Este documento presenta una guía de actividades para el tercer periodo de octavo grado sobre la geografía política y la historia de la independencia de Colombia. Incluye información sobre los departamentos y ciudades durante diferentes periodos históricos como La Gran Colombia y la República de la Nueva Granada. También presenta biografías de figuras importantes, conceptos clave y fragmentos de documentos históricos primarios para ser analizados, así como actividades para organizar la línea de tiempo de acontecimientos políticos significativos y el cuadro de period
1. 1
GUIA GRADO OCTAVO
TERCER PERIODO
ACTIVIDAD 1: GEOGRAFÍA POLITICA DE COLOMBIA. Nombrar cada uno de los departamentos, según la división política
de la época.
1. LA GRAN COLOMBIA 1819 – 1830
ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA 1857-1886. Ubicar los estados federados o “estados soberanos”de la época.
2. 2
ACTIVIDAD: UBICO LOS DEPARTAMENTOS Y CIUDADES DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA (ACTUAL).
Actividad: comparando los tres mapas anteriores, qué diferencias encuentras. Explica ampliamente a qué se deben dichas
diferencias y cambios.
3. 3
ACTIVIDAD NO. 2 INVESTIGAR EN CASA
TEMA: INDEPENDENCIA DE COLOMBIA.
1. INVESTIGO DE MANERA MUY RESUMIDA LAS SIGUIENTES BIOGRAFIAS
A. JOSÉ ANTONIO GALÁN
B. JOSE CELESINO MUTIS
C. FRANCISCO JOSE DE CALDAS
D. ANTONIO NARIÑO
E. PABLO MORILLO
2. INVESTIGO LOS SIGUIENTES CONCEPTO
A. FEDERALISMO
B. CENTRALISMO
C. MANUMISIÓN
ACTIVIDAD No. 3 LECTURA FUENTES PRIMARIAS
Fragmento de Hilario López sobre el fusilamiento de Policarpa Salavarrieta.
¿Con que la mujer lo conoce a usted? ¡y que brava esta y que guapa es¡ me dijo el cabo. Herrera decía al retirarse: no hay du da de que es tá loca,
perdida, y repetía lo mismo, sin duda con el objeto de que los soldados atribuyesen esa energía de la heroína a la fal ta de juicio y no a su
patriotismo. La Pola se marchó con paso firme hasta el suplicio, y en vez de repetir lo que l e decían sus mini s tros , no hacía s ino maldeci r a los
españoles y e ncarecer s u ve nganza. Al salir a la plaza y ve r a l pueblo agolpado para presenciar s u sacri fi ci o e xcl a mo: “ ¡Pueblo indolente! ¡Cuán
di s tinta sería hoy vuestra suerte s i conocierais el precio de la libertad! Pero no es ta rde. Ved que, mujer y joven, me sobra valor para sufri r la
muerte y mi l muertes más. ¡No olvidéis este ejemplo!"… l legada al pie del banquillo, volvi ó otra ve z los ojos a l pueblo y di jo: ¡miserable puebl o! Yo
os compadezco: algún día tendréi s más dignidad.
1. ¿Por qué es tán s igni ficativa la participación de la Pola en la independencia?
2. ¿Qué retos tendría que asumi r la Pola como mujer en es te periodo de nues tra hi s toria, para asumi r es te papel?
3. ¿A qué se refería la Pola con la úl tima frase relativa a la dignidad?
Fragmento del Memorial de Agravios
. “La s Américas, señor, no están compuestas de e xtranjeros a la nación española. Somos hijos, somos descendientes de l os que han derramado su
s a ngre por a dquirir e stos nuevos dominios a la corona de España”…” “Ta n español e s s omos como l os de s ce ndi e ntes de don Pe l a yo”. Torre s
e nti ende a las provincias a mericanas no como colonias, sino como una parte “esencial e integrante” de la monarquía; “… todos s omos e spañol e s ”.
Con coherencia s e observa como este histórico documento de los tiempos inmediatamente previos a la independencia s e comienza con una sincera
re fe re nci a a “nue s tro muy a ma do s obe ra no Fe rna ndo VII”.
España ha creído que deben estar cerradas las puertas de todos los honores y empleos para los americanos. Estos piensan que n o ha debido, ni
debe ser así: que debemos s er llamados igualmente a su participación, y as í será nues tro amor y nues tra confianza más recípro ca y s incera.
Debemos arreglarnos, pues, también en esta parte a lo que sea más justo: que el español no entienda que tiene un derecho exclusivo para mandar
a las Américas , y que los hi jos de és ta s comprendan que pueden aspi rar a los mi smos premios y honores de aquél los .
En fin, señor, ¿de qué se trata? V. M. mi sma ha dicho en la ci rcular que s e lleva ci tada, que de nada más que de reformar abusos , mejorar las
ins tituciones, quitar trabas, proporcionar fomentos, y establecer las relaciones de la metrópoli y las colonias sobre las verdaderas bases de la
jus ticia.
Memorial de agravios . Cami lo Torres . Edición facs imi lar. Pág. 24
1. Puede deduci r ¿cuál es el inconformi smo de los criol los en es te memorial?
2. ¿Se cons ideran los criol los di ferentes a los europeos españoles?
3. ¿Qué cons ideras que es taban bus cando con es te memorial? Expl icar ampl iamente.
Fragmento Carta de Jamaica 1815 por Simón Bolívar
(...) Cuando las águilas francesas sólo respetaron los muros de la ciudad de Cádiz, y con su vuelo arrollaron los frágiles go biernos de la Península,
entonces quedamos en la orfandad. Ya antes habíamos sido entregados a la merced de un usurpador extranjero; después , l i sonjeados con la
jus ticia que se nos debía y con esperanzas halagüeñas s iempre burladas; por último, inciertos sobre nuestro destino futuro, y amenazados por la
anarquía, a causa de la falta de un gobierno legítimo, justo y l iberal, nos precipitamos en el caos de la revolución. En el primer momento sólo se
cuidó de proveer a la seguridad interior, contra los enemigos que encerraba nues tro seno. Luego se extendió a la seguridad ex terior; se
es tablecieron autoridades que sustituimos a las que acabábamos de deponer, encargadas de dirigir el curso de nuestra revolución y de aprovechar
la coyuntura feliz en que nos fuese posible fundar un gobierno cons titucional , digno del presente s iglo y adecuado a nues tra s ituación.
4. 4
(...) las provincias americanas s e hallan lidiando por emanciparse; al fin obtendrán el suceso; algunas se cons titui rán de un modo regular en
repúblicas federales y centrales; se fundarán monarquías casi inevitablemente en las grandes secciones , y algunas serán tan infel ices que
devorarán sus elementos ya en la actual ya en las futuras revoluciones, que una gran monarquía no será fáci l consol idar, una gran repúbl ica,
impos ible.
Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Mundo Nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre s í y con el todo. Ya
que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes
es tados que hayan de formarse; mas no es posible, porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opues tos , caracteres desemejantes ,
dividen a la América. ¡Qué bello s ería que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos ! Ojal á que algún ida
tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a tratar y di scutir sobre los altos
intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras partes del mundo (...)
1. Es cribe al menos tres ideas importantes planteadas por Simón Bol ívar.
2. ¿Cuál era la idea del gobierno ideal para las nacientes republ icas según Bol ívar?
3. Identifico de las siguientes afirmaciones, las palabras que no corresponde, las subrayo, luego escribo las correctas.
a. El principal motivo que llevo a la población esclava a participar de la independencia fue la promesa de
riqueza._____________________
b. Debido a las prácticas económicas del periodo de la reconquista española es conocido como el régimen del borbónico
:___________________________
c. El 20 de julio de 1819 se produjo el grito de la independencia:_____________________
d. Camilo Torres escribió en 1809, la carta de Jamaica.___________________________________
e. La expedición botánica fue dirigida por Sinforoso Mutis:____________________
f. El origen de las ideas de la independencia se encuentran en el movimiento de la regeneración:_______________________
Palabras claves: José Celestino, Ilustración, manumisión, terror, 1810, memorial de agravios.
ACTIVIDAD NO. 3 LA GRAN COLOMBIA
Conocemos nosotros como los criollos luchaban por tener el poder entre ellos mismos, después de la primera Independencia produciéndose una
divi s ión entre central i s ta s y federal i s ta s .
En muchos casos federalistas y centralistas resultaron enfrascados en una disputa por tener el poder, lo que condujo a desgastes inoficiosos que
fueron aprovechados por los españoles quienes establecieron el régimen del terror en Colombia. A este período s e le ha l lamad o la Patria Boba.
Por el lo, el gran pensamiento de Bolívar era el de crear la unión de las actuales Colombia, Venezuela y Ecuador, un bloque que de haberse creado
sería capaz de influi r de manera deci s iva en el panorama mundial .
