El documento reflexiona sobre la ética de la ciencia en la era moderna. Señala que el avance científico ha traído tanto beneficios como consecuencias debatibles para la humanidad. Propone el desarrollo de una "inteligencia ética" para guiar la ciencia de una manera que considere las necesidades humanas. Concluye que la ciencia y la ética deben ir de la mano en el mundo moderno a través de la responsabilidad y el compromiso con el conocimiento.