SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 8
Descargar para leer sin conexión
REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 25
Abstract
Squamous cell carcinoma and lymphoma are the
most common strain of malignant tumors of the pa-
latine tonsil, being approximately 10% of head and
neck tumors. The early diagnosis by systematic and
detailed examination of the gullet remains the key
to increasing the different therapeutic options, also
increasing the chances of survival. This requires
knowledge of anatomy, physiology (with the nu-
merous possibilities of normal variations) and the
various pathologies that affect.
Keys words: Tonsillar tumor, Tonsillar carcino-
ma, Tonsillar lymphoma, oropharyngeal semiology,
Waldeyer ring, tonsillectomy.
Resumen
El carcinoma epidermoide y el linfoma constitu-
yen la estirpe más frecuente de tumores malignos
de la amígdala palatina, siendo aproximadamente
el 10% de los tumores de cabeza y cuello. El diag-
nóstico precoz mediante el examen sistemático
y detallado de las fauces continúa siendo la clave
para aumentar el abanico de posibilidades terapéu-
ticas, aumentando también las posibilidades de so-
brevida. Para esto es necesario el conocimiento de
su anatomía, fisiología (con las numerosas posibili-
dades de variaciones normales) y de las diferentes
noxas patológicas que las afectan.
Palabras clave: Tumor amigdalino, Carcinoma
amigdalino, Linfoma amigdalino, semiología orofa-
ríngea, anillo de Waldeyer, amigdalectomía.
Introducción
La patología orofaríngea representa un motivo
de consulta sumamente frecuente para el otorrino-
Actualización
Tumores malignos de amígdala palatina
Malignant tumors of palatine tonsil
Dr. Luciano Mendonça1
; Dr. Leopoldo Cordero2
; Dr. Alvaro Páez3
; Dr. Santiago Risso3
;
Dr. Enrique Zamar3
1
MédicodeplantaHosp.CésarMilstein;2
JefedeServicioHosp.CésarMilstein;3
Colaboradores.ExrecidentesHosp.Milstein.
Correspondencia: Av. San Martín 862, CP 1661; Bella Vista, Buenos Aires; Argentina; 0114666-0293;
mendoncaluciano@hotmail.com
Hospital César Milstein; Ciudad Autónoma de Buenos Aires
laringólogo. Éste debe conocer con detalle la anato-
mía, la fisiología y la patología de esta región para
su correcto estudio y diagnóstico y oportuno trata-
miento.
La amígdala palatina es, dentro de esta región,
una estructura de particular importancia al presen-
tar una anatomía variable según factores fisiológi-
cos (edad, variación personal, hipertrofia, etc.) o pa-
tológicos (inflamación, infección, tumores, etc.), y
una fisiopatología rica y extensa, que muchas veces
hace necesario su estudio multidisciplinario.
Los tumores de la amígdala palatina presentan,
según diferentes series, una frecuencia del 1 a 3%
de todos los tumores del organismo, el 10% de to-
dos los tumores de cabeza y cuello, y los carcinomas
más frecuentes de las vías aerodigestivas superiores
(luego del cáncer de laringe).
Muchas veces se presentan en forma asintomá-
tica, como hipertrofia, con una adenopatía o con
síntomas inespecíficos, hecho de particular impor-
tancia a tener en cuenta al momento del examen de
cada paciente.
Como se verá, existen diferentes estirpes de
tumores malignos de la región amigdalina, entre
los cuales por su frecuencia sobresalen el carcino-
ma epidermoide y el linfoma. Será sobre estos dos
que se desarrollará detalladamente la descripción.
A pesar de ser neoplasias desarrolladas sobre una
misma estructura, presentan factores predisponen-
tes, clínica, diagnóstico, estadificación, pronóstico y
tratamientos diferentes.
El hecho de tener en cuenta esta patología al mo-
mento de una consulta o un diagnóstico, junto con
su conocimiento, permitirán arribar a una detección
precoz, requisito fundamental para un tratamiento
26 REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010
adecuado y oportuno que brinde un mejor pronós-
tico.
En base a la importancia de lo dicho anterior-
mente, desarrollaremos los tumores malignos de
la amígdala palatina. Para tal objetivo se realizará
un repaso bibliográfico de los distintos aspectos de
importancia, junto con la presentación de diferentes
casos clínicos correspondientes a pacientes del Hos-
pital Milstein de Buenos Aires.
Anatomofisiología
Se considerará de particular importancia la des-
cripción detallada de este apartado, ya que el co-
nocimiento de la forma y la estructura normal de
la amígdala, relacionado con sus funciones básicas,
ayudarán a comprender los cambios normales, inte-
grándolos en un cuadro clínico general, y así detec-
tar precozmente los cambios anormales y patológi-
cos que guiarán la sospecha diagnóstica.
La región en que se centra esta descripción co-
rresponde -según la nomenclatura de la Unión In-
ternacional Contra el Cáncer (UICC)- a la orofarin-
ge, y más específicamente a la región amigdalina.
La orofaringe se extiende desde un plano que parte
del paladar duro cranealmente, al plano del hueso
hioides caudalmente. La región amigdalar incluye
el pilar anterior (músculo palatogloso), el pilar pos-
terior (músculo palatofaríngeo), la fosa amigdalina
y la amígdala (1).
La fosa amigdalina, estructura de gran impor-
tancia para comprender la extensión local de los
carcinomas, se encuentra delimitada anterior y pos-
teriormente por los pilares, en forma externa por la
fascia faringobasilar, el músculo constrictor superior
y la fascia bucofaríngea, y en su base por el surco
glosoamigdalino. Forma una depresión ovalada, de
eje mayor vertical, y mide aproximadamente 4 cm
de altura. El espacio existente entre la amígdala y
el constrictor superior constituye el espacio peria-
migdalino. Otros reparos a tener en cuenta son el
trígono retromolar (por delante del pilar anterior),
la fosita supraamigdalina (en el vértice de la fosa
formada por la unión de los dos pilares) y la fosa
subamigdalina (entre el polo inferior de la amígdala
hacia arriba, el surco glosoamigdalino hacia abajo y
el pilar posterior hacia atrás)
Se denomina anillo linfático de Waldeyer al con-
junto de elementos linfoepiteliales que rodean las
aberturas externas de la faringe. Las amígdalas fa-
ríngeas se encuentran integradas en el anillo linfá-
tico de Waldeyer, el cual forma parte de los órganos
linfáticos secundarios no encapsulados. Este anillo
representa un órgano inmunológico importante en
la defensa contra agentes infecciosos (2).
Dentro de las funciones de las amígdalas pala-
tinas se destacan la de seleccionar clones de célu-
las B y T relacionados con los microorganismos y
la superficie de la faringe y la de proporcionar un
lugar para la expansión proliferativa de los clones
seleccionados de linfocitos B y T, destinados a fun-
ciones inmunitarias en zonas próximas a la mucosa
faríngea. Las amígdalas poseen el conjunto de cé-
lulas requerido para elaborar una respuesta inmu-
ne humoral; se trata sobre todo de células B, que
precisan la presencia de células T y macrófagos (si-
tio de producción de inmunoglobulinas tisulares y
séricas).
La amígdala palatina tiene forma oval o de al-
mendra (de ahí el término griego amygdala =
almendra), y su tamaño varía con la edad, en los
distintos individuos y en los procesos que cursan
con hipertrofia y/o inflamación. Así es, pues, difícil
definir su aspecto normal. Este hecho será de suma
importancia y para tener en cuenta, como veremos
luego, en el estudio semiológico y clínico del pa-
ciente.
Los elementos que componen el anillo linfático
de Waldeyer, particularmente las amígdalas, pre-
sentan un desarrollo cronológico en relación al cre-
cimiento del individuo, aumentando de tamaño de
manera progresiva desde los nueve meses de edad.
Las amígdalas palatinas alcanzan generalmente su
mayor tamaño hacia la segunda infancia. A esta
edad el niño alcanza un equilibrio inmunológico,
por el cual se detiene el crecimiento del anillo y su
relación con el tamaño craneofacial comienza a dis-
minuir.
El eje mayor se dirige de arriba abajo y hacia
atrás. La cara interna de la amígdala presenta un
aspecto picado, por la presencia de fosas que con-
ducen a la abertura de las criptas amigdalares, en
número de 10 a 30 o más (estas criptas correspon-
den a evaginaciones de la mucosa hacia el interior
del parénquima, las cuales en su fondo pueden ser
ramificadas, que generan un aumento del área de
superficie de la amígdala en más del 30%, lo que fa-
cilita la captura de antígenos) La cara profunda pre-
senta una cápsula de tejido fibroso (es, en realidad,
una hemicápsula amigdalar), la cual es separable
del plano del músculo constrictor superior (plano
que se ha de seguir en la amigdalectomía).
La irrigación arterial de las amígdalas está dada
por ramas de la carótida externa. La principal es la
arteria amigdalar, una rama de la facial o a veces la
REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 27
palatina ascendente, la cual se ubica en su polo an-
teroinferior. Esta arteria está situada, con frecuencia,
dentro del pliegue palatogloso. La vena palatina ex-
terna o paraamigdalar desciende desde el paladar
blando, lateral a la cápsula amigdalina, antes de
atravesar la pared amigdalina. Otros datos anató-
micos relacionados con los vasos -a tener en cuenta,
sobre todo, para una correcta ubicación quirúrgica-
son que la pared muscular de la fosa amigdalina se-
para a la amígdala de la arteria palatina ascendente
y, a veces, de la misma arteria facial tortuosa (a nivel
inferior), y que la arteria carótida interna está a 25
mm por detrás y lateral a la amígdala.
La inervación de las amígdalas está dada por las
ramas amigdalares del nervio trigémino (maxilar)
y glosofaríngeo, lo que explica el dolor referido al
oído, síntoma a tener en cuenta en la evolución de
los procesos de la región.
A diferencia de los ganglios linfáticos, las amíg-
dalas no poseen aferentes linfáticos, pero cada folí-
culo está rodeado por densos plexos de vasos lin-
fáticos finos que forman linfáticos eferentes; esos
vasos corren hacia la hemicápsula, atraviesan el
constrictor superior y drenan en los ganglios cervi-
cales profundos superiores, sobre todo en los gan-
glios yugulodigástricos.
Histológicamente la amígdala palatina presen-
ta una mucosa revestida de un epitelio plano es-
tratificado no queratinizado. En el corion de esta
mucosa se encuentran numerosos folículos linfáti-
cos dispuestos alrededor de las criptas profundas
y ramificadas. En la región profunda se encuentra
una cápsula de tejido conectivo fibroso, de donde
parten tabiques interfoliculares, que sirven de so-
porte y fijación. En el fondo de las criptas, el re-
vestimiento epitelial escamoso se hace laxo (epitelio
reticulado), transformándose en una malla, en la
cual se entremezcla íntimamente con las células lin-
foides del parénquima que, de este modo, entran
en contacto con el medio ambiente; es el único lugar
del organismo donde esto sucede. A este fenómeno
de simbiosis linfoepitelial, que resulta de la estrecha
relación entre las células epiteliales y linfocitarias,
se lo denomina reticulación. Por debajo de la cáp-
sula fibrosa se hallan fibras musculares estriadas
pertenecientes a los músculos de la región.
Definición
Los tumores constituyen masas tisulares anóma-
las, cuyo crecimiento es virtualmente autónomo y
de una capacidad mucho mayor que la de los te-
jidos normales. A diferencia de las proliferaciones
