Este documento discute tres enfoques distintos en el estudio de la relación entre lenguaje y sociedad: 1) la lingüística teórica, que se centra en las similitudes subyacentes en el contenido lingüístico; 2) la lingüística del contraste, que se basa en las diferencias reales de contenido; y 3) la lingüística social aplicada, que estudia el uso práctico del lenguaje en la sociedad.