Alicia sigue a un conejo blanco a través de un agujero y se encuentra en un mundo fantástico. En este mundo, Alicia experimenta cambios de tamaño después de comer y beber varias cosas extrañas. Conoce varias criaturas raras y se divierte en un banquete con el conejo blanco. A pesar de las aventuras extrañas, Alicia aprende a navegar este mundo maravilloso.
2. Definición
El género fantástico, comúnmente llamado fantasía, es un género artístico de ficción en el cual los elementos principales del argumento
son imaginarios, irreales y sobrenaturales.
En su sentido más amplio, el género fantástico se halla presente en la literatura, cinematografía, historieta, videojuegos,
rol, pintura, escultura, drama y, sobre todo, en la mitología y relatos antiguos, donde tuvo su origen. Se caracteriza por no dar prioridad a una
representación realista que respete las leyes de funcionamiento del mundo real. En ese sentido se suele decir que el género fantástico es
subversivo, pues viola las normas de la realidad.
Generalmente se lo distingue de otras formas artísticas como la ciencia ficción –en la que también se subvierten los mecanismos de
funcionamiento de la realidad conocida– aduciendo que la causa de los fenómenos observados en obras de corte fantástico siempre tienen que ver
con fuerzas sobrenaturales mientras que en la ciencia ficción hay causas “cientifizadas”, con explicaciones que buscan la racionalidad dentro de
su ruptura con el orden conocido. Por eso, algunos autores opinan que la diferencia entre el relato fantástico y el de ciencia-ficción radica no
tanto en los hechos sobrenaturales sino en el modo en que el autor presenta y explica los mismos.
3. Características
Relación entre mundos fantásticos
Asumiendo que previo a la aparición del componente fantástico "las fantasías de aventuras subrayan el aspecto cotidiano que rodea a los
personajes, pues conviene que lectores y espectadores identifiquen su propio mundo con el mundo primario del relato", y en consecuencia la
existencia de un mundo primario con las características de nuestro mundo, y un mundo secundario fantástico, podemos distinguir tres modos de
relación entre ambos:
Estamos frente a un esquema de mundos abiertos cuando ambos mundos se encuentran conectados a través de un umbral mágico: un
portal, un pasadizo, etc. Es el esquema clásico de los cuentos maravillosos.
Un esquema de mundos cerrados se presenta cuando ambos mundos coexisten herméticamente, imposibilidad de una continuidad
temporal entre ambos. El caso de la serie Awake es un ejemplo de este esquema de mundos.
Por último, nos encontramos frente a un esquema de mundos implicados, en donde el mundo secundario "no aparece en el relato pero se
entromete en él a través de objetos o de personajes mágicos".
Tipologías de mundos secundarios
Mundos de frontera: en estos casos, el mundo secundario es una continuación del mundo primario. Se observa este tipo de mundo, por
ejemplo en Hansel y Gretel, en donde los protagonistas atraviesan un bosque y llegan a lugares en donde tienen lugar fenómenos fantásticos (la
existencia de una bruja que engorda niños para poder comerlos).
4. Mundos paralelos: este tipo de mundos posee una existencia por fuera del mundo primario y se llega hasta él a partir de pronunciar una
palabra mágica, o introducirse dentro de un armario encantado como es el caso, por ejemplo, de Las crónicas de Narnia. Debe haber un elemento
que comunique dos mundos que no están comunicados ni espacial, ni temporalmente.
Mundos alternativos: Son "mundos secundarios que presentan esencialmente las mismas características que el mundo primario, pero se
desvían en algunos detalles" que son vitales, de manera que el viajante cree estar viviendo una pesadilla. Es el caso característico de las historias
que presentan viajes en el tiempo.
Exploración de mundos secundarios
Estos mundos secundarios pueden ser explorados por sus protagonistas de tres maneras diferentes:
Exploración lineal: se da cuando los protagonistas ya no regresan a su mundo de origen. Neo, en Matrix es un ejemplo de este tipo de
exploración.
Exploración circular: Cuando los protagonistas retornan finalmente a su mundo de origen. Es el caso, por ejemplo, de Alicia en el País de las
Maravillas.
Exploración en espiral: esta última tipología se da en aquellos casos en que los viajes se repiten de modo recurrente. Harry Potter, y su visita
todos los años a Hogwarts nos proporciona un ejemplo claro de este tipo de exploración
5. Alicia en el país de las maravillas
Sucedió una vez, durante una hermosa tarde de verano, que una niña rubia llamada Alicia, paseaba por el campo junto a su hermana
mayor, llamada Ana. Hacía calor y la mayor dijo:
¡uf...! No me apetece caminas más. Me sentaré a leer bajo la sombra de este árbol.