celulares no neoplásicas, como las que se generan
en las amígdalas durante la primera y segunda in-
fancia (debido a los distintos estímulos antigénicos
que recibe en ese tiempo), o las que produce un pro-
ceso inflamatorio infeccioso agudo, el crecimiento
de los tumores persiste tras la interrupción del esti-
mulo que inició la alteración. Este hecho es de im-
portancia y se ha de tener en cuenta en el examen
de todo paciente con un aumento de tamaño de las
amígdalas (3).
Los tumores pueden desarrollarse a partir de
cualquiera de las células que componen un tejido
o un órgano. Histológicamente las amígdalas pala-
tinas presentan el epitelio de revestimiento (plano
estratificado no queratinizado), el epitelio reticular
(íntima asociación de células epiteliales y de linfoci-
tos), el tejido linfoide y por último el entramado de
tejido conjuntivo (el conjunto de amígdalas recibe
sostén de una delicada red de finas fibras de colá-
geno secretado por sus fibroblastos) Los tumores
malignos de las amígdalas palatinas constituyen el
desarrollo de células neoplásicas de origen epitelial
o de tejidos mesenquimales sobre el estroma de es-
tos órganos. Dentro de los tumores de origen epi-
telial se destacan los carcinomas y dentro de los de
origen mesenquimal, de tejido linfoide, los linfomas
malignos.
Otros tipos de tumores de la región amigdalina
están representados por el melanoma maligno, plas-
mocitomas, tumores mixtos, cilindromas, tumores
mucoepidermoides, sarcomas (fibrosarcoma, angio-
sarcoma, rabdomiosarcoma, liposarcoma), etc.
Epidemiología y etiopatogenia
Los tumores de la región amigdalina constituyen
aproximadamente del 1 al 3% de todos los tumores
del organismo (4).
Ubicándonos en la zona de cabeza y cuello, éstos
representan el 10% del total.
Cachin otorga a los tumores malignos de la re-
gión amigdalinas el 13% del total de los tumores de
las vías aerodigestivas superiores, siendo los carci-
nomas de la región amigdalina los más fuertes de
estas vías. Esto último señala la importancia del
conocimiento de esta patología, ya que la faringe
representa una región de consulta otorrinolaringo-
lógica constante.
Aproximadamente el 90% de estos tumores ma-
lignos está representado por carcinomas epidermoi-
des. En segundo lugar se encuentran los linfomas
malignos, que representan el 10% de los cánceres de
amígdalas (estos son linfomas malignos no Hodg-
kin).
28 REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010
En cuanto a los carcinomas, la edad de aparición
más frecuente ronda entre los 50 y los 70 años, pre-
dominando en el sexo masculino (sexo que repre-
senta el 80-90%, según diferentes autores) En los
últimos años se constata un aumento en la inciden-
cia de mujeres, relacionada posiblemente con un
cambio en los hábitos, mayor consumo de alcohol y
tabaco, principalmente.
Como factores predisponentes se destacan el
tabaco y el alcohol. Este hecho debe ser tenido en
cuenta e investigado en toda anamnesis. Los efectos
perjudiciales de éstos se potenciarían con su consu-
mo simultáneo. Según Paparella (5) el 90% de los
pacientes serían alcoholistas y tabaquistas crónicos.
Se ha descrito el antecedente de exposición a otros
irritantes locales e irritantes laborales, como el iso-
propil, la industria del cuero o la lana y el níquel.
Otros factores menos estudiados los constituyen los
factores nutricionales y la mala higiene dentaria.
Por otro lado, los linfomas NH de la amígdala
predominan en el hombre (60-70%, aproximada-
mente) y se puede observar su aparición en diferen-
tes rangos de edad. Se constata así que los LNH -en
general- pueden aparecer desde los primeros meses
de vida hasta los últimos años de la misma, mos-
trando un primer pico poco acusado en adolescen-
tes, seguido de un pequeño nadir. A partir de los
15-20 años, esta incidencia crece logarítmicamente
con la edad. Respecto a la afectación linfomatosa de
la faringe, es interesante destacar que puede deber-
se a linfomas primarios propiamente dichos, o a la
afectación extranodal de linfomas nodales. La pro-
babilidad de la infiltración del anillo de Waldeyer
varía entre el 5 y el 50%, según la procedencia ame-
ricana o europea del estudio (posiblemente relacio-
nado con el diferente examen de la faringe en los
diferentes estudios). Dentro del área ORL, el lugar
de afectación más frecuente es la amígdala palatina,
seguida de la rinofaringe.
Por lo que respecta a la etiología de los LNH,
ésta no se conoce con precisión, aunque en algunos
tipos los virus tienen un papel etiológico importan-
te. No se deben olvidar los factores de tipo genético
y ambiental. Otro hecho a destacar lo constituye el
que -en la actualidad- la incidencia de linfomas de
alta malignidad de localización extranodal está au-
mentando con el SIDA (6).
Clasificación y estadificación
No es el objetivo del trabajo profundizar en este
aspecto, pero se hará un repaso de las diferentes cla-
sificaciones y estadificaciones de estos tumores.
En cuanto a los carcinomas, la clasificación de la
Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), TNM,
toma en cuenta el tamaño del tumor y su extensión,
la presencia de adenopatías, su número y su bilate-
ralidad, y la presencia o no de metástasis. La clasifi-
cación norteamericana (American Joint Committee
for Cancer Staging and End Results Reporting) los
agrupa en estadios que poseen equivalencias con el
TNM de la UICC.
AJCC UICC
Estadio 0 Tis N0 M0
Estadio 1 T1 N0 M0
Estadio 2 T2 N0 M0
Estadio 3 T3 N0 M0
T1, T2, T3, N1 M0
Estadio 4T4 N0-N1 M0
T indiferente N2-N3 M0
T indiferente N indiferente M1
Es necesario señalar aquí el controvertido tema
de la clasificación de los linfomas, destacando la
clasificación de Rappaport y la del National Cancer
Institute (NCI).
Rappaport diseñó una clasificación de base etio-
lógica, que ha sido hasta hace poco la más extendi-
da y de la que siguen aún en vigor ciertos concep-
tos. Diferenció dos patrones, uno de tipo nodular
y otro de tipo difuso, de importante implicación
pronóstica, correspondiendo relativamente mejores
expectativas al primero.
La NCI estableció la Working Formulation, ba-
sada en rasgos morfológicos, pero con valor pro-
nósticos. Establece tres grupos, con sus correspon-
dientes subgrupos: bajo grado, grado intermedio y
alto grado. Hay una serie de características que son
propias de estos grupos. Los de bajo grado tienen
un curso clínico solapado, un patrón de crecimiento
no destructivo y ausencia de atipia celular; suelen
respetar los llamados “lugares privilegiados” (testí-
culos y SNC) y los individuos afectados logran una
larga supervivencia. Los de alto grado son mucho
más agresivos; los pacientes tendrán una corta su-
pervivencia sin una terapia adecuada y con patrón
de crecimiento destructivo.
Otras clasificaciones son las de Luckes y Collins,
que diferencian -según la estirpe celular- entre tu-
mores tipo T, tipo B y de tipo histocitario; y la de
Ann Arbor, que la agrupa en extensión de la patolo-
gía en ganglios y órganos o región extralinfática.
REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 29
Presentación clínica
Es fundamental hacer hincapié en este punto, te-
niendo en cuenta esta posibilidad diagnóstica ante
procesos tórpidos o no habituales, para posibilitar
la sospecha que garantice un diagnóstico precoz,
ya que muchas veces estos pacientes presentaban
síntomas vagos muchos meses antes de concurrir a
la consulta y los tumores pequeños confinados a la
amígdala, en muchas ocasiones- son asintomáticos
y recién comienzan a dar síntomas una vez que in-
vaden los pilares, que son más sensibles.
La sintomatología se inicia generalmente como
molestias faríngeas, con irritación de garganta, pi-
cores o sensación de cuerpo extraño. La molestia
luego evoluciona a dolor u odinofagia. En cuanto a
los trastornos de la deglución, si estas sensaciones
aparecen o aumentan durante la deglución, debe
considerarse sistemáticamente una causa orgánica
principalmente tumoral. Si, contrariamente, estas
manifestaciones desaparecen con la deglución, es
probable que pertenezcan al cuadro de parestesias
faríngeas. Éstas aparecen en un contexto psicológi-
co particular, y como elementos tranquilizadores
durante el interrogatorio, surgen: su desaparición
durante las comidas, la ausencia de otalgia refleja
y, finalmente, el examen ORL normal. Igualmente
estas parestesias deben seguir siendo un diagnós-
tico de eliminación y, además, se ha de juzgar esta
semiología particular, controlándola al cabo de 2 a 4
semanas de tratamiento (7).
Según diferentes autores, el primer síntoma re-
ferido al momento de la consulta lo constituye la
odinofagia unilateral o la evolución de ésta a la dis-
fagia.
La otalgia refleja ipsilateral -por la irritación del
nervio glosofaríngeo- es un síntoma asociado de
gran valor semiológico. Si no existe un contexto in-
feccioso, la otalgia debe sugerir siempre la hipótesis
de una patología tumoral. En el caso de la orofa-
ringe la intensidad del dolor es muy variable, sin
correlación anatomoclínica obligatoria; es por esto
que existen ciertas lesiones neoplásicas minúsculas
y, por ende, difícilmente detectables durante el exa-
men clínico, como las pequeñas lesiones infiltrantes
del surco glosoamigdalino, que puede provocar un
cuadro muy álgico, mientras que los tumores más
voluminosos a veces sólo se manifiestan por una
simple sensación de depósito alimenticio durante la
deglución.
Los esputos hemáticos o sanguinolentos tam-
bién deben buscarse. Éstos son generalmente de
abundancia moderada, en forma de estrías sangui-
nolentas o de coágulo.
Un síntoma que constituye un signo de grave-
dad es el trismus, ya que refleja la difusión de la
patología a los espacios parafaríngeos y/o la afec-
tación de los músculos pterigoideos (foto 1).
En el caso de los carcinomas, la adenopatía cer-
vical se manifiesta aproximadamente en un 30% de
los casos.
En cuanto a los LNH en general, la mayoría de
los pacientes manifiestan adenopatías. Como ya se
mencionó, dentro del área de ORL la afectación de
la amígdala palatina es la más frecuente.
A medida que la patología progresa, aparecen
adelgazamiento, astenia, adinamia, etc.
Hay que tener en cuenta también la posibilidad
de la presencia de una sobreinfección amigdalina
que encubra la patología subyacente.
Otras manifestaciones, más tardías, pueden ser
las apneas y la voz gangosa, producto del gran ta-
maño de algunos tumores (foto 2).
Diagnóstico
Antes de comenzar a desarrollar este apartado,
es de suma importancia resaltar la necesidad de un
diagnóstico precoz, ya que éste es el que posibilita
un tratamiento adecuado y un mejor pronóstico. En
relación a lo dicho, es fundamental la sospecha por
parte del médico especialista ante la sintomatología
arriba descrita.
La inspección y el examen clínico de la faringe
representan el primer paso. Para ello recurrimos al
examen directo, con buena luz frontal, de la orofa-
ringe, una faringolaringoscopía indirecta, una ri-
noscopia anterior y posterior y una otoscopía (8).
En una amígdala sana las aberturas de las criptas
son similares a fisuras y las paredes de sus luces se
encuentran colapsadas y en contacto unas con otras.
Prestar atención a la presencia de hipertrofia, de asi-
metría en el tamaño, trismus, etc. Se debe observar
