida LA VALIDEZ DE LA ENSEÑANZA Y LA EVALUACIÓN
  • 17. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA solamente como legitimación de las diferencias, en términos de Ramón Flecha [Grroux y Flecha, 1992: 182]. En otro sentido, y centrándonos ahora en un análisis concep­ tual de la expresión "todo a todos", se plantea una problemática didáctica y pedagógica muy interesante por la ambivalencia que fue adquiriendo desde un punto de vista valorativo a lo largo ya de varios siglos. "Todo a todos”: ¿cuál es el significado de esta expresión? Algunas citas son obligadas, pero comenzaré relatando dos anécdotas que me permitirán echar alguna oscuridad adicional a la cuestión. Cuenta Ernesto Sábalo que. cuando ejercía el cargo de pro­ fesor de Física, una señora le pidió que le explicara la Teoría de la Relatividad de Einstein. Sábato refiere que se la explicó, pero la señora le respondió que no la había comprendido. Sábato se la explicó nuevamente y la respuesta de la señora fue. otra vez. que no la había captado. Sábato se la explicó de nuevo y cuando finalmente la señora quedó satisfecha y dijo con una sonrisa que por fin había entendido. Sábato le contestó: ”Sí, pero esta ya no es la Teoría de la Relatividad". Veamos la segunda anécdota. En su libro £í proceso de la educación, Jenome Bruner narra una situación similar. Un pro­ fesor de Física explica a su clase temas avanzados de mecánica cuántica. Advierte por los rostros de los estudiantes que. obvia­ mente, no han comprendido. El profesor relata lo sucedido de la siguiente manera: “Lo enseñé por segunda vez y los alumnos tampoco lo com­ prendieron. Y entonces lo enseñé por tercera vez y yo lo com­ prendí” (Bruner, 1960: 89). Dos historias semejantes con interpretaciones diferentes y que abren al interrogante: ¿es posible que todos aprendan todo? La expresión "todo a todos” nos invita necesariamente a la cita de algunos autores. De ellos tomaré solo dos, seleccionados en razón de su trascendencia.
  • 18. El primero, Juan Amos Comenio. En dos obras de cita obli­ gada en este caso, emplea esa expresión como manifestación sintética de su ideal educativo. Ellas son la Didáctica Magna 111658] 2000), en la que ya en el pórtico de la obra afirma que "expone el artificio universal para enseñar a todos todas la co­ sas". y la Pampaedia 1(1657] 1992), que es el libro IVde la Opera Didáctica Omnia. en la que desarrolla una didáctica destinada a lograr su ideal de conocimiento para todos los hombres, la Pansofía. El mandato de Comenio es religioso y no solo social y moral. Enseñar todo reúne tres vocablos: omnia (se enseña todo], omnes [a todos] y omnino (umversalmente). En el primer capítulo de la Pampaedia, sostiene que todos los hombres, la humanidad entera, deben ser educados en todo, integralmen­ te, para que todos alcancen la verdadera sabiduría. Esta es la Pansofía, es decir, el sistema de saber uhiversal en el que Co­ menio había centrado su pensamiento. El sistema está asocia­ do al concepto de omnisciencia, que implica conocer todo pero con la capacidad de conocer todo de manera infinita, de seguir conociendo, de saber cada vez más y de saber siempre. Esta descripción del conocimiento solo puede corresponder a Dios, pero Comenio sostiene que habiendo sido el hombre creado a imagen y semejanza de Dios, la educación tiene la misión de conducirlo en el camino de la vida para que cada vez se ase­ meje más a El. Así pues, para el hombre, el saber “todo" es el saber todo lo conocido, esto es. comprender el orden divino a través de la unidad de las ciencias. ¿Dónde puede encontrar este conocimiento? Para ello, el hombre cuenta con tres libros: el libro del mundo sensible, el mundo de la razón y las Sagradas Escrituras. Esto significa que los sentidos, la razón y la fe se conjugan para brindar el conoci­ miento. Dice Comenio que para ello son suficientes pocos libros; sin embargo, agrega condiciones a las que esos pocos libros deben ajustarse: tienen que ser variados y diferentes. Variados según las edades que se suceden en la vida de los alumnos; I LA VALIDEZ d e l a e n s e ñ a n z a y l a e v a l u a c ió n
  • 19. LA EVALUACION SIGNIFICATIVA diferentes porque distingue entre alumnos principiantes, avan­ zados y los que están cerca de la perfección. Los libros tienen que ser breves, y no deben incluir ni la controversia, ni la duda, ni tampoco ambigüedades. Recomienda combinar los distintos niveles en el mismo libro recurriendo al artificio tipográfico de usar distintos tipos de letras para cada nivel. Y recomienda que cada alumno estudie aprendiendo de memoria lo que corres­ ponde a su nivel. El primero de los niveles correspondería a un conocimiento vago y luego, progresivamente, el conocimiento se iría haciendo más claro. Los libros, por lo tanto, deben estar graduados y ordenados. Sugiere que. de este modo, serán útiles, incluso para los auto­ didactas, porque su amplio propósito es incluir a todos, también a los que no tienen maestro. Los Libros deberían estar escritos betlamente y en forma dialogada. Comenio recomienda que se promueva que sean los alumnos quienes hagan preguntas al maestro, contra una extensa tradición en contrarío, aquello que Hugo Gaudig denominó algunos siglos después "el imperialismo de Las preguntas por eL profesor". Para Comenio. entonces, "todo a todos" se dirige a hombres y mujeres, a nobles y plebeyos, ajóvenes y viejos, al género huma­ no en todos los pueblos, estados y ciudades. El ideal que expresa Comenio se asocia al de la hermandad de los Rosacruces, y es el ideal de felicidad y bienestar general universal expresado en su obra Via Lucís [escrita en 1642 y publicada en 1668), en donde manifiesta que este ideal de intercambio de saber entre algunas personas ya se había logrado, pero que era menester extenderlo a toda la humanidad, para lo cual la educación era el vehículo imprescindible. "Todo a todos". Comenio no duda de que ese debe ser el ca­ mino. Pero tres siglos de pensamiento pedagógico en el devenir de sociedades y culturas plantearon nuevos problemas e inter­ pretaciones acerca de qué es enseñar, qué se debe enseñar y quiénes pueden aprender. ©
  • 20. Entre tos varios pedagogos que se hicieron estas preguntas y les dieron respuesta, elegimos a Jerome Bruner. debido a que en su obra hay múltiples referencias a esta cuestión, si bien el tema es tratado desde un enfoque diferente al que había desple­ gado Comenio. En Elprocesode ía educación, publicado en 1960. Bruner realiza una afirmación que es considerada una de las más importantes (y hasta cierto punto asombrosas) manifestaciones de su pensa­ miento: “Comenzamos con la hipótesis de que cualquier mate­ ria puede ser enseñada de un modo intelectualmente honesto a todo niño en cualquier estadio de su desarrollo” (1960:511. En "La educación como invento social”, artículo publicado original­ mente en 1964, reitera esta idea, que relaciona con su teoría de los modos de representación: "Existe una versión apropiada de cada habilidad o conocimiento que puede ser impartida a cualquier edad a la que se desee iniciar la enseñanza, por muy preparatoria que sea esa versión" (Bruner, 1988: 144). En otro trabajo, “La perfectibilidad de la inteligencia" de 1966, escribe en el mismo sentido: Desde esta perspectiva se entiende que para cada capacidad o parcela de conocimiento propia de cada cultura (la det alum­ no), existe una forma correspondiente que se halla al alcance del entendimiento del estudiante situado en cualquier estadio de desarrollo, o dicho de otro modo, que es posible enseñar cualquier materia a cualquier persona, sea cual fuera su edad, siempre que se haga de forma interesante y sincera (1988:83). En otra de sus obras, La importancia de ía educación, asevera, igualmente, que “a cada conocimiento o habilidad capacitadora que existe en la cultura, le corresponde una forma que el alum­ no puede comprender, en cualquier etapa del desarrollo que se encuentre; que cualquier tema puede enseñarse en cualquier LA VALIDEZ DE LA ENSEÑANZA Y LA EVALUACIÓN