El nuevo Estado, o la llamada Gran Colombia, creado después que los Españoles fueron derrotados defini tivamente y expul sados del territorio
americano, comprendía los territorios ocupados por el antiguo Vi rreinato de la Nueva Granada, Ecuador y la Capitanía de Venezuela. Es te Nuevo
Es tado fue creado en el Congreso de Angostura en 1819, después de la gran batalla de Boyacá y fue ratificado en el Congreso de Cúcuta en 1821;
tuvo por capital a Bogotá y como bandera nacional la Bandera Venezolana. Su primer presidente fue Simón Bolívar y vicepresidente Franci s co de
Paula Santander. A decir verdad la Gran Colombia fue el ideal de Bolívar, quien pensaba en los posibles contraataques de potencias como España o
de otras potencias como Inglaterra o Es tados Unidos. Creía como única posibilidad de defensa la creación de este gran bloque que en unión con
México, la Plata , (hoy Argentina) y demás Es tados Latinoamericanos formarían una gran Confederación de Naciones .
Pero es te gran sueño de Bolívar s e truncó, por las diferencias sociales, económicas y políticas de las regiones , la ambición de los caudi l los . Los
problemas sus ci tados entre Bol ívar, Santander y Páez, terminaron por des componer es ta pos ible unidad.
Como resultado de lo anterior, en 1830 s e organizaron las Repúblicas de Venezuela, Ecuador y Colombia, esta última llamada República de la Nueva
Granada, Constitución que se legisló en 1832, con la cual s e consolidó en el Estado el régimen centralista que perduró hasta 1858. Es ta Constitución
fue sancionada por José María Obando.
En 1843 hubo otra Constitución, también de carácter centralista y autoritario que fue sancionada por Pedro Alcánta ra Herrán, quien gobernó al
país desde 1841.
Con la Constitución de 1853 se inició un proceso de organización Federal al otorgar autonomía a las Provincias, en la cual algunas aprovecharon y
se dieron su propia Constitución política convirtiéndose en Estados Federales como Santander, Cundinamarca, Boyacá, Panamá, Antioquía, Bolívar,
Cauca, Magdalena, y a su vez estos Estados estaban sujetos al gobierno de la Nueva Granada, en cuanto al crédito nacional , el ejército, etcétera.
Para el año de 1858, se creó la Confederación Granadina, que reemplazó a la Nueva Granada. Es ta fue una república federal que duró has ta 1863,
año en el cual s e creó otra Constitución que cambió el nombre de Confederación Granadina por Estados Unidos de Colombia, que duró hasta 1886.
Con es ta Constitución los Estados quedaron convertidos en entidades autónomas, con legislación propia y regidas por gobernadores elegidos por
voto popular. Esta Constitución consagró en ella todas las libertades y por ello s e llamó Radical y el período que va desde 1863 a 1886 se le llamó el
Radical i smo.
ACTIVIDAD: ORGANIZAR EL SIGUIENTE CUADRO.
Periodos CONSTITUCIÓN Características de la
constitución
gobernantes
5. 5
GRAN COLOMBIA 1821
REPUBLICA DE LA
1832
NUEVA GRANADA
1843
CONFEDERACIÓN
GRANADINA Y
ESTADOS UNIDOS DE
COLOMBIA
1853
2. Investigo en casa las biografías de
1. Simón Bolívar
2. Francisco de Paula Santander
3. Tomas Cipriano de Mosquera
3. Organiza en una línea de tiempo los s iguientes acontecimientos
1781 1810 1811 1815 1819 1821 1830 1841 1850
a. Reforma liberales,
b. Grito de independencia
c. Guerra de los Supremos
d. Des integración de la Gran Colombia
e. Bata lla de Boyacá
f. Congreso de Cúcuta
g. Revuelta de los comuneros
h. Independencia de Cartagena
i . Reconquista Española
4. ¿A qué s e l e conoció como Patria Boba?
5. ¿A qué s e l e conoció como el periodo radical?
ACTIVIDAD NO. 4
REFORMAS DE MITAD DE SIGLO
Y EL ORIGEN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
El enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo creó diversas disputas por resolver el Independencia. Existieron ideas nuevas que
rivalizaron con ideas tradicionales, todas ellas derivadas de las luchas libertadoras. Una de ellas era la tendencia de que el poder del
ejecutivo conservara el orden Económico, social y político existente, para evitar la anarquía, como era el caso de Chile, Ven ezuela y
Nueva Granada. Por ello la aplicación de muchas ideas liberales no se pudo llevar a efecto, como la libertad de los esclavos que
continuó limitada a la ley de vientres, es decir, a la libertad de aquellos nacidos de madres esclavas.
A mediados del siglo, empezaron a organizarse mediante estas ideas los partidos políticos que van a ser protagonistas de la v ida
política y social de los países Latinoamericanos, durante la segunda mitad del siglo XIX y el XX y que se identificaban con l os nombres
de los partidos ingleses, liberales y conservadores .
Aunque sabemos que quienes aglutinaban partidarios no eran los partidos, ni los programas sino los caudillos, los hombres no las
ideas. Algunas de las siguientes ideas hicieron parte del ideario político del partido liberal: los liberales eran amigos de la separación
entre la Iglesia y el Estado, la libertad de cultos, la abolición de la esclavitud, el sufragio universal de los varones , eran partidarios de
una educación laica y científica y defensores de los intereses de los indígenas . En síntesis los liberales querían Estados Modernos.
Los conservadores pretendían mantener la tradición cultural hispana, es decir, conservar las instituciones hispánicas creadas en
América, como la religión católica, base del orden y de la unidad de todos los americanos. Mientras los liberales eran partidos de un
Estado fuerte a nivel legi slativo, los conservadores tenían interés en un Estado con un fuerte poder ejecutivo, centralista y opuesto
al anticlericalismo.
Los partidos proclamaban la modernización de la economía dándole ventajas al capitalismo extranjero. El partido liberal predi caba el
“Laissez faire, laissez passer” ya que los liberales eran amigos del comercio, y las exportaciones, mientras los conservadores eran
amigos de la protección de la artesanía y la agricultura.
6. 6
Esta política de apertura económica trajo consigo dos probl emas importantes: primero una nueva dependencia, porque nosotros no
teníamos capacidad para exportar y en consecuencia lo que lograron estos países fue explotar más y más nuestras materias primas y
segundo la casi total eliminación de la producción artesanal, por cuanto, no había forma de competir con las potencias extranjeras.
Puede pensarse entonces que los liberales eran más dinámicos, más modernos y sobretodo más progresistas, aunque en la práctic a,
una gran cantidad de reformas fueron hechas por conservadores: la abolición de la esclavitud en Brasil y Chile, la construcción de los
ferrocarriles en Ecuador, etcétera, además de que las dictaduras de fines de siglo fueron en su mayoría, de ideas liberales
Con José Hilario López inicio el periodo de la hegemonía liberal (1849 -1878) que acabo con los vestigios coloniales y que condujo a
la modernización del país, las reformas de estos años se vieron acompañados de una fuerte crisis social, pues al tratarlas de
imponerlas y difundirlas, afectaron intereses de grupos sociales y condujeron a las guerras civiles de 1851 y 1854. Algunas de las
principales reformas liberales fueron:
Supresión de los aranceles proteccionistas. Favoreció a comerciantes y terratenientes, quienes pudieron vender con mayor faci lidad
sus productos en el mercado internacional, el cambio, afecto a los artesanos, quienes no podían ofrecer productos de la misma
calidad y precio de los comprados en el extranjero. Abolición de la alcabala (impuesto a la corona española), los diezmos a la iglesia
española, del impuesto directo. Descentralización de las rentas nacionales y nueva implantación de impuesto directo. Abolición de
los censos y permisos para la venta de la tierra de resguardos. Debilitamiento del ejecutivo, al permitir el nombramiento de
gobernadores por voto popular y al descentralizar las rentas, lo que fortaleció el régimen municipal. Supresión de los resgua rdos
(tierras de la comunidades indígenas) que pasaron a ser propiedad de cada nativo. Decreto de expulsión de los j esuitas. Suspensión
de la pena de muerte por delitos políticos. La Reforma Agraria de 1850, aunque de carácter débil, atacó la formación de latif undios y
realizó la desamortización de los bienes de manos muertas, en contra de las propiedades eclesiásticas, que llevó a la separación
entre la Iglesia y el Estado, y concepción de la nación laica. Abolición de la esclavitud: en 1851, el gobierno declaró libres a los
esclavos que aún subsistían en el país. Los terratenientes del sur, donde estaba concentrada gra n parte de la población esclava, se
rebelaron contra esta ley y organizaron una revuelta pero no tuvieron éxito. Los esclavos libertos pasaron a formar parte del grupo
de trabajadores agrícolas asalariados.
a. Comparo la información con relación a los partidos políticos. Ampliar el cuadro en el cuaderno.
