El documento argumenta que la enseñanza tradicional se ha centrado demasiado en la memorización y ha dejado poco espacio para fomentar la comprensión profunda y el pensamiento crítico. Señala que las escuelas a menudo reproducen las desigualdades de la sociedad y propone que para lograr un aprendizaje significativo, los estudiantes deben participar en experiencias educativas relevantes que les motiven y les permitan conectarse unos con otros.