  • 21. g | LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA edad, de alguna forma que resulte a la vez interesante y adecua­ da" IBruner, 1987:135). En un escrito posterior, en el prefacio de The Culture oíEducation, publicado en 1996. encontramos la reite­ ración del mismo principio pedagógico que había sido expresado antes: "Aunque un dominio del conocimiento pueda ser compli­ cado. puede ser representado de manera que pueda ser accesible a través de procesos elaborados de un modo menos complejo" 11996: XII). Esta reiterada afirmación de Bruner fue. ciertamente, difícil de comprender para los diseñadores de currículos. los profeso­ res y los evaluadores de los aprendizajes. En dos textos posterio­ res a la primera manifestación de este principio. Bruner relata con términos semejantes lo sucedido en una cierta situación. En una de estas obras. Realidadmental y mundos posibles, por ejem­ plo. cuenta que en una clase en la Universidad de Texas, durante un debate que tuvo lugar en un seminario sobre educación, una joven que acababa de leer El proceso de la educación le dijo que quería hacerle una pregunta. Bruner rememora la situación y recuerda que entonces pensó que otra vez te iban a consultar por la enseñanza del cálculo en primer grado, según era ya ha­ bitual. pero la joven le preguntó: “¿Cómo sabe usted lo que es honesto?". Bruner afirma que quedó estupefacto ante este in­ terrogante. La joven, dice, sabía pensar, si bien a continuación el autor aclara que el concepto de honestidad, sobre el que no había meditado, quedó, finalmente, sin definir (1986:134). La narración de Bruner muestra que estas preguntas formu­ ladas sobre su afirmación, que podríamos interpretar como equi­ valente a un "todo a todos", lo colocaron muchas veces ante la necesidad de explicar un pensamiento que era corrientemente in­ terpretado como absurdo o incomprensible, e incluso incorrecto. ¿Cómo interpreta el propio Bruner su afirmación, sostenida en diferentes obras escritas en el transcurso de casi cuarenta años? Enmarcada en lo que Bruner denomina "el problema de la conversión" (1960: 52). podríamos resumir su argumentación
  • 22. con referencia a tres líneas características de su propuesta de enseñanza. En primer tugar, él mismo recomienda de inmedia­ to ta programación de un currículo en espiral que permita partir de un modo de representación que se encuentre en el nivel de comprensión del alumno, para ir progresivamente profundizan­ do luego el desarrollo conceptual mediante el empleo de nuevos modos de representación y la construcción de nuevos concep­ tos. Esta idea se asocia, en segundo lugar, y de modo funda­ mental, con su teoría acerca del conocimiento como proceso y no como producto 11969:96). La naturaleza del conocimiento se caracteriza, para Bruner. por ser una estructura jerárquica en la que hay una parte más significativa que las otras. Si esta se comprende, servirá de base para reconstruir lo menos signifi­ cativo y los elementos sueltos, con todo lo cual se constituirá, de esta manera, el conjunto del conocimiento, precisamente, como conjunto estructurado. Por lo tanto, desde este enfoque, hay que enseñara los estudiantes una idea de la estructura básica, la cual permitirá combatir la confusión y la fragmentación del conoci­ miento [1960:48yss.|. En este proceso en el que el conocimien­ to del alumno y de la humanidad progresa, la transformación que acontece no es de explosión. Bruner señala el error de la expresión "explosión del conocimiento*' porque entiende que se trata de un movimiento inverso, dado que "hay una implosión de conocimiento lo mismo que hay una explosión" (1987: 29). To­ dos los componentes de la estructura están interconectados en un orden que puede comprenderse. Para construir esta estruc­ tura, el individuo necesita autonomía, confianza y competencia intelectual: usar estrategias de discriminación, de selección y relacionamiento, de razonamiento, deducción, formulación de hipótesis, muestreo y corrección de lo contradictorio y lo incom­ pleto, y debe, especialmente, manejar la complejidad. Todo esto requiere un aprendizaje previo, que debe ser preferentemente temprano y orientado al desarrollo de habilidades genéricas. Acá encontramos, entonces, la tercera línea argumentativa. "Lo LA VALIDEZ DE LA ENSEÑANZA Y LA EVALUACIÓN
  • 23. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA más específico del ser humano -afirma Bruner- es el hecho de que su desarrollo como individuo depende de la historia de su especie pero no de la historia que se refleja en los genes y cromosomas, sino más bien de aquella que se refleja en una cultura que es exterior a su organismo y más amplia de lo que puede abarcar la competencia de un solo ser humano" (1987: 65). El niño no es un agente solitario que conquista el mundo, necesita de los otros, necesita que le enseñen, necesita que le hablen, necesita discutir sus puntos de vista y sus ideas con otras personas (1986: 86). Los principios fundamentales de la pedagogía de Bruner son la economía (enseñar lo necesario, no enseñar cosas inútiles), la transferencia y el aprendizaje de nor­ mas generales. Currículo en espiral, estructuras básicas como contenido de la enseñanza y la cultura, y. por fin. el medio social como sostén de un aprendizaje significativo y transferible son lo que permiten, según Bruner, pensar que siempre es posible encontrar el modo adecuado de conversión o traducción didác­ tica que constituirá la puerta para el aprendizaje de "todo para todas las personas”. "Todo a todos” también ha sido interpretado de otras mane­ ras. Por ejemplo, enseñar un poco de todo sin profundidad, al modo de contenidos curriculares que deben ser distribuidos, entendiendo que esto es lo que se podría denominar formación general. Se trata de una interpretación del "todo a todos" que se convierte en poco o nada a todos o a nadie, conocimiento sin raíces, conocimiento frágil e inútil. "Todo a todos" también ha sido concebido como el conocimien­ to mal llamado enciclopédico, en el que "todos" deben aprender "todo" lo que algunos puñados de especialistas disciplinarios co­ locan como contenidos curriculares sin cuestionarse acerca de su potencial educativo y su fortaleza como base o motor de la formación. Decimos que es “ mal llamado" enciclopédico ya que la Enciclopedia de la Ilustración constituyó una obra monumental para poner al alcance de todos los conocimientos disponibles en
  • 24. la época3y no es correcto utilizar esta denominación con senti­ do peyorativo para caracterizar una enseñanza de conocimientos fragmentarios, superficiales, desorganizados y memorizados por los alumnos, que no alcanzan a comprender su significado. “Todo a todos" también se encuentra como expresión que integra los discursos de políticas educativas, que se vacían de contenido si no van acompañadas de medidas de política peda­ gógica de tratamiento de la diversidad que sostengan acciones efectivas, tanto de superación de la generación discriminativa de diferencias intolerables entre los alumnos como de atención seria y cuidadosa a las diversidades que naturalmente existen entre los seres humanos. Cuando se hace referencia a esta expresión, "todo a todos”, se trata, pues, de una expresión polisémica que requiere ser de­ finida. ¿Sería conveniente, por tanto, desecharla, eliminándola del ideario pedagógico de nuestro tiempo? Pensamos, por el contrario, que es preciso conservarla. "Todo a todos" puede ser un ideal para la educación de hoy y de mañana. No es una utopía ineluctablemente irrealizable. Quizá pueda convertirse en una utopía amigable si pensamos que todas las expresiones de la cultura son preciosas y que es necesario que la humanidad en su conjunto las comparta. ¿Cuál de los dos profesores tenía razón? ¿El que al hacer comprensible el contenido lo destruía o el que al hacerlo comu­ nicable lo comprendía mejor? En realidad lo que está en cuestión es la capacidad, la posibilidad y la conveniencia de la conversión de los contenidos de la ciencia.1 1La Enciclopedia o Diccionario razonado de las Ciencias, de las Artes y de los Oficios de Diderot y D'Alembert lúe publicada entre 1751 y 1777. Incluye 21 volúmenes de tex­ tos con más de 70.000 artículos sobre todos los temas. Se agregaron 11 volúmenes de ilustraciones con el propósito de poner el conocimiento al alcance de todos. Fue el resultado de un trabajo colaborativo en el que participaron más de 140 personas miembros de la 'sociedad de hombres de letras'. En la Enciclopedia de la Ilustración, el conocimienlo está cuidadosamente actualizado y organizado. l a VALIDEZ d e LA ENSEÑANZA y LA e v a l u a c ió n
