La línea 106 es una línea telefónica de orientación psicológica de Bogotá que ofrece apoyo a personas que se sienten emocionalmente vulnerables. Fue implementada por la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá hace 12 años para promover el buen trato y prevenir la violencia familiar. Psicólogos atienden las llamadas y brindan orientación y apoyo para resolver problemas de manera pacífica. En casos de crisis, activan redes de atención como hospitales, servicios de emergencia y la policía. La línea busca que
1. Línea 106, la línea amiga
Desde hace 12 años, durante la alcaldía de Antanas Mockus se hizo una propuesta de una
ciudad amigable para niños, jóvenes y adultos. En la Secretaría Distrital de Salud se
implemento un programa llamado “La línea 106”. Este programa se basó en hacer un
acompañamiento a la población que se sintiera vulnerada emocionalmente. La línea 106,
fomenta el buen trato hacia los niños y niñas, adolescentes y adultos a través del diálogo,
como una forma de promoción de la salud y de prevención de la violencia intrafamiliar y social.
Es un servicio de orientación psicológica telefónica de la ciudad, que promueve el buen trato y
favorece el respeto de los derechos en la cotidianidad.
Es atendida por psicólogos que orientan y colaboran en la resolución de dificultades,
promoviendo soluciones pacíficas en la dinámica familiar. No importa si usted es niño o niña,
adolescente o adulto, allí se brinda apoyo cuando sienta la necesidad de hablar con alguien, lo
importante es que usted será escuchado, lo que lo aqueja, si se deprime, sus problemas
económicos, de pareja o académicos; no precisamente se puede llamar cuando una persona se
sienta mal, los psicólogos escucharan también sus buenos momentos si necesitan acudir a
alguien.
Judy Caviedes es una de las psicólogas de la línea
106 de la Secretaría de Salud, ella junto con otros
diez profesionales atienden a las llamadas
realizadas en Bogotá semanalmente. El objetivo
principal de la línea 106 es atender, orientar y
alentar a la población cuando se presentan casos
de tristeza o soledad, conductas depresivas o ideas
suicidas. “Los motivos de consulta que
generalmente se atienden, son casos a los que no podemos dar un diagnóstico ni tratamiento,
ya que telefónicamente no se lleva un proceso terapéutico y no se puede diagnosticar”, cuenta
Caviedes.
En algunas ocasiones se han presentado casos de crisis a los que la línea 106 debe acudir
inmediatamente. La forma como opera esta línea en estos casos, es activando todas las redes
o rutas de atención: hospitales de primer nivel de cada una de las localidades, la línea de
emergencias 123 y la policía, quienes determinan cuales serían los acompañamientos a los
procesos de cada persona, es decir, se transfiere a un psicólogo/a de la unidad de emergencias
o a La Unidad de Salud Mental para que tome el caso, se haga un seguimiento o la
hospitalización respectivamente.
“No ocurre muy seguido que una persona en crisis llame a la línea 106, pero cuando sucede,
normalmente son jóvenes o adultos los que sufren un episodio depresivo, mencionando
problemas con la pareja, conflicto intrafamiliar, conflictos con hijos…por lo general nosotros
buscamos estrategias para controlar las debilidades de la persona mientras se hace un enlace
con las redes de atención”, menciona Judy Caviedes. La forma más rápida de encontrar o
contactar a la persona que efectuó la llamada es usando un identificador de llamadas en la
central reguladora, así de manera rápida y segura se pueden prestar servicios de atención.
2. Según Caviedes, las políticas de la línea no permiten devolver llamadas, ellos se encargan de
decirle a la persona que llamó que debe ser él quien llame bajo su propia voluntad, “nunca se
buscan a las personas para saber cómo siguen, si se solucionó o no el problema que tenía, a
través de los consejos que se le dieron; a menos que sea riesgo vital, podemos devolver esas
llamadas”, asegura que muchas de las llamadas hechas por jóvenes y niños son hechas sin el
consentimiento de los padres, por eso no pueden involucrarse de fondo con las familias.
Dentro de las problemáticas más comunes que manejan cuando hay situaciones de depresión
o sentimientos de tristeza y soledad, se encuentran las situaciones de duelo por pérdida de un
pariente cercano, separación, problemas académicos y conflictos familiares.
Desafortunadamente, la línea 106 no puede hacerse cargo de un proceso de acompañamiento,
solo las redes hospitalarias son las encargadas de hacer visitas, charlas y seguimientos. El único
seguimiento que hace la línea 106, es recibir de las redes hospitalarias cada uno de los casos
presentados, los cuales mensualmente se irán convirtiendo en estadísticas que ayudan a
identificar por rango de edad, identificar cuál es la necesidad para cada población.