Similitudes Diferencias
Partido liberal
Partido conservador
b. a partir de las reformas liberales de mitad de siglo, explico quienes fueron beneficiados o perjudicados con
dichas disposiciones. Ampliar el cuadro en el cuaderno.
Beneficiados ¿quiénes y porque? Perjudicados. ¿Quiénes y porque?
Suspensión de aranceles
proteccionistas.
Abolición de los diezmos y la
alcabala
Debilitamiento del ejecutivo
Supresión de los resguardos
Expulsión de los jesuitas
Desamortización de bienes de
manos muertas
Libertad a los esclavos
ACTIVIDAD NO. 5
Guerras civiles de Colombia
Durante el siglo XIX en Colombia hubo algunos enfrentamientos civiles. Descontando las más frecuentes revueltas internas de los
Estados Federales el número de las guerras civiles que hubo en Colombia puede limitarse a ocho.
1. Conflicto entre centralistas contra federalistas
La guerra civil entre federalistas y centralistas se desarrolló entre 1812 y 1816. Algunos la denominan (Patria boba). Tras la derrota de
los centralistas de Antonio Nariño en la Batalla de ventaquemada el 2 de dic de 1812, los federalistas atacaron Santafé de Bo gotá el
7. 7
siguiente 9 de enero. La batalla que se dio en el barrio San Victorino favoreció a las fuerzas de Nariño y la guerra terminó
momentáneamente, después de que los dos bandos acordaron unir fuerzas contra el enemigo común español.
En diciembre de 1814, Simón Bolívar tomó Santa Fe a nombre de los federalistas de Tunja y derrotó a los centralistas de
Cundinamarca. En enero siguiente se dirigió a la costa caribe en donde debía recibir armas y pertrechos de Cartagena de Indias para
tomar Santa Marta y liberar a Venezuela.
2. Guerra de los Supremos
Tuvo su origen en San Juan de Pas to, el 30 de junio de 1839, cuando varios sacerdotes que se oponían a la orden del Congreso de
disolver los conventos con menos de ocho frailes, pese a que esta orden contaba con el apoyo del arzobispo de Bogotá. El alzamiento,
aunque fue sofocado temporalmente dos meses después, en la Batalla de Buesaco, se recrudeció cuando varios caudillos regionales
que pretendían reivindicaciones políticas y económicas, se alzaron contra el gobierno central. En julio de 1840, al poco tiem po de
haber aceptado José maría Obando someterse al gobierno de José Ignacio de Márquez para ser juzgado por el asesinato de Antonio
José de Sucre en 1828, escapase de la Cárcel e inició un alzamiento tras alegar falta de garantías procesales. La rebelión de este
caudillo, máximo jefe del partido santanderista, fue aprovechada por otros dirigentes antigobiernistas para generalizar la guerra.
Estos caudillos fueron: Reyes Patria en Tunja, Juan A. Gutiérrez en Cartagena, Salvador Córdoba en Antioquia, José María Vesg a en
mariquita (Tolima), Manuel González en El Socorro, y Francisco Carmona en Santa Marta. Cada uno se denominaba Comandante
Supremo de su propio ejército, de ahí el nombre de "Guerra de los Supremos".
La guerra, que principalmente buscaba reubicar a los generales santanderistas en la distribución del poder, no contó con una dirección
única, lo que permitió su derrota en 1841.
3. Guerra Civil de 1851
La iniciaron terratenientes conservadores caucanos opuestos a las reformas liberales de mitad del siglo XIX. En mayo de 1851 los
rebeldes se pronunciaron en Patia y Timbio; Vino luego el intento de toma de San Juan de Pasto por Julio Arboleda y su poster ior
derrota.
Una derivación de la guerra de 1851 fue el golpe de estado de 17 de abril de 1854 contra el presidente José María Oban do por el
general Jos é Maria Melo. Es te perm aneció en el poder 8 mes es, pues el 4 de diciembre de mismo año una alianza militar de “gól gotas”
(una facción del partido liberal Colombiano) y de pertenecientes al partido conservador colombiano entró victorios a a Bogotá, tras
derrotar al ejército melis ta y s us aliados, los liberales “draconianos” y artes anos . Es tos últimos pres entaron res istencia te naz durante el
asalto final a la capital, razón por la cual el partido vencedor desterró a centenares de artesanos al río Chagres en Panamá.
4. Guerra Civil de 1860-1862
Única guerra civil en la cual el triunfador fue el lado insurrecto. Comenzó en el actual Departamento de Santander y se exten dió al
Cauca cuando los liberales tomaron las armas contra el gobierno nacional presidido por el conservador Mariano Ospina Rodrígu ez.
Tomás Cipriano de Mos quera, gobernador del Cauca y que había proclamado los “Es tados Unidos de la Nueva Granada”, aunque
derrotado al principio fue apoyado por los liberales radicales y llegó triunfante a Bogotá; tomó el poder e impuso la Constitución de
1863 (o Constitución de Rionegro por el lugar en donde se redactó, Rionegro, Antioquia) de carácter marcadamente federalista.
5. Guerra Civil de 1876-1877
Los conservadores se sublevaron en julio de 1876 contra el gobierno radical de Aquileo Parra para detener la educación laica (o
"neutra" como se le llamó en la época) y demás medidas anticatólicas. Esta guerra permitió la unidad pasajera entre las facci ones
radical e independiente al seno del Partido Liberal Colombiano.
Julián Trujillo triunfó en la batalla de Los Chancos (Estado del Cauca) y en Antioquia y aseguró la presidencia para los independientes
entre 1878 y 1880, con lo cual abrió las puertas a la Regeneración de Rafael Núñez.
6. Guerra Civil de 1885
Los liberales radicales del Estado Soberano de Santander entraron en inconformidad por las políticas cada vez más centralistas del
gobierno de la República, presidido por Rafael Núñez y su proyecto de "Regeneración". Dicha inconformidad degeneró en una
declaración de guerra que pronto fue adoptada por los demás estados con gobiernos liberales. Si bien varios líderes radicales estaban
en desacuerdo con un conflicto armado, sus temores fueron vencidos dada su oposición al presidente Núñez y las perspectivas d e
victoria que generaba la guerra en un comienzo. Pronto los estados conservadores se involucraron en defensa de Núñez. También lo
apoyaron facciones moderadas del liberalismo. El 17 de julio de 1885 se libró una de las batallas más famosas de la guerra, l a de la
Humareda, que, aunque dio el triunfo definitivo a los radicales, propició la muerte de varios de sus principales dirigentes. A ello se
unieron las derrotas de los rebeldes en los estados de Tolima, Cauca, Panamá y Boyacá. Finalmente los liberales insurrectos s e
rindieron, en noviembre de 1885 El triunfo de las fuerzas gobiernistas fue aprovechado por el presidente Núñez para anunciar el fin de
la validez de la Constitución política de 1863, inspirada en el radicalismo liberal. A continuación se emprendió una profunda reforma
constitucional que concluyó en la proclamación de una nueva carta constitucional, en 1886.
7. Guerra Civil de 1895
La inició el sector guerrerista del Partido Liberal Colombiano en Bogotá, en enero de 1895 con un fracasado intento de golpe de estado
contra el presidente Miguel Antonio Caro. Luego se quiso convertir en un levantamiento general, que tampoco contó con sue rte pues
se vio reducido a rebeliones de poca significación en algunos departamentos, a las cuales derrotó fácilmente el gobierno cons ervador
en sólo 60 días después de las batallas de La Tribuna (Cundinamarca), Enciso y Capitanejo (Departamento de Santand er).
8. Guerra de los Mil Días (1899-1902)
Fue el intento del liberalismo radical por recuperar el poder. Salvo al principio, no involucró grandes ejércitos.
Este largo enfrentamiento irregular desgastó a los liberales en una lucha de pequeñas partidas, con excepción de Panamá, único lugar
en donde triunfaron. La guerra civil terminó en una especie de empate acordado en los tratados de Chinácota, Neerlandia y Wis consin.
8. 8
Consecuencia de esta guerra civil fue el derrocamiento de Manuel Antonio Sanclemente (1 900) y el ascenso de José Manuel
Marroquín, la separación de Panamá, y la elección de Rafael Reyes en 1904 quien llevó al poder a los conservadores y a un sec tor
liberal.
Consecuencias
- Millares de jóvenes murieron en combate, quedaron heridos o lisiados y en incapacidad de prestar su esfuerzo en las labores
intelectuales, agrícolas y mineras que necesitaba urgentemente el país.
- Quedaron aniquilados muchos hogares y riquezas, justamente cuando la República hubiese podido recobrarse de los gastos y
compromisos pendientes como consecuencia de la Emancipación y de las campañas libertadoras. Cada guerra civil creaba nuevos
odios que iban a producir después otra distinta.