  • 25. LA e v a l u a c ió n s ig n if ic a t iv a la tecnología, las humanidades y las artes al nivel de comprensión de todos los seres humanos, de modo de hacerlos enseñables. LA “HONESTIDAD” DE LA ENSEÑANZA Y LA EVALUACIÓN Los procesos de conversión o traducción de los conocimien­ tos en contenidos curriculares son los que determinan tanto la validez de lo que se enseña cuanto la validez de los aprendizajes que se evalúan. Esos procesos son, igualmente, los que sien­ tan las bases para que los componentes de las redes cognitivas construidas por los alumnos sean movilizables y duraderas, con el fin de que, en suma, sus conocimientos sean transferibles. En este sentido, se puede sostener que la validez y la autenticidad de las evaluaciones, a las que se ajustan primariamente las mo­ dalidades de estudio de ios alumnos, reposan, sobre todo, en la ciencia y el arte desplegados por los profesores para traducir o convertir en contenidos escolares los conocimientos originados dentro y fuera de la escuela, sin distorsionarlos ni destruirlos, y haciéndolos aprendióles por los estudiantes. Cuando encontramos que hay coherencia efectiva entre en­ señanza y evaluación, cuando la evaluación está alineada con el currículo y con la programación didáctica, cuando evaluación y enseñanza están realmente entretejidas, cuando los nuevos aprendizajes de los alumnos se asientan sobre aprendizajes pre­ vios y se establece una red que contiene los aprendizajes nue­ vos y lo que ya sabían, y entre ellos se enriquecen mutuamente, cuando lo que se enseña y se aprende es interesante y desafian­ te. y cuando se perciben estos aprendizajes como asequibles, al menos en algún grado, para todos los alumnos, probablemente podamos afirmar que hemos hallado una respuesta a la pregun­ ta que había quedado planteada en nuestro relato. Es en la con­ gruencia de estas relaciones donde reside la “honestidad" de la buena enseñanza y de la buena evaluación de los aprendizajes. 0
  • 26. BIBLIOGRAFÍA Hi rnstein. B. 119901. Poder. educación, conciencia. Sociología de (a transmisión cultural, Barcelona. El Roune. R r iin er . J. (1960). El proceso de la educación. México. UTEHA. —(19691. Hacia una teoría de la instrucción, México. UTEHA. — (198h]. Acción, pensamiento y lenguaje. Linaza. J. L. Icomp.l. Madrid. Alianza. — (1986}, Realidad mental y mondos posibles. Barcelona. Ge- disa. —(1987), La importancia de la educación, Barcelona. Paidós. — 11988), Desarrollo cognitivo y educación. Palacios. J. (selecc.). Madrid. Morata. — (1996). The Culture of Education, Cambridge, Harvard Univer- sity Press. C am illoni. A licia R. W. de (19981. “La calidad de los programas de evaluación y de los instrumentos que los integran", en Ca­ milloni. A R. W. de. Celman. 5.. Litwin, E. y De Mathé, M. del C. P.. La evaluación de los aprendizajes en el debate didáctico contemporáneo, Buenos Aires, Paidós. C omenio. J. A. 1(1657] 1992), Pampaedia, Madrid. UNED. — 1(1658] 2000], Didáctica Magna, México, Porrúa. D erouet, J. [2003], Cuestiones pedagógicas, Houssaye, J. (coord.), México. Siglo XXI. Ga m b le , J. y H oadley, U., "Positioning the regulative", The Fifth Ba- sil Bemstein Symposium, Cardiff School of Social Sciences. 9-12 de julio de 2008. Giroux, H. A. y F lecha, R. (1992), Igualdad educativa y diferencia cul­ tural. Barcelona, El Roure. ü n n . R. [ed.I (1989), Educational Measurement. Washington (DC). American Council on Education/MacMillan. M essick, S. (1991], "Validity of Test Interpretation and Use", en Al- kin, M. C. (ed.I. Encyclopedia of Educational Research. Nueva York, MacMillan. l a v a l id e z d e l a e n s e ñ a n z a y l a e v a l u a c ió n
  • 27. — (1992), "The Interplay of Evidence and Consequences ¡n the Validation of Performance Assessments. Research Report", Annual Meeting of the National Council on Measurement in Education, San Francisco. — (1996), "Validity of Performance Assessments", en Phillips, G. W. (ed.), Technical Issues in Large-Scale Performance As- sessment, Washington (DC), National Center for Education Statistics. Sireci, S. G. (2007), "On Validity Theory and Test Validation", Edu- cational Researcher, vol. 36, n° 8.
  • 28. 2. EVALUACION FORMATIVA DE LOS APRENDIZAJES Síntesis crítica de los trabajos francófonos1 por Lucie Mottier López En una publicación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDEl, hemos tenido la oportunidad de destacar las principales características de la conceptualización de la evaluación formativa en los trabajos francófonos (Allal y Mottier López. 2005). partiendo del modelo inicial de la pedagogía del autocontrol [ma/fríse] de Bloom y sus colegas (Btoom, 1976; Bloom, Hastings y Madaus, 1971). En dicho artículo, presenta­ mos y debatimos esta concepción■,f^ancófona‘, de la evaluación formativa. con la constatación, empero, de que algunas nociones aparecen actualmente en los escritos anglófonos (véase el re­ ciente Handbook of formative assessment editado por Andrade y Cizek, 2010). En otras palabras, parece que las barreras lingüís­ ticas producen cada vez menos obstáculos a la divulgación de los trabajos científicos. Este libro. afortunadamen.te. contribuye de manera activa en tal dirección. Traducción del francés; Viviana Aekerman.
  • 29. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA Nuestro capítulo se funda en una vasta revisión de literatu­ ra francófona [de especialistas en la evaluación en Francia y en las regiones francófonas de Bélgica, Canadá y Suiza] luego de un análisis sistemático de los escritos publicados en la revista Mesure et Évatuation en Éducation, que es la publicación científi­ ca de la Association pour le développement des méthodologies d evaluation en éducation (ADMEE-Europe y ADMEE-Canadá).2 Esta revista se funda asimismo en varias obras muy destacadas en este campo. El detalle de los artículos consultados y nues­ tra metodología de trabajo se presentan en Allal y Mottier López [2005] y en Mottier López y Laveault (2008). Tras una revisión de las principales características de la pe­ dagogía del autocontrol en la primera parte del capítulo, presen­ tamos. en la segunda parte, lo que consideramos son los princi­ pales desarrollos teóricos de la evaluación formativa en los tra­ bajos francófonos. La tercera parte expone los ejes principales de la perspectiva llamada "ampliada” de la evaluación formativa. Luego continuamos citando algunas cuestiones actuales para la evaluación formativa y terminamos con el ejemplo de una inves­ tigación conjunta, realizada en colaboración con docentes en el cantón de Ginebra, en Suiza. REVISIÓN DE ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LA PEDAGOGÍA DEL AUTOCONTROL En Altai y Mottier López (2005), hemos resumido las fases características de la pedagogía del autocontrol [Bloom. 1968; Bloom et ai. 1971] del siguiente modo: ’ Esta revista, a la qje se puede considerar como la más importante revista científica de lengua francesa especializada en el dominio de la evaluación, festejó sus treinta años en 2008. ©
  • 30. 1. Las actividades de enseñanza/aprendizaje se realizan en relación con objetivos vinculados con una unidad de for­ mación. 2. Una vez que se han realizado estas actividades, se les pro­ pone a los alumnos una evaluación, muchas veces bajo la clásica forma de test "papel y lápiz". Esta etapa consis­ te en recoger información sobre el logro de fos alumnos respecto de los objetivos definidos. 3. Las informaciones recogidas son procesadas por el do­ cente a fin de producir un feedback útil para él y para los alumnos. 4. El docente propone fórmulas y métodos orientados a so­ lucionar tas dificultades de aprendizaje que la evaluación formativa permitió identificar. La acción correctiva pue­ de revestir diversas formas: ejercicios complementarios, nuevo tipo de material pedagógico (verbal vs. represen­ taciones visuales), debates en pequeños grupos, tutoría individual, utilización de herramientas informáticas. En este modelo, el docente asume la responsabilidad de la planificación y gestión de cada una de las operaciones de la eva­ luación formativa: elección de los objetivos por evaluar, concep­ ción del test formativo, análisis e interpretación de los resulta­ dos recogidos, propuesta de soluciones apropiadas. El objetivo es asegurar, mediante este dispositivo, a casi todos los alumnos3 el manejo de los objetivos de la unidad de formación. Como lo señala Crahay (2000). esta pedagogía se propone la igualdad de los elementos incorporados bajo un principio de justicia correc­ tiva. Su postulado es que: El grado de manejo Imaffríse] de una competencia alcanzado por un alumno es tributario de la adecuación entre, por un lado,1 1Para el 80 a 90% de los alumnos. *8 ‘ EVALUACION FORMATIVA DE LOS APRENDIZAJES
