La fermentación acética transforma el alcohol en ácido acético a través de la acción de bacterias aeróbicas como Acetobacter. Este proceso proporciona el vinagre y es considerado un defecto en el vino cuando ocurre en exceso. La fermentación acética ha sido conocida por más de 4,000 años y Pasteur descubrió que las bacterias aeróbicas convierten el alcohol etílico en ácido acético. El proceso requiere oxígeno y una temperatura ideal entre 28-30°C.