Las mujeres mayores suelen sentir rabia e irritabilidad debido al sentimiento de engaño por haber sido utilizadas y por ver frustrados sus proyectos personales. Estos sentimientos negativos se ven influidos por factores culturales, sociales y personales como el edadismo, los dobles estándares respecto al envejecimiento y la sexualidad, y el modelo masculino tradicional que limita las opciones vitales de las mujeres. Superar esta problemática requiere promover la igualdad, la autoestima, la libertad sexual y de elección para las mujeres mayores.