también la movilidad de la lengua. En cuanto a la
anatomía superficial, la amígdala palatina ocupa
una posición demasiado profunda para palparla
desde el exterior, aunque esté aumentada de tama-
ño. Con la boca cerrada la superficie medial de la
amígdala toca al dorso de la lengua. En esa posición
la superficie que marca la amígdala palatina en el
exterior de la cara corresponde a un área oval sobre
la porción inferior del músculo masetero, un poco
por encima y por delante del ángulo mandibular y
por detrás del tercer molar inferior.
Algunos carcinomas presentan generalmente un
aspecto mixto, con áreas ulceroinfiltrantes o ulce-
30 REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010
roexofíticas. Puede presentar zonas necróticas o so-
breinfectadas (foto 3). Puede existir una correlación
entre el aspecto del carcinoma y la zona donde se
desarrolla. El carcinoma exofítico predomina en la
amígdala, el de tipo superficial en el pilar anterior,
el infiltrante en el pilar posterior y el ulceroinfiltran-
te en el surco glosoamigdalino.
Se continúa con la palpación de la región amig-
dalina y base de la lengua. Éste es un examen bima-
nual, y de suma importancia. Se determina la con-
sistencia, la elasticidad, las durezas, los límites de
las tumoraciones, la movilidad de la amígdala, etc.
El carcinoma frecuentemente se presentan como
irregular, indurado, ulcerado, infiltrante, lobulado,
exofítico, doloroso, sangrante, etc., en tanto que el
linfoma generalmente es de consistencia elástica,
liso, homogéneo, recubierto por mucosa normal e
indoloro (foto 4).
Un signo de sospecha lo constituye el sangrado
por contacto, causado por la fragilidad capilar que
produce el tumor. La palpación es útil en tumores de
pequeño tamaño, como los tumores intracrípticos,
ya que en éstos es fácil realizarla y pueden generar
un signo de sospecha que es el dolor al tacto. Los tu-
mores del pilar posterior pueden presentarse como
eritema localizado, que al tacto presenta induración
y posiblemente sangrado. En tumores de gran volu-
men a veces es difícil de realizar por la presencia de
trismus; en estos casos es útil la palpación durante
la anestesia general.
Dentro de este tiempo del examen también debe
realizarse una palpación en busca de adenopatías.
En el caso de los carcinomas, generalmente se pre-
Foto 4. Linfoma NH de amígdala derecha.
Foto 3.
Foto 5. RMN con contraste de carcinoma epidermoide de
amígdala izquierda.
Foto 2. Linfoma NH amigdalino.
Foto 1.
REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 31
sentan adenopatías palpables en el primer examen
en un 60-80% de los enfermos (el 8% de éstas son
bilaterales). La localización principal es la yugulo-
carotídea subdigástrica (otras regiones están afecta-
das en menos del 15% al momento del diagnóstico).
Cachin describe la metástasis ganglionar quística, la
cual precede a la aparición del carcinoma primario
en la amígdala, que se diagnostica por estudio anato-
mopatológico de la pieza de amigdalectomía. En el
caso de linfomas NH, cuando aparece una adenopa-
tía en el territorio laterocervical se aconseja la reali-
zación de un profundo y protocolar examen ORL y
de seguimiento y, en caso de negatividad, exéresis
de la misma para su correcto estudio anatomopato-
lógico. Es importante que el material -en parte- sea
enviado en fresco, sin formol, para la realización de
improntas y congelación de parte del material para
futuros estudios inmunohistoquímicos.
La confirmación diagnóstica es otorgada por la
biopsia y el estudio anatomopatológico. En el caso
de los carcinomas éstos pueden ser de tipo bien
diferenciado, poco diferenciado o indiferenciado.
Ante la confirmación de un linfoma NH se realiza
una biopsia de médula ósea.
Se debe completar la inspección indirecta con
una nasofibrolaringoscopía. En el caso de los linfo-
mas se realiza una FEDA. En caso de un carcino-
ma, este último examen se practica sólo si presenta
síntomas. En relación a esto merece especial consi-
deración el hecho de que, cuando los linfomas NH
se presentan en el área del anillo de Waldeyer, hay
un elevado riesgo de afectación del aparato diges-
tivo. Desde hace algunos años se utiliza el término
MALT (Mucosa Associated Lymphoid Tissue) para
referirse a las poblaciones linfocitarias de las mem-
branas mucosas.
Se realiza una TAC de alta resolución con cortes
coronales y axiales, que en caso del linfoma NH es
también de tórax, abdomen y pelvis. Para mayor
definición de partes blandas se utilizan la RMN
(foto 5). En el caso de los carcinomas se solicita una
radiografía de tórax en forma sistemática, ya que el
5-15% puede presentar metástasis en pulmón (9).
Se realiza un laboratorio de rutina y en el caso
de los linfomas NH incluye además LDH (de valor
pronóstico, aumenta en enfermedad diseminada),
microglobulina, calcemia, uricemia, serología HIV
y para el virus EB.
Teniendo en cuenta que las metástasis de los car-
cinomas pueden comprometer el hígado y los hue-
sos, si el paciente presenta signos de compromiso se
lo estudiará con una ecografía hepática y un cente-
llograma óseo, respectivamente.
En el caso de los linfomas NH se realizará una
gammagrafía ósea (Ga 67).
El diagnóstico diferencial debe realizarse -en-
tre otros- con una úlcera sifilítica o tuberculoide, la
angina de Plaut Vincent, las anginas hemopáticas,
el flemón periamigdalino (puede ocultar un verda-
dero tumor), las micosis, los tumores de vecindad
(por ejemplo, el lóbulo profundo de la parótida), la
extensión de tumores vecinos, los quistes de reten-
ción, las lesiones benignas (angiomas, papilomas,
fibromas, etc.) y la asimetría (hipertrofia unilateral)
(10).
Tratamiento y pronóstico
Se resumirán a continuación los datos más des-
tacados en cuanto al tratamiento, ya que éste es un
tema muy extenso y que -en ciertos casos- genera
distintos puntos de vista.
Se recalca, nuevamente, la necesidad de un diag-
nóstico precoz para poder realizar un tratamiento
adecuado, menos agresivo y de mejor pronóstico
(11).
En cuanto a los carcinomas, se utilizan principal-
mente dos terapéuticas, la radioterapia y la cirugía.
Las indicaciones terapéuticas dependen de la locali-
zación primaria del tumor y de su extensión (12).
La cirugía incluye la cirugía del tumor primario
y la de los ganglios.
La cirugía del tumor primario se realiza con dis-
tintas técnicas. La vía endobucal está indicada en
tumores pequeños (Cis, T1), fácilmente accesibles.
La vía cervical incluye la orofaringectomía por fa-
ringotomía lateral o la orofaringectomía lateral por
mandibulotomía. Ésta última representa la más uti-
lizada, ya que brinda un acceso directo y amplio a
la zona paraamigdalina y a la pared lateral de la
orofaringe.
Se debe realizar el tratamiento de las zonas gan-
glionares. Se ha comprobado que el 31% de los en-
fermos diagnosticados como N0 presentaban gan-
glios positivos tras la exéresis funcional.
La radioterapia puede ser con objetivo curati-
vo (se aplican semanalmente 10 Gy en 5 sesiones),
asociada a la cirugía (pre o post-quirúrgica) o pa-
liativa (para disminuir el dolor y mejorar las alte-
raciones funcionales, se usan dosis bajas repetidas
de 20 Gy).
32 REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010
Los carcinomas descubiertos por una biopsia de
una metástasis ganglionar deben ser tratados con
un vaciamiento, amigdalectomía y radioterapia
posterior.
En el caso de metástasis se evaluará la posibili-
dad de resecarlas y, de no ser posible, se realizará
tratamiento paliativo. Éstas se presentan, según dis-
tintas series, en un 5-15%.
Son los T4 los que generan mayor cantidad de
opiniones, entre la cirugía, la radioterapia paliativa
o la abstención terapéutica. Gracias a los avances de
los últimos años en cuanto a la cirugía de recons-
trucción faríngea (el pectoral mayor es el más utili-
zado para la realización de colgajos), las indicacio-
nes quirúrgicas se han extendido.
Las recidivas tumorales se dan en el 90% en los
dos primeros años. Cualquiera sea el tratamiento, el
porcentaje de fracasos locales es aproximadamen-
te del 30%. Las recidivas ganglionares se dan en el
15% los dos primeros años.
El tratamiento de los linfomas NH de amígda-
la se basa en una asociación radioquimioterépica,
cuyos protocolos son variables según los estadios
clínicos y el tipo histológico obtenido al término del
análisis general. Los resultados inmediatos refieren
el 85% de remisiones completas y el 13% de fraca-
sos locorregionales. Ulteriormente, las recidivas
aparecen en el 50% de los sujetos en remisión en el
año que sigue al tratamiento, sean locorregionales o
extracervicofaciales. El porcentaje de supervivencia
en adultos es del 40%, aproximadamente.
Conclusiones
Los tumores de amígdalas representan una neo-
plasia frecuente en el terreno ORL.
Los tumores malignos más frecuentes son el car-
cinoma y el linfoma NH.
Estos dos, a pesar de desarrollarse en una mis-
ma estructura, presentan factores predisponentes,
clínica, diagnóstico, estadificación, pronóstico y tra-
tamiento diferentes.
Es interesante señalar la frecuente asociación del
carcinoma con el alcoholismo y el hábito de fumar,
hecho que posibilitaría profundizar la búsqueda en
estos pacientes e insistir en la lucha para el abando-
no de dichas adicciones.
Se debe hacer hincapié en la necesidad de un
diagnóstico temprano, formulando una sospecha
clínica ante cuadros floridos y seguimiento de pa-
cientes con sintomatología inespecífica y evolución
tórpida. En este sentido se recalca que la mayoría
de los tumores -independientemente de la estirpe-
en un comienzo son asintomáticos, evolucionando
luego con molestias vagas. La totalidad de los pa-
cientes atendidos consultaron por primera vez por
odinofagia, refiriendo presentar las molestias desde
hacía varios meses.
Se comprueba así que el diagnóstico precoz es
la base de un mejor pronóstico, ya que posibilita un
tratamiento más adecuado.
En cuanto al diagnóstico, se recalca el papel del
estudio clínico profundo y, fundamentalmente, de
la palpación amigdalina.
Ante toda sospecha, se confirmará el diagnóstico
mediante una biopsia.
Es importante el tratamiento multidisciplinario
del paciente, ya sea con especialistas en oncología,
hematología, radio y quimioterapia, etc. También lo
es el seguimiento a largo plazo del paciente, con
una excelente relación médico/paciente.
Bibliografía
1-GrayH.AnatomíadeGray.TomoII.Ed.HadcourtBrace.
España, 1998.
2-BestyTaylor.Basesfisiológicasdelaprácticamédica.Ed.
Panamericana. México, 1998.
3-Robbins.Patologíaestructuralyfuncional.Ed.McGrow-
Hill. España, 1997.
4-Lorè.Cirugíadecabezaycuello.Ed.Panamericana.Argen-
tina, 1990.
5-Paparella-Shumrick.ORLcabezaycuello.Ed.Panamerica-
na. Argentina, 1992.
6-Cecil.Compendiodemedicinainterna.Ed.Interamericana.
México, 1999.
7-AbellóP.TraseraJ.Otorrinolaringología.Ed.Doyma.Es-
paña, 1998.
8-TatoJ.Alonso.TratadodeORLyBroncoesofagología.Ed.
Paz. Madrid, 1961.
9-Eleta.Diagnósticoporimágenesdecabezaycuello.Ed.Ma-
ggio. Bs. As. 1996.
10-ChinskiA. I Manual de ORLpediátrica. Ed. Marino.Ar-
gentina, 1999.
11-DenkerAlbrecht.TratadodeORL.Ed.Gili.España,1927.
12-Beutter P. Encyclopedie Médico-Chirurgicale. Tomo IV.
Francia, 2000.
13-ChiassoneLares.TratadodeORL.Ed.CientíficoMédica.
España, 1990.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