  • 31. LA EVALUACION SIGNIFICATIVA Lasoportunidades educativas puestas a su disposición, y. por el otro, el tiempo y la guía que necesita en función de sus carac­ terísticas cognitivas y afectivas en el momento de comenzar el aprendizaje (2000: 67], Pese a las reservas que se han formulado contra la pedago­ gía del autocontrol (véase por ejemplo Huberman, 19881 * hay que reconocer que introduce un cambio paradigmático. En efec­ to. en estos trabajos, la evaluación escolar ya no está solamente vinculada a cuestiones de certificación y de selección, sino que está vista como en condiciones de sostener los aprendizajes de los alumnos por encima de su certificación. La evaluación se piensa en función de una teoría del aprendizaje que orienta la concepción de los procedimientos de evaluación. El modelo pro­ puesto por Bloom y sus colegas se dirige a docentes y apunta a una transformación de sus prácticas pedagógicas. En lo sucesivo, estas serán objetos de investigaciones científicas, de desarro­ llos teóricos, de propuestas prácticas (Mottier López y Laveault, 2008). En este punto, se trata de una verdadera ''revolución' en materia de evaluación de los aprendizajes de tos alumnos. EN BÚSQUEDA DE ANCLAJES TEÓRICOS PARA UNA TEORIZACIÓN MÁS PROFUNDA DE LA EVALUACIÓN FORMATIVA En un primer momento, los investigadores francófonos se han preocupado por la instrumentación de la evaluación formativa. * Huberman identifica tres campos de criticas Ipp. 2ó8-2ó9]: criticas conceptuales (li­ gadas al modelo neobehaviorista); críticas empíricas y pedagógicas Ipor ejemplo: ¿se puede realmente reducir la distancia entre los mejores alumnos y los peores? ¿La pedagogía del autocontrol es adecuada para todas las formas de pedagogía?); críticas institucionales (racionalidad del modelo poco adecuada a la realidad de una clase, por ejemplo). *6
  • 32. lomando como modelo el Handbook on formative and summative tfvaluadon ofstudent learning de Bloom et al. 11971). Se publica­ ron algunas antologías de instrumentos en diferentes dominios disciplinares. Bancos informatizados de ítems y pruebas asis­ tidas por computadora propusieron métodos de análisis diag­ nóstico de los errores. Una de las críticas fundamentales contra osle tipo de trabajos es que alimentan una forma de "ilusión ins- Irumental" [Bain. 1988) que ocultaría una reflexión teórica más profunda de la evaluación formativa. En Mottier López y Laveault I2008: 12-14-), hemos sintetizado tres desarrollos principales: la psicología del aprendizaje, la didáctica de las disciplinas y los abordajes pluridisciplinares. A continuación los retomamos de modo abreviado. La psicología del aprendizaje para pensar la evaluación formativa El primer desarrollo, siguiendo las propuestas de Bloom, abreva en las teorías psicológicas del aprendizaje. En un artículo muy importante, Altai [1979) contrasta la concepción neobeha­ viorista de Bloom con el abordaje constructivista y cognitivista que lleva a privilegiar modalidades de evaluación formativa cen­ tradas en los procesos cognitivos de aprendizaje y no solo en los rendimientos de los alumnos y las correcciones. Esta contri­ bución muestra las implicaciones importantes del abordaje psi­ cológico adoptado y las consecuentes diferentes estrategias de evaluación formativa. Múltiples investigaciones han proseguido esta conceptualización, interactuando con el desarrollo de los trabajos en psicología del aprendizaje. Por ejemplo, la evalua­ ción formativa fue pensada respecto de las teorías sociocultu- rales de la enseñanza y el aprendizaje. Al referirse al concepto de mediación social propuesto por Vygotsky, los autores Allal y Pelgrims Ducrey (2000) formulan la idea de que la evaluación formativa interactiva provee un apoyo para el aprendizaje sitúa- EVALUACIÓN f o r m a t iv a d e lo s a p r e n d iz a j e s
  • 33. la evaluación significativa do en la zona de desarrollo proximal del alumno. Más reciente­ mente. Mottier-López {2006a) explotó los marcos teóricos de la cognición y del aprendizaje "situados" (Brown, Collins y Duguid, 1989; Lave y Wenger, 1991) para conceptualizar la evaluación como una práctica situada que se co-constituye con los alumnos en el contexto social de cada microcultura de clase ío comu­ nidad de aprendizaje). De estos trabajos se desprende que las maneras de pensar la evaluación formativa se diversifican y se precisan en función de la concepción adoptada del aprendizaje. Las didácticas de las disciplinas para pensar la evaluación formativa Otro abordaje teórico de la evaluación formativa es el propues­ to por investigadores francófonos que trabajan en el campo de la didáctica (Bain, 1988; Chevallar, 1986; García-Debanc y Mas. 1987). Este abordaje analiza la evaluación en tanto componente del sistema didáctico que pone en relación al docente, al edu­ cando y el saber que se debe enseñar. Intenta mostrar cómo la estructuración de los contenidos de tas disciplinas escolares de­ termina los objetivos, los medios y las funciones de la evaluación formativa. Schubauer-Leoni (1991) propone una interpretación de la evaluación en términos de "contrato didáctico" que vincula las expectativas recíprocas del docente y de los alumnos en relación con un contenido o con una tarea dada. Bain y Schneuwly (1993) desarrollan la idea de que, para toda actividad de enseñanza, es importante identificar los "modelos de referencia" científicos pertinentes capaces de orientar la evaluación formativa. Abordajes pluridisciplinaríos para pensar la evaluación formativa El tercer desarrollo teórico agrupa las contribuciones que ar­ gumentan un abordaje pluridiscipUnario para estudiar la evalua­
  • 34. ción lormativa. Los artículos de Perrenoud (1991,19931 sitúan la evaluación formativa en la intersección de varias perspectivas leóricas. Para el autor, es menester articular las orientaciones cognitivas, comunicativas y didácticas de la evaluación formativa en un marco más general de la regulación. Obsérvese que va­ nos autores, refiriéndose a los trabajos de la psicología social, insisten en la dimensión comunicacional de la evaluación esco­ lar. Cardinet (1988). por ejemplo, presenta la evaluación forma- tiva como un proceso de comunicación lograda entre el docente y el alumno sobre los objetivos, los criterios y las dificultades de aprendizaje, especialmente. Bonnioly Vial 11997] explotan dife­ rentes implicaciones de las teorías cibernéticas, sistémicas y de la complejidad para pensar la evaluación formativa. Muestran las implicaciones teóricas y a veces prácticas de las diferentes orientaciones de los modelos. Perspectiva “ampliada”de la evaluación formativa Varios autores (Allal, 1979. 1988; Altai y Mottier López, 2005; Perrenoud, 1998a] contrastaron sistemáticamente las caracte­ rísticas de la evaluación formativa definida por Bloom ef ai y el abordaje francófono que se ha dedicado a "ampliar" el modelo en varias direcciones teóricas como se ha desarrollado en la sección anterior.5Señalemos cuatro ejes de la ampliación que caracterizan los trabajos francófonos: - la integración de la evaluación formativa en las secuen­ cias didácticas, - la noción de regulación en tanto componente fundamen­ tal de la evaluación formativa. sHablaremos de "perspectiva ampliada' para denominar este abordaje francófono de la evaluación normativa. 49 EVALUACIÓN FORMATIVA DE LOS APRENDIZAJES
  • 35. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA - la implicación del alumno en la evaluación y la regulación de su aprendizaje, - la diferenciación pedagógica que resulta de la evaluación formativa. Integración de la evaluación formativa en la secuencia de formación Más que considerar la evaluación formativa como un acon­ tecimiento específico que tiene lugar después de una fase de enseñanza, la perspectiva ampliada de La evaluación formativa promueve su integración en la secuencia de enseñanza/apren- dizaje. Esta integración exige una diversificación de los medios de evaluación. Además de los tests de tipo “lápiz y papel", cues­ tionarios múltiple choice y otras fichas de deberes y tareas para el hogar destinadas a verificar si los alumnos han comprendido el contenido de la lección, la evaluación puede realizarse por medio de la observación directa del docente de las actividades del alumno (utilizando o no un instrumento de observación y de apreciación), mediante intercambios entre alumnos en di­ ferentes momentos de la clase, por medio de las interacciones colectivas que posibilitan a los alumnos la exposición de dife­ rentes maneras de comprender una tarea o de efectuar una ac­ tividad. La evaluación formativa se realiza de manera inmediata, directamente coordinada con la actividad del alumno durante su desarrollo. Existe el desafío de encontrar una articulación coherente entre evaluaciones fuertemente integradas a las situaciones de enseñanza/aprendizaje, a menudo informales, y evaluacio­ nes formativas puntuales que permiten al docente informarse de forma más sistemática y posibilita una apreciación analítica desgajada de la acción en el aula.