- El crédito exterior de los vínculos nacionales entre las secciones del país, hasta el peligro de la integridad nacional, como apareció
después de la Guerra de los Mil Días.
- La ruina fiscal que produjo el régimen de papel moneda que llegó a extremos indecibles.
- Empobrecimiento del país.
- Estancamiento del progreso.
- Formación de una cierta cultura política intolerante evidente en el actuar de los dos principales partidos políticos (Liberal y
Conservador), provocando en el siglo XX nuevos enfrentamientos ideológicos, los cuales configurarían la violencia colombiana.
Guerra civil
Periodo Actores sociales o
políticos
Características Batallas consecuencia
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
ACTIVIDAD NO. 6 LA COMISIÓN COROGRAFICA Y LA CONFORMACIÓN DE UNA NACIÓN.
La Comisión Corográfica fundada por Agustín Codazzi no fue sólo un magno proyecto geográfico y cartográfico, s e convirtió en la base del
desarrollo de lo que hoy es Colombia. s e tradujo en s ignificativos aportes para la comunicación entre provincias y mejoras en la educación científica
y técnica. Codazzi fue el geógrafo que levantó el primer mapa oficial –y el primer mapa sistemático– de Colombia a mediados del siglo XIX en una
empresa que se llamó Comisión Corográfica.
Todo en torno a la Comisión Corográfica es extraordinario. No fue sólo un proyecto científico republicano. Fue el mayor proyecto científico
realizado en Colombia antes del siglo XX –mayor que la Expedición Botánica de José Celestino Mutis en sus alcances y proyecciones científicas. No
fue sólo un proyecto cartográfico, pues aparte de los mapas, que Codazzi consideró como “lo fundamental de la Comisión Corográfica”, llevó a
ca bo l a primera descripción sistemática de l a Nación e n s us aspectos físicos y s ocioeconómicos, tuvo una “parte botánica”, a la que dedicó su vida
José Jerónimo Triana, quien recolectó cerca de 60.000 especímenes de unas 8.000 especies diferentes de la flora nacional, formando lo que hoy s e
cons idera como “l a mejor y má s i mportante colección botánica realizada e n Colombia”; y pa ra no abundar dem asiado en esta lista, produjo una
colección de láminas a la acuarela que hoy existe en la Biblioteca Nacional y .
Pero la Comisión Corográfica no fue sólo un proyecto científico. A mediados del s iglo XIX Colombia era uno de los países más pobres de América y
al tiempo, con las reformas que dieron lugar al radicalismo –libertad de los esclavos, l ibertad de prensa y de opinión, libertad en todo–, comenzó a
pe nsarse e n serio en las “me joras materiales” que necesitaba l a Nación para salir de su atraso.
Se di scutieron cuatro estrategias fundamentales: abrir caminos para comunicar a las provincias entre sí y con los puertos; mejorar la educación
científica y técnica; conocer cuáles eran, dónde estaban y qué magnitud tenían los recursos naturales del país; atraer inmigrantes extranjeros
laboriosos para desarrollar la agricultura y las manufacturas. Todas las esperanzas en torno a estos proyectos se ci fraron, e n primer lugar, en la
Comi s ión Corográfica.
Asombra el hecho de que una empresa de la magnitud de la Comisión Corográfica hubiera podido l levarse a cabo en un país como Colombia en el
s iglo XIX, prácticamente sin caminos, con las finanzas del gobierno en perenne emergencia, debiendo sortear al menos dos guerras civiles y las
luchas de intereses partidistas, provinciales, locales e individuales.
En realidad, la Comisión Corográfica fue un proyecto suprapartidista, y en cuanto a estos dos personajes, las cosas fueron má s o menos al revés.
Ospina nunca dejó de manifestar su apoyo a la Comisión Corográfica, tanto de palabra como de obra, y tuvo que d esautorizar varias veces a su
secretario de Gobierno, Manuel Antonio Sanclemente, cuya desidia en cuanto a los pagos a Codazzi fue realmente astronómica. Mosquera, por su
parte, quien en efecto dio comienzo a la Comisión Corográfica, se convi rtió con el tiempo en su principal enemigo y l legó al punto de mandar
des truir la Geografía Física y Pol ítica de los Es tados Unidos de Colombia, que se publicó en 1863, y protagonizar un lance co n Manuel Murillo Toro,
que estuvo a punto de ser el detonante de una guerra civil, todo por un libro de geografía.
9. 9
Cons truir una Nación significa muchas cosas y para Colombia en el siglo XIX este fue un proceso de muchas y complejas facetas. Una de ellas fue la
creación de una imagen vi sual y mental del país sustentada en mapas, láminas a la acuarela y descripciones geográficas. Y también de una
identidad nacional en un tiempo en que hasta lo más básico de la identidad, el nombre del país y sus lugares topográficos, cambiaban con
extraordinaria frecuencia.
¿Quién fue Agustín Codazzi?
¿Qué objetivos obtuvo de la Comisión Corográfica?
¿Qué quiere decir el autor con el titulo la comisión corográfica y la conformación de una nación?
Actividad No 7 LA CONFORMACIÓN DE UNA ECONOMÍA NACIONAL
Tabaco, quina y añil en el siglo XIX: Bonanzas efímeras
El modelo de liberalismo económico propuesto en las reformas de mitad de siglo trajeron consigo la necesidad de aumentar las vías de
comunicación, no sólo entre las regiones exploradas o productoras con las de acopio y los puertos, sino con el resto del mundo. Igualmente tuvo
importantes efectos migratorios sobre la población.
TABACO
El buen tabaco s e cultiva del nivel del mar a unos mil metros de altura, en terrenos que pueden s er de aluvión, volcánicos, f ranco-arenosos. La
recolección debe s er oportuna para evi tar hongos y manchas en las hojas y su secado muy cuidadoso. Fue un monopolio fiscal en su
comercialización desde fines de la época colonial. A principios del siglo XIX, debido al aumento de los controles sobre su cu ltivo, el tabaco se
empezó a sembrar clandestinamente en varias regiones. Después de la independencia, continuó siendo una importante fuente de i ngresos fiscales
y las primeras exportaciones colombianas se efectuaron en 1834, pero a partir de 1846 el país vivió un período de auge exportador como resultado
del crecimiento de la demanda mundial, que absorbía casi cualquier cantidad de tabaco que el país p udiera exportar. La s llamadas “reformas de
me diados de siglo” eliminaron e l monopolio de la producción y come rcio –la Ley 23 de mayo de 1848 declaró libre el cultivo del tabaco a partir del
1 de enero de 1850– y permitieron la expansión de su producción y el aumento de su exportación.
Durante buena parte de la segunda mitad del siglo XIX, las casas comerciales que dominaron el negocio del tabaco fueron alemanas, lo cual
convi rtió a Bremen en el principal destino tabacalero en Europa. Sin embargo, la incursión de nuevos productores en el mercado mundial –Java,
Sumatra, Indias Holandesas, principalmente–, rebajó el precio mundial, sumado ello a los problemas internos de calidad, producción,
procesamiento y empaque. El resultado fue la crisis de las regiones tabacaleras. Aunque las exportaciones colombianas lograron mantenerse en
términos de cantidad hasta 1875, los ingresos disminuyeron. El ciclo de la exportación de tabaco sólo duró 26 años, desde 1854 hasta 1880. A partir
de es e momento las plantaciones sirvieron principalmente para abastecer la demanda interna y luego, durante la primera mitad del s iglo XX, a las
recién creadas industrias de cigarrillos.
Las regiones con tradición tabacalera desde del s iglo XVIII fueron Santander y el Valle del Cauca. El monopolio en la época colonial se redujo a las
áreas de producción legal, a los distritos de Zapatoca, Girón y Piedecuesta y aunque su producción no tuvo una historia exitosa en los mercados
externos, fue una importante fuente de ingresos fiscales y permitió el abastecimiento de la demanda local.
QUINA
Conocida comúnmente con el nombre de chinchona, la quina es la corteza del árbol quino, el cual crece silvestre en las selvas sub-andinas, y l lega
incluso a los 1000 y 3000 metros sobre el nivel del mar. Fue utilizada en medicina como antiséptico y para controlar las fieb res tercianas
Las quinas l legaron a ocupar uno de los puestos más importantes entre las plantas medicinales del mundo, pues su amarga corteza fue, durante
varios siglos, uno de los remedios más efectivos para tratar la malaria. Es por esto que en el último cuarto del siglo XVIII, dentro de las llamadas
reformas borbónicas, s e impulsaron las expediciones botánicas a lo largo de América Latina y Fi lipinas, tendientes a aumentar las riquezas
naturales mediante el control de su producción y comercialización. Así, se propuso la realización de un inventario de la flora de las colonias, dando
prioridad a los vegetales útiles para la industria, la medicina y el comercio. El estudio de la quina, de sus variedades y de sus propiedades
terapéuticas fue uno de los que mayor impulso recibió. En la Nueva Granada, José Celestino Mutis y Francisco José de Caldas subrayaron en sus
es critos las vi rtudes de las quinas.
