El sulfato de magnesio administrado a mujeres con riesgo de parto prematuro ayuda a proteger el cerebro del recién nacido y mejorar los resultados a largo plazo. Cinco estudios que incluyeron a más de 6,000 neonatos mostraron que el tratamiento con sulfato de magnesio reduce significativamente el riesgo de parálisis cerebral en el recién nacido, así como la tasa de disfunción motora gruesa. El tratamiento también redujo las tasas combinadas de mortalidad y parálisis cerebral para los objetivos neuroprotectores,