  • 36. I .i regulación en tanto componente fundamental de la evaluación formativa En la perspectiva ampliada de la evaluación formativa, la idea de solución de las dificultades de aprendizaje [feedback + i orrección] es reemplazada por el concepto de regulación. Esta transformación apareció en su origen en un artículo de Cardinet 11977). Altai [1979, 1988, 2007) distingue tres formas de regula­ ción asociadas a la evaluación formativa, que luego han sido am­ pliamente explotadas en los trabajos francófonos. Se las puede resumir de la siguiente manera: - La regulación interactiva. La evaluación formativa se fun­ da en interacciones del alumno con el docente, con los otros alumnos y/o con el docente, con los otros alumnos y/o con material que se orienta hacia una autorregulación del aprendizaje. La regulación interactiva designa formas de mediación social cuya función es sostener la regulación del aprendizaje del alumno. Se orienta hacia adaptaciones continuas en el transcurso del aprendizaje. - La regulación retroactiva lo "solución", según el modelo de Bloom). La evaluación formativa permite identificar los objetivos atcanzados o no alcanzados por cada alumno. La regulación retroactiva indica que el feedback producido por la evaluación formativa lleva a la selección de los medios y métodos tendientes a la corrección o a la superación de las dificultades de aprendizaje encontradas. La acción que concierne a la regulación retroactiva puede estar en curso de realización [regulación inmediata u on Une] o ya cumpli­ da (regulación diferida). - La regulación proactiva. Mientras que la regulación retro­ activa se dirige a objetivos no alcanzados, la regulación proactiva está vinculada con la elaboración de nuevas actividades de enseñanza/aprendizaje concebidas para i M evaluación formativa de los aprendizajes
  • 37. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA tener en cuenta tas diferencias entre los alumnos. La regulación proactiva concierne prioritariamente a las operaciones que exceden el control y se abre a nuevas trayectorias de aprendizaje. Se preocupa por la diferencia­ ción de ta enseñanza en función de las necesidades de los docentes, incluyendo a los alumnos de nivel escolar avanzado. "Resulta esencial instaurar una fuerte articulación entre regulaciones interactivas, integradas a cada situación, regula­ ciones retroactivas, ligadas a las operaciones de verificación y de reanudación de problemas no resueltos, y regulaciones pro­ activas ligadas a la anticipación y a la planificación de nuevos métodos" ÍAllal, 2007: K j. En esta concepción, la evaluación formativa se orienta a adaptaciones en dos planos: el apren­ dizaje del alumno y los dispositivos de enseñanza puestos en marcha. En el marco de La enseñanza secundaria que está confrontada a una organización temporal muy exigente (varios cursos en períodos de tiempo restringido), se han distinguido dos "niveles" de regulación: (11 la evaluación formativa direc­ tamente provechosa para los alumnos que son evaluados; es el caso en el modelo inicial de Bloom; (2) los resultados de la evaluación formativa son utilizados por el docente para pla­ nificar sus futuras actividades didácticas que concernirán a nuevos grupos de alumnos. En un abordaje sistémico. estas regulaciones son capaces de suscitar una mejora de la ense­ ñanza a largo ptazo. Compromiso del alumno en la evaluación y la regulación de su aprendizaje En ta concepción inicial de Bloom. el docente es quien asu­ me la responsabilidad de la evaluación formativa. A su vez. la perspectiva ampliada alienta un compromiso mayor del alum- M
  • 38. tío en la evaluación formativa. con el objetivo de establecer mé­ todos de autorregulación más deliberados. Se distinguen tres modalidades de compromiso del alumno: la autoevaluación en el sentido estricto, la evaluación mutua entre pares, y la coeva- luación que estipula una confrontación de las evaluaciones rea­ lizadas por el docente y el alumno [Alia1.1999], Nunziati (1990) y Veslin y Veslin (2001) proponen una teorización muy detallada tlel rol del alumno en la formulación de los objetivos y criterios de evaluación en la conducta de evaluaciones interactivas y en la construcción de una comprensión compartida del sentido de la evaluación. Laveault 11999] amplía la conceptualización de la autoevaluación. agregando las regulaciones motivacionales además de las regulaciones cognitivas y metacognitivas. Este mismo autor, en un artículo de 2007. identifica dos metas com­ plementarias de la autorregulación en situación escolar. La primera, la autorregulación de los aprendizajes, concierne a la aptitud de los alumnos para ocuparse de sus procesos cogniti- vos y motivacionales para aprender. La segunda, el aprendizaje de la autorregulación, se preocupa por el desarrollo mismo de esta aptitud para ejercer un mejor control en el aprendizaje. Estos dos objetivos son característicos de los trabajos que se interesan en la autoevaluación desde una perspectiva de eva­ luación formativa, a saber, una autoevaluación que es a la vez un medio y un objeto de aprendizaje. Laveault (2007) observa que las regulaciones pueden entrañar efectos disfuncionales: pueden ser insuficientes Iunderregulation). erróneas [rrusregu- tation) o incluso excesivas [overregulation]. Allal (1999) estudia la existencia de trampas y dilemas que aparecen cuando el do­ cente alienta la implicación del alumno en los procesos de eva­ luación. No sin reconocer el rol esencial de la autoevaluación con fines de autorregulación, estos trabajos muestran que es esencial comprender cómo "fracasa" una autoevaluación/re- gulación y cuáles son los límites de las que "triunfan" (Mottíer López y Laveault, 2008). si EVALUACIÓN FORMATIVA DE LOS APRENDIZAJES
  • 39. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA Para una diferenciación pedagógica El objetivo principal de la pedagogía del autocontrol es que, mediante la evaluación formativa, seguida de un feedback y de una acción correctiva, todos o casi todos los alumnos alcancen los objetivos de aprendizaje definidos. En la perspectiva propues­ ta por la literatura francófona, se pone mucho énfasis en la dife­ renciación de la enseñanza que se desprende de los métodos de la evaluación formativa. Al tiempo que se reconoce que los obje­ tivos de base exigen ser alcanzados por todos los alumnos, se ha destacado, empero, la cuestión de una posible adaptación de los objetivos con la finalidad de tener más en cuenta las experiencias culturales y los centros de interés personales de los alumnos. Las diferentes formas de regulación definidas, en especial la re­ gulación proactiva, tienden a identificar las diferencias cualitati­ vas entre los alumnos a fin de proponer actividades adaptadas a su necesidad. Tomemos el ejemplo de una resolución de proble­ mas de multiplicación: luego de una evaluación formativa bajo la forma clásica de "lápiz y papel", el docente propone a algunos alumnos un juego informático (regulación interactiva alumno- material) que permite consolidar su conocimiento de la tabla de multiplicación (regulación retroactiva), exige a otros alumnos que retomen el problema (regulación retroactiva) trabajando en grupos de a dos (tutoría, una forma posible de regulación inte­ ractiva entre pares], pone a disposición ejercicios de consolida­ ción del algoritmo de la multiplicación en columnas (regulación retroactiva), propone problemas más complejos en los cuales los alumnos deben combinar varias operaciones o inventar proble­ mas para sus compañeros (regulación proactiva). Para ello, se implementa un plan de trabajo a lo largo de varios días tras un debate con los atumnos sobre los objetivos de aprendizaje a los que se aspira. Se integra una grilla de autoevaluación en el plan de trabajo que le pide al alumno que evalúe.- (a) los conocimien­ tos matemáticos en juego -la tabla de multiplicar, el algoritmo,
  • 40. I.i resolución de un problema-; Ib) su método de trabajo en au­ tonomía. Mienlras los alumnos trabajan, el docente lleva a un ,»lumno aparte (regulación interactiva docente-alumno) con el que desea comprender mejor su motivación frente a la matemá­ tica. Una vez que se ha terminado el plan de trabajo, el docente evalúa las actividades que han producido marcas escritas y con­ fronta su evaluación con la autoevaluación del alumno Icoeva- luación). Sobre esta base, decide clausurar su secuencia de en­ señanza con una puesta en común que permite a los alumnos confrontar sus métodos y explicitar su comprensión (regulación interactiva entre alumnos y docente). Algunas cuestiones actuales Nuestro análisis de los trabajos francófonos sobre la evalua­ ción formativa en el transcurso de los últimos treinta años ha de­ mostrado que los investigadores han abrevado en diferentes dis­ ciplinas para desarrollar anclajes teóricos más apuntalados en la evaluación formativa y para orientar las prácticas en el aula. Se produjeron saberes especializados sobre la evaluación formativa y la regulación de los aprendizajes y la enseñanza. Las concep- tualizaciones se caracterizan por la complejidad de las prácticas de evaluación, en relación especialmente con los puntos siguien­ tes. para los cuales aún quedan desafíos que afrontar. La naturaleza de los objetos evaluados En una evaluación integral, los objetos evaluados son aque­ llos definidos por el currículum del sistema escolar. En una evaluación formativa, los objetos evaluados pueden abrirse a otras dimensiones que intervienen en el aprendizaje [dimen­ siones afectivas, motivacionales, sociales, metacognitivas.J. Se plantea entonces la cuestión de la manera de apreciar estas dimensiones para sostener el aprendizaje del alumno. Un de- evaluación formativa oe los aprendizajes