Ana empezó a leer en voz alta y Alicia, aburrida, optó por sentarse a su vez bajo la sombra fresca del árbol próximo al de su hermana. Empezaba
a amodorrarse, cuando vio pasar a un Conejo Blanco estrafalariamente vestido que decía:
-¡Ah, caramba! ¡Llegaré tarde! ¡Siempre llego tarde!
Tendrá que darme más prisa...
Alicia pensó que aquel conejo era algo tonto. ¿Qué tenía que hacer un animal como él para preocuparse por la puntualidad?
6. A su vez, Alicia hizo la tontería de seguirle.
¡Vaya cosa rara! ¡Pero si el conejo se había metido por el hueco del tronco de un árbol! Atolondradamente, ella le siguió y, con toda facilidad,
entró por el agujero. Entonces pensó si salir sería tan fácil como entrar.
A pesar de ello, obsesionada como estaba por las idas y venidas del Conejo, siguió gateando tras él.
Iba por un estrecho sendero que bajaba siempre y cuando el conejo pasó por el ojo de la cerradura de una puerta, pensó que le sería
imposible hacer lo mismo. Llegó el momento en que fue a dar en un pozo muy profundo. El Conejo, por algún lado, seguía diciendo que iba a
llegar tarde.
Por fin, su viaje continuó en una sala llena de mesitas repletas de manjares y destacaba una botella que decía Bébeme..
Alicia tomó un poco de su contenido y sucedió un prodigio: se fue achicando y achicando. También descubrió una llavecita sobre una
mesa de cristal. La tomó, mirando a todas partes, pero le costó divisar una puerta. Cuando la encontró, con aire de penetrar en un misterio, la
abrió con aquella llave y se dijo contenta: -Menos mal. Es la llave que necesitaba. ¡Qué aventura estoy viviendo!
Detrás de aquella puerta sólo existía un pasadizo. El conejo se le había perdido de vista, pero ante sus ojos aparecía un magnífico jardín
con una casita al fondo.
7. Entro en ella...
Sobre la mesa del comedor encontró un apetitoso plato de guisado. En cuando lo probó, comenzó a crecer y crecer. Tanto creció, que su
cabeza rompió el techo, asustando a un ave que anidaba en el tejado y que comenzó a gritar:
¡Auxilio! ¡Acabo de ver un monstruo!
- No soy un monstruo. Soy una niña -se defendió.
-¡Mentira! -volvió a chillar el ave- No hay ninguna niña que tenga un cuello, brazos y piernas tan enormes.
¡Fuera de aquí, si no quieres que te picotee la nariz!
Luego la niña vio otro plato con exquisitas setas guisadas y pensó que quizá tuvieran la virtud de hacerla disminuir de estatura. Comió
unas pocas y descubrió que, en efecto, se achicaba.
Entonces le fue posible atravesar una puertecilla y pasar a una coquetona salita de muebles diminutos. Pero, viéndose tan pequeña, eso no
la consoló.
¿No iba a ser más lo que fue?
8. Encima de una de las mesas descubrió una apetitosa tortita y decidió comerla, para ver qué sucedía. Entonces, de nuevo empezó a crecer y
crecer.
-Me estoy alargando otra vez como un telescopio -se dijo, sin saber ya qué iba a ser de ella.
Y tantas lágrimas derramó que la sala comenzó a inundarse. Hasta temió volverse loca.
De todas formas, como tenía que hacer algo para recobrar su verdadero tamaño, bebió de una botellita y al instante empezó a encoger.
Pensó: -Me he convertido en un sube y baja. Tanto he disminuido que el resto de la tortita que conservo en la mano me parece una montaña. ¿Por
qué se me ocurrió seguir al conejo?
¡Se había hecho del tamaño de una nuez!
De repente cayó y creyó que había caído al mar, pero no. ¡Se trataba de sus propias lágrimas! Para no ahogarse, saltó a la barquita de
papel de la torta y, navegando siempre, fue a parar a un extraño lago poblado por una serie de seres pintorescos y también amenazadores. ¿Se
estaban burlando de ella?
Mirándola, se hacían gestos unos a otros, como si Alicia fuera un bicho raro. ¿Pero es que no se habían mirado a sí mismos? Había una
coneja con una capota de lo más ridículo, una estrella de mar con cara de mico, un pulpo que se le antojó lleno de ranos y una especie de pato con
un pico que parecía la bolsa del mercado. ¿De dónde habría salido?
9. Poniéndose muy seria, preguntó:
¿Podría alguien indicarme el modo de salir de este lago?
Por toda respuesta empezaron a reír de un modo grotesco y más que ninguno el pato o pájaro bobo o lo que fuera. Lo estaban pasando en
grande a su costa. Al fin, enfadada, estallo:
-¡Son ustedes unos grandísimos maleducados, ea!