Aunque toda esta información se convierta en
estadísticas, gracias a las campañas radiales, la
página Web y publicidad en medios masivos de
televisión, ha hecho que el número de llamadas
haya incrementado, “la población ha empezado a
expresar sus emociones por medio de la línea,
porque a veces no tienen quien los escuche,
también puede ocurrir que una persona no sabe
que siente y no sabe a quién acudir, a veces
llaman pero dicen que no necesitan ayuda, por
miedos…”cuenta Caviedes.1
La línea 106 , una línea amiga que busca acercarse a la comunidad y que los ciudadanos se
sientan apoyados por alguien que se encuentra al otro lado de la línea, que escucha, aconseja
y brinda soluciones posibles problemas que día a día a los bogotanos agobia. Judy Caviedes
dice, “no hay mayor satisfacción que cuando una persona llama y dice ‘muchas gracias me
ayudaste’ o cuando no ha habido solución, la gente llama y dice ‘ayúdame de nuevo porque no
tengo a quien más acudir’. Y poder seguir acompañando a esa persona que confía en nosotros
es…es algo que a uno como profesional lo motiva a seguir adelante con lo que uno hace”.
1
Imagen Niños tomada de: http://www.bogota.gov.co/portel/libreria/php/02.12.html Portal Quiéreme Bien.
3. ESTADÍSTICAS DE LA DEPRESIÓN EN COLOMBIA
La depresión es una enfermedad, que lleva en la mayoría de los casos no solo a pensar, sino
también ejecutar el suicidio. Los factores más comunes para determinar la depresión son la
falta de empleo, problemas familiares, ser mujer, dedicarse a labores del hogar, estar jubilado,
ser soltero, tener bajo nivel de educación y no tener una situación económica estable. Estos
datos se obtuvieron después de la Primera Encuesta Nacional de Salud Mental y Consumo de
Sustancias Psicoactivas que se realizó en 1993, y de la Encuesta Multinacional de Salud y
Capacidad de Respuesta de Salud hecha entre los años 2000 y 2001.
Los resultados que presentó esta encuesta acerca de la depresión en Colombia, demuestran
que este es un problema de salud pública, al que no se le da la mayor importancia; también se
evidencia en la falta de continuidad de estudios y en la falta de actualización en datos precisos
del número de personas en la población colombiana que padecen esta enfermedad.
La encuesta se realizó a una población adulta de 18 años o más; el total de encuestados fue de
1116 personas entre los años 2000 y 2001, en 32 municipios y 14 departamentos de Colombia.
Se hizo una clasificación de la depresión para poder utilizarla en el estudio, la cual es
considerada internacional. En el siguiente cuadro se explica claramente. (Ver Cuadro 1 en http://
www.scielosp.org/pdf/rpsp/v16n6/23682.pdf )
A continuación en el cuadro 2 ( http://www.scielosp.org/pdf/rpsp/v16n6/23682.pdf ), se explica la
clasificación por grupos y variables en el análisis de regresión en el estudio realizado. Los
diferentes grupos que se trabajaron fueron: las demográficas, salud general en los 30 días
previos a la encuesta, impacto económico, enfermedades previas y crónicas y consumo de
sustancias adictivas.
También es importante mostrar las características de las personas encuestadas, género, edad,
ocupación entre otros. La diferencia de las cifras se debe a que no se lograron obtener algunos
datos. (Ver cuadro 3 en http://www.scielosp.org/pdf/rpsp/v16n6/23682.pdf ).
Se identifica que en la mayoría de los casos la población más afectada por la depresión es la
mujer y la enfermedad cada vez se hace más presente a medida que pasan los años, pues es
más vulnerable a conflictos familiares, maltrato o abuso sexual. A comparación de los
hombres, las mujeres son quienes más presentan episodios depresivos (cuadro 4
http://www.scielosp.org/pdf/rpsp/v16n6/23682.pdf), 59 mujeres tienen depresión subclínica, mientras 28
hombres padecen este tipo de depresión.
Las personas afectadas por una discapacidad o una enfermedad, se sitúan en el segundo lugar
después de las mujeres, en tener mayores episodios depresivos. Esto se presenta por las
limitaciones físicas que poseen, al no poder realizar las actividades de la vida diaria, como
vestirse solo, ir al baño, etc. Y en el caso de enfermedades que se asocian a la depresión.
(Cuadro 6 http://www.scielosp.org/pdf/rpsp/v16n6/23682.pdf ).
4. En la encuesta se logró identificar que el 56% de personas entre los 18 y 54 años, además de
presentar depresión se muestran indicios de tener una enfermedad mental, especialmente la
ansiedad o trastornos por el consumo exagerado de sustancias adictivas. Además las personas
que consumen alcohol o marihuana pueden tener más riesgo de sufrir depresión.
Finalmente se evidenció que aparte de las mujeres, los adultos mayores de 61 años muestran
episodios depresivos, esto ocurre, porque con el aumento de la edad los síntomas de la
depresión son más altos.
