"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
El retraso de las listas
1. El retraso de las listas
¡¡Espera!!, esa es la calma y paciencia que se debe tener por el efecto de
contenerse y la facultad de saberse con prudencia. Sobre todo quienes hemos
instalado en nuestro corto entendimiento de la vida que no vale todo a pesar de que el
beneficio propio sea inmediato. Lo justo tiene una concepción global, a través de la
cual se pretende evitar que las listas solo adquieran su estrechez con quienes quieren
formar parte de la adulteración. A continuación explicaré quiénes son las listas.
Mucho se habla de los tiempos de espera para atención médica en cada una
de las CCAA. A muchos les interesa trazar debates a propósito de ello, o con la
intención de lo otro, donde 'recorte' o 'más gasto público' supongan los pilares del
argumento de quienes hablan desde una u otra posición ideológica. ¡Pamplinas!, me
sobra todo esto para el análisis real del problema que iré introduciendo. Ya que
cuando el 'recorte' es racionalización y eficiencia de los procesos y recursos internos a
través de los cuales se prestan los servicios públicos, estamos hablando desde la
sensatez más absoluta. Y por ende, 'más gasto público' solo puede encajar en un
sistema de gestión cuando se detectan aquellos grupos de población con mayores
carencias o dificultades por su insuficiencia económica con partidas específicas que de
ningún modo deberían faltar. Nunca 'más gasto público' puede relacionarse con más
puestos de trabajo o mejores supra-condiciones laborales con cargo a la hacienda
pública. Galanura, por supuesto, de haber corregido mediante el 'recorte' puntos de
despilfarro.
La Ley General de Sanidad reconocía a las CCAA en su artículo 41 la
posibilidad de ejercer competencias en materia de servicios sanitarios asumidos en
sus estatus, y las que el Estado les transfiera. Por ejemplo, en Extremadura, se
produce tal traspaso de funciones y servicios del Instituto Nacional de la Salud
mediante el Real Decreto 1477/2001, de 27 diciembre.
Cojonudo hasta ahora, y así convivimos en un Sistema Nacional de Salud que
se concibe como el conjunto de servicios de salud asumidos por las CCAA
convenientemente coordinados por su marco legal: entre otras, la Ley 16/2003 de
cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud.
Pero por qué no nos detenemos un momento en el pérfido hecho de intervenir
de forma desleal en las listas de esperas. Para situar a un conocido en una posición
por encima del orden establecido. Lo que vulgarmente llamamos 'colar'. Así se le cuela
al sistema, y a ti, prudente ciudadano con un poquito de vergüenza, si ibas delante por
estricto orden de llegada, cita o llamada; con o sin perjuicio de la prelación que
suponga el estado preferente indicado por el facultativo.
El 'retraso de las listas' en esta insinuación escrita, no se refiere al tiempo
medio de espera estructural alcanzado por los distintos desenlaces que tu proceso de
diagnosis, restablecimiento, alivio o cura conlleve, en cuanto a intervención quirúrgica,
consulta de especialidad o prueba diagnóstica.
2. Las listas son dos tipos de personas: 1.- las que promueven la adulteración de
las listas de espera para saltárselas en favor de aquellos que consideran poco menos
que correligionarios y, 2.- las personas que pretenden que aquellas les favorezcan a
pesar de que del perjuicio infligido a otra menos lista, claro, sea palmario. Por tanto, el
retraso, no es la demora sufrida en una lista de espera por la ralentizada ejecución de
las fases cita-consulta-prueba-resultado-consulta-intervención, sino por la del
desarrollo ético y deontológico inferior al normal y al esperado por quienes no
pertenecemos o queremos pertenecer a los dos tipos de personas listas.
Para quien dentro del sistema provee de favores en este sentido, es justo no
retrasar su diagnóstico social. Por supuesto, que esto no debe concebirse como un
favor desinteresado que alguien realiza por un pariente, conocido o cofrade. Tiene que
ver más con sentirse y hacer notar una determinada posición de estatus, de influencia
y poder que les hagan vanagloriarse y llenar su receptáculo de vanidades. Una de las
mayores patochadas vistas y sufridas es la de necesitar que te alaben por los servicios
prestados. Se sentirán enaltecidos porque han recurrido a ellos, y considerarán que
están haciendo un bien social. ¡Pues no! Es una forma de obtener reconocimiento y
reputación entre su entorno a costa del sistema y sirviéndose de relegar a otras
personas a un puesto inferior del orden que se vaya estableciendo.
¿Cómo se puedo considerar este hecho como un favor cuando estás jodiendo
colateralmente a diez, por decir una cantidad inequívocamente escasa? Más bien se
produce un trato de favor que se concede en forma de privilegio que provoca una
desigualdad manifiesta. Sin adentrarnos en el terreno de la irregularidad cometida,
susceptible de merecer una sanción disciplinaria definitiva.
