El documento detalla las debilidades de la educación en Panamá, incluyendo baja calidad en los aprendizajes de los estudiantes, falta de actualización del personal docente, contenidos curriculares no actualizados y poco pertinentes, modelo pedagógico centrado en la transmisión de información, y recursos didácticos inadecuados. También señala problemas de equidad educativa, gestión administrativa y financiera ineficiente, y falta de infraestructura escolar moderna.