ENFERMEDADES GRANULOMATOSAS LINEA MEDIA - DR. OMAR GONZALES SUAZO
ENFERMEDADES GRANULOMATOSAS LINEA MEDIA - DR. OMAR GONZALES SUAZOENFERMEDADES GRANULOMATOSAS LINEA MEDIA - DR. OMAR GONZALES SUAZO
ENFERMEDADES GRANULOMATOSAS LINEA MEDIA - DR. OMAR GONZALES SUAZODr. Omar Gonzales Suazo.
 
Neoplasias malignas nariz y senos paranasales
Neoplasias malignas nariz y senos paranasalesNeoplasias malignas nariz y senos paranasales
Neoplasias malignas nariz y senos paranasalesAngel Castro Urquizo
 
TUMORES SUPRATENTORIALES E INFRATENTORIALES CLASE 6.pptx
TUMORES SUPRATENTORIALES E INFRATENTORIALES CLASE 6.pptxTUMORES SUPRATENTORIALES E INFRATENTORIALES CLASE 6.pptx
TUMORES SUPRATENTORIALES E INFRATENTORIALES CLASE 6.pptxAnaMRivera2
 
Tumores Malignos Faringe
Tumores Malignos FaringeTumores Malignos Faringe
Tumores Malignos FaringeFrancy Vivas
 
Pabellon y cae
Pabellon y caePabellon y cae
Pabellon y caewilliam
 
Neoplasias benignas de nariz y senos paranasales
Neoplasias benignas de nariz y senos paranasalesNeoplasias benignas de nariz y senos paranasales
Neoplasias benignas de nariz y senos paranasalesAngel Castro Urquizo
 
Nueva clasificación FIGO del sangrado uterino anómalo: el acrónimo PALMA/ ÍND...
Nueva clasificación FIGO del sangrado uterino anómalo: el acrónimo PALMA/ ÍND...Nueva clasificación FIGO del sangrado uterino anómalo: el acrónimo PALMA/ ÍND...
Nueva clasificación FIGO del sangrado uterino anómalo: el acrónimo PALMA/ ÍND...Gabinete Médico Velázquez
 
TUMORES DE LA FARINGE
TUMORES DE LA FARINGETUMORES DE LA FARINGE
TUMORES DE LA FARINGEMoisés Sosa
 
Hipertrofia de adenoides
Hipertrofia de adenoidesHipertrofia de adenoides
Hipertrofia de adenoidesLaura Dominguez
 
Articulación curricular prostata
Articulación curricular prostataArticulación curricular prostata
Articulación curricular prostataLuis Basbus
 
Metastasis cerebral
Metastasis cerebralMetastasis cerebral
Metastasis cerebralJC Castillo
 
Tumores de nariz y senos paranasales
Tumores de nariz y senos paranasalesTumores de nariz y senos paranasales
Tumores de nariz y senos paranasalesErika Zamora Cerritos
 
Linfoma de hodgkin y linfoma no hodgkin
Linfoma de hodgkin y linfoma no hodgkinLinfoma de hodgkin y linfoma no hodgkin
Linfoma de hodgkin y linfoma no hodgkinDELFIRIO FRANCO LOPEZ
 

La actualidad más candente (20)

Papilomatosis laríngea
Papilomatosis laríngeaPapilomatosis laríngea
Papilomatosis laríngea
 
5. anomalias nasales
5.  anomalias nasales5.  anomalias nasales
5. anomalias nasales
 
ENFERMEDADES GRANULOMATOSAS LINEA MEDIA - DR. OMAR GONZALES SUAZO
ENFERMEDADES GRANULOMATOSAS LINEA MEDIA - DR. OMAR GONZALES SUAZOENFERMEDADES GRANULOMATOSAS LINEA MEDIA - DR. OMAR GONZALES SUAZO
ENFERMEDADES GRANULOMATOSAS LINEA MEDIA - DR. OMAR GONZALES SUAZO
 
Neoplasias malignas nariz y senos paranasales
Neoplasias malignas nariz y senos paranasalesNeoplasias malignas nariz y senos paranasales
Neoplasias malignas nariz y senos paranasales
 
Carcinoma cervico uterino
Carcinoma cervico uterinoCarcinoma cervico uterino
Carcinoma cervico uterino
 
TUMORES SUPRATENTORIALES E INFRATENTORIALES CLASE 6.pptx
TUMORES SUPRATENTORIALES E INFRATENTORIALES CLASE 6.pptxTUMORES SUPRATENTORIALES E INFRATENTORIALES CLASE 6.pptx
TUMORES SUPRATENTORIALES E INFRATENTORIALES CLASE 6.pptx
 
Tumores Malignos Faringe
Tumores Malignos FaringeTumores Malignos Faringe
Tumores Malignos Faringe
 
Faringitis crónica
Faringitis crónicaFaringitis crónica
Faringitis crónica
 
Pabellon y cae
Pabellon y caePabellon y cae
Pabellon y cae
 
Cancer De Cyc
Cancer De CycCancer De Cyc
Cancer De Cyc
 
Neoplasias benignas de nariz y senos paranasales
Neoplasias benignas de nariz y senos paranasalesNeoplasias benignas de nariz y senos paranasales
Neoplasias benignas de nariz y senos paranasales
 
Nueva clasificación FIGO del sangrado uterino anómalo: el acrónimo PALMA/ ÍND...
Nueva clasificación FIGO del sangrado uterino anómalo: el acrónimo PALMA/ ÍND...Nueva clasificación FIGO del sangrado uterino anómalo: el acrónimo PALMA/ ÍND...
Nueva clasificación FIGO del sangrado uterino anómalo: el acrónimo PALMA/ ÍND...
 
TUMORES DE LA FARINGE
TUMORES DE LA FARINGETUMORES DE LA FARINGE
TUMORES DE LA FARINGE
 
Hipertrofia de adenoides
Hipertrofia de adenoidesHipertrofia de adenoides
Hipertrofia de adenoides
 
Articulación curricular prostata
Articulación curricular prostataArticulación curricular prostata
Articulación curricular prostata
 
Linfoma no hodgkin
Linfoma no hodgkinLinfoma no hodgkin
Linfoma no hodgkin
 
Metastasis cerebral
Metastasis cerebralMetastasis cerebral
Metastasis cerebral
 
Tumores de nariz y senos paranasales
Tumores de nariz y senos paranasalesTumores de nariz y senos paranasales
Tumores de nariz y senos paranasales
 
Linfoma de hodgkin y linfoma no hodgkin
Linfoma de hodgkin y linfoma no hodgkinLinfoma de hodgkin y linfoma no hodgkin
Linfoma de hodgkin y linfoma no hodgkin
 
Rinosinusitis fúngica r2
Rinosinusitis fúngica r2Rinosinusitis fúngica r2
Rinosinusitis fúngica r2
 

Destacado

Destacado (7)

23. patologia de las amigdalas faringeas
23. patologia de las amigdalas faringeas23. patologia de las amigdalas faringeas
23. patologia de las amigdalas faringeas
 
Patologia de la boca y amigdalas
Patologia de la boca y amigdalas Patologia de la boca y amigdalas
Patologia de la boca y amigdalas
 
06 ca de orofaringe
06 ca de orofaringe06 ca de orofaringe
06 ca de orofaringe
 
Semiologia de Cabeza y Cuello
Semiologia de Cabeza y CuelloSemiologia de Cabeza y Cuello
Semiologia de Cabeza y Cuello
 
tumores malignos de la cavidad oral
tumores malignos de la cavidad oraltumores malignos de la cavidad oral
tumores malignos de la cavidad oral
 
Semiologia de cabeza y cuello.
Semiologia de cabeza y cuello.Semiologia de cabeza y cuello.
Semiologia de cabeza y cuello.
 
Semiologia De Cabeza I
Semiologia De Cabeza ISemiologia De Cabeza I
Semiologia De Cabeza I
 

Similar a Cancer de amigdala

Tesis posgrado angel
Tesis posgrado angelTesis posgrado angel
Tesis posgrado angelyagoma
 
Articulo 4 Adenopatias del cuello.pdf
Articulo 4 Adenopatias del cuello.pdfArticulo 4 Adenopatias del cuello.pdf
Articulo 4 Adenopatias del cuello.pdfMelJuditsr
 
Tumores de cabeza y cuello
Tumores de cabeza y cuello Tumores de cabeza y cuello
Tumores de cabeza y cuello drawrender
 
270 279-dr-coloma
270 279-dr-coloma270 279-dr-coloma
270 279-dr-colomaAlbertLV
 
13. tumores de la nariz senos paranasales y nasofaringe
13.  tumores de la nariz senos paranasales y nasofaringe13.  tumores de la nariz senos paranasales y nasofaringe
13. tumores de la nariz senos paranasales y nasofaringeGenry German Aguilar Tacusi
 
Manejo avanzado de la via aerea las condes
Manejo avanzado de la via aerea las condesManejo avanzado de la via aerea las condes
Manejo avanzado de la via aerea las condesLucia Tacanga
 
Imagenes patológicas de otras regiones
Imagenes patológicas de otras regionesImagenes patológicas de otras regiones
Imagenes patológicas de otras regionesPipe Cik
 
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...Geraldin Torres
 
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...Geraldin Torres
 
TRAUMATISMO DE LAS GLANDULAS SALIVALES: DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
TRAUMATISMO DE LAS GLANDULAS SALIVALES: DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTOTRAUMATISMO DE LAS GLANDULAS SALIVALES: DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
TRAUMATISMO DE LAS GLANDULAS SALIVALES: DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTOEdwin José Calderón Flores
 

Similar a Cancer de amigdala (20)

Patologias del cuello
Patologias del cuelloPatologias del cuello
Patologias del cuello
 
Patologia quirurgica de glandulas salivales
Patologia quirurgica de glandulas salivalesPatologia quirurgica de glandulas salivales
Patologia quirurgica de glandulas salivales
 
Tesis posgrado angel
Tesis posgrado angelTesis posgrado angel
Tesis posgrado angel
 
Articulo 4 Adenopatias del cuello.pdf
Articulo 4 Adenopatias del cuello.pdfArticulo 4 Adenopatias del cuello.pdf
Articulo 4 Adenopatias del cuello.pdf
 
Tumores de cabeza y cuello
Tumores de cabeza y cuello Tumores de cabeza y cuello
Tumores de cabeza y cuello
 
270 279-dr-coloma
270 279-dr-coloma270 279-dr-coloma
270 279-dr-coloma
 
Via aerea chile
Via aerea chileVia aerea chile
Via aerea chile
 
Tumores del espacio parafaringeo
Tumores del  espacio parafaringeoTumores del  espacio parafaringeo
Tumores del espacio parafaringeo
 
13. tumores de la nariz senos paranasales y nasofaringe
13.  tumores de la nariz senos paranasales y nasofaringe13.  tumores de la nariz senos paranasales y nasofaringe
13. tumores de la nariz senos paranasales y nasofaringe
 
RM DE CUELLO
RM DE CUELLORM DE CUELLO
RM DE CUELLO
 
Trauma del cuello
Trauma del cuelloTrauma del cuello
Trauma del cuello
 
Trauma del cuello
Trauma del cuelloTrauma del cuello
Trauma del cuello
 
Trauma del cuello
Trauma del cuelloTrauma del cuello
Trauma del cuello
 
Manejo avanzado de la via aerea las condes
Manejo avanzado de la via aerea las condesManejo avanzado de la via aerea las condes
Manejo avanzado de la via aerea las condes
 
Imagenes patológicas de otras regiones
Imagenes patológicas de otras regionesImagenes patológicas de otras regiones
Imagenes patológicas de otras regiones
 
Laringe, generalidades y tumores 2011
Laringe, generalidades y tumores 2011Laringe, generalidades y tumores 2011
Laringe, generalidades y tumores 2011
 
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...
 
