Una de las funciones principales y más empleadas del arte es la representación de la belleza, es decir, el intento de mostrar o de capturar lo bello. Esta función o característica es ciertamente moderna teniendo en cuenta que el ‘intento’ es una acción consciente. Pero cuando el artista no ‘intenta’ representar la belleza es también potencial portador de ella y en su obra podrá percibirse o vislumbrarse sólo si participa en la estética, esto es, en la percepción o apreciación humana de la belleza.
La estética filosófica en las diferentes etapas de la historiaLuz Stella Ramirez
En cada época de la historia la estética filosófica ha incorporado características propias de cada una de ellas.
Este es un panorama de los principales pensamientos estéticos filosóficos en los griegos, la Edad Media, La Edad Moderna y la Edad Contemporánea.
La estética filosófica en las diferentes etapas de la historiaLuz Stella Ramirez
En cada época de la historia la estética filosófica ha incorporado características propias de cada una de ellas.
Este es un panorama de los principales pensamientos estéticos filosóficos en los griegos, la Edad Media, La Edad Moderna y la Edad Contemporánea.
ESTA LINEA DEL TIEMPO ES SOBRE EL ARTE MODERNO TE AYUDARA A RESOLVER LA TAREA QUE PROBABLEMENTE TE DEJE TU PROFESOR , ESPERO TE SIRVA Y SEA DE TU AGRADO , TE INVITO A VERLO
Material de exclusivo uso interno de la Cátedra de Estética/Fundamentos Estéticos de la Facultad de Bellas Artes, UNLP.
Publicado con fines académicos.
CC Uso permitido con mención de la fuente
Meditar supone mantener una atención consciente y plena del momento presente. Su práctica facilita el completo desarrollo de esta capacidad natural en el individuo.
por José Manuel Martínez Sánchez
www.prana.es
Jñana yoga. El yoga de la sabiduría (Una aproximación a la esencia del Vedanta Advaita o No-dualidad)
José Manuel Martínez Sánchez
www.lasletrasdelaire.blogspot.com
Siddharta Gautama (también conocido como “Buda”), fue un profundo indagador del ser, fue alguien que comprendió su verdadera naturaleza real y que trascendió los límites autoimpuestos del “samsara” (rueda de nacimientos y muertes) por medio de la meditación. Así se dio cuenta de que la creencia de que existe un “ego” es la causa de nuestro sufrimiento, pues el “ego” se sustenta en el deseo de devenir y siempre estará buscando algo que lo complete. Pero la realidad última es que no hay nadie que necesite ser completado. La meditación, por tanto, más que ser una búsqueda se revela como la cesación de toda búsqueda, como la clara comprensión de nuestra esencia de totalidad.
por José Manuel Martínez Sánchez (www.prana.es)
"Mahavakya" significa "gran contemplación", son las grandes sentencias que se hallan en las Upanidads (recogidas por Shankara, el gran sistematizador y comentarista del Vedanta) y aunque hay más de cuatro, se denominan las Cuatro Mahavakyas a las más importantes de todas ellas, que ejemplifican la esencia del Vedanta en cuanto a expresiones que representan los contenidos fundamentales del pensamiento vedántico. Estas expresiones son fuente constante de reflexión y meditación dentro del contexto del Vedanta Advaita o no dualista. En tres de las cuatro mahavakyas aparece la palabra Brahma, cuya raíz etimológica significa "conocimiento" y "expansión", aquello que todo lo impregna. Significa, por tanto, el mundo o el universo entero manifestado. También se traduce por la Realidad Absoluta.
La experiencia de la vida nos enseña a cambiar, a mejorar, a apaciguar nuestros deseos, a equilibrar el alma. Poco a poco nos vamos haciendo más comprensivos con nosotros mismos y con los demás, más autoconscientes, más despiertos.
José Manuel Martínez Sánchez
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Eso es la esencia de todo, es lo que no se puede nombrar y está en cualquier parte. Lo señalamos al señalar cualquier cosa, porque está ahí, todo lo interpenetra, está a la vista donde quiera mirarse, de forma directa. Eso es el ser y el ser es eso que todos somos, en todo espacio ilimitado de percepciones, vivencias, emociones, pensamientos y no pensamientos.
por José Manuel Martínez Sánchez
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Artículo sobre meditación y respiración. Atención, meditación, respiración, yoga, pranayama, kundalini, tantra, budismo, tao, chi, chikung, advaita...
por José Manuel Martínez Sánchez
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Hablar de la personalidad y biografía de Nisargadatta, teniendo en cuenta las palabras que nos legó en sus charlas con los numerosos visitantes que buscaban su presencia, sería una especie de contradicción en cuanto a lo que él mismo quiso transmitir repetidamente. “Yo soy innacido”, solía decir.
