Las condiciones socioeconómicas y culturales en la comunidad donde vivía Fausto dificultaban su desarrollo y educación. Los hombres emigraban a EE.UU. para trabajar, y las mujeres sufrían machismo y pobreza. La economía local dependía de la venta de sombreros y maíz, pero las cosechas eran escasas. Debido a la malnutrición y pobreza, la educación no era una opción, por lo que emigrar se veía como la única forma de progresar.