  • 41. K | LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA bate actual, que rio es propio de los trabajos francófonos, con­ cierne igualmente a la definición del objeto mismo a evaluar: "¿Hay que enumerar los conocimientos que el educando debe adquirir en términos de saberes y de saber-hacer disciplinarios o hay que definir campos de competencias más amplios movi- lizables por el educando en situaciones complejas de produc­ ción. de resolución de problemas, de investigación?" [Altai. 2008: 313], En función de la elección del objeto para evaluar (restitución de conocimientos, aplicación de procedimientos, movilización de competencias [Scallon, 2004]), las metodologías de evaluación, las herramientas utilizadas y los marcos de referencia cambian. La cuestión es el desafío de conceptualizar la articulación entre los diferentes objetos evaluados, como lo proponen, por ejemplo. Rey. Carette, Defrance y Kahn [2003). La construcción de los hechos para evaluar y las situaciones que contribuyen a su producción Tal como lo destaca Perrenoud (1998bl, a menudo hay confu­ sión entre la evaluación del aprendizaje del alumno y la evaluación de su actividad. Teóricamente, se puede distinguir la actividad del alumno en una tarea escolar (por ejemplo, elaborar un esquema que explique el ciclo del agua, redactar un texto argumentativo, etc.), sus procesos cognitivos (razonamiento, interpretación, de­ ducción, puesta en relación, etc.) y sus aprendizajes (integrar un nuevo conocimiento en sentido amplio, transferir este conoci­ miento a otras situaciones). Si el alumno es pasivo, no se puede evaluar su aprendizaje. Pero ser exitoso en una actividad escolar no significa defacto que ha habido aprendizaje. Por ende, la acti­ vidad del alumno es una condición, pero esta no basta para apre­ ciar el aprendizaje que no es directamente aprehensible. Desde el punto de vista de la evaluación, ello significa también que los hechos evaluados son hechos construidos; en otras palabras, suscitados por las situaciones de evaluación implementadas, las
  • 42. mi'Indoiogías elegidas, las herramientas utilizadas, la naturale- .M ch'l apoyo dispensado. Oesde una perspectiva del aprendizaje wtthido ILave y Wenger. 1991; Mottier López, 2008). el postulado i", que la evaluación también tiene en cuenta la situación en la cual este aprendizaje se manifiesta. La situación de evaluación |y, con ella, el uso de los recursos a disposición, el contrato es- rrsl.ir subyacente, las maneras de proceder propias de cada cla- ? íi?. etc.l forma parte integrante de lo que el alumno aprende y marca- el aprendizaje escolar evaluado. En otras palabras, no ■ a ? evalúa un aprendizaje “puro", que sería independiente de la Mluación que lo hace observable. En consecuencia, se impone una reflexión crítica sobre las situaciones de evaluación. l os procedimientos y las herramientas de evaluación La evaluación puede desarrollarse sin instrumentos, como por ejemplo cuando el docente observa las actividades de los alumnos e interactúa con ellos para comenzar una regulación. F>in embargo, el uso de herramientas de evaluación permite es­ tructurar y facilitar la evaluación; posibilita en especial conservar las marcas de las actividades del alumno que son consultables en diversos momentos, por diferentes actores (alumnos, docen­ tes, familias, otros especialistas de la educación, etc.). Un debate con respectos la evaluación formativa es la calidad de tas herra­ mientas de evaluación en relación con los criterios clásicos de pertinencia, validez, fiabilidad y el límite de algunas herramien­ tas para evaluar competencias y aprehender su multidimensio- nalidad (De Ketele y Gerard, 2005). Numerosas herramientas de evaluación formativa coexisten en una clase (múltiples for­ mas de tests “lápiz y papel", grillas de observación, escalas de apreciación, cuestionarios de autooevaluación, guías de produc­ ción, portafolios...). Evidentemente, no es necesario que el uso de estas herramientas sea un obstáculo para la regulación (por ejemplo, riesgo de sobrecarga cognitiva producida por el uso de > ----- ST EVALUACIÓN FORMATIVA DE LOS APRENDIZAJES
  • 43. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA la herramienta); asimismo, conviene que los alumnos puedan aprendera utilizar las herramientas, por medio de procedimien­ tos partícipativos que permitan construir, entre el docente y los alumnos, una comprensión compartida de las herramientas y de sus finalidades (Mottier López, 2006a). Como señala Allal (2008), todas las metodologías y herramientas de evaluación tienen que estar asociadas a un marco de referencia para interpretar los re­ sultados. En una evaluación formativa, el marco de referencia se arma según los criterios y/o la autorreferencialidad (compara­ ción de un nivel alcanzado por el alumno con su nivel anterior),6 El desafío es que los alumnos se apropien de los criterios de eva­ luación y. si es necesario, puedan ajustarlos para comprender­ los mejor y autorregularse. In fine, el objetivo es que los alumnos desarrollen una competencia para autoevaluarse. Los trabajos actuales sobre la evaluación de las competencias proponen nue­ vas herramientas a los docentes, en particular indicadores de trayectorias de aprendizaje y el uso de "rúbricas" que definen niveles de adquisición y progresión [Tardif. 2006). También cabe a los docentes el desafío de que se apropien de estas nuevas he­ rramientas y de las concepciones del aprendizaje subyacentes y que transformen, si es necesario, las herramientas en relación con su contexto cultural y profesional. Los marcos teóricos para pensar el apoyo al aprendizaje de los alumnos Este último punto citado aquí es ciertamente el más comple­ jo. En efecto, si la evaluación formativa se orienta a sostener la evaluación de los aprendizajes, aún queda por saber cómo soste­ nerlos. Los trabajos anglófonos insisten en la noción de feedback * ■ En una evaluación formativa. no es pertinente un marco de referencia normativo, pues (a comparación interindividual no permite identificar las dificultades encontra- das por los alumnos, sus procesos de aprendizaje, sus adquisiciones.
  • 44. ymuchos Investigadores intentan definir lo que sería un feedback dicaz" (véase, por ejemplo, la revisión de Black y Wiliam. 1998). I o*, trabajos francófonos se centran en la noción de regutación, t omo lo explicamos más arriba, pero el problema sigue siendo el mismo: ¿cuáles son las características de las regulaciones que producen una autorregulación del aprendizaje, finalidad última de toda evaluación formativa? Perrenoud cita varios obstáculos puta la regulación en clase, entre los cuales tenemos "la cohe­ rencia, la continuidad, la adaptación de las intervenciones del docente, que espera sean reguladoras; la asimilación por parte de los alumnos de los feedback. de las informaciones, pregun­ tas y sugerencias que reciben" (1998b: 92). El autor señala cuatro nbstáculos para los docentes, los cuales destacan la complejidad de los procesos de regulación en clase: (1) la tendencia a dejar de preocuparse por los conocimientos escolares por adquirir en detri­ mento de un centramiento en las metodologías de aprendizaje de los alumnos -o en el 'cómo aprender"-; (2) la dificultad de apre­ hender el aprendizaje del alumno, que sigue siendo muy abstrac­ to para los docentes, (3) las obligaciones de la administración de una dase y la falta de tiempo para llevar adelante la conclusión de una regulación emprendida; (4) la propensión a centrarse en el éxito de la tarea y no en los aprendizajes subyacentes. Estos diferentes elementos subrayan la necesidad, en los tra­ bajos actuales, de comprender mejor la regulación formativa en ni contexto ecológico del aula. Las propuestas teóricas que hemos recogido muchas veces han sido influidas por contactos intensos con docentes en el marco del desarrollo de los programas esco­ lares, de acciones de formación o en los movimientos vinculados o reformas escolares. Pero en los trabajos francófonos, los estu­ dios sobre las prácticas suelen ser episódicos y estar dispersos en varios contextos, y hacen difícil la identificación de modelos o de tendencias. Queda el importante desafío de proveer un ancla- ic empírico más sólido a los desarrollos teóricos. Terminamos exponiendo algunos elementos de una "investigación conjunta" EVALUACIÓN formativa de los aprendizajes
  • 45. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA sobre La evaluación formativa en clase que hemos llevado ade­ lante durante tres años con unos diez docentes del ciclo primario (ciclo medio, alumnos de 8 a 12 años) en el cantón de Ginebra7 (Mottier López et ai. de próxima publicaciónl. Nuestra finalidad es destacar la importancia de la validez ecológica de las inves­ tigaciones para comprender mejor las prácticas de evaluación formativa en el aula y empezar a perfeccionarlas. A MODO DE CONCLUSIÓN: EL EJEMPLO DE UNA INVESTIGACIÓN CONJUNTA SOBRE LAS PRÁCTICAS DE EVALUACIÓN FORMATIVA EN EL AULA En una investigación conjunta, el participante no hace más que ‘ formar parte", pero es un actor cabal de la investigación, desde la delimitación de la problemática hasta la comunicación de los resultados iBélair, de próxima publicación). Consideramos que este tipo de investigación es especialmente interesante, por un lado, para acceder mejora las prácticas de evaluación forma­ tiva de los docentes, a los obstáculos que encuentran, al sentido que dan a su práctica y a los interrogantes que tienen. Por el otro lado, este tipo de investigación apunta al desarrollo profesional de los actores implicados y a la coproducción de saberes sobre la práctica y para la práctica iDesgagné, 1997,2007). Principales etapas en nuestra investigación conjunta Sin entrar en los detalles del dispositivo mismo de nuestra investigación conjunta [véase la descripción en Mottier López et ai. de próxima publicación), conviene aclarar las principales ac-1 1La investigación está patrocinada por el Centro de Formación de la Enseñanza Pri­ maria [CeFEPI del cantón de Ginebra, en Suiza. Los docentes cuentan con una expe­ riencia profesional de entre 7 a 33 años. 60