"Usted es completo aquí y ahora,
usted no necesita absolutamente nada."
Sri Nisargadatta Maharaj
(“Yo soy Eso”.)
por José Manuel Martínez Sánchez
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En el presente trabajo se tratará de ofrecer una interpretación semiótica de la forma hipertextual del llamado ‘blog’. Para ello se expone un planteamiento analítico-descriptivo del ‘blog’ y se considera su función lingüística-cultural como nuevo canal de comunicación. Se compara esta forma de carácter hipertextual con las formas textuales tradicionales con el fin de valorar las posibilidades comunicativas y artísticas de la misma. La diferencia fundamental del hipertexto (forma del blog) con respecto al texto escrito tradicional es la ‘multisecuencialidad’. El ‘blog’ es considerado aquí, por tanto, como nueva forma de comunicación cultural (en proceso, sin temporalidad cerrada) que replantea, tanto en la forma como en el contenido, las expresiones comunicativas-culturales de nuestro tiempo a través del gran hipertexto o forma cibertextual integral: Internet.
El uso de la cita peritextual, o del elemento peritextual, como yo lo he denominado, refleja una nueva actitud creciente en la construcción poética que se asienta en el posmodernismo. Los autores posmodernos miran el pasado con ironía pero consideran que salvaguardar este pasado es una tarea digna, noble y obligada, que no está reñida con la originalidad y la creación individual que puedan aportar con sus textos a la magna Historia de la Literatura.
Como ya anunció Chesterton: “el hombre moderno sólo ensaya o intenta llegar a una conclusión”. Esta conclusión puede ser la resolución de sus utopías, y también de sus distopías. En el ensayo –como afirmaría Adorno- “se compone experimentando con el pensamiento” y, por supuesto, no apunta – o no debe apuntar- a una conclusión cerrada, dirá Luckacs. El primer ensayista, Montaigne, dialoga, como Rodó, con la cultura, especialmente con la clásica y renacentista. Se toma este diálogo como camino de conocimiento que no podrá desposeerse de un obligado escepticismo, al aceptarse que la verdad no es una realidad positiva. Pero, como escribiera Sor Juana Inés de la Cruz, “también es vicio el saber”. El saber -así- se reelabora en bálsamo, en conciencia mítica de una realidad justificada por la tradición.
Una vez que comprendemos la ilusión del sufrimiento, percibido tan real por el hecho de apegarnos a él, damos el paso siguiente que consiste en aprender el desapego, en vencer los obstáculos de la ignorancia, del deseo y del sufrimiento.
Acceder al conocimiento de nuestra propia identidad puede resultar tautológico en términos generales, pues todo lo que pensemos de nosotros mismos será siempre nuestra identidad, según el ‘principio lógico de identidad’...
Una breve introducción a los fundamentos de la meditación en tanto que camino espiritual, teniendo en cuenta el silencio como el factor predominante en la consecución exitosa de cualquier acto meditativo.
No sabemos exactamente cuándo el ser humano se comunicó lingüísticamente con otros seres humanos, sabemos que se expresó simbólicamente de otras maneras como por ejemplo realizando pinturas en las cuevas. ¿Pero cuándo el homo sapiens habló por primera vez? [...] Es inquietante investigar qué ocurrió desde esas primeras interjecciones monosilábicas hasta los grandes poemas de nuestros escritores más modernos. Aquí la selección natural también conviene, en definitiva, que la creatividad artística es una capacidad que se desarrolla adaptándose al medio y superándose con el paso del hombre y de los siglos. La evolución desarrolla en el hombre aquello que le proporciona mayor posibilidad de supervivencia y el lenguaje humano, además de capacitarlo para ello, culturalmente lo justifica.
Spitzer afirma que el arte barroco no puede existir sin sus dos períodos anteriores. No se puede comprender el barroco sin el trascendentalismo medieval, ni sin la vida sensual del Renacimiento. Nos hace ver que el conceptismo y el culteranismo en el fondo son rasgos de estilo medievales. El juego con la palabra propio del conceptismo se corresponde con el espíritu del hombre cristiano, un placer divino que se permite el hombre para acercarse a Dios. El culteranismo, el uso de palabras poco conocidas, es como la actitud del cristiano hacia el latín, como lengua poderosa y ensalzada, propia de las liturgias eclesiásticas.
