La educación azteca tenía como objetivo principal formar la personalidad del individuo y enseñarles un gran sentido de familia y grupo. Era tradicionalista y estaba basada en un origen religioso, por lo que se consideraba una cultura guerrera. La educación se daba de manera diferente para niños y niñas en escuelas como el Calmecac y Tepuchcalli, y era estricta y austera, enfocada en prepararlos para sus roles de acuerdo a su género y estatus social.