  • 46. hvid.ides que han sido realizadas en el seminario. En un primer momento, los docentes han objetivado sus prácticas existentes. mu intervención de la investigación sobre las prácticas expues- i . is Se solicitaron las primeras "marcas” de las prácticas en el .mía: ja] marcas de una actividad realizada por el docente que muestran elementos satisfactorios y que quiere conservar, refor­ zar. desarrollar; Ib) marcas que interpelan al docente, que hacen obstáculo, pero que le gustaría comprender, mejorar, superar, f sta primera etapa permitió desarrollar, de manera heurística, una problematización colectiva de la evaluación formativa y de la regulación en las condiciones habituales de una clase. A partir de estas reflexiones, se dedicó una segunda etapa a la definición conjunta de los procesos y fenómenos que los par­ ticipantes deseaban estudiar. Para ello, se realizaron varias acti­ vidades durante los seminarios, las principales de las cuales son las siguientes: discusión y reconocimiento de los valores com­ partidos por el grupo a propósito de la regulación de los apren­ dizajes de los alumnos, clarificación de las nociones teóricas, elaboración de un cuestionario en sintonía con las preocupacio­ nes legítimas de los docentes [muchas veces vinculadas con et “cómo obrar mejor”) y a la vez fuente de nuevos conocimientos para todos (incluso para el investigador). Durante esta segunda etapa, los docentes se entrenaron progresivamente en el manejo de las diferentes etapas de una investigación y elaboraron un dispositivo común de investigación. La tercera etapa consiste en la recopilación de informacio­ nes por parte de cada docente en su curso y el análisis de los datos recogidos. Se decidió que la investigación se llevaría a cabo más precisamente sobre regulaciones interactivas del do­ cente en situaciones complejas de resolución de problemas ma­ temáticos que solicitan la movilización de competencias en los alumnos. Los docentes seleccionaron libremente extractos de interacciones que consideraron significativos de una regulación interactiva emprendida por ellos. Cada extracto fue grabado y - ------------------ -« i EVALUACIÓN FORMATIVA DE LOS APRENDIZAJES
  • 47. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA luego transcripto por el docente y aportado al seminario. Se hizo circular un cuestionario metacognitivo destinado a los alumnos, co-elaborado en el seminario.8 La última etapa es la implicación de los docentes en la co­ municación de los resultados de la investigación conjunta: coes­ critura de un capítulo (Mottier López e ta i, de próxima publica­ ción), presentación en un coloquio científico, presentación a los colegas docentes y a las direcciones de escuela, participación en seminarios de formación sobre la evaluación formativa. Algunas constataciones a modo de conclusión A lo largo de los encuentros, surgieron cuestiones importan­ tes. reveladoras de la construcción de una comprensión cada vez más fina de la regulación interactiva "en actos". Estos son ejemplos de cuestiones elaboradas por el grupo: - En un procedimiento de evaluación formativa, ¿qué es lo que caracteriza la regulación interactiva del docente junto a los alumnos lun alumno, varios alumnos juntos)? ¿Cuál es la dinámica de la guía/apoyo del docente en una situa­ ción compleja en matemática? ¿De qué tratan sus inter­ venciones formativas? - ¿Qué lazos se pueden observar entre el tipo de guía del docente y la naturaleza y la "eficacia" de la regulación in­ teractiva emprendida? ¿Cómo comprender las variaciones observadas en las guías interactivas? Este tipo de cuestionamiento permite superar la simple cons­ tatación de que los resultados de la evaluación formativa culmi­ 8 Antes de esta recopilación formal, se pusieron en marcha acciones exploratorias, en particular para sensibilizar a los docentes frente a las presiones propias de una investigación y pare afinar el cuestionario de la investigación. 0
  • 48. nan en la puesta en marcha de una regulación interactiva del docente con eí/los alumnos. La finalidad es intentar aprehender, en profundidad, la “dinámica" de esta regulación interactiva tal como se desarrolla en el aula, con alumnos de niveles escola­ res diferentes, en relación con el desarrollo de la secuencia de enseñanza y de las expectativas del docente. En nuestra inves­ tigación, las expectativas expresadas por los docentes que han guiado sus evaluaciones formativas y regulaciones interactivas con los alumnos eran las siguientes: inmersión en la tarea, com­ prensión del problema, organización de la búsqueda de solucio­ nes. calidad de la colaboración entre alumnos, razonamiento matemático desarrollado, confrontación de las soluciones, va­ lidación por los alumnos del resultado obtenido, autoevaluación y reflexión metacognitiva sobre la manera como fue resuelto el problema complejo. Se desprende, desde el punto de vista de los docentes, que una regulación juzgada "lograda" es la que supo apoyarse en los aportes del alumno para emprender una autorregulación. Dicho de otro modo, los docentes se declaran insatisfechos cuando es­ tán presionados a proceder según una guia cada vez más ajusta­ da que lleva ai alumno a producir la respuesta esperada. En una situación compleja, su objetivo es dejar una parte de la devolu­ ción del problema al alumno y su intervención formativa consiste en ayudarlo a progresar sin por ello resolver el problema en su lugar. Un fuerte valor compartido por los docentes de nuestra investigación conjunta es favorecer la autoevaluación del alum­ no y las reflexiones metacognitivas. Se manifiestan frustrados cuando comprueban que no lo consiguieron y ello sucede, por lo general, como tendencia, con alumnos de nivel escolar más bien bajo. Cuando están confrontados con esta constatación, su reacción es: “¿Pero de qué otro modo se lo podría hacer?". A continuación exponemos un ejemplo de regulación interac­ tiva que se vuelve cada vez más ajustada y que ha sido criticada por los docentes, pues fue juzgada insuficientemente co-cons- tn VALUACIÓN FORMATIVA OE LOS APRENDIZAJES
  • 49. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA truida con los alumnos. El ejemplo atañe al problema “El recinto de la cabra"*, que surgió de los medios oficiales de enseñanza de matemática en la Suiza de habla francesa. El docente tiene frente a los ojos la resolución escrita de Maude y Diana. Las alumnas han ubicado las seis barras, pero quedó un lado del recinto sin cerrar. Docente: Entonces, explícame lo que hicieron, Maude. Maude: Eh... tratamos de hacer un rectángulo, pero en realidad no va porque no cierra. Docente: Muy bien, no cierra. ¿Qué podrías hacer para que les cierre? Maude: No sé... Docente: Ytú. ¿tienes alguna idea, Diana? Diana: No. realmente no (sífencíol. Docente: Veo que hiciste un dibujo en la hoja. Explícame lo que has hecho. Diana: Gueno, tratamos de hacer un rectángulo Isfíendo) y luego resulta que no nossale. Estos primeros intercambios muestran que las alumnas tienen conciencia de que su resolución es incorrecta, pero no logran su­ perar el obstáculo ni explicar su razonamiento. El docente adapta entonces su apoyo: Docente: Muy bien. Pero en el dibujo que veo aquí, pusiste las seis barras, aunque yo solo veo tres lados. Pusiste dos barras por lado. ¿Esto forma un rectángulo? Diana: No [silencio]. ’ El enunciado del problema es el siguiente: "El señor Seguin construyó un recinto rectangular para su cabra con ó barras de 3 m. 5 m, ó m. ó m, 7 m y 8 m de largo. ¿Cuáles el mayor recinto posible, de forma rectangular, que puede construiré! señor Seguin con seis barras para que su cabra tenga la mayor cantidad de hierba para masticar? Justifique su respuesta". El problema se realiza en diada. 64
  • 50. Docente: ¿Qué te falta aquí, en el rectángulo? Diana: Falta el cierre de este lado. Docente: ¡Muy bien! ¿Qué podrías hacer entonces para poner un cierre de ese lado? Diana: Bueno, acortarlo un poco. Docente: Acortarlo un poco, de acuerdo. Maude: Se puede cerrar ese lado. Diana: No, no, porque hará un cuadrado. L'sfaobservaciónespontáneade Diana lepermite al docente identi­ ficarunobstáculopara la resoluciónde lasalumnas. Les transmite entoncesun conocimiento quepensaba que las niñas ya tenían: Docente: ¿Un cuadrado es un rectángulo? Maude y Diana: ¡No. noi Docente: Sí, un cuadrado es un rectángulo. Un rectángulo no es un cuadrado, pero un cuadrado es un rectángulo. Es un rectán­ gulo un poco particular que tiene (os cuatro lados de la misma longitud. ¿De acuerdo? ¿Qué se puede hacer entonces? Diana: Humm... hacerlo un poco, un poco más pequeño... Oocente: Entonces quiere decir que le sacarías una barra de cada lado para poder cerrar el cuarto lado. Entonces las dejo probar. El análisis muestra muy a menudo que los docentes transfor­ man la situación compleja para abordar objetos más específicos que plantean dificultades a los alumnos. Esta transformación es característica de los procedimientos de evaluación formativa de las competencias Ipor ejemplo, Rey et al., 2003}. Para diagnosti­ car las dificultades encontradas por los alumnos en una situa­ ción compleja, los docentes la recortan en tareas elementales con consignas más explícitas y, si hace falta, explican los conoci­ mientos necesarios para su realización. Luego, se trata de que el alumno retome el problema utilizando las nuevas informaciones que le han sido transmitidas por el docente (como en el ejemplo referido) o co-construidas con él. EVALUACIÓN FORMATIVA DE LOS APRENDIZAJES
  • 51. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA Para los docentes de nuestra investigación conjunta, como hemos señalado, una regulación interactiva "lograda" es po­ der co-construirla con las respuestas y los aportes de los alumnos. Es un signo de que el alumno se comprometió en la evaluación formativa interactiva, de que fue posible construir una comprensión común y de que la intervención del docen­ te pudo ajustarse al razonamiento del alumno para llevarlo a desplazarse. En este caso, la evaluación se realiza en la "zona de desarrollo próximo"1 0 (Vygotsky. (1934] 1978) del alumno, con el postulado de que la regulación ejercida primero en la interacción social se transforma en proceso intrapersonal (autorregulación). Sin embargo, es importante subrayar que, según Vygotsky, este proceso es “el resultado de una larga se­ rie de acontecimientos ligados al desarrollo" ([1934] 1978: 57). Desde el punto de vista de la evaluación formativa. el desafío para los docentes consiste en conciliar intervenciones forma- tivas que ofrezcan un apoyo inmediato al alumno durante la actividad y una aprehensión de la temporalidad larga de las trayectorias de aprendizaje de cada alumno. Siempre según Vygotsky, algunas formas de actividad podrán interiorizarse completamente, otras requerirán siempre una forma de me­ diación externa." En este último caso, dicha mediación exter­ na debe formar parte de la evaluación formativa e integral de los aprendizajes de los alumnos. Terminamos con una constatación surgida de nuestros inter­ cambios con los docentes: cuando se les pidió que analizaran*2 las regulaciones interactivas que habían seleccionado, ¡rara vez 1 0Vygotsky define la zona de desarrollo próximo como la diferencia entre el nivel de resolución de problemas bajo la dirección de y con el adulto y el que se alcanza solo. " Incluso en el adulto: piénsese en todas las actividades que somos capaces de rea­ lizar con un soporte externo. La grilla de análisis que hemos utilizado está presentada en Mottier López et a l. [de próxima publicaciónl.