La depresión es una patología constante en Colombia, que puede afectar a cualquier tipo de
persona, sin embargo, es importante resaltar que en los resultados del estudio se pudo
mostrar que la mujer, es quien mayor probabilidad tiene de sufrir depresión; esto se debe a
que la población colombiana, tiene un menor porcentaje de hombres, por su notable
participación en el conflicto armado que vive el país. Del mismo modo se puede mostrar que la
depresión se padece en personas mayores a los 45 años, por factores sociales o por algún tipo
de enfermedad. (Cuadro 5 http://www.scielosp.org/pdf/rpsp/v16n6/23682.pdf ).
Este estudio es uno los últimos realizados en Colombia y han pasado 9 años, tiempo en el que
las dinámicas sociales han cambiado, la tecnología se intensifico, la violencia, problemas
intrafamiliares, complejos personales, en fin, un sin número de aspectos que tal vez se
desconozcan y de los cuales no se ha hecho un nuevo análisis, en un país que debería tener un
control continuo de esta enfermedad. 2
2
http://www.scielosp.org/pdf/rpsp/v16n6/23682.pdf Gómez-Restrepo C, Bohórquez A, Pinto Masis D, Gil Laverde JFA, Rondón
Sepúlveda M, Díaz- Granados N. Prevalencia de depresión y factores asociados con ella en la población colombiana. Rev
Panam Salud Publica. 2004;16(6):378–86.
5. Depresión Juvenil
Eventos trágicos como el suicidio y desesperación han llevado a miles de jóvenes en
la actualidad a tomar fatales decisiones. Pérdida del interés o apatía hacia las
actividades comunes, variaciones del estado de ánimo en periodos de inmensa alegría
o tristeza total, son indicios de un grado depresivo en los adolescentes.
En el 80 por ciento de los casos, la depresión surge de manera progresiva y gradual,
declara un estudio realizado por el Doctor Ricardo Rozados en Buenos Aires
Argentina. A veces la desencadena la muerte de una persona querida, el divorcio de
los padres, la traición de un amigo, la pérdida del empleo o cualquier otro factor
externo desagradable. Incluso, el acné juvenil es una causa frecuente de depresión,” a
determinada edad la apariencia física es un factor esencial de la autoestima” afirma
Rozados.
De acuerdo con un estudio reciente publicado en el British Jornal of Dermatology, casi
el 6 por ciento de quienes ven su rostro invadido por granos ha pensado en el suicidio.
En otros casos, sin embargo, no hay un motivo aparente para sentirse deprimido:
sencillamente la persona no tiene ganas de hacer nada, ni de hablar con nadie; llora
sin razón y su forma de evadir el problema es aislándose.
En los adolescentes, la depresión suele acompañar ciertos desórdenes de conducta,
como anorexia, bulimia, drogadicción, violencia, promiscuidad sexual. En términos
generales, se considera que podría ser desencadenada, entre otras, por causas
genéticas; por enfermedades antes mortales y hoy crónicas; por efectos secundarios
de medicamentos utilizados ahora masivamente; por el consumo de drogas; e incluso
por el alargamiento de la vida.
Según la ONU la lenta ruptura con las tradiciones y las estructuras sociales parecen
intervenir en los cambios acelerados en la forma de vida, en particular, la
desintegración familiar. La inseguridad afectiva y el miedo al fracaso disparan la
enfermedad.
A veces todos los adolescentes se sienten tristes o necesitados. Generalmente, estas
emociones son reacciones lógicas a los altos y bajos que se tienen en la vida. Sin
embargo, hay adolescentes que se ven envueltos rápidamente en la tristeza y la
6. frustración. Estos adolescentes pueden vivir en un estado que sobrepasa a la tristeza.
Cuando las emociones depresivas persisten e interfieren con la habilidad del
adolescente de funcionar normalmente. Aproximadamente el 5% de los niños y los
adolescentes de la población en general padecen de depresión en algún momento.
Entre los adolescentes, las mujeres son más propensas a sufrir de depresión que los
hombres.
Los niños y adolescentes deprimidos frecuentemente se muestran irritables y esa
irritabilidad puede generar un comportamiento agresivo. Son indecisos, tienen
problemas para concentrarse y no tienen energía ni motivación. Podrían descuidar su
apariencia e higiene y sus patrones normales de sueño podrían verse afectados.
A pesar de que existen algunas similitudes, la depresión en los jóvenes es distinta a la
de los adultos en ciertas formas muy importantes.
Es preciso aclarar que no sólo sufrir episodios prolongados de depresión cataloga a
una persona con este estado, el joven es vulnerable a sufrir de estados depresivos en
momentos de tristeza repentina lo que conlleva a fatales decisiones, entre ellas, acudir
al suicido.