Mientras se alejaba con gran trabajo por su propios medios de aquel charco, no lago, seguía oyendo las risotadas de los estúpidos que
dejaba a sus espaldas.
Al llegar a la orilla, agotada, se sentó a descansar sobre un hongo. Por suerte para ella acertó a pasar un gusanito sonriente y se dirigió a
él.
-¿Sabes tú de algún remedio que me ayude a crecer?
Le preguntó con dulce voz para no ser rechazada.
¡Empezaba a hartarse de todo lo visto desde que penetró por el agujero del árbol!
10. -¡Ciertamente, amiga mía. Ese hongo sobre el que estás sentada te hará crecer si lo comes por uno de los lados: por el otro, te hará mermar.
Dio un mordisco pequeño por una parte. ¡Oh, crecía más! Y se apresuró a morder un gran trozo del otro lado. Así consiguió Alicia
recuperar la talla.
No lejos de allí, la pequeña aventurera vio una mesa muy bien puesta, con un exquisito servicio aunque los comensales eran realmente
extraños. Entre ellos se hallaba el conejo blanco. Debió reconocerla porque amablemente, aunque con su aire de pícaro, le preguntó: -¿Quieres
acompañarnos a comer, pequeña?
Alicia, que de nuevo sentía hambre, accedió. Mientras participaba del banquete, Alicia pensaba que por allí todos estaban locos de atar.
Como ya se había quedado bien alimentada, la niña se levantó de la mesa, con un saludo general, pero sin olvidar despedirse
cariñosamente del gusanito, que tan amable había sido con ella.
Poco después tenía ocasión de contemplar algo realmente sorprendente: todo un ejército de cartas de baraja de las que salían cabezas,
brazos y piernas.
Algunos de ellos se dedicaban a pintar de rojo las rosas blancas.
-¿Qué estáis haciendo? -preguntó Alicia, muy sorprendida.
11. -¿No lo ves? Estamos pintando de rojo las rosas blancas porque hemos arrancado, sin darnos cuenta las rosas rojas del jardín de la Reina y si ella
se entera hará que nos corten la cabera -respondieron las extrañas figuras.
- ¿Quién es vuestra Reina? -preguntó la niña.
En ese momento apareció la Reina de la Baraja.
Uno de los pintores dijo muy por lo bajo que la Reina tenía un genio espantoso y castigaba a todo el mundo a la menor falta, e incluso
mandaba decapitar. En aquel momento, la mujer gritó:
¡Que le corten la cabeza a esa intrusa!
Como Alicia viera que los soldados carta se disponían a atacarla, soplo con fuerza y todos fueron por los suelos. Luego dijo:
-Mi condición es superior a la vuestra, porque soy humana.
Entonces llegó el Conejo Blanco con otros animales y todos, con los soldados, se lanzaron sobre la niña, esgrimiendo bastos y espadas.
12. ¡La que se armó allí! Alicia, naturalmente, trató de escapar a base de correr e intentar marearlos, pero no le sirvió de nada, porque los
objetos más extraños caían sobre su cabeza.
Entonces sí que empezó a chillar, pero fue hecha prisionera y llevada ante el tribunal presidido por la terrible Reina de la Baraja.
Sentada ante el tribunal sin posibilidad de escapatoria, Alicia quería responder a las acusaciones de la presidenta de dicho tribunas, o sea,
de la Reina. Pero ni le daban tiempo ni permitían que se la oyese.
La calificaron de criminal invasora, de ladrona del Reino de la Baraja, de querer usurpar el trono, en fin, de mil tonterías por el estilo,
pero que tenían a la muchacha al borde del terror.
Ella llegó a taparse los oídos con las manos.
De pronto, con un esfuerzo supremo, Alicia pudo levantarse de la silla y echar a correr. La Reina, bajando de su sitial, corría tras ella,
pero estaba tan gorda que no pudo seguirla y tuvo que desistir. Por el contrario, los soldados carta volvían a perseguirla con sus espadas y
garrotes. La niña, con espantosos chillidos, seguía corriendo.
Y de pronto, sintió que caía rodeada de los objetos más variados de los que había visto en su recorrido por tan extraño reino.
13. El conejo blanco, sin perder su gesto burlón, caía también cerca de ella. Alicia chilló más fuerte y una voz conocida y cariñosa, sonó a su
lado:
-¿Por qué chillas así, Alicia?
Era su hermana Ana, todavía con el libro entre las manos. Aliviada, comprendió que había sufrido una terrible pesadilla....
14. “Eso me temo….Has perdido la cabeza ¡Estás completamente loco.
Pero te diré un secreto: Las mejores personas lo están”