Comenio criticó la educación de su época por ser meramente religiosa, privativa y técnica, impidiendo la iniciativa y libre albedrío de los estudiantes. Propuso que la escuela debe permitir que los estudiantes alcancen su perfección natural a través de estrategias correctas y liberación del aprendizaje. Su proyecto educativo es considerado utópico porque buscaba la perfección social y humana a través de una educación universal y armoniosa con siete etapas coincidiendo con los meses del año.