¿En qué medida tiene influencia estas actuaciones ilícitas en la acumulación de
tiempos y dilatación de plazos? La contracción o distensión de los tiempos medios de
espera es un indicador analizado por los servicios de salud, a partir del cual implantar
mejoras procedimentales para que el agravamiento de los pacientes no fuere
producido por una tardanza injustificada. Pero, ¿a alguien le importa quiénes sufren
retrasos debido a que nadie les ha posibilitado saltarse las listas de espera?, siendo
relegados sin merecimiento y pervirtiendo su derecho.
Estamos personas, que sin conocidos en el sistema, o que con conocidos en el
sistema, hemos incorporado a nuestras principios de actuación la pauta de no
pretender favorecerse uno mismo a costa de los demás, y caer en un tipo de relación
social obscena por la que rendir muestras crónicas de gratitud, las cuales acaben
revirtiendo en ventajas sociales y económicas de algún tipo al listo ejecutor que
pertenece al sistema. Sin embargo, aquellos que estaremos relegados del principio de
igualdad de oportunidades por estos comportamientos institucionalizados, podemos
recurrir a la defensa de nuestros derechos atendiendo por ejemplo al siguiente
decálogo propuesto por la Asociación de Defensa del Paciente, siendo recurrente su
conocimiento y repetición. Por supuesto, igualmente será recursivo cuando la razón
derive de una nefasta planificación y ejecución de los plazos por parte del Servicio de
Salud, aunque no haya sido inducido por el cuele ejercido.
Decálogo para evitar una lista de espera prolongada:
1.–Cuando el médico de cabecera nos dé volante para el especialista, esta no
excederá de un mes, si el volante recoge preferente no excederá de 7-10 días, si fuera
3. urgente la cita será inmediata 1-3 días. Esta misma situación es extensible al
especialista, si nos diera volantes o remitiera a otro especialista diferente.
2.-Si no es así se realizará un escrito al centro de salud u hospital dejando constancia
de que a partir de la fecha no es adelantada la cita todo el agravamiento será de su
responsabilidad.
3.-En el caso de preferente, exactamente lo mismo y si es urgente y no es adelantada
la cita inmediatamente, advertiremos que acudiremos a la sanidad privada con cargo a
la administración, esto solo se hará en caso de urgencia ya que de otra forma no nos
reintegraran los gastos.
4.- Si necesitamos intervención quirúrgica debemos solicitar lo siguiente:
a) Fecha en que nos ponen en lista de espera, tiempo previsible en que
estaremos en ella.
b) Opinión del médico de el tiempo que el recomienda para la intervención.
c) Si la espera es para tratamiento o estudio de diagnostico la espera no debe
superar los 2 meses de los contrario dejar constatación por escrito del posible
agravamiento de la patología que aún se desconoce.
d)Si durante la espera para especialidad, prueba, intervención o diagnóstico ver
las pruebas ya realizadas se denunciará este agravamiento primero por escrito a la
consejería de sanidad y posteriormente en los tribunales.
5.-Si después de una espera de más de un mes para patologías ya diagnosticadas
como cáncer, cardiología, etc., será denunciado ante los tribunales por denegación de
asistencia.
6.- Si llevara más de tres meses esperando para intervenir en caso urgente como los
arriba descritos, se puede acudir a la privada con gasto a la pública, pero hay que
recordar que debe tratarse de urgencia vital (es decir si no se opera se agravara hasta
poder perder la vida).
7.-Si estando en lista de espera se realiza un preoperatorio, desde la realización la
llamada para intervenir no debe exceder de un mes ya que de otro modo habrá que
hacer reclamación siempre por escrito.
8-.Si nos llamaran y ofertaran un hospital privado para intervenir y no estuviéramos de
acuerdo, negarse por escrito sin permitir que nos digan que nos pondrán el último por
la negativa.
9-. Si nos intervienen y nos dan el alta sin estar en condiciones dejar por escrito la
disconformidad.
10-. Si siguiendo estos consejos no eres escuchado o te mantienen en espera estando
mal, te aconsejamos que nos llames o realices un relato de los que te está pasando
para que podamos ayudarte a: defensora@telefonica.net con nombre dirección y
teléfono.
Somos una nación incorregible históricamente en estas lides. ¿Por qué alguien
iba a tener que sufrir una demora de sus plazos porque otra haya interceptado el
orden correspondiente? ¿Es que el estado de salud y la vida de ese individuo es más
importante que el de otro? ¿Por qué uno se debe aguantar y callar cuando se le está
atendiendo más tarde que a otras personas quienes han sido coladas por sus sicarios
púbicos?
Continuaré esperanzado en que este tipo de comportamientos se vayan
reduciendo, si es que realmente queremos vivir en un sistema democrático donde
nadie es más que nadie por iniciativa propia.
sábado, 27 de junio de 2015.
Félix Sánchez.