El documento argumenta que la investigación educativa en Latinoamérica debe centrarse en problemas relevantes para la realidad social de cada país y generar cambios cualitativos en el sistema educativo. Propone que la investigación parta de la práctica en lugar del discurso y aborde temas como los contenidos educativos, la administración escolar y los métodos didácticos a todos los niveles. El objetivo final es rescatar la identidad nacional y proyectarla educativamente para construir una historia propia con voz propia.