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...
Fisioterapia y reeducacion de la deglucion en la cirugia por cancer de cabeza...
 
TRAUMATISMO DE LAS GLANDULAS SALIVALES: DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
TRAUMATISMO DE LAS GLANDULAS SALIVALES: DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTOTRAUMATISMO DE LAS GLANDULAS SALIVALES: DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
TRAUMATISMO DE LAS GLANDULAS SALIVALES: DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
 
ca-de-laringe.pptx
ca-de-laringe.pptxca-de-laringe.pptx
ca-de-laringe.pptx
 

Último

Anatomía e irrigación del corazón- Cardiología. pptx
Anatomía e irrigación del corazón- Cardiología. pptxAnatomía e irrigación del corazón- Cardiología. pptx
Anatomía e irrigación del corazón- Cardiología. pptx Estefa RM9
 
Aparato digestivo (irrigación, internación, anatomía)
Aparato digestivo (irrigación, internación, anatomía)Aparato digestivo (irrigación, internación, anatomía)
Aparato digestivo (irrigación, internación, anatomía)Majo472137
 
GENERALIDADES SOBRE LA CESAREA, RESIDENCIA DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA
GENERALIDADES SOBRE LA CESAREA, RESIDENCIA DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIAGENERALIDADES SOBRE LA CESAREA, RESIDENCIA DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA
GENERALIDADES SOBRE LA CESAREA, RESIDENCIA DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIAYinetCastilloPea
 
la CELULA. caracteristicas, funciones, i
la CELULA. caracteristicas, funciones, ila CELULA. caracteristicas, funciones, i
la CELULA. caracteristicas, funciones, iBACAURBINAErwinarnol
 
FACTORES GENETICOS Y AMBIENTALES EN LA GESTACION.pptx
FACTORES GENETICOS Y AMBIENTALES EN LA GESTACION.pptxFACTORES GENETICOS Y AMBIENTALES EN LA GESTACION.pptx
FACTORES GENETICOS Y AMBIENTALES EN LA GESTACION.pptxcamilasindicuel
 
1.1. Historia de la Enfermería Quirúrgica itsj.pptx
1.1. Historia de la Enfermería Quirúrgica itsj.pptx1.1. Historia de la Enfermería Quirúrgica itsj.pptx
1.1. Historia de la Enfermería Quirúrgica itsj.pptxlrzm240484
 
ANALGESIA Y SEDACION EN EL SERVICIO DE UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS ADULTOS
ANALGESIA Y SEDACION EN EL SERVICIO DE UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS ADULTOSANALGESIA Y SEDACION EN EL SERVICIO DE UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS ADULTOS
ANALGESIA Y SEDACION EN EL SERVICIO DE UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS ADULTOSXIMENAJULIETHCEDIELC
 
caso clinico relacionado con cancer gastrico.pptx
caso clinico relacionado con cancer gastrico.pptxcaso clinico relacionado con cancer gastrico.pptx
caso clinico relacionado con cancer gastrico.pptxkimperezsaucedo
 
Trabajo de parto y mecanismos de trabajo de parto.pdf
Trabajo de parto y mecanismos de trabajo de parto.pdfTrabajo de parto y mecanismos de trabajo de parto.pdf
Trabajo de parto y mecanismos de trabajo de parto.pdfLizbehPrez1
 
CASO NEONATAL ictericia Rev MH 04.2024.pdf
CASO NEONATAL ictericia Rev MH 04.2024.pdfCASO NEONATAL ictericia Rev MH 04.2024.pdf
CASO NEONATAL ictericia Rev MH 04.2024.pdfMAHINOJOSA45
 
Mecanismo de trabajo de parto en presentación de cefalica de vértice
Mecanismo de trabajo de parto en presentación de cefalica de vérticeMecanismo de trabajo de parto en presentación de cefalica de vértice
Mecanismo de trabajo de parto en presentación de cefalica de vérticeNayara Velasquez
 
Micronutrientes Minerales y oligoelementos
Micronutrientes Minerales y oligoelementosMicronutrientes Minerales y oligoelementos
Micronutrientes Minerales y oligoelementosVictorTullume1
 
tecnicas practivas DIGITOPUNTURA SHIATZU.ppt
tecnicas practivas DIGITOPUNTURA SHIATZU.ppttecnicas practivas DIGITOPUNTURA SHIATZU.ppt
tecnicas practivas DIGITOPUNTURA SHIATZU.pptLEONCIOVASQUEZMARIN2
 
urgencia y emergencia. Diferencias y ejemplos
urgencia y emergencia. Diferencias y ejemplosurgencia y emergencia. Diferencias y ejemplos
urgencia y emergencia. Diferencias y ejemploscosentinojorgea
 
(2024-04-19). DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (PPT)
(2024-04-19). DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (PPT)(2024-04-19). DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (PPT)
(2024-04-19). DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (PPT)UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
Cuadro comparativo hemisferios del cerebro.pptx
Cuadro comparativo hemisferios del cerebro.pptxCuadro comparativo hemisferios del cerebro.pptx
Cuadro comparativo hemisferios del cerebro.pptxHectorXavierSalomonR
 
21542401-Historia-Natural-Del-Infarto-Agudo-de-Miocardio.pdf
21542401-Historia-Natural-Del-Infarto-Agudo-de-Miocardio.pdf21542401-Historia-Natural-Del-Infarto-Agudo-de-Miocardio.pdf
21542401-Historia-Natural-Del-Infarto-Agudo-de-Miocardio.pdfHANNIBALRAMOS
 
PROCESO DE EXTRACCION: MACERACION DE PLANTAS.pptx
PROCESO DE EXTRACCION: MACERACION DE PLANTAS.pptxPROCESO DE EXTRACCION: MACERACION DE PLANTAS.pptx
PROCESO DE EXTRACCION: MACERACION DE PLANTAS.pptxJOSEANGELVILLALONGAG
 
Clase 14 Articulacion del Codo y Muñeca 2024.pdf
Clase 14 Articulacion del Codo y Muñeca 2024.pdfClase 14 Articulacion del Codo y Muñeca 2024.pdf
Clase 14 Articulacion del Codo y Muñeca 2024.pdfgarrotamara01
 
Infecciones de la piel y partes blandas(Impétigo, celulitis, erisipela, absce...
Infecciones de la piel y partes blandas(Impétigo, celulitis, erisipela, absce...Infecciones de la piel y partes blandas(Impétigo, celulitis, erisipela, absce...
Infecciones de la piel y partes blandas(Impétigo, celulitis, erisipela, absce... Estefa RM9
 

Último (20)

Anatomía e irrigación del corazón- Cardiología. pptx
Anatomía e irrigación del corazón- Cardiología. pptxAnatomía e irrigación del corazón- Cardiología. pptx
Anatomía e irrigación del corazón- Cardiología. pptx
 
Aparato digestivo (irrigación, internación, anatomía)
Aparato digestivo (irrigación, internación, anatomía)Aparato digestivo (irrigación, internación, anatomía)
Aparato digestivo (irrigación, internación, anatomía)
 
GENERALIDADES SOBRE LA CESAREA, RESIDENCIA DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA
GENERALIDADES SOBRE LA CESAREA, RESIDENCIA DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIAGENERALIDADES SOBRE LA CESAREA, RESIDENCIA DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA
GENERALIDADES SOBRE LA CESAREA, RESIDENCIA DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA
 
la CELULA. caracteristicas, funciones, i
la CELULA. caracteristicas, funciones, ila CELULA. caracteristicas, funciones, i
la CELULA. caracteristicas, funciones, i
 
FACTORES GENETICOS Y AMBIENTALES EN LA GESTACION.pptx
FACTORES GENETICOS Y AMBIENTALES EN LA GESTACION.pptxFACTORES GENETICOS Y AMBIENTALES EN LA GESTACION.pptx
FACTORES GENETICOS Y AMBIENTALES EN LA GESTACION.pptx
 
1.1. Historia de la Enfermería Quirúrgica itsj.pptx
1.1. Historia de la Enfermería Quirúrgica itsj.pptx1.1. Historia de la Enfermería Quirúrgica itsj.pptx
1.1. Historia de la Enfermería Quirúrgica itsj.pptx
 
ANALGESIA Y SEDACION EN EL SERVICIO DE UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS ADULTOS
ANALGESIA Y SEDACION EN EL SERVICIO DE UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS ADULTOSANALGESIA Y SEDACION EN EL SERVICIO DE UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS ADULTOS
ANALGESIA Y SEDACION EN EL SERVICIO DE UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS ADULTOS
 
caso clinico relacionado con cancer gastrico.pptx
caso clinico relacionado con cancer gastrico.pptxcaso clinico relacionado con cancer gastrico.pptx
caso clinico relacionado con cancer gastrico.pptx
 
Trabajo de parto y mecanismos de trabajo de parto.pdf
Trabajo de parto y mecanismos de trabajo de parto.pdfTrabajo de parto y mecanismos de trabajo de parto.pdf
Trabajo de parto y mecanismos de trabajo de parto.pdf
 
CASO NEONATAL ictericia Rev MH 04.2024.pdf
CASO NEONATAL ictericia Rev MH 04.2024.pdfCASO NEONATAL ictericia Rev MH 04.2024.pdf
CASO NEONATAL ictericia Rev MH 04.2024.pdf
 
Mecanismo de trabajo de parto en presentación de cefalica de vértice
Mecanismo de trabajo de parto en presentación de cefalica de vérticeMecanismo de trabajo de parto en presentación de cefalica de vértice
Mecanismo de trabajo de parto en presentación de cefalica de vértice
 
Micronutrientes Minerales y oligoelementos
Micronutrientes Minerales y oligoelementosMicronutrientes Minerales y oligoelementos
Micronutrientes Minerales y oligoelementos
 
tecnicas practivas DIGITOPUNTURA SHIATZU.ppt
tecnicas practivas DIGITOPUNTURA SHIATZU.ppttecnicas practivas DIGITOPUNTURA SHIATZU.ppt
tecnicas practivas DIGITOPUNTURA SHIATZU.ppt
 
urgencia y emergencia. Diferencias y ejemplos
urgencia y emergencia. Diferencias y ejemplosurgencia y emergencia. Diferencias y ejemplos
urgencia y emergencia. Diferencias y ejemplos
 
(2024-04-19). DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (PPT)
(2024-04-19). DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (PPT)(2024-04-19). DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (PPT)
(2024-04-19). DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (PPT)
 
Cuadro comparativo hemisferios del cerebro.pptx
Cuadro comparativo hemisferios del cerebro.pptxCuadro comparativo hemisferios del cerebro.pptx
Cuadro comparativo hemisferios del cerebro.pptx
 
21542401-Historia-Natural-Del-Infarto-Agudo-de-Miocardio.pdf
21542401-Historia-Natural-Del-Infarto-Agudo-de-Miocardio.pdf21542401-Historia-Natural-Del-Infarto-Agudo-de-Miocardio.pdf
21542401-Historia-Natural-Del-Infarto-Agudo-de-Miocardio.pdf
 
PROCESO DE EXTRACCION: MACERACION DE PLANTAS.pptx
PROCESO DE EXTRACCION: MACERACION DE PLANTAS.pptxPROCESO DE EXTRACCION: MACERACION DE PLANTAS.pptx
PROCESO DE EXTRACCION: MACERACION DE PLANTAS.pptx
 
Clase 14 Articulacion del Codo y Muñeca 2024.pdf
Clase 14 Articulacion del Codo y Muñeca 2024.pdfClase 14 Articulacion del Codo y Muñeca 2024.pdf
Clase 14 Articulacion del Codo y Muñeca 2024.pdf
 
Infecciones de la piel y partes blandas(Impétigo, celulitis, erisipela, absce...
Infecciones de la piel y partes blandas(Impétigo, celulitis, erisipela, absce...Infecciones de la piel y partes blandas(Impétigo, celulitis, erisipela, absce...
Infecciones de la piel y partes blandas(Impétigo, celulitis, erisipela, absce...
 