En el presente artículo se trata de exponer resumidamente en qué consiste la escritura terapéutica, cuáles son sus beneficios y cómo se lleva a cabo esta terapia.
La esperanza, en Zambrano, es un sentimiento humano necesario del individuo que explica el origen de las creencias. Hemos de entender que a “esperanza” debe unírsele “desesperanza”, pues un sentimiento contiene inexorablemente el opuesto. Este sentimiento puede crear una realidad que no sea real, esto es, que no sea “verdad” (alétheia), pero que le encamine a la búsqueda de ella.
Borges es un universo capaz de albergar múltiples universos. La materia creativa surge de la memoria y la imaginación surge del olvido, porque la memoria es constante pérdida y sin embargo necesita reconstruir lo perdido, esa reconstrucción ya es ficción pues no recupera la realidad sino elabora otra realidad a partir de elementos fragmentados ordenándose en la continuidad del tiempo, mirando hacia atrás, sin poder detenerse en el camino.
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Desestructuración de la estructura estética: el arte sin el arte
1. Desestructuración de la
estructura estética
El arte sin el arte
Una de las funciones principales y más empleadas del arte es la
representación de la belleza, es decir, el intento de mostrar o de
capturar lo bello. Esta función o característica es ciertamente
moderna teniendo en cuenta que el ‘intento’ es una acción
consciente. Pero cuando el artista no ‘intenta’ representar la
belleza es también potencial portador de ella y en su obra podrá
percibirse o vislumbrarse sólo si participa en la estética, esto es,
en la percepción o apreciación humana de la belleza.
Se da la salud cuando hay en el cuerpo unidad armónica, la
belleza cuando la unidad mantiene unidas las partes, y la virtud
en el alma cuando la unión de las partes resulta de un acuerdo.
PLOTINO (Enéada VI, Sobre el Bien o el Uno)
¿Qué es lo bello? Nietzsche escribió que en lo bello, el
hombre se establece a sí mismo como criterio de
perfección. El filósofo alemán no consideró lo bello en
sí como un concepto sino como una apreciación inestable y
humanizada. No existe lo bello en sí, solamente la cuestión
de la belleza obedece a un relativismo narcisista. Así los
griegos construían sus templos según una percepción de
equilibrio referida a lo humano. La concepción de la belleza
indudablemente es un juicio humano que, en determinados
casos, busca su reflejo en lo propiamente humano, pero en
otros casos en la Naturaleza, en Dios o en el Universo, por
ejemplo. Más allá de esas referencias el criterio nunca
dejará de ser susceptible de la mirada estética que en
última instancia siempre será humana y en consecuencia
alterable.
2. Una de las funciones principales y más empleadas del arte
es la representación de la belleza, es decir, el intento de
mostrar o de capturar lo bello. Esta función o característica
es ciertamente moderna teniendo en cuenta que el ‘intento’
es una acción consciente. Pero cuando el artista no
‘intenta’ representar la belleza es también potencial
portador de ella y en su obra podrá percibirse o
vislumbrarse sólo si participa en la estética, esto es, en la
percepción o apreciación humana de la belleza. El artista
es portador, de este modo, de una belleza ya sometida a
juicio, una belleza creada, asimilada, con una historia y una
anatomía concreta. La concepción de la belleza es también
relativa en el tiempo. Por eso, cuando el llamado ‘arte
moderno’ intenta la ruptura de los criterios estéticos
diacrónicos no nos queda más remedio que formular otra
teoría de la estética que se adapte a esa llamada ‘belleza’.
Y este es el debate de nuestro tiempo: ¿qué es lo bello,
entonces?
Ni siquiera el arte siempre ha pretendido la belleza ni lo
pretende ahora, así que convendría dejar a un lado la
discusión sobre el arte como instrumento de representación
de la belleza para tratar de definir lo bello en sí: ¿cómo
puede existir un medio de expresión de la belleza si ésta es
inexpresable en la teoría? Una de las causas de este
intento de definición frustrada la encontramos en el arte
moderno: en la desestructuración de la estructura estética.
