La gamificación emplea técnicas de juego para motivar a las personas a adquirir conocimientos y habilidades en ámbitos no lúdicos. Un buen juego de salud debe centrarse en la usabilidad, la experiencia del usuario, la narrativa y la medición de resultados, así como integrarse en la vida diaria y la atención médica. La gamificación puede ayudar a pacientes con rehabilitación, esclerosis múltiple y adherencia al tratamiento, y aumentar la concienciación sobre temas como la protección solar y la nutrición