En la Nueva Granada la distribución de quinas de los géneros Cinchona y Cascarilla s e dio principalmente en el piedemonte ama zónico, en límites
con la cordillera de los Andes, el Nudo de los Pastos, la bota caucana y los territorios del actual Magdalena Medio, en donde estuvieron los
principales centros de acopio de la región como Popayán, Pasto, Almaguer, Mocoa y Bucaramanga.
Con la caída de las exportaciones de tabaco, la quina s e convirtió, en la década de los 70, en el principal producto de exportación del país, pero
rápidamente entró en decadencia debido al establecimiento de grandes plantaciones por parte de los ingleses en sus colonias d el sureste asiático,
particularmente en Java y Cei lán, las cuales comenzaron a s er preferidas por sus menores costos y mayor productividad.
La quina constituyó el principal producto de extracción forestal, explotado durante el siglo XIX en Colombia. Entre 1860 y 1900, Con la disminución
de las exportaciones de quina, las zonas que inicialmente habían alcanzado un dinamismo importante, sufrieron procesos de est ancamiento, de
di sminución del precio de la tierra y reducción de las posibilidades de empleo, incluso de despoblamiento por la migración hacia regiones con
mejores oportunidades, en particular aquéllas donde el café estaba ascendiendo.
AÑIL
se cul tivó como materia prima para la industria artesanal de tejidos de algodón. La producción se incrementó notablemente cua ndo s e encontraron
oportunidades en su exportación a mediados de la década de 1860. Al igual que el tabaco y la quina su cultivo y extracción es tuvo caracterizada por
tendencias especulativas. La ruina del comercio de añil se debió a la invención de los colorantes artificiales en Prusia y al restablecimiento de las
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exportaciones de Bengala, el principal abastecedor del mercado inglés. Desde ese momento esta planta fue relegada a un uso meramente
artesanal.
Con el descenso del tabaco, los capitales invertidos comenzaron a retirarse y la producción de añil a extenderse a las zonas aledañas a la región de
Ambalema, el puerto de Honda y las márgenes del río Magdalena, pues contaban ya con la facilidad de mantener asentamientos de mano de obra.
Si bien es cierto que su actividad no generó el mismo ritmo de exportaciones del tabaco y la quina, permitió la acumulación de capitales y la
dinamización de los ingresos frente a la crisis de estos productos en los mercados internacionales.
Sin embargo, a diferencia del tabaco o la quina, el añil requería de una inversión en capital relativamente importante y representaba un riesgo de
inversión mayor, pues el producto exportado no era silvestre, requería de un procesamiento y la inversión después de realizada no podría recibir
usos alternativos. Sólo comerciantes y terratenientes de reconocida trayectoria contaban con la acumulación de capital para iniciar tal negocio.
Una de las singularidades de la producción del añil, fue la del carácter extensivo del cultivo y las diferentes posibilidades de extracción del índigo,
de acuerdo con el mayor o menor tiempo de maceración. Según ésta existen diferentes calidades de añil, es decir, mientras más tiempo duraba la
maceración de la yerba, más cantidad s e obtenía, pero con una calidad inferior. Son frecuentes las alusiones en periódicos y publicaciones
técnicas de la época sobre la particularidad que tenía el añil de agotar muy pronto la productividad de la tierra, razón por la que s e necesitaban
mayores niveles de inversión en arar la tierra, rotar las cosechas e introducir el uso de abonos y fertilizantes. Los productores más notables fueron
terratenientes ricos o importantes comerciantes de las principales ciudades de la Colombia del XIX.
Producto Característica o f inalidad del
producto
Regiones productoras Causa de su caída.
TABACO
QUINA
ANIL
EL CAFÉ Y LA COLONIZACIÓN ANTIOQUEÑA
La colonización antioqueña fue un fenómeno expansivo de población que marcó un hito social y económico en el siglo XIX,
implicó la aparición y fundación de centros urbanos y la consolidación de lo que hoy conocemos como el eje cafetero.
Geográficamente, esta expansión hizo que antiguos Departamentos como Antioquia y el Gran Caldas dieran lugar a nuevos
Departamentos y el crecimiento poblacional de otros. Los Departamentos nuevos fueron Risaralda, Caldas y Quindío.
Las zonas que s e vieron influidas por el crecimiento poblacional fueron Choco, Norte del Valle del Cauca y Norte del Tolima.
Esta expansión se considera económica por varias razones. Hizo aparecer nuevos productos agrícolas, como el café, que implicaron nuevas
maneras de explotación. Igualmente, este fenómeno aceleró los procesos de crecimiento del transporte ferroviario.
Estos hechos provocaron que la población aumentara y se esparciera rápidamente por aquellas zonas que estaban dominadas por los valles y las
vertientes de ríos que por allí cruzan. Al crecer la población se modificó sustancialmente la distribución de los habitantes en el territorio nacional
y se abrieron zonas agrícolas en áreas hasta entonces no cultivadas. Pero también este proceso fue impulsado por la saturación demográfica de
algunas regiones, por el agotamiento de las tierras y por la facilidad de adquirir tierra en estas nuevas áreas .
Primera etapa de la colonización
Primera etapa: La Arriería y la consolidación de los poblados de Sonsón, Abejorral, Aguadas y Arma viejo. Estas poblaciones se localizan al sur
del Departamento de Antioquia y entre 1800 y 1810 fueron claves como sitios de conexión con las rutas que los colonos o arrieros iban trazando
desde Antioquia hacia el sur occidente colombiano. Es tos poblados no sólo fueron sitios de conexión, sino que sumaron más colonos que salían en
búsqueda de nuevas tierras y sobre todo, de 2 actividades que llamaban la atención del arriero: la guaquería; actividad que consistía en buscar
tesoros indígenas; y el caucho, una actividad que consistía en la siembra y explotación de un árbol llamado caucho y que producía un producto
para la obtención del caucho.
Durante esta etapa, y l igado al fenómeno de la colonización, se consolidó históricamente el oficio de la arriería y, por ende, la figura del arriero. El
trabajo consistía en transportar toda clase de mercaderías : materias primas de minería y de agricultura, especialmente café y objetos de
manufactura sobre el lomo de las mulas . Los arrieros emprendían largas y agotadoras jornadas haciendo cruzar las mulas por los caminos y
llevando no sólo las mercancías sino también su propio legado cultural.
ACTIVIDAD
1) ¿Cuál Fue la importancia del café en la economía nacional?
2) ¿Por qué s e dio una migración interna de personas de la zona de Antioquia a la región geográfica del vi ejo caldas y norte del valle?
3) ¿Qué características económicas tenían las familias colonizadora?
4) Realizo un mapa de Colombia y ubico las zonas y ruta s de migración.
"LAS TRES TAZAS"
Cuadro Costumbrista de José María Vergara y Vergara
Al Señor Ricardo Silva.
Mi querido Ricardo: Te dedico estas tres tazas, llenas la una de chocolate, la otra de café y la tercera de té. Tómate la que qu ieras; lo
dejo a tu elección; pero no creo que seas ecléctico hasta el punto de tomarte todas tres. Debes escoger una y vaciar las otras dos. Tu
paisano, AREIZIPA
TAZA PRIMERA
SANTAFÉ
Soy coleccionador, bibliómano o anticuario; no sé cuál de las tres cosas s erá; pero, sea lo que fuere, le confieso con rubor, porque no se me
ocul ta el ridículo que sigue a estos oficios s erviles en nuestra tierra. Si en lugar de eso fuera revolucionario como don N... que es tá graduado
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ya de doctor en revoluciones, y que es muy bien recibido en la sociedad; o s i fuera mi l i ta r, profes ión que imprime carácter; o agioti s ta ,
profesión que idealiza al indivi duo, lo confesaría en alta voz y a ndaría con la fre nte tra nquila y l a conciencia e rguida… como dicen a lgunos que
se retiran a la vida privada. Creo que como dicen es "con la frente erguida y la conciencia tranquila", y s i yo he dicho al revés , no te afanes .
Sería equivocación del caji s ta , que de ésas he vi s to yo.
Empezar con un papel es un florete, español de lo más florete que puede hacer el hombre, criatura nacida para hacer siempre papel . EL largo
de la esquela es una cuarta , medida española: el ancho, media; y el margen tiene cuatro dedos . ¿Quieres que la lea?
Doña Tadea Lozano saluda a Ud. y le ruega que venga esta noche a tomar en ésta su casa el refresco que ofrece en obsequio de algunos
amigos. Señor don Cristóbal de Vergara. Santafé y mayo 13 de 1813.