Así defino, con estas palabras, un fenómeno natural que se
sostiene precisamente en la incapacidad de sostener la
tradición estética. Este fenómeno ocurre con periodicidad
desde siempre pero donde se hace más evidente es a
partir del siglo XX y no es producto primero del arte y de
sus posibilidades, sino del hombre, como apuntaba
Nietzsche, del hombre: que se establece a sí mismo como
criterio de perfección.
Ortega no se refirió a la deshumanización del arte como
una posibilidad más del arte, sino como una consecuencia
3. revelada en una introspección artística en el arte cuyo
resultado es una obra que no refleja lo humano sino una
especie de ‘nuevo Prometeo’ llamado Arte. Este arte se
emancipa de las características humanas que lo desatan,
como Frankenstein, y se pregunta indirectamente por él
mismo, por su naturaleza y destino. No es un meta-arte ya
que no tiene por qué establecer un discurso sobre sí mismo
puesto que su característica esencial es la ausencia de
discurso como en Frankenstein la ausencia de alma. No es
el arte por el arte de los románticos alemanes sino el arte
sin el arte.
Volvemos a preguntarnos: ¿qué es la belleza? Y la
pregunta sigue sin respuesta al igual que si nos
preguntásemos: ¿quiénes somos?, ¿adónde vamos?, etc.
Los discursos se agotan y no por necesidad sino, todo lo
contrario, por diversidad. Los discursos se agotan (No nos
quedan más comienzos nos afirma George Steiner) porque
el hombre está agotado de inventarse expresiones sobre la
expresión inexpresable. No hay belleza que no sea
humana, ni siquiera la belleza divina, esa que atribuimos a
nuestro anhelo más necesario y que llamamos ‘perfección’.
Podríamos aceptar, como Schopenhauer, que la vida
nunca es bella y únicamente son bellos los cuadros de la
vida. Podríamos pensar únicamente que la belleza
obtenida en el arte es fruto del desarrollo de una técnica en
constante intento de perfección humana. Félix Grande
asemeja la esencia del soneto al Universo basándose en
una teoría del matemático René Thon que decía que en el
Universo, todo lo que no es magia o ciencia es forma. Félix
Grande nos explica que en el universo del soneto se
reúnen magia, ciencia y forma. Y se hace una
pregunta: ¿Tal vez en toda la poesía?¿Tal vez, me
pregunto yo, no sea la belleza la que rige este universo de
creación? Mi deducción no se basa, evidentemente, en un
propósito positivista, pues intentar acometer tal empresa
rebasaría los límites de la coherencia. Y es que la
coherencia antropocéntrica es una actividad paradójica.
4. El hombre es el centro pero siempre queda superado por
su razón dogmática, el hombre es el único protagonista
pero nunca cesa de improvisar, el hombre es el que
establece las categorías y éstas no atienden nunca a un
orden duradero. No podremos emprender definiciones
constantes de conceptos que además de ciencia y de
forma les constituye una cualidad mágica. Incluiría esta
conclusión en el ámbito amplísimo de la metafísica. Las
dos cuestiones principales que he abordado: la búsqueda
de la definición de la belleza y la imposibilidad del arte de
expresarla (o posibilidad efímera) por su
continua desestructuración tienen un antecedente vital y
metafísico: la sustancia indefinible de lo existente. No he
formulado una crítica a la teoría estética -la cual defiendo y
considero necesaria- pues nos servirá para comprender
cuál es nuestra percepción o estimación de la belleza en un
espacio temporal diacrónico y sincrónico.
La teoría estética generalmente constata y estudia las
evidencias de lo existente o especula con ellas pero no con
la sustancia última que las constituye. Por eso el inagotable
debate se inicia cuando nos planteamos si la belleza está
en las cosas por sí mismas o atiende a la manera particular
en que percibimos las cosas. Si nos alejamos de la realidad
material, de lo empíricamente comprobable en la definición
de lo bello nos adentramos sin remedio en el terreno de lo
metafísico. Y en este terreno filosófico es en el que hay que
saber habitar sin temor a sueños o razones dogmáticas,
abiertos a ensayar sobre el ser de las cosas. ¿Qué es lo
bello? Es una pregunta metafísica, luego no es posible
obtener una constatación irrefutable. Pero sí es posible
valorar la grandeza de la pregunta y estimar la amplitud de
sus respuestas.
José Manuel Martínez Sánchez
Trabajo publicado en la revista "La rosa profunda". Nº 1, mayo
2005. ISSN: 1699-4671