El documento analiza las limitaciones del capitalismo y las ventajas de las Empresas de Producción Social. Bajo el capitalismo, los trabajadores no tienen derecho a la propiedad del fruto de su trabajo y no reciben una remuneración justa, mientras que los intereses del capitalista se contradicen con el bienestar de los trabajadores. Por otro lado, las Empresas de Producción Social operan bajo principios de solidaridad y cooperación para beneficiar a toda la comunidad.