He oído contar en casa que este refresco fue de lo más sonado, de lo grande. Asistieron cincuenta personas de lo más escogido que había en la
ciudad: Nariño, Baraya, Torres, Madrid y otros personajes por el estilo. Nariño estaba en vísperas de marchar al Sur con su valiente ejército; y
la marquesa de San Jorge quería darle por despedida, lo que se l lamaba entonces un refres co, es deci r, una ta za de chocolate.
EL palacio de la marquesa, era, tú lo sabes, la misma hermosa sólida y opulenta casa qu e queda en la esquina de Lesmes , y en que vive hoy
don Ruperto Restrepo. Era y es una casa cien veces mejor que lo que hoy s e usa, estas casuchas que se vengan en altura de techos de lo que
pierden en extensión de terreno; fábricas de tifos y de tri stezas; copia exacta de la generación actual; casas de gran fachada y s in huerta s ni
jardines: con la casa de la marquesa ahí está a la vista: es cien veces mejor que las de hoy. Su dueño no debe cambiarla si no l e dan doscientas
casuchas de és ta s que la moda levanta .
Pues en uno de sus salones fue donde se reunió la sociedad que iba a tomar un refresco la noche del 13 de mayo de 1813. Treinta caballeros y
veinticinco señoras y señoritas, asistían. Era el traje de los caballeros, zapato de hebilla, media de seda, pantalón rodillero con hebil la de oro,
chaleco blanco y casaca s in solapas, según la última moda, y que era l lamada Bonapartina. El traje de las señori ta s cons i s tía en cami són de
seda de ta l le muy alto y des cotado, mangas corridas , falda es trecha.
La gran sala estaba colgada de tela de seda recogida en profusos pliegues. El mobiliario consistía en tres sofás con prolija obra de talla dorada,
y cuyos brazos semejaban culebras que mordían una manzana. Fuera de los sofás había unas cincuenta sillas de brazos , también doradas y
forradas como aquéllos, de damasco de Filipinas . Del techo colgaban tres grandes cuadros dorados en que se veían los retratos del
conquistador Alonso de Olaya, fundador del marquesado; de don Beltrán de Caicedo, último marqués de San Jorg e, por la rama de Caicedos; y
de don Jorge de Lozano, poseedor del marquesado en 1813.
El refresco tuvo lugar a las ocho de la noche, en el vasto comedor. La mesa, cubierta con un mantel de alemani s co de respland eciente
blancura, soportaba el enorme peso de los platos de colaciones, las botellas de aloja y los botellones de vino español . Sobre las servi l leta s
dobladas reposaban grandes platos: entre éstos había platos pequeños; y entre los pequeños había pozuelos en que hacía vi sos azules y
dorados la espuma de un chocolate que estaba guardado en pastillas hacía ocho años, en grandes arcones de cedro. El cacao había venido
desde Cúcuta, y para molerlo s e habían observado todas las reglas del arte, tan descuidadas hoy por nuestras cocineras. Se ha bía mezclado a
la masa del cacao canela aromática, y s e había humedecido con vino. En seguida cada pastilla había sido envuelta en papel, pa ra entrar en el
arcón en que iba a reposar ocho años. Para hacer el chocolate no s e habían olvidado tampoco las prescripciones d e los sabios. E1 agua había
hervido una vez cuando se l e echaba la pastilla; y después de esto se le dejaba hervi r otras dos , dejando que la pas ti l la se desbarata ra
suavemente. E1 molinillo no servía para desbaratar la respetable pastilla a porrazos como l o hacen hoy innobles cocineras ; no, en aquel la
edad de oro el molinillo no servía sino para batir el chocolate después de un tercer hervor, y combinando científicamente sus generosas
partículas, hacerle producir esa espuma que hacía visos de oro y azul, que ya no se ve sino en las casas de una que otra familia que se es tima.
Pre pa rado así el chocolate, exhala un perfume…¡un perfume…! ¡Musa de Grecia, la de las ingeniosas fi cci one s , hazme el favor de deci rme
cómo diablos se pudiera hacer l legar a las narices de mis actuales conciudadanos el perfume de aquel chocolate colonial ! Es to en cuanto al
ol fa to; ¡pero e n cuanto al sabor…! Es de adve rtir que l a regla usada e ntonces por aquellas ve nerables cocineras, e ra la de echar dos pas ti l las
por jícara, y ninguna de a quellas sabias cocineras, se e quivocaba. Si los convidados e ran diez, se e chaban ve inte pastillas. Hoy… ¡l lanto cue s ta
e l de cirlo! Hoy… ha y cocineras que e chan a pastilla por barba. ¿Qué digo? ¡Ha y ca s a s e n que con una pa s ti l l a de s pa cha n tre s v íctimas !
Pero el sabor de aquel chocolate era igual a su perfume; la cucharilla de plata entraba en el blando seno de la jícara con di ficul tad. No se
hacían buches de chocolate como ahora, no; ni se tomaba de prisa, ni con los ojos abiertos y el espíritu cerrado. Cada prócer de aquél los
cerraba un poquillo los ojos, al poner la cuchari ta de plata l lena de chocolate en la lengua: le paladeaba, le tragaba con ma jes tad
El ari stocrático refresco había terminado. Los agraciados volvieron al salón precedidos por el gran Nariño que daba el brazo a la marquesa de
San Jorge.
Apenas llegaron al salón rompió la música de cuerda que estaba prevenida, con una alegre contradanza que hizo saltar de alegr ía a todos los
que la escuchaban. Puso la contradanza el elegante Madrid con la hermosa doña Genoveva Ricaurte. Las figuras fueron paseo, cadena y
triunfo, tras de la contradanza s e bailaron un capitusé, un zorongo, un ondú y dos cañas. Eran las doce de la noche, dadas en el gran reloj de
cuco que sonaba en la recámara, y los convidados se prepararon para retirarse. Los hombres pidieron a sus pajes sus ricas capas de paño de
grana, su espada y su sombrero de castor: las mujeres pidieron a los caballeros sus mantos y sus pas toras , y sal ieron precedi dos de sus
s i rvientes que l levaban grandes faroles para alumbrar las cal les sol i ta rias por donde se reti raban los elegantes tertul ianos .
Cuatro años después todos los hombres de aquella tertulia, menos dos, habían sido fusilados: todas las mujeres , menos tres , h abían s ido
des terradas. Morillo hizo su cosecha de sangre. Pasó aquella tempestad y vino Bolívar. Con Bolívar vinieron los ingleses de la legión británica, y
con el los , ¡cosa tri s te! el uso del café, que vino a supl i r la ta za de chocolate.
SEGUNDA TAZA, SANTAFÉ DE BOGOTÁ
"Juan de las Viñas saluda a usted y le ruega que concurra esta noche a su casa a tomar una taza de café. Esta boleta, en papel azul, de carta,
con una viñeta que representa un amor dormido, tiene, como lo ves, la fecha 1848. El café me era conocido como un remedio excelente, feo
como todo remedio; mas no lo conocía bajo la faz de bebida tan deliciosa que mereciese un convi te. En un jueves santo, día de ayuno y de
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abs tinencia, había salido a tomar una tacita de café; y en una que otra indisposición de estómago, se me había propinado una taci ta de agua
en que se habían hervido tres granos de café, que aquella agua de cúbica, no s e podía prestar a gran cosa para los placeres de la amistad y de
la reunión. No comprendía, cómo mi amigo el señor de las Viñas y sus convidados, mozos de excelente humor y mejor salud, que de seguro no
habían ayunado ese día, ni se habían abstenido de carnes, fueran a gastar una noche tomando café. Mi estómago sol lozaba con l a idea de
renunciar esa noche a mi chocolate de media canela, aromático y al imenticio; pero mi espíritu novelero se exal taba con la idea s iempre
mágica de ir a penetrar lo desconocido. El chocolate era para mí un amigo de infancia; pero me halagaba la idea de i r a conoc er aquel
extranjero a la moda. ¡Perra naturaleza humana! ¿Qué neces idad tenía yo de nuevas ami s tades?
Sea como fuere, yo no renuncié al convite. A las siete de la noche me dirigí a la casa de Viñas, armado de punta en blanco. E 1 traje de bai le
que s e usaba en aquel tiempo, y era el que yo llevaba, consistía en zapato sin tacón, pantalón con ancha trabilla, l leno de pliegues en la cintura
y sumamente angosto en su parte inferior. Presencié una vez el caso de que un dandy tuviera que colgar sus panta lones sobre u na viga, y
meterse en ellos para que el peso del cuerpo hiciera entrar las piernas en aquellos tarros. El chaleco era de seda y tenía enormes solapas . La
casaca de paño negro era tan angosta y puntiaguda que cuando el caballero se inclinaba para ponerse a los pies de una dama, la falda se
levantaba recta y formaba un ángulo de setenta y un grados con las piernas del héroe. La corbata era muy ancha y se echaba co n doble vuelta,
y los cuellos de la camisa, muy anchos también, volteaban, dando a las caras un aire de inocencia que engañó a muchos y a muchas . No hay
que fiarse en la inocencia de las caras que tienen cuellos volteados, ni en la gravedad que ostentan las que usan cuel los parados : uno y otra
son engañosos y menti rosos .
