El currículo de la educación inicial se fundamenta en las ciencias de la psicología, pedagogía y neurociencia. Se han considerado las teorías de investigadores como Vigotsky, quien ve el aprendizaje como un fenómeno social, y Ausubel, que plantea vincular nuevos conocimientos con ideas previas del niño. Los primeros años son cruciales para el desarrollo cerebral debido a su plasticidad. Un ambiente estable y cálido permite el aprendizaje autónomo y el desarrollo neuronal a largo plazo.