El documento resume la literatura del Barroco y la Ilustración en España. El Barroco valoraba la libertad creativa y complejidad para asombrar al lector. Había dos corrientes: el conceptismo de Quevedo, que usaba agudeza intelectual; y el culteranismo de Góngora, que buscaba belleza formal a través de latinismos y metáforas. La poesía barroca exploraba temas como la fugacidad de la vida y usaba estilos conceptista y culteranista. Géngora escribió poemas popul
1. 1. LITERATURA DEL BARROCO Y DE LA
ILUSTRACIÓN
1.1. EL BARROCO
El ideal artístico del Barroco. Frente al clasicismo
renacentista, el Barroco valoró la libertad
absoluta para crear y distorsionar las formas, la
condensación conceptual y la complejidad en la
expresión. Todo ello tenía como finalidad
asombrar o maravillar al lector. Dos corrientes
estilísticas ejemplifican estos caracteres: el
conceptismo y el culteranismo. Ambas son, en
realidad, dos facetas de estilo barroco que
comparten un mismo propósito: crear
complicación y artificio.
El conceptismo.
El conceptismo incide, sobre todo, en el plano
del pensamiento. Su teórico y definidor fue
Gracián, quien en agudeza y arte de ingenio
definió el concepto como "aquel acto del
entendimiento, que exprime las
correspondencias que se hallan entre los
objetos". Para conseguir este fin, los autores
conceptistas se valieron de recursos retóricos,
tales como la paradoja, la antítesis, la
paronomasia, la metáfora o la elipsis. También
emplearon con frecuencia la dilogía, recurso que
consiste en emplear un significante con dos
posibles significados, y la polisemia. Su
representante principal fue Francisco Quevedo.
El culteranismo.
El culteranismo, cuyo principal exponente fue
Góngora, se preocupa, sobre todo, por la
expresión y la búsqueda de la brillantez formal.
Sus caracteres más sobresalientes son la
latinización del lenguaje y el empleo intensivo de
metáforas e imágenes. La latinización del
lenguaje se logra fundamentalmente mediante
el uso intensivo del hipérbaton y el gusto por las
oraciones largas y por incluir cultismos y
neologismos, como por ejemplo, fulgor, candor,
armonía, palestra. La metáfora es la base de la
poesía culterana. El encadenamiento de
metáforas o series de imágenes tiene el objetivo
de huir de la realidad cotidiana para instalarnos
en el universo artificial e idealizado de la poesía.
Destaca además el empleo de un estilo oscuro y
difícil presidido por una acumulación e
intensificación de recursos. Son frecuentes
además las alusiones mitológicas.
1.1.1. Literatura barroca. Los temas son
(preocupación por las normas morales,
la fugacidad de la vida). Contrastes:
(naturaleza equivoca de la realidad y
persiguen crear efectos sorprendentes,
originalidad)
Culteranismo: (busca belleza formal mediante el
uso de cultismo y la creación de un lenguaje
artificioso, Luis de Góngora)
Concentrismo: (se basa en el ingenio: son
frecuentes la ironía, la paradoja, la caricatura, el
doble sentido, Francisco de Quevedo).
1.1.2. Lírica barroca. Géneros y métrica de
Italia, cobra vigor la poesía tradicional: el
verso octosilavo, los romances, las
letrillas.
Temas: (inquietudes de la época, la fugacidad de
la realidad, el desengaño). Estilo: (se acomoda a
las innovaciones concentristas y culteranas)
Góngora, Lope de vega y Quevedo.
LUIS DE GONGORA: poemas populares: arte
menor, lenguaje sin artificios, romances y
letrillas Poemas de culto: arte mayor, fábula de
polifemo y galatea.
1.1.3. Prosa barroca. Prosa de pensamiento: se
vale de la sátira y la caricatura para criticar a la
sociedad. Quevedo y Baltasar Gracián. Prosa de
ficción: Novela pictoresca y don quijote de la
mancha.
1.1.4. Teatro barroco. Comedia nacional. Mezcla
de elementos trágicos y cómicos. Métrica
adaptada a las situaciones. Ruptura de las
unidades de tiempo y lugar. Decoro expresivo.
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SONETO 126
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:
No hallar fuera del bien centro y reposo, 5
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso:
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave, 10
olvidar el provecho, amar el daño:
2. creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.
Lope de Vega