La sala del señor y la señora Viñas era de una sencillez patriarcal. Las blancas paredes no tenían más adorno que el que le ponen a los difuntos
cuando su inconsolable viuda, sus afligidos huérfanos y sus inconsolables amigos les dicen: quede usted con Dios. Ya se entiende que hablo de
la cal .
Sobre la blanca cal de las paredes, había láminas que nada tenían de homogéneas: eran San José al óleo, obra de Figueroa; un cuadro que
representaba la muerte de Napoleón y dos láminas en cri stal. Los sofás forrados en verde, los taburetes de cuero, las mesas pintadas de mala
mano, todo indicaba una vulgar de esas que s e llaman con el adjetivo decentes. las parejas. Veinte muchachas que ni bajaban de los diez y
ocho ni pasaban de los veinticuatro años: veinte muchachas rollizas, de caras ovaladas llenas de hoyuelos, de mejillas pintadas por la salud y la
juventud, de ojos pícaros pero inocentes, amorosos pero señoriles, de bocas frescas que s e perecían por hablar, pero que call aban modes ta s ;
de cuerpos rollizos vestidos con humildes camisones, y s in más adornos en las cabezas que dos trenzas de abundante pelo; veinte doncel las
l i stas para s er buenas esposas y buenas madres; con ausencia total de lectura de novelas de Dumas y de romanticismo y de jara nas; tales eran
las parejas con que se puso una contradanza que hi zo es tremecer la tierra en sus ejes , y se bai laron unos sendos val ses .
Las parejas hombres, eran de lo más disparejo que puede darse en vestidos y en figuras. Unos gastábamos gabán; pero yo vi a uno que bai ló
con chaqueta. Era una tertulia casera. La contradanza, gloria de nuestros padres y gloria nues tra, de que se han privado nues tros hi jos .
Cuando la pareja que iba poniendo la contradanza llegaba al fin de la hilera, era de verse aquel concertado desorden, aquel la s i s temática
anarquía, aquel arreglado movimiento con que se movían cuarenta personas ejecutando a un tiempo las vi stosas figuras. Y s i la contradanza
era obligada, es decir, compuesta de figuras muy difíciles, había un momento, aquel en que s e ejecutaba el paso más obligado, en que hasta el
espectador gozaba como no han soñado goza.
Unas dos contradanzas y unos tres valses redondos se habrían bailado cuando en un interregno s e apareció en la sala mi amigo el de las Viñas,
y con su misma cara de alma de cántaro que conservó hasta la muerte, adornada en ese momento con sonri sa de gala, di jo en voz al ta :
¡Zeñores , vamoz a tomar café!
El golpe estaba dado, la situación era dramática. Por pronunciar dos zetas y la palabra café había gastado Viñas cincuenta pesos redondos. Nos
lanzamos a tomar los brazos de las hermosas convidadas, y nos dirigimos al comedor. Viñas nos precedía l levando del brazo a su esposa,
Magdalena Parra, que ya es muerta .
EL refres co empezó por ajiaco, el modesto, el irreemplazable ajiaco, que si figurara en algún lenguaje debería tener por s ign i ficado: mérito
sól ido. Tras del ajiaco s iguieron unos hermosos pollos asados, dignos de un príncipe convaleciente. Tras de los pollos hubo vinos : vino tinto,
vino dulce y vino de consagrar. Tomamos más de lo justo, aunque no tomamos con injusticia: nos alegramos y nos enternecimos . En es ta
del icada situación de ánimo se oyó en la cercana cocina un ruido de molinillos, y acto continu o entraron tres criadas bien ves tidas , trayendo
en tres grandes canas ti l los pas tusos , muchos pozuelos blancos l lenos de café.
Fue el segundo momento solemne. Todos mirábamos con curiosidad aquel licor negro y espeso que venía entre sus sepulcros blancos , como
las almas de los fariseos. Nos pusieron por delante a cada convidado nuestro pocillo de café hervido y batido, y cada uno dio el primer sorbo.
¡Oh Si lva! ¡oh Si lva! ¡qué sorbo! ¡qué sorbo!
TAZA TERCERA
BOGOTÁ
¡Todo ha variado! decía yo no hace muchos días, reclinado de codos sobre mi mesa, y teniendo por delante una esquela de convite. Amigos ,
cos tumbres, esquelas, alimentos; ¡todo ha variado! ¡Qué triste es quedarse uno poco a poco atrás! ¡Qué triste y qué desolador es encontrarse
uno de extranjero en su patria!
Tales reflexiones las hacía yo sobre un cuadro de papel porcelana, duro como los corazones de hoy, frío como las almas de hoy, inmaculado
como los corazones de antes , que decía as í en l indís imos y pequeñís imos tipos :
Los marqueses de Gacharná hacen sus cumplimientos a José María Vergara,
caballero, y le avisan que el 30 del mes entrante,
siendo el cumpleaños de señora la marquesa,
se hará música en el hogar y se tomará el té en familia.
(Traje de etiqueta.)
¿Qué demonios es esto? repetía yo, aludiendo a un estribillo de bambuco, y l lorando sobre mí y sobre mi patria: ¿qué demonios es es to? Yo
que he jurado no salir de Bogotá y morir aquí encerrado entre las retrógradas costumbres de mis cariñosos amigos, ¿cómo me en cuentro de
repente tras ladado a un puerto de mar?
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¿Quiénes son estos marqueses? ¿Qué idioma es éste? ¿Por qué hacen música? ¿Por qué toman el té en fami l ia y no en ta za? Y sob re todo,
¿por qué toman el té en lugar de tomar agua de borraja, que era de sudorífico que enantes se usaba?¿po r qué sudan o quieren sudar?
¡Ay, mi Bogotá! ¿Dónde estás, arrabal de mis entrañas? ¿Quién me diera que en vez de este té fuera un chocolate en casa de Sa mper, con
as i s tencia de Carrasqui l la, Marroquín, Qui jano, Valenzuela, Pombo, Guarín, Salvador Camacho y otros que no sudan?
Y es ta lista la hacía yo por buscar algunos de esos nombres entre la lista de convidados que me acompañaban los marqueses , se guramente
para que viera yo con quién tenía que habérmelas, pues no había de s er para que escogiera, como quien escoge plato en la carta de un hotel .
Los convidados eran:
Señor el Duque de la Peniere, correo de gabinete de S. M. el Emperador Napoleón.
Señor el barón Planagenet Dikswhy, cónsul de Inglaterra.
Señor el general Patricio Can de Lero.
Señor Béndix Mata l lana, arti s ta .
Señor A. Bedghi lmnpqrs t, di l i tantti alemán.
¡Todos son por el estilo, Dios eterno! exclamaba yo cuando, después de veinte nombres más entre los que había algunos de muje res , divi sé
és te:
Señor Cas imi ro de la Vigne, cabal lero.
—¡Un pai sano! grité alborozado.
Mi s lectores no saben quién es Casimiro de la Vigne; era el hijo mayor de Juan de las Viña. En 1848, época en que empezamos a tomar café,
era niño de ocho años; en 1865, en qué pasaba la escena de la taza de té, tenía veinticinco. Cuando él tenía ocho y yo veinte, él era un niño y
yo un joven y él me l lamaba de us ted y señor don.
Ahora que él tiene veinticinco y yo treinta y s iete, ambos somos jóvenes y el me trata de tú y me l lama José María a secas , como conviene
entre personas de una misma edad. La edad, pues, nos ha apartado y nos ha juntado: esos doce años de diferencia que le llevo se acortan o se
alargan. Hoy somos iguales; pero volverá otra época en que vuelvan a aparecer los doce años en cues tión; cuando él tenga cincuenta y yo
sesenta y dos , él será apenas un hombre maduro y yo un viejo achacoso. Quién sabe s i entonces vuelva a llamarme señor y don y a trata rme
de usted. Pero como ahora somos de la misma edad, al encontrar su nombre sentí grande alborozo; iba a tener un compañero, y p or eso grité
¡un paisano! Falta explicar por qué siendo hijo del señor de las Viñas, se l lama de la Vigne. En el colegio, en que se ponen apodos todos los
muchachos, apodos que a veces se inmortalizan, Casimiro, que no tenía ninguno, entró a la clase de francés. Los muchachos que aprendían
entonces el bonjour, traducían al francés todo lo que encontraban por delante: tradujeron al catedrático, al pasante y se tradujeron as í
mi smos .