  • 52. se mostraron satisfechos! En otras palabras, no han sido indul­ gentes consigo mismos y la investigación conjunta los incita a una reflexión crítica sobre sus prácticas. Los docentes aspiran a querer sostener cada vez mejor los aprendizajes de sus alumnos. Tienen conciencia de la complejidad de la evaluación formativa cuando esta tiene la finalidad de acceder al razonamiento de tos alumnos, de evaluar sus procedimientos y de intervenir de la manera más adecuada posible, habida cuenta de sus diferentes necesidades. Los docentes reclaman un desarrollo profesional de calidad en evaluación formativa y la investigación conjunta representa un medio, entre otros, de contribuir, produciendo al mismo tiempo datos objetivados para comprender mejor las prácticas de eva­ luación formativa en el contexto habitual de las clases. BIBLIOGRAFÍA Allal, L. (1979], "Stratégies d évaluation formative: Conceptions psycho-pédagogiques et modalités d'application", en Allal. L., Cardinet. J. y Perrenoud, P. fed.), L'évaluation formative dans un enseignement différencié , Berna, Peter Lang, pp. 153-183. — (1988), "Vers un élargissement de la pédagogie de maitrise: Processus de régulation interactive, rétroactive et proactive", en Huberman, M. led ), Assurer la réussile des apprentissages scolaires ? Les propositions de la pédagogie de maitrise, Neu- chátel, Delachaux et Niestlé, pp. 86-126. —11999], "Impliquer l apprenant dans les processus d evalúation: Promesses et piéges de l'autoévaluation", en Depover, C. y Noel, B. (eds.), L'évaluation des compétences et des processus cognitifs. modeles, pratiques et contextes, Bruselas. De Boeck. pp. 35-36. — (2007], "Régulation des apprentissages: orientations concep- tuelles pour la recherche et la pratique en éducation", en Allal, EVACUACIÓN FORMATIVA de los aprendizajes
  • 53. LA EVALUACIÓN SIGNIFICATIVA L. y Mottier López, L. (eds.), Régulation des apprentissages en situation scolaire et en formation, Bruselas, De Boeck, pp. 7-24. — (2008), “Evaluation des apprentissages", en van Zanten, A. (eds.l, Dictionnaire de l'éducation. París, Presses Universitai- res de France, pp. 311 -314. Allal,L. y Mottier López,L. (2005). "Formative of learning*. Areview of publications in Prendí", en Formative Assessment - Impro- ving Learning in Secondary Classroomsr París, OECD Publica­ ron, pp. 241-264. Allal,L. y Pelgrims Ducrey,G. (2000), 'Assessment o f- or in - the zone of proximal development'', Learning and Instruction, 10, pp. 137-152. Andrade, H. L. y Cizek, G. J. (eds.) [2010], Handbook of Formative Assessment, Nueva York, Routledge. Bain,D. (1988), "L'évaluation formative fait fausse route", Mesure et Évaluation en Éducation, 10, pp. 23-32. Bain, D. y Schneuwly, B. (1993), "Pour une évaluation formative intégrée dans la pédagogie du franjáis: De la nécessité et de l'utilité de modeles de référence", en Allal, L., Bain. D. y Pe- rrenoud, P. (eds.], Evaluation formative etdidactique du franeáis, Neuchátel, Delachaux et Níestlé, pp. 51-79. Bélair. L. (de próxima publicación). "Réflexions autour de la re­ cherche collaborative en développement professionnel". Ac­ tas du 21e colloque de l'ADMEE-Europe, Bélgica. Université de Louvain-la-Neuve. B lack. P. y W iliam. D. (19981, "Assessment and classroom lear­ ning", Assessment in Education, 5(1), pp. 7-74. Bloom, B. S. 119681, "Learning for mastery". Evaluation Comment, 1(21, pp. 1-12 —(1976), Human Characteristics andSchool Learning, Nueva York. McGraw-Hill. Bloom,B. S.; Hastings,J.T. y Madaus,G. F. (1971]. Handbook on For­ mative and Summative Evaluation of Student Learning. Nueva York, McGraw-Hill.
  • 54. HifNNiOL. J.-J. y Vial. M. 119971, "Les mocfétes de l'évaluation", Bruselas, De Boeck. Hhown. J. S.; Coluns, A. y Duguid, P. [1989], "Situated cognition and the culture of learning", Educational Researcher. 18(11, pp. 32- 1 * 2. Cakoinet, J. (1977), Objectifs éducatifs et évaluation individualisée |2e éd. Rapport n° R77.05), Neuchatel. Institut Romand de Recherches et de Documentation Pédagogíques. (1988), "La maítrise, communication réussie", en Huberman. M. (ed.), Assurer la réussite des apprentissages scolaires? Les propositionsdelapédagogiedemaitrise. Neuchatel, Delachaux et Niestlé, pp. 155-195. Cwvallard, Y . (1986), "Vers une analyse didactique des faíts d evaluation", en De Ketele, J.-M. (ed.l, L'évaluation: Approche descnptive ou prescriptive?, Bruselas. De Boeck, pp. 31-59. Crahay.M. (2000), L'écolepeut-elte étrejuste et efftcace ?Del'égalité des chances á l'égalité desacquis, Bruselas, De Boeck. De Ketele,J.-M. y Gerard.F.-M. (2005), "La validation des épreuves d evaluation selon l'approche par les compétences". Mesure et Évaluation en Éducation, 28, pp. 1-26. Desgagné, S. (1997), “Le concept de recherche coltaborative: l idée d’un rapprochement entre chercheurs universitaires et prati- ciens enseignants", Revue des Sciences de l'Éducation, 23(2), pp.371-393, — 12007), "Le défi de coproduction de savoir’ en recherche co- llaborative", en Anadón. M. (ed.). La recherche participative: muttiples regards, Québec, Presses Universitaires du Québec, pp. 89-121. García-Debanc, C. y Mas, M. (1987), “Évaluation des productions écrites des éléves", Enjeux, 11. pp. 108-122. Hijberman, M. (1988), “Les variantes de la pédagogie demaítrise: cri­ tiques et perspectives", en Huberman, M. (ed.), Assurer la réus­ site des apprentissagesscolaires?Lespropositions de lapédagogie de maítrise, Lausana, Delachaux y Niestlé. pp. 268-309. e e v a l u a c ió n fo r m a t iv a d e l o s a p r e n d i z a j e s