Cancer de amigdala

  • 1. REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 25 Abstract Squamous cell carcinoma and lymphoma are the most common strain of malignant tumors of the pa- latine tonsil, being approximately 10% of head and neck tumors. The early diagnosis by systematic and detailed examination of the gullet remains the key to increasing the different therapeutic options, also increasing the chances of survival. This requires knowledge of anatomy, physiology (with the nu- merous possibilities of normal variations) and the various pathologies that affect. Keys words: Tonsillar tumor, Tonsillar carcino- ma, Tonsillar lymphoma, oropharyngeal semiology, Waldeyer ring, tonsillectomy. Resumen El carcinoma epidermoide y el linfoma constitu- yen la estirpe más frecuente de tumores malignos de la amígdala palatina, siendo aproximadamente el 10% de los tumores de cabeza y cuello. El diag- nóstico precoz mediante el examen sistemático y detallado de las fauces continúa siendo la clave para aumentar el abanico de posibilidades terapéu- ticas, aumentando también las posibilidades de so- brevida. Para esto es necesario el conocimiento de su anatomía, fisiología (con las numerosas posibili- dades de variaciones normales) y de las diferentes noxas patológicas que las afectan. Palabras clave: Tumor amigdalino, Carcinoma amigdalino, Linfoma amigdalino, semiología orofa- ríngea, anillo de Waldeyer, amigdalectomía. Introducción La patología orofaríngea representa un motivo de consulta sumamente frecuente para el otorrino- Actualización Tumores malignos de amígdala palatina Malignant tumors of palatine tonsil Dr. Luciano Mendonça1 ; Dr. Leopoldo Cordero2 ; Dr. Alvaro Páez3 ; Dr. Santiago Risso3 ; Dr. Enrique Zamar3 1 MédicodeplantaHosp.CésarMilstein;2 JefedeServicioHosp.CésarMilstein;3 Colaboradores.ExrecidentesHosp.Milstein. Correspondencia: Av. San Martín 862, CP 1661; Bella Vista, Buenos Aires; Argentina; 0114666-0293; mendoncaluciano@hotmail.com Hospital César Milstein; Ciudad Autónoma de Buenos Aires laringólogo. Éste debe conocer con detalle la anato- mía, la fisiología y la patología de esta región para su correcto estudio y diagnóstico y oportuno trata- miento. La amígdala palatina es, dentro de esta región, una estructura de particular importancia al presen- tar una anatomía variable según factores fisiológi- cos (edad, variación personal, hipertrofia, etc.) o pa- tológicos (inflamación, infección, tumores, etc.), y una fisiopatología rica y extensa, que muchas veces hace necesario su estudio multidisciplinario. Los tumores de la amígdala palatina presentan, según diferentes series, una frecuencia del 1 a 3% de todos los tumores del organismo, el 10% de to- dos los tumores de cabeza y cuello, y los carcinomas más frecuentes de las vías aerodigestivas superiores (luego del cáncer de laringe). Muchas veces se presentan en forma asintomá- tica, como hipertrofia, con una adenopatía o con síntomas inespecíficos, hecho de particular impor- tancia a tener en cuenta al momento del examen de cada paciente. Como se verá, existen diferentes estirpes de tumores malignos de la región amigdalina, entre los cuales por su frecuencia sobresalen el carcino- ma epidermoide y el linfoma. Será sobre estos dos que se desarrollará detalladamente la descripción. A pesar de ser neoplasias desarrolladas sobre una misma estructura, presentan factores predisponen- tes, clínica, diagnóstico, estadificación, pronóstico y tratamientos diferentes. El hecho de tener en cuenta esta patología al mo- mento de una consulta o un diagnóstico, junto con su conocimiento, permitirán arribar a una detección precoz, requisito fundamental para un tratamiento
  • 2. 26 REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 adecuado y oportuno que brinde un mejor pronós- tico. En base a la importancia de lo dicho anterior- mente, desarrollaremos los tumores malignos de la amígdala palatina. Para tal objetivo se realizará un repaso bibliográfico de los distintos aspectos de importancia, junto con la presentación de diferentes casos clínicos correspondientes a pacientes del Hos- pital Milstein de Buenos Aires. Anatomofisiología Se considerará de particular importancia la des- cripción detallada de este apartado, ya que el co- nocimiento de la forma y la estructura normal de la amígdala, relacionado con sus funciones básicas, ayudarán a comprender los cambios normales, inte- grándolos en un cuadro clínico general, y así detec- tar precozmente los cambios anormales y patológi- cos que guiarán la sospecha diagnóstica. La región en que se centra esta descripción co- rresponde -según la nomenclatura de la Unión In- ternacional Contra el Cáncer (UICC)- a la orofarin- ge, y más específicamente a la región amigdalina. La orofaringe se extiende desde un plano que parte del paladar duro cranealmente, al plano del hueso hioides caudalmente. La región amigdalar incluye el pilar anterior (músculo palatogloso), el pilar pos- terior (músculo palatofaríngeo), la fosa amigdalina y la amígdala (1). La fosa amigdalina, estructura de gran impor- tancia para comprender la extensión local de los carcinomas, se encuentra delimitada anterior y pos- teriormente por los pilares, en forma externa por la fascia faringobasilar, el músculo constrictor superior y la fascia bucofaríngea, y en su base por el surco glosoamigdalino. Forma una depresión ovalada, de eje mayor vertical, y mide aproximadamente 4 cm de altura. El espacio existente entre la amígdala y el constrictor superior constituye el espacio peria- migdalino. Otros reparos a tener en cuenta son el trígono retromolar (por delante del pilar anterior), la fosita supraamigdalina (en el vértice de la fosa formada por la unión de los dos pilares) y la fosa subamigdalina (entre el polo inferior de la amígdala hacia arriba, el surco glosoamigdalino hacia abajo y el pilar posterior hacia atrás) Se denomina anillo linfático de Waldeyer al con- junto de elementos linfoepiteliales que rodean las aberturas externas de la faringe. Las amígdalas fa- ríngeas se encuentran integradas en el anillo linfá- tico de Waldeyer, el cual forma parte de los órganos linfáticos secundarios no encapsulados. Este anillo representa un órgano inmunológico importante en la defensa contra agentes infecciosos (2). Dentro de las funciones de las amígdalas pala- tinas se destacan la de seleccionar clones de célu- las B y T relacionados con los microorganismos y la superficie de la faringe y la de proporcionar un lugar para la expansión proliferativa de los clones seleccionados de linfocitos B y T, destinados a fun- ciones inmunitarias en zonas próximas a la mucosa faríngea. Las amígdalas poseen el conjunto de cé- lulas requerido para elaborar una respuesta inmu- ne humoral; se trata sobre todo de células B, que precisan la presencia de células T y macrófagos (si- tio de producción de inmunoglobulinas tisulares y séricas). La amígdala palatina tiene forma oval o de al- mendra (de ahí el término griego amygdala = almendra), y su tamaño varía con la edad, en los distintos individuos y en los procesos que cursan con hipertrofia y/o inflamación. Así es, pues, difícil definir su aspecto normal. Este hecho será de suma importancia y para tener en cuenta, como veremos luego, en el estudio semiológico y clínico del pa- ciente. Los elementos que componen el anillo linfático de Waldeyer, particularmente las amígdalas, pre- sentan un desarrollo cronológico en relación al cre- cimiento del individuo, aumentando de tamaño de manera progresiva desde los nueve meses de edad. Las amígdalas palatinas alcanzan generalmente su mayor tamaño hacia la segunda infancia. A esta edad el niño alcanza un equilibrio inmunológico, por el cual se detiene el crecimiento del anillo y su relación con el tamaño craneofacial comienza a dis- minuir. El eje mayor se dirige de arriba abajo y hacia atrás. La cara interna de la amígdala presenta un aspecto picado, por la presencia de fosas que con- ducen a la abertura de las criptas amigdalares, en número de 10 a 30 o más (estas criptas correspon- den a evaginaciones de la mucosa hacia el interior del parénquima, las cuales en su fondo pueden ser ramificadas, que generan un aumento del área de superficie de la amígdala en más del 30%, lo que fa- cilita la captura de antígenos) La cara profunda pre- senta una cápsula de tejido fibroso (es, en realidad, una hemicápsula amigdalar), la cual es separable del plano del músculo constrictor superior (plano que se ha de seguir en la amigdalectomía). La irrigación arterial de las amígdalas está dada por ramas de la carótida externa. La principal es la arteria amigdalar, una rama de la facial o a veces la
  • 3. REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 27 palatina ascendente, la cual se ubica en su polo an- teroinferior. Esta arteria está situada, con frecuencia, dentro del pliegue palatogloso. La vena palatina ex- terna o paraamigdalar desciende desde el paladar blando, lateral a la cápsula amigdalina, antes de atravesar la pared amigdalina. Otros datos anató- micos relacionados con los vasos -a tener en cuenta, sobre todo, para una correcta ubicación quirúrgica- son que la pared muscular de la fosa amigdalina se- para a la amígdala de la arteria palatina ascendente y, a veces, de la misma arteria facial tortuosa (a nivel inferior), y que la arteria carótida interna está a 25 mm por detrás y lateral a la amígdala. La inervación de las amígdalas está dada por las ramas amigdalares del nervio trigémino (maxilar) y glosofaríngeo, lo que explica el dolor referido al oído, síntoma a tener en cuenta en la evolución de los procesos de la región. A diferencia de los ganglios linfáticos, las amíg- dalas no poseen aferentes linfáticos, pero cada folí- culo está rodeado por densos plexos de vasos lin- fáticos finos que forman linfáticos eferentes; esos vasos corren hacia la hemicápsula, atraviesan el constrictor superior y drenan en los ganglios cervi- cales profundos superiores, sobre todo en los gan- glios yugulodigástricos. Histológicamente la amígdala palatina presen- ta una mucosa revestida de un epitelio plano es- tratificado no queratinizado. En el corion de esta mucosa se encuentran numerosos folículos linfáti- cos dispuestos alrededor de las criptas profundas y ramificadas. En la región profunda se encuentra una cápsula de tejido conectivo fibroso, de donde parten tabiques interfoliculares, que sirven de so- porte y fijación. En el fondo de las criptas, el re- vestimiento epitelial escamoso se hace laxo (epitelio reticulado), transformándose en una malla, en la cual se entremezcla íntimamente con las células lin- foides del parénquima que, de este modo, entran en contacto con el medio ambiente; es el único lugar del organismo donde esto sucede. A este fenómeno de simbiosis linfoepitelial, que resulta de la estrecha relación entre las células epiteliales y linfocitarias, se lo denomina reticulación. Por debajo de la cáp- sula fibrosa se hallan fibras musculares estriadas pertenecientes a los músculos de la región. Definición Los tumores constituyen masas tisulares anóma- las, cuyo crecimiento es virtualmente autónomo y de una capacidad mucho mayor que la de los te- jidos normales. A diferencia de las proliferaciones celulares