EL doctor Herrera Espada se convirtió en Mr. La Forgue de l 'Espée; el pasante, Mateo Castillo, se transfiguró en Mathieu Chateau, y andando
el tiempo vino a quedar con el nombre de Chato, como corruptela de Chateau; y Chato Castillo se llama y se llamará hasta el día del juicio, a
pesar de que tiene unas narices descomunales. Casimiro Viñas fue llamado Casimiro de la Vigne, y como no tenía antes sobrenombre alguno,
le quedó éste. el mozo era de talento y s e hizo el bobo; se estuvo un semestre enfadándose cada vez que le quitaban su ridículo apel l ido y le
daban su elegante apodo. Los otros muchachos por llevarle la contraria no le llamaban sino de la Vigne. Al fín del semestre fingió el bribón de
Cas imiro que aceptaba el apodo por darles gusto, y comenzó a firmar con él. Hé aquí cómo logró bauti zarse a su gus to. Provi s t o de aquel
apellido, de una buena figura y de un carácter s impático, ha penetrado en todos los salones de lo que s e llama entre nosotros alta sociedad y
que no es alta de ninguna manera. Por estos motivos, su nombre estaba inscrito en la carta de los marqueses , y por eso iba yo a tener un
amigo, un pai sano, en aquel la tierra de moros .
EL marqués de Gacharná es un francesito, natural de Sutamerchán. De edad de veintiún años , logró i r a París ; vivió en un quinto pi so,
devorando escaseces dos años mortales; volvió a Bogotá, donde se casó con una inglesa nacida en el barrio de Santa Bárbara, y que tenía su
dote consistente en dos casas que le dejó su padre Don Juan de Dios Almanza. Ella era superficial y él superficial; ella amaba lo extranjero, y él
se perecía por lo europeo: ella era flaca y él flaco; ella tenía dos casas y él no tenía ninguna; pero en cambio él había hecho un viaje a París y
el la no había sal ido de la cal le del Rodadero.
Llegó por fin el 30 del mes entrante. A medio día me hice afeitar y peinar por Saunier, y a las ocho de la noche comencé a ve stirme. Calcé botín
de cabritilla: siete centímetros más angosto que la planta de mi pie, vestí pantalón negro de satín, camisa de holán tejido, chaleco y corbata
blancos y gabán negra abrochada de un botón. mi pañizuelo que no resistía incólume un estornudo; suspendí de un cordón de oro un French,
parado por cos tumbre, y me calcé unos guantes blancos .
Me abstuve de refrescar, puesto que iba a tomar té y en familia nada menos, que así debía tocarme gran cantidad. Eran las diez de la noche y
me di rigí a la casa de señores los marqueses, sita en el boulevar del Cuartillo de Queso, abajo del malecón de la Carnicería. El zaguán estaba de
par en par, y entré hasta la galería de cristales, en donde encontré un portero que recibió mi carta. Entre al salón e hice tres saludos: uno en la
puerta , otro en la mitad del camino y el tercero al tomar asiento. Había diez o doce invitados; pero los demás no acabaron de entrar hasta las
doce de la noche. Es tuvimos dos horas en una tertul ia del iciosa; nadie hablaba.
Cada hora decía por turno una palabra algún convidado, y todos nos reíamos de prisa para volver a quedar en silencio. La palabra que se decía
y que hacía reír era ésta u otra semejante: esta noche hace frío. Al cabo de una hora decía otro convidado: no ha l legado el paquete; y
volvíamos a reírnos en tres nota s : do, re y sol .
El traje de las señoras era muy notable. Gastaban camisón de larguísima cola, lo que, unido al peinado, les daba aspecto de un mons truo. El
peluquero francés había hecho aquel edificio sobre sus cabezas vacías. Con almohadas y colchones había abul tado dos cachos que corrían por
encima de la oreja, terminando en puntas muy adelante de la frente; y detrás había otro promontorio sin modelo conocido. Una vez que la
dama es tá peinada, hacen caminar por encima de su peinado un gato ..
Esa noche cuando señora la marquesa concluyó su toilette, fue a dar un beso a su hijo, antes de veni rse a la sala; y el marques ito al ver a
mamá con aquel los cachos y aquel la cola, se tapó la cara gri tando: ¡el coco! ¡el coco!
A las doce s e pusieron las mesas de juego: dos tomaron un ajedrez, cuatro un dominó, que es uno de los juegos más compl icados que se
conocen. A la una de la mañana entró un caballero vestido a la última moda, y con guantes blancos. Yo me levanté para saludarlo; pero todos
los otros se quedaron quietos, y Casimiro me dijo en voz pianísima; ¡no seas bruto! —Yo le repliqué en pianísimo que no comprendía, y él me
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contestó en flautinísimo que era el criado que entraba a s ervir el té . Todos volvieron a mirarme sorprendidos de aquel inconveniente y yo me
ruboricé como una novicia. El caballero vestido de criado volvió a entrar trayendo la tetera de plata alemana, y los marqueses se levanta ron
gravemente a s ervir el té humeante. Un terrón de azúcar refinado, más blanco que mis guantes, estaba en el fondo de una ta za más blanca
que el azúcar; y sobre el terrón cayó un chorro de agua hirviendo y un poquillo de leche tan blanca como el azúcar o la taza. Yo apuré mi ta za,
y como el agua estaba caliente y yo en ayunas, comencé a sudar prodigiosamente, que bien lo necesitaba, y un suave calor me subió has ta el
cerebro. Tenía un hambre tiránica, y di rigí la vi sta buscando a quién comerme. Los dueños de la casa estaban muy flacos, y me lancé sobre una
bandeja que contenía bizcochuelos extranjeros marcados con el sello de la fábrica. Aunque sabían a enfermedad, me comí con di s imulo
catorce docenas, que vienen a ser tanto como un cuartillo de nues tros bi s cochuelos bogotanos . Al rebul l i r el té con la cuchar a tuve la
i rreverencia de dejarla dentro de la taza, por lo cual el criado me la volvió a llenar, tomé la segunda taza sin quitar la cuchara y el criado me la
volvió a l lenar mientras me limpié un ojo. No atreviéndome hacer un desplante; de miedo de que me desafiaran, me tomé la tercera ta za;
pero comprendiendo que en la cuchara estaba el misterio de aquella insistencia, la separé de la taza y para que no quedara duda, la puse
debajo del plato. El criado cesó entonces en su furor, y yo me quedé inmoble, lleno de líquido y de bi zcochuel itos que sabían a alcoba de
enfermo; todavía con hambre y s in embargo lleno; con gana de arrojar todo lo que me sobraba, y s in embargo con gana de comer todo lo que
fal taba.000.
Sal imos a las cuatro horas menos un cuarto de la mañana, según dijo Monsieur de Gacharná viendo su muestra. Soplaba un viento frío de lo
más sutil que ha podido inventarse, y como yo estaba en cuerpo, con camisa de holán batista, y los tragos con té me habían hecho derretir en
sudor, atrapé una pulmonía que fue considerada por los médicos como una obra maestra en su género: l legaron has ta desear que no me
salvara para ver cómo estaban mis pulmones. Sin embargo, a despecho de la ciencia atravesé aquella crisis con felicidad y me he alegrado de
no haber fal lecido, y es porque tengo curios idad de l legar a la cuarta época de Bogotá , para ver a qué se convida entonces .
En 1813, se convidaba a tomar una ta za de chocolate, en ta za de plata . y había bai le, alegría, elegancia y decoro.
En 1848, se convidaba a tomar una ta za de café, en ta za de loza, y había alboroto, juventud, cordi al idad y decoro.
En 1866, se convida a tomar una ta za de té en familia, y hay silencio, equívocos, indecentes, bailes de parva, ninguna alegrí a y mucho tono.
Espero que así como en 1866 s e me ha convidado a tomar el té en familia, en 1880 se convidará a tomar quinina entre amigos. Es tán de moda
los sudoríficos y antiespasmódicos .
1. EN EL SIGUIENTE CUADRO ANALIZO EL TEXTO
TAZA FECHA Y
LUGAR
PERSONAJES
DESTACADOS
CARACTERISTICAS CULTURALES, VESTUARIO, MODAS,
MUSICA
CHOCOLATE
CAFÉ
TE
2. ¿Qué piensa el autor de los cambios que trajo la modernidad al país?
3. ¿Cuáles eran las diferencias en la preparación y en el consumir de cada una de las tres bebidas?
4. ¿Qué critica hace el autor aquellos de las costumbres extranjeras que llegaron en el siglo XIX?
5. Realiza un cuadro conceptual explicando las características del costumbrismo.
6. De todas las descripciones que el autor hace de las tazas, ¿cuál es la que más te gusta y por qué?
7. Consultar qué fue la colonización antioqueña y representar dicho proceso a través de un mapa de Colombia.