Los futuros son contratos derivados estandarizados para comprar o vender un activo en una fecha futura a un precio predeterminado. Se negocian a través de una cámara de compensación que actúa como contraparte central para reducir el riesgo de contraparte. Los futuros se utilizan comúnmente para gestionar el riesgo de precios de materias primas, divisas e índices bursátiles.