no neoplásicas, como las que se generan en las amígdalas durante la primera y segunda in- fancia (debido a los distintos estímulos antigénicos que recibe en ese tiempo), o las que produce un pro- ceso inflamatorio infeccioso agudo, el crecimiento de los tumores persiste tras la interrupción del esti- mulo que inició la alteración. Este hecho es de im- portancia y se ha de tener en cuenta en el examen de todo paciente con un aumento de tamaño de las amígdalas (3). Los tumores pueden desarrollarse a partir de cualquiera de las células que componen un tejido o un órgano. Histológicamente las amígdalas pala- tinas presentan el epitelio de revestimiento (plano estratificado no queratinizado), el epitelio reticular (íntima asociación de células epiteliales y de linfoci- tos), el tejido linfoide y por último el entramado de tejido conjuntivo (el conjunto de amígdalas recibe sostén de una delicada red de finas fibras de colá- geno secretado por sus fibroblastos) Los tumores malignos de las amígdalas palatinas constituyen el desarrollo de células neoplásicas de origen epitelial o de tejidos mesenquimales sobre el estroma de es- tos órganos. Dentro de los tumores de origen epi- telial se destacan los carcinomas y dentro de los de origen mesenquimal, de tejido linfoide, los linfomas malignos. Otros tipos de tumores de la región amigdalina están representados por el melanoma maligno, plas- mocitomas, tumores mixtos, cilindromas, tumores mucoepidermoides, sarcomas (fibrosarcoma, angio- sarcoma, rabdomiosarcoma, liposarcoma), etc. Epidemiología y etiopatogenia Los tumores de la región amigdalina constituyen aproximadamente del 1 al 3% de todos los tumores del organismo (4). Ubicándonos en la zona de cabeza y cuello, éstos representan el 10% del total. Cachin otorga a los tumores malignos de la re- gión amigdalinas el 13% del total de los tumores de las vías aerodigestivas superiores, siendo los carci- nomas de la región amigdalina los más fuertes de estas vías. Esto último señala la importancia del conocimiento de esta patología, ya que la faringe representa una región de consulta otorrinolaringo- lógica constante. Aproximadamente el 90% de estos tumores ma- lignos está representado por carcinomas epidermoi- des. En segundo lugar se encuentran los linfomas malignos, que representan el 10% de los cánceres de amígdalas (estos son linfomas malignos no Hodg- kin).
  • 4. 28 REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 En cuanto a los carcinomas, la edad de aparición más frecuente ronda entre los 50 y los 70 años, pre- dominando en el sexo masculino (sexo que repre- senta el 80-90%, según diferentes autores) En los últimos años se constata un aumento en la inciden- cia de mujeres, relacionada posiblemente con un cambio en los hábitos, mayor consumo de alcohol y tabaco, principalmente. Como factores predisponentes se destacan el tabaco y el alcohol. Este hecho debe ser tenido en cuenta e investigado en toda anamnesis. Los efectos perjudiciales de éstos se potenciarían con su consu- mo simultáneo. Según Paparella (5) el 90% de los pacientes serían alcoholistas y tabaquistas crónicos. Se ha descrito el antecedente de exposición a otros irritantes locales e irritantes laborales, como el iso- propil, la industria del cuero o la lana y el níquel. Otros factores menos estudiados los constituyen los factores nutricionales y la mala higiene dentaria. Por otro lado, los linfomas NH de la amígdala predominan en el hombre (60-70%, aproximada- mente) y se puede observar su aparición en diferen- tes rangos de edad. Se constata así que los LNH -en general- pueden aparecer desde los primeros meses de vida hasta los últimos años de la misma, mos- trando un primer pico poco acusado en adolescen- tes, seguido de un pequeño nadir. A partir de los 15-20 años, esta incidencia crece logarítmicamente con la edad. Respecto a la afectación linfomatosa de la faringe, es interesante destacar que puede deber- se a linfomas primarios propiamente dichos, o a la afectación extranodal de linfomas nodales. La pro- babilidad de la infiltración del anillo de Waldeyer varía entre el 5 y el 50%, según la procedencia ame- ricana o europea del estudio (posiblemente relacio- nado con el diferente examen de la faringe en los diferentes estudios). Dentro del área ORL, el lugar de afectación más frecuente es la amígdala palatina, seguida de la rinofaringe. Por lo que respecta a la etiología de los LNH, ésta no se conoce con precisión, aunque en algunos tipos los virus tienen un papel etiológico importan- te. No se deben olvidar los factores de tipo genético y ambiental. Otro hecho a destacar lo constituye el que -en la actualidad- la incidencia de linfomas de alta malignidad de localización extranodal está au- mentando con el SIDA (6). Clasificación y estadificación No es el objetivo del trabajo profundizar en este aspecto, pero se hará un repaso de las diferentes cla- sificaciones y estadificaciones de estos tumores. En cuanto a los carcinomas, la clasificación de la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), TNM, toma en cuenta el tamaño del tumor y su extensión, la presencia de adenopatías, su número y su bilate- ralidad, y la presencia o no de metástasis. La clasifi- cación norteamericana (American Joint Committee for Cancer Staging and End Results Reporting) los agrupa en estadios que poseen equivalencias con el TNM de la UICC. AJCC UICC Estadio 0 Tis N0 M0 Estadio 1 T1 N0 M0 Estadio 2 T2 N0 M0 Estadio 3 T3 N0 M0 T1, T2, T3, N1 M0 Estadio 4T4 N0-N1 M0 T indiferente N2-N3 M0 T indiferente N indiferente M1 Es necesario señalar aquí el controvertido tema de la clasificación de los linfomas, destacando la clasificación de Rappaport y la del National Cancer Institute (NCI). Rappaport diseñó una clasificación de base etio- lógica, que ha sido hasta hace poco la más extendi- da y de la que siguen aún en vigor ciertos concep- tos. Diferenció dos patrones, uno de tipo nodular y otro de tipo difuso, de importante implicación pronóstica, correspondiendo relativamente mejores expectativas al primero. La NCI estableció la Working Formulation, ba- sada en rasgos morfológicos, pero con valor pro- nósticos. Establece tres grupos, con sus correspon- dientes subgrupos: bajo grado, grado intermedio y alto grado. Hay una serie de características que son propias de estos grupos. Los de bajo grado tienen un curso clínico solapado, un patrón de crecimiento no destructivo y ausencia de atipia celular; suelen respetar los llamados “lugares privilegiados” (testí- culos y SNC) y los individuos afectados logran una larga supervivencia. Los de alto grado son mucho más agresivos; los pacientes tendrán una corta su- pervivencia sin una terapia adecuada y con patrón de crecimiento destructivo. Otras clasificaciones son las de Luckes y Collins, que diferencian -según la estirpe celular- entre tu- mores tipo T, tipo B y de tipo histocitario; y la de Ann Arbor, que la agrupa en extensión de la patolo- gía en ganglios y órganos o región extralinfática.
  • 5. REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 29 Presentación clínica Es fundamental hacer hincapié en este punto, te- niendo en cuenta esta posibilidad diagnóstica ante procesos tórpidos o no habituales, para posibilitar la sospecha que garantice un diagnóstico precoz, ya que muchas veces estos pacientes presentaban síntomas vagos muchos meses antes de concurrir a la consulta y los tumores pequeños confinados a la amígdala, en muchas ocasiones- son asintomáticos y recién comienzan a dar síntomas una vez que in- vaden los pilares, que son más sensibles. La sintomatología se inicia generalmente como molestias faríngeas, con irritación de garganta, pi- cores o sensación de cuerpo extraño. La molestia luego evoluciona a dolor u odinofagia. En cuanto a los trastornos de la deglución, si estas sensaciones aparecen o aumentan durante la deglución, debe considerarse sistemáticamente una causa orgánica principalmente tumoral. Si, contrariamente, estas manifestaciones desaparecen con la deglución, es probable que pertenezcan al cuadro de parestesias faríngeas. Éstas aparecen en un contexto psicológi- co particular, y como elementos tranquilizadores durante el interrogatorio, surgen: su desaparición durante las comidas, la ausencia de otalgia refleja y, finalmente, el examen ORL normal. Igualmente estas parestesias deben seguir siendo un diagnós- tico de eliminación y, además, se ha de juzgar esta semiología particular, controlándola al cabo de 2 a 4 semanas de tratamiento (7). Según diferentes autores, el primer síntoma re- ferido al momento de la consulta lo constituye la odinofagia unilateral o la evolución de ésta a la dis- fagia. La otalgia refleja ipsilateral -por la irritación del nervio glosofaríngeo- es un síntoma asociado de gran valor semiológico. Si no existe un contexto in- feccioso, la otalgia debe sugerir siempre la hipótesis de una patología tumoral. En el caso de la orofa- ringe la intensidad del dolor es muy variable, sin correlación anatomoclínica obligatoria; es por esto que existen ciertas lesiones neoplásicas minúsculas y, por ende, difícilmente detectables durante el exa- men clínico, como las pequeñas lesiones infiltrantes del surco glosoamigdalino, que puede provocar un cuadro muy álgico, mientras que los tumores más voluminosos a veces sólo se manifiestan por una simple sensación de depósito alimenticio durante la deglución. Los esputos hemáticos o sanguinolentos tam- bién deben buscarse. Éstos son generalmente de abundancia moderada, en forma de estrías sangui- nolentas o de coágulo. Un síntoma que constituye un signo de grave- dad es el trismus, ya que refleja la difusión de la patología a los espacios parafaríngeos y/o la afec- tación de los músculos pterigoideos (foto 1). En el caso de los carcinomas, la adenopatía cer- vical se manifiesta aproximadamente en un 30% de los casos. En cuanto a los LNH en general, la mayoría de los pacientes manifiestan adenopatías. Como ya se mencionó, dentro del área de ORL la afectación de la amígdala palatina es la más frecuente. A medida que la patología progresa, aparecen adelgazamiento, astenia, adinamia, etc. Hay que tener en cuenta también la posibilidad de la presencia de una sobreinfección amigdalina que encubra la patología subyacente. Otras manifestaciones, más tardías, pueden ser las apneas y la voz gangosa, producto del gran ta- maño de algunos tumores (foto 2). Diagnóstico Antes de comenzar a desarrollar este apartado, es de suma importancia resaltar la necesidad de un diagnóstico precoz, ya que éste es el que posibilita un tratamiento adecuado y un mejor pronóstico. En relación a lo dicho, es fundamental la sospecha por parte del médico especialista ante la sintomatología arriba descrita. La inspección y el examen clínico de la faringe representan el primer paso. Para ello recurrimos al examen directo, con buena luz frontal, de la orofa- ringe, una faringolaringoscopía indirecta, una ri- noscopia anterior y posterior y una otoscopía (8). En una amígdala sana las aberturas de las criptas son similares a fisuras y las paredes de sus luces se encuentran colapsadas y en contacto unas con otras. Prestar atención a la presencia de hipertrofia, de asi- metría en el tamaño, trismus, etc. Se debe observar también la movilidad de la lengua. En cuanto a la anatomía superficial, la amígdala palatina ocupa una posición demasiado profunda para palparla desde el exterior, aunque esté aumentada de tama- ño. Con la boca cerrada la superficie medial de la amígdala toca al dorso de la lengua. En esa posición la superficie que marca la amígdala palatina en el exterior de la cara corresponde a un área oval sobre la porción inferior del músculo masetero, un poco por encima y por delante del ángulo mandibular y por detrás del tercer molar inferior. Algunos carcinomas presentan generalmente un aspecto mixto, con áreas ulceroinfiltrantes o ulce-
