El proceso penal sumario es un proceso abreviado para delitos menores que carece de una fase de juicio oral. Se originó en 1969 para agilizar casos y abarca ahora la mayoría de los delitos menores. Carece de garantías como la separación de funciones de investigación y sentencia y la falta de un debido proceso con un juicio público, lo que plantea problemas de imparcialidad e igualdad.