El documento describe estrategias para enseñar historia a niños utilizando testimonios históricos. Explica que los niños mayores de 8 años pueden formular sus propias opiniones y que los testimonios les permiten transportarse al pasado. Recomienda que los profesores expongan a los estudiantes a testimonios accesibles y los cuestionen sobre sus hallazgos para estimular su curiosidad como detectives del tiempo.