Sócrates critica la democracia por varias razones. Según él, el individuo democrático carece de educación y disciplina, lo que lo hace caprichoso y propenso a seguir sus deseos del momento. Además, la democracia es excesivamente igualitaria y hostil a toda autoridad, prefiriendo la libertad sobre todo. Finalmente, Sócrates cree que el exceso de libertad en una democracia puede llevar a que los ciudadanos elijan un déspota para gobernarlos.