  • 6. 30 REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 roexofíticas. Puede presentar zonas necróticas o so- breinfectadas (foto 3). Puede existir una correlación entre el aspecto del carcinoma y la zona donde se desarrolla. El carcinoma exofítico predomina en la amígdala, el de tipo superficial en el pilar anterior, el infiltrante en el pilar posterior y el ulceroinfiltran- te en el surco glosoamigdalino. Se continúa con la palpación de la región amig- dalina y base de la lengua. Éste es un examen bima- nual, y de suma importancia. Se determina la con- sistencia, la elasticidad, las durezas, los límites de las tumoraciones, la movilidad de la amígdala, etc. El carcinoma frecuentemente se presentan como irregular, indurado, ulcerado, infiltrante, lobulado, exofítico, doloroso, sangrante, etc., en tanto que el linfoma generalmente es de consistencia elástica, liso, homogéneo, recubierto por mucosa normal e indoloro (foto 4). Un signo de sospecha lo constituye el sangrado por contacto, causado por la fragilidad capilar que produce el tumor. La palpación es útil en tumores de pequeño tamaño, como los tumores intracrípticos, ya que en éstos es fácil realizarla y pueden generar un signo de sospecha que es el dolor al tacto. Los tu- mores del pilar posterior pueden presentarse como eritema localizado, que al tacto presenta induración y posiblemente sangrado. En tumores de gran volu- men a veces es difícil de realizar por la presencia de trismus; en estos casos es útil la palpación durante la anestesia general. Dentro de este tiempo del examen también debe realizarse una palpación en busca de adenopatías. En el caso de los carcinomas, generalmente se pre- Foto 4. Linfoma NH de amígdala derecha. Foto 3. Foto 5. RMN con contraste de carcinoma epidermoide de amígdala izquierda. Foto 2. Linfoma NH amigdalino. Foto 1.
  • 7. REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 31 sentan adenopatías palpables en el primer examen en un 60-80% de los enfermos (el 8% de éstas son bilaterales). La localización principal es la yugulo- carotídea subdigástrica (otras regiones están afecta- das en menos del 15% al momento del diagnóstico). Cachin describe la metástasis ganglionar quística, la cual precede a la aparición del carcinoma primario en la amígdala, que se diagnostica por estudio anato- mopatológico de la pieza de amigdalectomía. En el caso de linfomas NH, cuando aparece una adenopa- tía en el territorio laterocervical se aconseja la reali- zación de un profundo y protocolar examen ORL y de seguimiento y, en caso de negatividad, exéresis de la misma para su correcto estudio anatomopato- lógico. Es importante que el material -en parte- sea enviado en fresco, sin formol, para la realización de improntas y congelación de parte del material para futuros estudios inmunohistoquímicos. La confirmación diagnóstica es otorgada por la biopsia y el estudio anatomopatológico. En el caso de los carcinomas éstos pueden ser de tipo bien diferenciado, poco diferenciado o indiferenciado. Ante la confirmación de un linfoma NH se realiza una biopsia de médula ósea. Se debe completar la inspección indirecta con una nasofibrolaringoscopía. En el caso de los linfo- mas se realiza una FEDA. En caso de un carcino- ma, este último examen se practica sólo si presenta síntomas. En relación a esto merece especial consi- deración el hecho de que, cuando los linfomas NH se presentan en el área del anillo de Waldeyer, hay un elevado riesgo de afectación del aparato diges- tivo. Desde hace algunos años se utiliza el término MALT (Mucosa Associated Lymphoid Tissue) para referirse a las poblaciones linfocitarias de las mem- branas mucosas. Se realiza una TAC de alta resolución con cortes coronales y axiales, que en caso del linfoma NH es también de tórax, abdomen y pelvis. Para mayor definición de partes blandas se utilizan la RMN (foto 5). En el caso de los carcinomas se solicita una radiografía de tórax en forma sistemática, ya que el 5-15% puede presentar metástasis en pulmón (9). Se realiza un laboratorio de rutina y en el caso de los linfomas NH incluye además LDH (de valor pronóstico, aumenta en enfermedad diseminada), microglobulina, calcemia, uricemia, serología HIV y para el virus EB. Teniendo en cuenta que las metástasis de los car- cinomas pueden comprometer el hígado y los hue- sos, si el paciente presenta signos de compromiso se lo estudiará con una ecografía hepática y un cente- llograma óseo, respectivamente. En el caso de los linfomas NH se realizará una gammagrafía ósea (Ga 67). El diagnóstico diferencial debe realizarse -en- tre otros- con una úlcera sifilítica o tuberculoide, la angina de Plaut Vincent, las anginas hemopáticas, el flemón periamigdalino (puede ocultar un verda- dero tumor), las micosis, los tumores de vecindad (por ejemplo, el lóbulo profundo de la parótida), la extensión de tumores vecinos, los quistes de reten- ción, las lesiones benignas (angiomas, papilomas, fibromas, etc.) y la asimetría (hipertrofia unilateral) (10). Tratamiento y pronóstico Se resumirán a continuación los datos más des- tacados en cuanto al tratamiento, ya que éste es un tema muy extenso y que -en ciertos casos- genera distintos puntos de vista. Se recalca, nuevamente, la necesidad de un diag- nóstico precoz para poder realizar un tratamiento adecuado, menos agresivo y de mejor pronóstico (11). En cuanto a los carcinomas, se utilizan principal- mente dos terapéuticas, la radioterapia y la cirugía. Las indicaciones terapéuticas dependen de la locali- zación primaria del tumor y de su extensión (12). La cirugía incluye la cirugía del tumor primario y la de los ganglios. La cirugía del tumor primario se realiza con dis- tintas técnicas. La vía endobucal está indicada en tumores pequeños (Cis, T1), fácilmente accesibles. La vía cervical incluye la orofaringectomía por fa- ringotomía lateral o la orofaringectomía lateral por mandibulotomía. Ésta última representa la más uti- lizada, ya que brinda un acceso directo y amplio a la zona paraamigdalina y a la pared lateral de la orofaringe. Se debe realizar el tratamiento de las zonas gan- glionares. Se ha comprobado que el 31% de los en- fermos diagnosticados como N0 presentaban gan- glios positivos tras la exéresis funcional. La radioterapia puede ser con objetivo curati- vo (se aplican semanalmente 10 Gy en 5 sesiones), asociada a la cirugía (pre o post-quirúrgica) o pa- liativa (para disminuir el dolor y mejorar las alte- raciones funcionales, se usan dosis bajas repetidas de 20 Gy).
  • 8. 32 REVISTA FASO AÑO 17 - Nº 2 - 2010 Los carcinomas descubiertos por una biopsia de una metástasis ganglionar deben ser tratados con un vaciamiento, amigdalectomía y radioterapia posterior. En el caso de metástasis se evaluará la posibili- dad de resecarlas y, de no ser posible, se realizará tratamiento paliativo. Éstas se presentan, según dis- tintas series, en un 5-15%. Son los T4 los que generan mayor cantidad de opiniones, entre la cirugía, la radioterapia paliativa o la abstención terapéutica. Gracias a los avances de los últimos años en cuanto a la cirugía de recons- trucción faríngea (el pectoral mayor es el más utili- zado para la realización de colgajos), las indicacio- nes quirúrgicas se han extendido. Las recidivas tumorales se dan en el 90% en los dos primeros años. Cualquiera sea el tratamiento, el porcentaje de fracasos locales es aproximadamen- te del 30%. Las recidivas ganglionares se dan en el 15% los dos primeros años. El tratamiento de los linfomas NH de amígda- la se basa en una asociación radioquimioterépica, cuyos protocolos son variables según los estadios clínicos y el tipo histológico obtenido al término del análisis general. Los resultados inmediatos refieren el 85% de remisiones completas y el 13% de fraca- sos locorregionales. Ulteriormente, las recidivas aparecen en el 50% de los sujetos en remisión en el año que sigue al tratamiento, sean locorregionales o extracervicofaciales. El porcentaje de supervivencia en adultos es del 40%, aproximadamente. Conclusiones Los tumores de amígdalas representan una neo- plasia frecuente en el terreno ORL. Los tumores malignos más frecuentes son el car- cinoma y el linfoma NH. Estos dos, a pesar de desarrollarse en una mis- ma estructura, presentan factores predisponentes, clínica, diagnóstico, estadificación, pronóstico y tra- tamiento diferentes. Es interesante señalar la frecuente asociación del carcinoma con el alcoholismo y el hábito de fumar, hecho que posibilitaría profundizar la búsqueda en estos pacientes e insistir en la lucha para el abando- no de dichas adicciones. Se debe hacer hincapié en la necesidad de un diagnóstico temprano, formulando una sospecha clínica ante cuadros floridos y seguimiento de pa- cientes con sintomatología inespecífica y evolución tórpida. En este sentido se recalca que la mayoría de los tumores -independientemente de la estirpe- en un comienzo son asintomáticos, evolucionando luego con molestias vagas. La totalidad de los pa- cientes atendidos consultaron por primera vez por odinofagia, refiriendo presentar las molestias desde hacía varios meses. Se comprueba así que el diagnóstico precoz es la base de un mejor pronóstico, ya que posibilita un tratamiento más adecuado. En cuanto al diagnóstico, se recalca el papel del estudio clínico profundo y, fundamentalmente, de la palpación amigdalina. Ante toda sospecha, se confirmará el diagnóstico mediante una biopsia. Es importante el tratamiento multidisciplinario del paciente, ya sea con especialistas en oncología, hematología, radio y quimioterapia, etc. También lo es el seguimiento a largo plazo del paciente, con una excelente relación médico/paciente. Bibliografía 1-GrayH.AnatomíadeGray.TomoII.Ed.HadcourtBrace. España, 1998. 2-BestyTaylor.Basesfisiológicasdelaprácticamédica.Ed. Panamericana. México, 1998. 3-Robbins.Patologíaestructuralyfuncional.Ed.McGrow- Hill. España, 1997. 4-Lorè.Cirugíadecabezaycuello.Ed.Panamericana.Argen- tina, 1990. 5-Paparella-Shumrick.ORLcabezaycuello.Ed.Panamerica- na. Argentina, 1992. 6-Cecil.Compendiodemedicinainterna.Ed.Interamericana. México, 1999. 7-AbellóP.TraseraJ.Otorrinolaringología.Ed.Doyma.Es- paña, 1998. 8-TatoJ.Alonso.TratadodeORLyBroncoesofagología.Ed. Paz. Madrid, 1961. 9-Eleta.Diagnósticoporimágenesdecabezaycuello.Ed.Ma- ggio. Bs. As. 1996. 10-ChinskiA. I Manual de ORLpediátrica. Ed. Marino.Ar- gentina, 1999. 11-DenkerAlbrecht.TratadodeORL.Ed.Gili.España,1927. 12-Beutter P. Encyclopedie Médico-Chirurgicale. Tomo IV. Francia, 2000. 13-ChiassoneLares.TratadodeORL.Ed.CientíficoMédica. España, 1990.