La presión sanguínea es mantenida por la contracción del corazón y la elasticidad de las arterias. Se ve afectada por factores como el diámetro y grosor de los vasos, la gravedad y la posición del cuerpo. La presión es mayor en las arterias y menor en las venas, y depende del volumen sanguíneo bombeado por el corazón y la resistencia de los vasos periféricos.